Montes y González: semana de fichajes en el sector energético
Si estuviéramos hablando de la liga de fútbol, diríamos que estamos en el mercado de invierno. Un mercado donde los clubes se refuerzan para lo que resta de temporada y en la que cubren los puestos en los que tienen mayores debilidades y necesidades de refuerzo. Así es como hay que entender dos fichajes muy relevantes en el sector energético que conocimos la semana pasada, el de Eduardo Montes como presidente de la patronal eléctrica, UNESA, y el de Felipe González, ex presidente del Gobierno para el Consejo de Administración de Gas Natural Fenosa.
En el caso del primer nombramiento, el de Eduardo Montes, se trata de un profesional con una gran experiencia en compañías multinacionales, fundamentalmente del sector industrial. Se trata de un directivo con mucho prestigio y relevancia en el plano internacional y que está llamado a reforzar e impulsar la patronal eléctrica.
Montes se encuentra un sector eléctrico con un conjunto de problemas acumulados, desde el déficit tarifario, su titulización, retribución de la distribución, aumento de los costes regulados, etc…, que requieren emplearse a fondo en un futuro inmediato. Por tanto, no cabe otra cosa que dar la bienvenida a Eduardo Montes al sector energético con la única admonición de que, seguramente, la gravedad de los problemas van a obligar a que su inmersión en el sector sea a marchas forzadas, con una lógica apresurada.
Por su parte, la incorporación de Felipe González, ex presidente del Gobierno, también es muy relevante. Hasta el momento, ningún ex presidente del Gobierno había tenido presencia en Consejos de Administración de empresas españolas (recordemos que José María Aznar pertenece al consejo de administración del imperio del magnate de la comunicación Rupert Murdoch). Es un hecho relevante a tener en cuenta.
Felipe González es un hombre muy ligado también al entorno internacional, a través de la Unión Europea (presidente del grupo de sabios para la reflexión sobre el futuro de Europa), a América Latina y también al norte de África. Al mismo tiempo, tiene una especial sensibilidad por la energía, con una posición formada e informada, consciente de la importancia que tiene este sector en el desarrollo de la sociedad. Como todo el mundo conoce, son frecuentes sus propuestas y opiniones al respecto, además de generadoras de polémica (sobre todo entre los correligionarios de su mismo partido y los jóvenes cachorros de los cuadros de la Escuela Jaime Vera), como en el caso de la energía nuclear. Al mismo tiempo, cuenta con una visión de los mercados moderna que se distancia de muchos de sus contemporáneos del PSOE (entre los que dicen que a los mercados hay que gobernarlos, pues cómo van a poder más los mercados que la política, y comentarios por el estilo).
Por otra parte, y no menos importante, a los efectos de las ententes abiertas con los contratos de gas y los arbitrajes con Sonatrach, Felipe González también puede jugar un papel eficaz en la resolución de los conflictos con Argelia, donde el ex presidente sigue teniendo un nivel de interlocución importante. Por otra parte, hay que recordar que bajo sus primeros gobiernos se realizaron los contratos Sagane con Argelia, que ofició el ex vicepresidente Alfonso Guerra. En todo caso, se trata de una toma de presencia y de posición clara del ex presidente González en el sector energético y Gas Natural Fenosa da un sonoro golpe de efecto.
El Gobierno, por su parte, debe sacar conclusiones de estos nombramientos de primer nivel y del propio sistema de coordenadas en el que se mueve el sector energético hoy. Empresas globalizadas, accionistas internacionales, consejos de administración con peso político y técnico, instituciones europeas, mercados financieros internacionales, gobiernos extranjeros… Requerimientos que se materializan en el reforzamiento del sector energético en el plano institucional y que obligan al Ejecutivo a andar con mucha más cautela y conciencia de la relevancia de los asuntos en ciernes. Las habituales componendas, atajos, aplazamientos “sine die” de los problemas y soluciones poco ortodoxas, clásicas ya en la ejecutoria de la administración energética española, se ponen mucho más difíciles y elevan la exigencia a los Ministerios concernidos y a la propia Moncloa.
Economía, energía, mercados, financiación y geostrategia, toda junta. Ahí es nada. Oído al parche. Bienvenidos al sector energético, por tanto, Eduardo Montes y Felipe González. Su contribución puede ser decisiva.



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