Tokio eleva a cinco el nivel de gravedad del accidente en la central nuclear de Fukushima

De este modo, el suceso pasa de ser considerado «accidente con consecuencias de alcance local» (nivel 4) a ser reconocido como un «accidente con consecuencias de mayor alcance» (nivel 5). Estos niveles se corresponden con la escala internacional de Sucesos Nucleares (INES), que consta de siete niveles.

Según datos oficiales, las unidades 2 y 3 de Fukushima Daiichi han sido recalificadas con nivel 5 en la Escala INES, mientras que se mantiene que la integridad del edificio de contención primaria de la unidad 1 permanece intacta. Por su parte, la unidad 4 de la central de Fukushima Daiichi fue calificada con nivel 3 («incidente importante»), al igual que las unidades 1, 2 y 4 de Fukushima Daini.

El nivel 6 de la escala INES supondría pasar a un «accidente importante» y el nivel 7 equivaldría a un «accidente grave», en el que se liberarían al exterior materiales radiactivos con repercusiones serias para la salud y para el medio ambiente, como ocurrió en Chernóbil (Ucrania).

Según los citados datos, los monitores de radiación localizados fuera del emplazamiento detectan radiación «relativamente alta en algún punto»; no obstante, «los niveles de radiación no alcanzan un nivel perjudicial para la población«.

Mientras tanto, unos 130 bomberos están lanzando agua desde camiones cisternas sobre el reactor número tres de la central de Fukushima. Según informó la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón y la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), los niveles de radiación en uno de los puntos de medición de la central descendieron considerablemente de forma paulatina en la mañana del viernes, después de que los trabajadores que intentan evitar el desastre en Fukushima arrojasen agua por tierra y por aire sobre el reactor número 3, el único que funciona con un combustible nuclear llamado MOX que además de uranio contiene plutonio, mucho más peligroso.

Así. la radiactividad era de 279,4 microsievert, cuando en la jornada anterior se registraron 292,2. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la radiación liberada por la central nuclear japonesa no ha alcanzado la atmósfera superior, por lo que el tráfico aéreo puede continuar con seguridad excepto en la zona más próxima a la planta y añadió que tampoco es necesario someter a una revisión a los pasajeros de aviones procedentes de Japón.

El descenso se detectó tras una operación de más de una hora de duración por parte de la policía antidisturbios y las Fuerzas de Autodefensa para suministrar agua desde tanques cisterna al edificio del reactor 3, uno de los más dañados en las sucesivas explosiones que ha sufrido la central, que le han hecho emitir gran cantidad de vapor, lo que hace temer una eventual fusión parcial de su núcleo.

Ayer, cinco camiones cisterna arrojaron agua para intentar enfriar la piscina de combustible nuclear gastado de este reactor. Esta piscina -al igual que la del reactor 4- preocupa tanto o más que el calentamiento en los núcleos de los reactores, pues el combustible nuclear que hay en ella también se está calentando y emitiendo radiactividad. Además, se intentó determinar el estado de la piscina de almacenamiento de la unidad 4, puesto que se desconoce si todavía queda agua para cubrir el combustible utilizado que se encuentra en ese recipiente. Un responsable de TEPCO, señaló que la cantidad de combustible en la piscina del reactor 4 es «muy elevada» y hay «mucha incertidumbre» sobre si hay agua o no.

Los técnicos nipones realizaron una operación poco convencional para intentar enfriar los reactores. Por primera vez helicópteros del ejército japonés arrojaron agua de mar borada sobre los reactores 3 y 4 de la central. Hasta cuatro veces se produjo la descarga (se vertieron 64 toneladas de agua), que el miércoles había tenido que ser abortada por los elevados niveles de radiación de la central.

En el reactor 3 el núcleo está dañado y el combustible nuclear descubierto (tal y como sucede en el reactor 1, el otro que estaba funcionando cuando se produjo el terremoto) pero además las unidades 2 y 3 han sufrido daños en la estructura de contención (la barrera de acero y hormigón que debe impedir una fuga radiactiva en caso de que se produzca una fusión del núcleo).

Los operarios continúan con la misión este viernes. Entretanto, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), que explota la central, avanzó en los trabajos de conexión a la red que permitirán poner de nuevo en marcha los sistemas de refrigeración. Y es que ayer, consiguieron conectar un cable de 1 kilómetro de largo desde la red principal hasta el reactor 2, con la esperanza de restablecer el flujo eléctrico para reactivar los sistemas de refrigeración, que atajen el recalentamiento de las piscinas con combustible usado de los reactores para ayudar a refrigerarlo. «Si el trabajo de restauración se completa, seremos capaces de activar varias bombas eléctricas y arrojar agua a los reactores y piscinas para combustible nuclear gastado», declaró un portavoz de TEPCO.

«Planean reconectar la energía (eléctrica) a la unidad 2 una vez que se haya completado el riego de agua sobre el reactor 3″, dijo la AIEA. Esto supone que las tareas de reconexión tendrán que interrumpirse este viernes mientras se arroja agua sobre el reactor 3.

Precisamente, parece que los intentos para restablecer la energía eléctrica en el reactor 2 también están avanzando. Eso sí, más lentamente de lo esperado. «El trabajo preparatorio no ha ido hasta ahora tan rápido como habíamos esperado», reconoció un portavoz de la compañía que gestiona la planta. Los elevados niveles de radiactividad en la planta obligaron a controlar frecuentemente a los trabajadores.

TEPCO dijo que este sábado por la mañana podría restablecerse el suministro eléctrico en el reactor número 4. Poco antes, la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial anunció que la electricidad podría volver a los reactores 1 y 2 el sábado.

Por otra parte, el generador diésel de emergencia en el reactor 6 vuelve a estar operativo y suministrando electricidad a las unidades 5 y 6 (que están a unos 200 metros de los otros cuatro reactores de la central), según el organismo nuclear nipón (NISA).

El primer ministro de Japón, Naoto Kan, afirmó que su Gobierno está dando a conocer toda la información de que dispone sobre el accidente ocurrido en la central de Fukushima. «Hemos estado diciendo con sinceridad que la situación relativa al accidente en la planta nuclear sigue siendo muy grave», declaró en televisión. Asimismo, el primer ministro nipón podría visitar la próxima semana las zonas del noreste del país más afectadas por el terremoto y el posterior tsunami.

Por otro lado, el subdirector general de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial, Hideohiko Nishiyama, afirmó que los ingenieros japoneses no pueden decir aún si los reactores dañados están bajo control. «Con las operaciones de rociamiento de agua, estamos luchando contra un incendio que no podemos ver», explicó. «El fuego no se está extendiendo, pero todavía no podemos afirmar que está controlado», añadió.

Ni siquiera si TEPCO consigue restablecer la energía con el reactor 2, está claro si el sistema de refrigeración funcionará, pues puede haber sufrido daños por el desastre natural y las explosiones.

El responsable nuclear de EEUU, Gregory Jaczko, advirtió, de hecho, que la resolución de la crisis llevará «algún tiempo, posiblemente semanas». Asimismo, la AIEA consideró que la situación en Fukushima sigue siendo «muy grave», si bien parecía que no había empeorado desde el día anterior. Sin embargo, la radiactividad había aumentado en las localidades de la zona de evacuación en torno a la central, con respecto al miércoles.

Además, el Gobierno japonés informó de que posiblemente militares de EEUU operen un avión no tripulado Global Hawk de reconocimiento a gran altura, para tomar imágenes del interior del edificio que alberga el reactor 4 y ver sus daños.

También, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) confirmó que al menos 23 trabajadores resultaron heridos en las operaciones de contención de Fukushima, la mayoría como consecuencia directa de las explosiones registradas en diferentes puntos de la central nuclear durante los últimos seis días. Además, otros dos se encuentran desaparecidos y al menos 20 se vieron expuestos a niveles de radiación por encima de lo permitido, pero sólo tres han necesitado atención médica.

Asimismo, unas 10.000 personas se sometieron a pruebas de medición de radiactividad en la prefectura de Fukushima. TEPCO indicó que solo seis personas tuvieron que someterse a procesos de descontaminación, aunque fueron parciales, por lo que solo se llevaron a cabo en cara y manos. Las pruebas, se desarrollaron en los centros sanitarios y refugios de la prefectura, y abarcaron a los vecinos de las instalaciones nucleares y los a residentes en otras 26 localidades.

Mientras tanto, se confirmó que unas 28.000 personas fueron obligadas a abandonar sus hogares por su cercanía a la central de Fukushima, donde se registran esos niveles preocupantes de radiación. Hasta 31 gobiernos municipales de la prefectura de Fukushima hablan de un total de 28.152 ciudadanos evacuados, a los que se añaden aquellos que ya se encuentran en refugios alejados de la zona de peligro. Muchos de los refugios temporales ya están saturados y no pueden recibir a más evacuados. El número de personas que tratan de salir de Fukushima hacia otras prefecturas no hace sino aumentar.

La vecina prefectura de Niigata recibió ya a 2.700 evacuados de Fukushima y las autoridades reservaron las plazas de 17 hoteles en la Ciudad de Niigata y otras poblaciones para los próximos que lleguen. En la prefectura de Yamagata, se empezaron a realizar pruebas de radiactividad y chequeos médicos a los desplazados, que en este territorio ya suman 1.600. Tochigi, al sur de Fukushima, recibió a 320 habitantes de esta región.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó a la población de los perjuicios que puede entrañar para la salud el uso indiscriminado del potasio iodado y de productos con iodo, utilizados ahora como respuesta a la exposición radioactiva, e informó de que tomarlas sin supervisión puede tener efectos secundarios como la inflamación de las glándulas salivales, náuseas, complicaciones intestinales y reacciones alérgicas.

Cuando se produce un accidente nuclear, las pastillas de potasio iodado evitan que las glándulas de la tiroides absorban la radioactividad y así se reduce el riesgo de desarrollar un cáncer a largo plazo

En cuanto a la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que agrupa a las principales operadoras mundiales, decidió ceder equipos de comunicación por satélite en las áreas afectadas por el terremoto y el tsunami de Japón. En concreto, se instalaron 78 teléfonos de satélite Thuraya con CPS para facilitar las labores de búsqueda y rescate, además de 13 terminales Iridium y 37 Inmarsat. Otros 30 terminales Inmarsat para ser enviados a las zonas afectadas por el desastre natural.

El Gobierno español recomienda alejarse a 120 km de Fukushima

Por su parte, el Gobierno español recomendó a todos los españoles que estén viviendo en Japón que se alejen al menos a 120 kilómetros de la central nuclear de Fukushima.

Asimismo, se desaconsejó viajar a Japón en estos momentos de crisis nuclear, puesto que «existe riesgo de réplicas y tsunamis en todo Japón». En cualquier caso, «se recomienda encarecidamente a los españoles que se encuentren en el país que sigan las consignas de las autoridades locales para estos casos, extremen las precauciones tanto en sus lugares de residencia como en sus desplazamientos, especialmente en las zonas urbanas, y que se pongan en contacto con la Embajada en Tokio».

Para ello, y dadas las dificultades que presentan las comunicaciones, el Gobierno recordó los datos para ponerse en contacto con la Embajada en Tokio. En concreto, pueden hacerlo a través del teléfono 03 3505 8762, de los faxes 03 3582 8627 y 03 3505 8783, y del e-mail emb.tokio.info@maec.es.

«También hemos reforzado la Embajada de España para atenderles de la mejor manera» con dos diplomáticos, dijo la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez.

Por su parte, el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que «en las próximas horas» saldrá un avión tipo jumbo rumbo a Japón, con el objetivo de repatriar a los cerca de 300 españoles que han manifestado su deseo de salir del país. El avión, que tiene 450 plazas, se ha fletado ante la imposibilidad que tienen los españoles residentes en Japón para poder salir del país, ya que los vuelos comerciales están saturados y no hay ningún billete para los próximos diez días.

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