El CSN da su visto bueno a la continuidad de la central de Cofrentes hasta el año 2021
El informe, que ya ha sido remitido al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, incluye no obstante nueve límites y condiciones aplicables a la prórroga de explotación de la central, entre los que destaca la petición al titular de la misma para que antes del próximo mes de agosto realice una revisión de su Plan director de reducción de dosis (PDRD) en los trabajadores y que incluya objetivos cuantificables para cada una de las tareas concretas que se establecen en el mencionado PDRD.
Asimismo, y antes de un año desde la renovación de la autorización, en 2011, la empresa titular deberá llevar a cabo una auditoría independiente de su programa de protección radiológica ALARA.
El resto de condiciones se refieren a aspectos generales de todas las autorizaciones relativos a las empresas titulares, sus facultades y el marco técnico de operación de la central, las obligaciones de información al CSN, los requisitos necesarios para una futura renovación de la autorización o para el caso de decisión de cese de explotación voluntario por parte del titular y los programas de mejora y actuaciones a realizar durante la vigencia de la autorización, así como las modificaciones más relevantes y sus plazos de implantación.
Igualmente, el dictamen emitido por el CSN recoge también otras 14 instrucciones técnicas complementarias (ITC), que desarrollan las condiciones de la autorización, incluyendo las relativas a las modificaciones más importantes, y requieren asimismo acciones adicionales por parte del titular, según informó el organismo en un comunicado.
Entre estas últimas figuran acciones de mejora en relación con la experiencia operativa, gestión de accidentes, estudios deterministas de inundaciones, los análisis probabilistas de seguridad, el control de la configuración de la central y los paneles de parada remota, así como otras relativas a los nuevos requisitos normativos aplicables a los criterios de vigilancia meteorológica, los sistemas eléctricos, unidades de filtración y la independencia física de sistemas eléctricos.
El informe favorable a la continuidad de Cofrentes hasta 2011 se basa en los resultados de los 36 informes técnicos especializados realizados, así como en el cumplimiento los requisitos exigibles por el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas, y contempla la información procedente de las 267 inspecciones realizadas a la central durante la vigencia de la actual autorización por parte del CSN.
Incluye además los resultados de la supervisión continua del funcionamiento de la instalación mediante el «Sistema Integrado de Supervisión de Centrales» (SISC). Con estos datos, el CSN ha comprobado el correcto funcionamiento de la central y del mantenimiento del nivel adecuado de seguridad para continuar su operación, así como en las modificaciones introducidas o previstas para dar respuesta a requisitos normativos de mayor exigencia a los estrictamente requeridos por la reglamentación vigente.
De igual forma, esta decisión tiene en cuenta la verificación del cumplimiento por parte del titular de los requisitos de la autorización concedida en el año 2001.
El Pleno ha revisado durante varias sesiones de estudio el cumplimiento, por parte de la empresa titular, de las condiciones de la autorización vigente y las instrucciones técnicas complementarias asociadas, la revisión periódica de seguridad y la normativa de aplicación condicionada.
Greenpeace critica que el CSN renueve la licencia de actividad de Cofrentes tras la «demostrada falta de seguridad»
Por su parte, Greenpeace ha criticado que el CSN «como se esperaba» haya renovado la licencia de explotación de la central nuclear de Cofrentes hasta 2021, al considerar «demostrada» la falta de seguridad de la planta, tras la acción «pacífica» de la ONG, cuando varios activistas se encaramaron a la torre de refrigeración y por los «gravísimos problemas» en algunos sistemas de la planta.
Así, según ha señalado Carlos Bravo, portavoz de la campaña nuclear de la organización, los activistas se «sorprendieron» de la «facilidad» con que se introdujeron en las instalaciones de la central valenciana ya que los equipos de seguridad «no se dieron cuenta de la presencia hasta que no desplegaron una pancarta».
Además, reconoce que se esperaban la renovación porque, en su opinión, el CSN es un «organismo puramente pronuclear», algo que, según apunta, «ya se vio en el caso de la renovación de la licencia de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), a la que dio el visto bueno para 10 años más, a pesar de las grietas en la vasija del reactor o los problemas en la válvula de alivio».
«En el caso de Cofrentes el CSN estaba encantado con renovar», ha insistido Bravo, que achaca a la planta de Valencia problemas «conocidos» que indican «corrosión» que al «CSN le importan poco» porque, en su opinión, «siempre hace la vista gorda». A este respecto, ha manifestado que el anuncio del CSN de que se reforzarán las medidas de seguridad «efectivamente» les da la razón a los ecologistas tras su acción.
Mejoras en la seguridad tras la acción de Greenpeace en Cofrentes
Por otra parte, el Pleno del CSN ha acordado incluir nuevos aspectos genéricos de mejora de seguridad física para todas las centrales nucleares en la revisión prevista para este año de la Instrucción de Seguridad, IS-09, tras el incidente registrado en la central de Cofrentes (Valencia), donde activistas de Greenpeace lograron colarse en las instalaciones sin permiso.
El Pleno del CSN ha analizado el incidente en la central, durante el cual los activistas de Greenpeace rompieron el vallado de seguridad y asaltaron la torre oeste de refrigeración y, aunque no lograron acceder a zonas vitales de la instalación, obligaron a activar la Alerta de Emergencia, de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior.
Tras este análisis, el Pleno ha propuesto mejoras en los sistemas de seguridad que contemplan, además de la mencionada, impulsar junto con las administraciones públicas implicadas en la seguridad física de las instalaciones un plan de acción para mejorar la capacidad de respuesta y de información preventiva ante actos de agresión, ataque o asalto a cualquier central nuclear española.
El CSN ha acordado además realizar, junto con el titular de la central, un análisis del suceso, un estudio sobre la capacidad de respuesta del sistema de seguridad física de la instalación, para identificar las mejoras que procedan a la luz de dicho análisis.
A pesar de estas recomendaciones, el CSN ha comprobado que el incidente no afectó al objetivo principal del sistema de seguridad física, pues durante el mismo no se produjo el acceso a áreas vitales de la instalación, así como que el sistema de seguridad física cumplió su función de detección y retardo de la intrusión, según ha explicado en un comunicado.
No obstante, sí reconoce que ni el vallado ni los vigilantes de seguridad de la instalación lograron detener la intrusión en el área protegida debido «a los medios utilizados por los asaltantes –con el consiguiente grado de violencia sobre las personas y las infraestructuras, ha dicho–, aunque sí se logró evitar el acceso de los asaltantes a cualquier área vital de la central.



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