El Foro Nuclear acusa al Gobierno de manipular el informe del Consejo de Seguridad Nuclear
La presidenta del Foro Nuclear Español, María Teresa Domínguez, ha acusado este jueves al Gobierno de «manipular» el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre a central burgalesa de Santa María de Garoña, al haber solicitado un nuevo informe al organismo regulador tras recibir el pasado 5 de junio el dictamen favorable a la renovación de la nuclear.
«Desafortunadamente, el Gobierno ha manipulado ese informe y ha pedido al CSN que emita otro, y el consejo lo único que ha hecho ha sido que las medidas que había exigido para diez años ponerlas en el tiempo para que el Gobierno tome esa decisión arbitraria», ha explicado Domínguez.
Así, ha apuntado que en Estados Unidos hay 54 centrales que renovaron sus licencias y ayer en Praga la UE contempló en su Plan Estratégico Europeo (SRA, por sus siglas en inglés) que aquellas centrales en operación podrán renovar sus licencias siempre que tengan informe favorable.
Además, ha explicado que algunos políticos basan sus criterios antinucleares en el desconocimiento. A su juicio, no se debe tener ninguna duda de que si el CSN ha dicho que la central puede operar diez años más todos los componentes, incluidos la vasija, que los ecologistas afirman que está agrietada, se encuentran en buenas condiciones.
«Si el CSN ha dado ese dictamen tenemos que estar seguros porque es el que está dotado y está contrastado internacionalmente, lo que es totalmente descorazonador y desconcertante desafiante es cómo el Gobierno está tratando ese informe del CSN», comentó Domínguez, al tiempo que pidió que en España hay que salir a la calle y decirle Zapatero que la ciudadanía quiere «un Gobierno para la sociedad, que no sólo se preocupe por sus votos».
En la misma línea, ha hecho referencia a la coyuntura económica actual y ha resaltado que España cuenta con el paro más alto de Europa, es un país «totalmente desindustrializado», que ha desorientado a los inversores en todo tipo de energía, incluidas las renovables, y una economía «sin motor de crecimiento». «Nada de esto parece preocupar al Gobierno, ni la propia central de Garoña», ha puntualizado.
Por otro lado, ha destacado que la central burgalesa está operando con un factor de disponibilidad mayor del 90 por ciento en sus últimos años y ha sido destacada año tras año como una de las centrales mejores del mundo por sus indicadores de funcionamiento, que ha invertido en modernización en lo últimos diez años más de 300 millones de euros, que es motor económico de la zona y que evitaría descargar 250 millones de toneladas de CO2 anuales. En conjunto, el cierre de Garoña podría suponer 11.000 millones de euros más, debido al coste de producir la misma energía equivalente mediante tecnología solar o eólica, 2.400 millones de euros en derechos de emisión de carbono y aumentar en 2.800 millones de euros el déficit exterior por compra de recursos energéticos.
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) consideró ayer que serán necesarias condiciones adicionales en caso de que el Gobierno decida renovar la autorización de la licencia de explotación de Garoña por dos, cuatro ó seis años, en lugar de por diez años, como había solicitado el titular de la instalación y dado el visto bueno del CSN con el cumplimiento de quince condiciones. Así, los consejeros aprobaron por unanimidad la remisión al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC) de los análisis de límites y condiciones solicitados, en respuesta a la petición de este Departamento de estudiar las condiciones para la renovación en plazos inferiores a los solicitados por el titular, Nuclenor (participado al 50 por ciento por Endesa e Iberdrola). El Ejecutivo debe tomar una decisión antes del 5 de julio.


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