E.ON gana 4.900 millones de euros en 2010, un 4% menos

Según comunicó el consejero delegado de la compañía, Johannes Teyssen, cuando presentó su nueva estrategia el pasado noviembre, E.ON ya anunció que sus beneficios de 2011 no alcanzarían el nivel de 2010.

Un factor clave, añadió, es que el impuesto al combustible nuclear en Alemania (cuyo propósito es contribuir a consolidar el presupuesto del país) entra en vigor en 2011. Según sus cálculos, afectará negativamente a los beneficios de E.ON en algo menos de 1.000 millones de euros en 2011.

Otro factor es que en 2011 el negocio eléctrico de la compañía se resentirá del efecto retrasado de los precios más bajos contratados cuando la electricidad se vendía a futuro durante la crisis económica.

En conjunto, E.ON prevé un «notable descenso» de los beneficios en 2011, con un Ebitda ajustado que estará entre 11.200 y 11.900 millones de euros y un beneficio neto ajustado que se situará entre 3.300 y 4.000 millones de euros. E.ON espera pagar un dividendo de al menos 1,30 euros por acción para el ejercicio 2011.

Además, el grupo vaticina que sus beneficios de 2012 también se verán afectados por estos factores extraordinarios, si bien en menor medida que en 2011. Así, al final de 2012 la nueva estrategia corporativa de E.ON y otras mejoras previstas en eficiencia le permitirán afrontar estos factores adversos. Por consiguiente, E.ON prevé que en 2013 el Ebitda ajustado de su actual cartera de negocio volverá a acercarse al nivel de 2010 de al menos 13.000 millones de euros.

En 2010 el Ebit ajustado de E.ON aumentó un 2%, elevándose a 9.500 millones de euros. Sus ventas también crecieron, aumentando un 16%, hasta 92.900 millones de euros.

Por otro lado, con la venta de su participación en la rusa Gazprom, la red de gas en Italia y la red eléctrica en Reino Unido, y consumando otras operaciones, desde noviembre de 2010 E.ON ha logrado casi 9.000 millones de euros de su objetivo de desinversión de 15.000 millones de euros (previsto para 2013). Estos fondos se destinarán a la reducción de deuda e inversiones.

De hecho, su deuda económica neta era de 37.700 millones de euros al final de 2010, es decir, 7.000 millones de euros inferior a la cifra del final de 2009.

E.ON también ha hecho progresos en su proceso de internacionalización: ha puesto en servicio una nueva unidad de generación de gas en Rusia y ha inaugurado su décimo parque eólico en Estados Unidos.

En otro orden de cosas, E.ON tiene previsto aumentar la capacidad de las centrales hidroeléctricas con acumulación por bombeo en Alemania (Waldeck en el lago Eder) y España (San Miguel de Aguayo) en 300 megavatios (MW) y 1.000 MW, respectivamente. Estas inversiones forman parte del programa de E.ON para reducir el porcentaje de carbono en su cartera de generación.

E.ON invertirá 600 millones en ampliar en 1.000 MW la central hidroeléctrica de Aguayo (Cantabria)

Por otro lado, E.ON España invertirá 600 millones de euros en ampliar en 1.000 megavatios (MW) la capacidad de la central hidroeléctrica de Aguayo, que alcanzará así los 1.360 MW y se convertirá en la segunda central hidráulica del país y la quinta central eléctrica si se tienen en cuenta todos los tipos de producción.

Con esta ampliación, la instalación tendrá mayor potencia que cualquiera de las centrales nucleares españolas y producirá anualmente 2 millones de megavatios hora (MW/h), cuatro veces su capacidad actual y equivalente al 50 por ciento de la energía que se consume al año en Cantabria.

La previsión es que las obras comiencen en el primer trimestre de 2014 y se prolonguen hasta comienzos de 2018. Pero ya en 2017 empezarán a funcionar los primeros grupos de generación.

Para la ampliación de la central no será necesario abordar ningún tipo de obra en los dos embalses que utiliza la instalación actual. Lo que se hará será construir dos tuberías subterráneas y una nueva central, también enterrada, que permitirán acelerar el proceso de bombeo entre ambos embalses y, en consecuencia, tener más tiempo la central en condiciones de producir energía.

El proyecto, uno de los de mayor magnitud abordados por E.ON en este tipo de centrales, ha sido presentado por el presidente de la compañía en España, el cántabro Miguel Antoñanzas, y por el presidente y la vicepresidenta regional, Miguel Ángel Revilla y Dolores Gorostiaga.

Según han señalado, se trata de un gran proyecto que conjuga la generación de energía limpia con un nulo impacto ambiental, dado que toda la construcción quedará enterrada.

Y además han subrayado su contribución a la «flexibilidad» del sistema eléctrico, ya que este tipo de centrales, además de ser capaces de generar energía de forma inmediata en los momentos de mayor demanda, son consumidoras de la energía excedente cuando la producción renovable (eólica y solar) es superior a la demanda.

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