Iberdrola propone a su filial de renovables su absorción
Según comunicó la eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación se hace con una ecuación de canje de 0,499 acciones de Iberdrola por cada título de la filial, lo que supone valorar las acciones de Renovables en 2,978 euros.
Esta cantidad conlleva una prima del 16,7 % respecto a la cotización media de las acciones de Renovables en los últimos seis meses, pero es un 43 % menos que los 5,30 euros pagados por los inversores en la oferta pública de suscripción de acciones (OPS) de la salida a bolsa en diciembre de 2007.
Iberdrola esgrimió que la reintegración de su filial de renovables, a través de una fusión por absorción, «mejorará la capacidad para extraer valor, a través de una plataforma única de negocio». De hecho, la compañía auguró sinergias de unos 20 millones de euros anuales, si la operación se lleva a cabo.
También estimó una «ligera dilución» en el beneficio por acción a corto plazo, del entorno del 1,5% en 2010, en caso de que las Juntas de Accionistas de Iberdrola e Iberdrola Renovables aprueben la propuesta formulada por la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.
Precisamente, el presidente de Iberdrola dijo que la propuesta de la compañía de iniciar las negociaciones con Iberdrola Renovables para cerrar una fusión se efectuó «a petición de los inversores» y que obedece además a la situación actual de los mercados, pues «si hace cuatro años las empresas de crecimiento eran las que tenían unos múltiplos mayores y las que tenían más atractivos desde el punto de vista inversor, hoy lo son las que tienen mayor rentabilidad por dividendos».
«A petición de muchos inversores lo que hemos hecho ha sido dar la posibilidad a los inversores de renovables, que tienen una rentabilidad por dividendo más baja que la de Iberdrola, de poder cambiar sus acciones por acciones de Iberdrola con una prima generosa«.
Respecto al precio de salida de las acciones, indicó que se trata de un precio «correcto» puesto que «el mercado lo está recibiendo como tal» y así lo ponen de manifiesto los informes de analistas.
«Cuando ves que una cotización lleva seis meses en una situación más o menos mortecina y ofreces un 17 por ciento de primas es algo generoso a todos los niveles», manifestó Sánchez Galán.
Por otro lado, la operación tendría un «limitado impacto sobre el perfil crediticio» y la solidez financiera de la empresa. También constituiría una mejora del perfil de crecimiento de beneficio neto, partiendo de la base de que «las energías renovables son clave para la estrategia de Iberdrola».
Asimismo, Iberdrola detalló que dentro de la operación se ha comprometido a apoyar la distribución de un dividendo extraordinario de Renovables de hasta el 40 % de los 2,978 euros, es decir, 1,14 euros como máximo.
Si se aprueba el dividendo, la ecuación de canje quedaría en 0,299 acciones de la eléctrica por cada una de la filial y la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán tendría que llevar a cabo una ampliación de capital de 246,6 millones euros.
El pago de dicho dividendo para los accionistas de la filial verde del grupo se produciría, previsiblemente, el 5 de julio, un día antes de que se otorgara la escritura de la fusión. La operación se cerraría el 8 de julio.
Entre las razones que, para la eléctrica, justificarían la operación están los cambios producidos en el sector de las energías renovables desde la OPS (ofertas públicas de suscripción) de Iberdrola Renovables.
En este sentido, destacó el impacto de la crisis económica, la evolución de los precios de la energía, la ralentización de los avances regulatorios y la moderación de las oportunidades de inversión, principalmente en España y Estados Unidos.
Asimismo, mencionó el cumplimiento de la mayoría de los objetivos fijados en la OPS de Iberdrola Renovables (como la financiación del crecimiento, el reforzamiento del liderazgo mundial en renovables y el aumento de la visibilidad del negocio renovable).
La ampliación y homogeneización de la base accionarial y un mayor «free float» y liquidez de la acción Iberdrola son otros de los motivos que esgrime el grupo, además de la reducción del riesgo de «canibalización» de la base accionarial.
De hecho, Iberdrola señaló que la fusión busca «poner en valor» los activos de su filial, «no reconocido por los mercados desde su salida a bolsa», y mantener las inversiones previstas en el área de negocio de renovables, así como «permitir su desarrollo futuro desde Valencia como un área de negocio independiente».
La operación de fusión propuesta por Iberdrola fue objeto de consideración por parte del Consejo de Administración de Iberdrola Renovables, que decidió llevar a cabo, con el auxilio de expertos, un análisis estratégico, financiero y jurídico de la operación, al objeto de, en su caso, negociar y determinar los términos y condiciones de toda índole de la fusión.
También acordó constituir en su seno una Comisión de Fusión, de carácter informativo y consultivo, sin funciones ejecutivas, cuya función principal será la realización de labores de análisis de la eventual operación de fusión desde la perspectiva del interés social de Iberdrola Renovables.
Estará integrada por tres consejeros independientes: Manuel Amigo Mateos, Emilio Ontiveros Baeza y José Manuel González Serna, habiendo sido nombrado este último como presidente y Regina Reyes Gallur, vicesecretaria y letrada asesora del Consejo de Administración, como secretaria.
El grupo energético constituyó su filial de renovables en 2007 y al final de ese mismo año Iberdrola Renovables comenzó a cotizar en bolsa.La eléctrica tiene el 80 % del capital social de Renovables, donde están sus activos de energías limpias en todo el mundo.
A cierre de 2010, cuando obtuvo un beneficio de 360 millones de euros, Iberdrola Renovables contaba con 12.530 megavatios (MW) operativos en 23 países.
Iberdrola actualizó la semana pasada su plan de inversiones para el periodo 2010-2012, con 15.800 millones de euros previstos, frente a los 16.000 millones inicialmente planificados, y con una significativa reducción en proyectos de renovables. Así, las previsiones de nueva capacidad instalada de Iberdrola Renovables para 2011 y 2012 se quedaron en 1.450 MW y 750 MW, respectivamente.
En cuanto a objetivos de negocio para Renovables, el grupo fijó crecer al menos un 10 % en Ebitda y en resultado neto de cara a 2012.
ACS reducirá al 19,5% su participación en Iberdrola, si se fusiona con su filial
El anuncio de Iberdrola se produjo después de que ACS, principal accionista de la eléctrica con un 20,2 %, expresase hace dos semanas su intención de alcanzar el 30 % de la eléctrica, límite para lanzar una opa.
Una fusión entre las dos compañías diluiría en alrededor del 0,7 % la participación de la constructora que preside Florentino Pérez, por lo que su participación quedaría reducida al 19,5%, y con la que Iberdrola mantiene una batalla judicial tras negarle la entrada de un representante en el Consejo de Administración de la eléctrica.
Iberdrola subrayó que la absorción «beneficiará a los accionistas minoritarios» de Iberdrola Renovables, «que recibirán mayores réditos en el futuro gracias a poseer un título sólido, con elevada liquidez y una atractiva rentabilidad por dividendo«.
Precisamente, los minoritarios agrupados en Accionistas Asociados valoraron que si finalmente Iberdrola se fusiona con su filial de renovables esta operación «dará fuerza a la compañía», con lo que los accionistas estarán «más protegidos».
El portavoz de esta organización, Joaquín Ferrer, consideró que «cuanto menos diversificada esté una compañía, mejor». Atribuyó la propuesta de Iberdrola de absorber a Iberdrola Renovables a la «necesidad empresarial de agruparse para subsistir mejor y encarar la crisis».
Ferrer sólo criticó la falta de información al accionista minoritario. «Siempre somos los últimos en enterarnos, lo que nos deja sin capacidad para reaccionar», dijo.



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