Turquía y cuatro países de la UE firmarán un acuerdo para reforzar el suministro de gas
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, participarán en el encuentro en representación del Ejecutivo comunitario, pero no firmarán el acuerdo sino una declaración aparte, de la que aún no han trascendido los detalles, informaron fuente comunitarias.
«La firma (del acuerdo) mostrará que estamos decididos a convertir este gasoducto en realidad tan rápido como sea posible», señaló en un comunicado Barroso.
Nabucco está pensado para conectar los yacimientos de la región del Caspio con Europa, sin pasar por Rusia.
Permitirá satisfacer entre un cinco y un diez por ciento de la demanda de gas europea y supondrá una alternativa para los estados que dependen al cien por cien del gas que llega de Rusia.
El acuerdo sentará las bases y el marco legal para el futuro desarrollo del proyecto, pero no incluirá los aspectos comerciales -que tendrán que ser desarrollados más adelante entre las compañías interesadas-.
El comisario Piebalgs confió en que el pacto sea el «punto de inicio» para una cooperación fructífera en las relaciones bilaterales con Turquía.
La CE aclaró que el acuerdo intergubernamental permitirá aplicar la legislación comunitaria hasta las fronteras de la UE y un régimen específico dentro de Turquía, pero que los operadores interesados sólo tendrán que tratar con la compañía internacional Nabucco.
Bruselas asegura que nunca se había firmado un acuerdo de este tipo hasta ahora y destaca que el gas podrá fluir en el gasoducto en dos direcciones para minimizar el impacto de cualquier posible interrupción.
Este detalle resulta especialmente beneficioso para Turquía que pasará de depender en su totalidad de las importaciones rusas a estar conectada con la UE y contar con otra vía de entrada de combustible en caso de corte del suministro.
Durante la siguiente fase de desarrollo de Nabucco, de aquí a finales de año, habrá que concretar los llamados «contratos de capacidad» por los que se fijarán compromisos de inyección de gas en el conducto durante un periodo determinado y de los que depende en parte la financiación de la infraestructura.
La CE recalca que el 50 por ciento de la capacidad del gasoducto estará abierta a cualquier compañía con cualquier propósito, incluso el de usar la instalación como punto de partida para explotar el mercado turco del gas.
La otra mitad de la capacidad corresponde a las compañías propietarias de la infraestructura y sus afiliados y sólo en caso de que no la utilicen podrán hacerse con ella otras empresas.
Nabucco necesita 8.000 millones de metros cúbicos de gas para poder bombear combustible.
Azerbaiyán e Irak han mostrado interés en suministrar gas, pero la UE aún no ha decidido y quiere fomentar la competencia entre los productores.
Estudios recientes revelan que Turkmenistán es una fuente mucho más potente de lo que se creía ya que posee entre cuatro y 14 billones de metros cúbicos de gas y, tan sólo con un billón, Nabucco podría funcionar durante 30 años, según fuentes próximas a las negociaciones.
Aún no se ha aclarado de manera oficial si el acuerdo del lunes permitirá que el 15 por ciento del gas del gasoducto se quede en territorio turco para suministro nacional aunque todo apunta a que esta mención se discutirá más adelante cuando se firmen los contratos comerciales.



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