Villanueva: «Dos años más no supone un balón de oxígeno, sino el cierre de Garoña»

Tomás Villanueva, que ha compartido mesa con los responsables sindicales y de la patronal de Castilla y León para dar a conocer la campaña de riesgos laborales 2009, ha opinado que la concentración de Garoña, con unas 4.000 personas, recoge «la preocupación» que tiene «toda la sociedad por la incertidumbre» que hay sobre el futuro de la instalación.

Los sindicatos han planteado que haya un debate nacional sobre energía y un plan b para la zona, para que en diez años el cierre de la central pueda hacerse de forma natural, mientras que la patronal ha observado que los mil empleos que genera la central no pueden recuperarse ni en dos ni en cuatro años, máxime cuando la zona limita con el País Vasco, con una fiscalidad en sociedades más favorable.

Villanueva se ha dirigido al Gobierno para pedirle que «actúe con responsabilidad» y tenga en cuenta el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la petición de Nuclenor, propietaria de la Central, de que se prorrogue la vida de la central por diez años.

El responsable económico del Gobierno de Castilla y León ha insistido en que en la central se han invertido desde su nacimiento más de 150 millones de euros, con lo que es una instalación «muy actualizada, vigente y con cambios en muchos de sus sistemas».

Villanueva ha reconocido que aunque la Junta ha puesto en marcha suelo industrial en la comarca de Miranda de Ebro, en la que se asienta la central, dar cabida a los mil empleos que genera la central «no es algo que se solucione ni en 24 horas ni en 24 meses«.

Desde UGT, su líder regional, Agustín Prieto, ha secundado que la central se mantenga abierta otros diez años, siempre que se cumplan las medidas que recoge el CSN, a la par que «ha exigido un plan B» para que pasada esa década de vida útil se tenga una alternativa industrial para la zona que no puede improvisarse en dos años, como se ha demostrado tras el cierre de Zorita, en Cáceres, «la central desaparezca de forma natural».

Por su parte, el líder regional de CCOO, Ángel Hernández, ha reiterado la necesidad de que se discuta el mapa energético español, sin el cual los debates sobre la energía nuclear «son envenenados y bastante interesados», y ha defendido los puestos de trabajo de la central, muy especializados y retribuidos, así como los de toda la comarca, incluidos los de la papelera Rottneros, con 150 trabajadores fijos y otros tantos de contrata.

«No había la misma gente al frente de unas pancartas y de otras», ha observado Hernández respecto a la concentraciones en favor de Garoña y las que se han producido en defensa de la papelera.

El PSCL asegura una alternativa que dará tranquilidad

El secretario general del PSOE de Castilla y León, Oscar López, ha asegurado que la alternativa industrial que el Gobierno está elaborando para cuando se produzca el cierre de la central nuclear de Garoña «generará tranquilidad en la zona porque bajará bastante al detalle» de los compromisos.

El líder de los socialistas castellanoleoneses se ha mostrado partidario de una «prórroga limitada» en el tiempo, que permita desarrollar la alternativa industrial que prepara el Gobierno y en la que, según ha confesado, ha trabajado personalmente en los últimos días junto al PSOE burgalés.

«Esa es mi posición», ha dicho López, convencido de que esta opción permitirá al PSOE «ser coherente» con su programa electoral y «garantizar el futuro económico» de la zona en la que actualmente se asienta la central nuclear de Garoña, cuando se decida la clausura de las instalaciones.

El dirigente del PSCL ha asegurado que el futuro anuncio del cierre de la central nuclear, que corresponde al Gobierno, coincidirá en el tiempo con la alternativa industrial, que se basará en la potenciación del asentamiento de empresas y el diseño de alternativas, relacionadas por ejemplo con el turismo.

«Serán anunciadas el mismo día en que se anuncie el futuro de la central», ha dicho López, quien seguidamente ha remarcado que la decisión «aún no está tomada» y ha recordado que el Gobierno ha pedido informes al CSN para plantearse el cierre con un horizonte temporal de dos, cuatro o seis años.

Se ha dirigido a los trabajadores de la central nuclear para sostener que el PSOE «va a estar a su lado» y ha reflexionado que frente a la fuente de empleo actual, con «como mucho diez años» de vigencia, lo que plantean los socialistas es una «fuente de trabajo garantizado para varias generaciones».

A los electores socialistas les ha reiterado que estén tranquilos porque su partido «cumple con la palabra dada» y ha enlazado esta cuestión con una cita del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien en el debate sobre el estado de la Comunidad definió el programa electoral y el programa de investidura como «un contrato con los ciudadanos».

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