Libia es el tercer proveedor de petróleo a España con un 14,5% de las importaciones

Según el último boletín publicado por este organismo, la industria refinadora española importó en noviembre de 2010 un total de 4.000 kilotoneladas (kt) de crudos de petróleo, un 4,7% más que en el mismo mes de 2009.

En los doce últimos meses, las importaciones procedentes de los países de la OPEP (organización que engloba a Iraq, Irán, Kuwait, Venezuela, Argelia, Angola Ecuador, Nigeria, Emiratos Árabes, Libia, Qatar) se incrementaron un ligero 0,9%, hasta suponer el 58,9% del total.

Entre noviembre de 2009 y ese mismo mes de 2010, las importaciones de petróleo ascendieron a 51,90 millones de toneladas, un 2,8% menos que en el año móvil anterior. Por países, Irán se mantuvo como el principal suministrador (13,7%), seguido de Rusia (13,1%), Libia (12,7%) y Arabia Saudí (12,4%). De hecho, en noviembre, la importación de crudo libio supuso un 14,05% del total.

En cuanto al gas natural, el primer suministrador al mercado español, entre noviembre de 2009 y noviembre de 2010, fue Argelia (32,6%), seguido de Nigeria (20%), Qatar (16,3%), Trinidad y Tobago (9%) y Egipto (7,5%). La participación de Libia ascendió al 1,7%.

A lo largo del año 2010 el sistema gasista español amplió la diversificación de sus aprovisionamientos hasta 14 países diferentes. Esta diversificación de suministradores, implica seguridad en el abastecimiento.

«No hay riesgo en el suministro pero sí de subida de precios»

Por su parte, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, descartó que la crisis libia vaya a conllevar problemas de abastecimiento energético para España, pero reconoció que sí hay un «riesgo de precio» y que la subida internacional de la energía «repercutirá sobre la economía española y sobre los ciudadanos».

Sebastián explicó que la cuota de petróleo que España obtiene de Libia es del 13%, y por tanto es «perfectamente sustituible» con otras fuentes y la del gas del 2%. Por tanto, desestimó «en principio» cualquier «riesgo de suministro».

En cambio, sí prefiguró un «riesgo de precio», porque no se sabe «qué precio puede alcanzar» internacionalmente la energía. Ante esta situación, se encomendó únicamente al ahorro: «No podemos hacer otra cosa que ahorrar energía, porque no tenemos petróleo ni gas».

En este objetivo enmarcó el plan de ahorro energético que el Consejo de Ministros aprobará el viernes. «Si se ponen las cosas peor tendremos que reforzar nuestros planes de ahorro», avisó, sin querer adelantar nada del del viernes, porque «sería casi irresponsable».

El ministro de Industria cifró en 6.000 millones de euros lo que le cuesta a la economía española una subida de 10 dólares en el precio del barril, que, a su vez, le supone a la UE una cantidad equivalente a la de todo su presupuesto anual.

En este sentido, llamó a «actuar en el ámbito europeo y global para que se frene la especulación», muy presente en este mercado, y a pedir a la OPEP que incremente la producción para hacer frente a esta contingencia, como, según dijo, parece que ya está «estudiando».

La AIE, «alerta» para poner petróleo a la disposición del mercado

En este sentido, la Agecia Internacional de la Energía (AIE) permanece «alerta para poner petróleo a la disposición del mercado, en el caso de que se produjera una interrupción grave del suministro y de que, además, los suministros alternativos no estuvieran fácilmente disponibles a través de los mecanismos normales de mercado».

Este organismo señaló que vigila «de cerca» la evolución de la situación en Libia. Aclaró, no obstante, que la situación, por ahora, no hace necesario adoptar este tipo de medidas. Con todo, la Agencia «está controlando de modo continuo y riguroso la situación».

Según datos de este organismo internacional, Libia, miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) produjo unos 1,69 millones de barriles de crudo al día (mb/d)en enero de 2011. De estos volúmenes, cerca de 1,49 mb/d fueron exportados.

Europa recibe más del 85% de las exportaciones de crudo de Libia, país que el año pasado cubrió, además, el 3% de la demanda China de crudo. Asimismo, en 2010 Libia exportó 1,2 mb/d de crudo a países de la AIE.

Venezuela no prevé una reunión de la OPEP, pero hay consultas permanentes

Por su parte, el ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, indicó que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y también presidente de la petrolera estatal PDVSA, no tiene previsto ninguna reunión en el corto plazo, pero que hay consultas permanentes para seguir la inestabilidad que sacude a Medio Oriente y el norte de África, en especial a Libia.

«Estamos en consulta permanente (…). Consideramos que no hay alteración del suministro«, indicó Ramírez, al desvelar que ha estado conversando con el ministro saudí de petróleo, Alí Al Naime.

«Los grandes consumidores acumulan grandes reservas de petróleo en sus almacenes«, señaló el ministro de Venezuela, país miembro de la OPEP.

No obstante, indicó que si llegara a ver una interrupción en el suministro el organismo se reuniría para determinar si se permite a los consumidores agotar sus inventarios o se aumenta la producción. «Hay mucho petróleo almacenado, no creo que se registre un déficit de oferta», agregó.

Un avión fletado por Repsol evacua a 131 personas

El avión fletado por la petrolera Repsol trajo a España 131 personas procedentes de Trípoli, 61 de las cuales son de nacionalidad española.

Del pasaje que componía el vuelo, 88 personas están vinculadas a las petroleras (54 trabajadores más sus familias, entre las que hay niños), y otras 41 no pertenecen al grupo de Repsol.

De estas 41, cuatro son trabajadores de Sacyr Vallehermoso, tres de Exxon, dos de Cobra, dos del ICEX, dos son deportistas (uno de ellos, el entrenador del equipo libio de futbol sala, que es gallego), además de 25 personas de la Embajada y tres monjas, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Además de españoles, también había ciudadanos naturales de Indonesia, Argentina, Ecuador, Perú y Norteamérica. Ninguno de ellos llevaba equipaje, ya que según sus palabras, «tuvieron que salir con lo puesto».

Al Aeropuerto de Madrid-Barajas acudió el presiente de Repsol, Antonio Brufau, para recibir al pasaje. Algunos pasajeros, en declaraciones a los periodistas, agradecieron «la labor efectuada por la compañía para sacarlos del país lo antes posible».

El director de operaciones de Repsol en Libia, Félix Castaneda, explicó a la prensa que en los días anteriores fueron evacuadas 81 personas. Aún en Libia quedan una veintena de empleados de la compañía. «Nos quedan 20 en el desierto», señaló.

Castaneda dijo que los españoles han vivido la situación tranquilos, aunque admitió haber sentido «tensión y un pelín de miedo», a pesar de la «buena cobertura que da una empresa importante como Repsol».

También destacó que la situación que se vive en el aeropuerto de Trípoli es «caótica», y que en general en la ciudad «muy triste». «Hay miles de personas durmiendo a la intemperie». «Es bastante difícil entender qué va a pasar», añadió el directivo, que admitió desconocer cuándo va a retomar su actividad la compañía en este país.

Por otra parte, no quiso entrar a comentar temas institucionales, y sólo destacó la colaboración de los servicios de seguridad de la embajada y del Ministerio del Interior español. Otros trabajadores, sin embargo, recalcaron que de no ser por la petrolera seguirían aún en Libia, y criticaron la falta de colaboración de las autoridades españolas.

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