El monopolio eléctrico ruso SEUR deja de existir tras la reforma del sector
El monopolio eléctrico Sistemas Energéticos Unidos de Rusia (SEUR) dejará de existir a partir al concluir su reestructuración y la reforma del sector, acompañada de la privatización de las potencias generadoras.
El presidente del monopolio, el ex viceprimer ministro Anatoli Chubáis, responsable en su día de las primeras privatizaciones pos-soviéticas, bajó la bandera de SEUR en un acto simbólico frente a la sede de la compañía.
El gigantesco consorcio se dividirá oficialmente en seis compañías generadoras mayoristas (OGK, según sus siglas en ruso) y en 14 compañías generadoras territoriales (TGK). Asimismo habrá una compañía federal que gestionará las redes de distribución, un operador del sistema, una entidad que administrará las plantas hidroeléctricas y varias otras empresas de infraestructuras.
«Hemos conseguido los objetivos planteados: formar una estructura del sector transparente y clara para los inversores, poner en marcha un mercado que garantice el funcionamiento eficaz de las potencias generadoras y, lo más importante, atraer inversiones privadas», señaló Chubáis en un artículo en el diario de negocios «Védomosti». Precisó que durante las privatizaciones de los últimos años, capitales privados invirtieron en las acciones de las compañías generadoras casi un billón de rublos (la cotización actual es de 23,4 rublos por un dólar y de 36,9 rublos por un euro).
En condiciones de creciente demanda de energía, el programa inversor para el quinquenio 2008-2012 prevé atraer en el sector otros 4,3 billones de rublos, en particular en la construcción de plantas eléctricas con una potencia total de 43.000 megavatios.
SEUR indicó en un comunicado que en los quince años de su existencia ha puesto en marcha 25.000 megavatios de potencias generadoras y decenas de miles de kilómetros de líneas eléctricas, convirtiéndose en una compañía con una capitalización de más de 50.000 millones de dólares.
Aunque el mercado de energía eléctrica todavía no ha empezado a funcionar, el Gobierno ha aprobado la liberalización de los precios mayoristas de la electricidad en el país a partir de 2011.
En su artículo, Chubáis explica que el Estado ruso, al tiempo que ha permitido la privatización de las empresas generadoras, «no solo conservó, sino que consolidó sus posiciones en los segmentos de infraestructuras del sector: en el sistema de redes magistral y de distribución y en la gestión operadora (del 51 al 100 por ciento)».
Chubáis encabezó SEUR en 1998 por orden del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, pero tardó más de un año en inventariar el sector y solo puso en marcha la reforma del monopolio en el año 2000, cuando ya era jefe de Estado Vladímir Putin.
El político liberal Borís Nemtsov, otro ex viceprimer ministro de Yeltsin que trabajó junto con Chubáis en la liberalización de la economía rusa, comentó a «Védomosti» que la reestructuración de SEUR es «la única reforma llevada a cabo en los ocho años de gobierno de Putin».
En la privatización de las compañías generadoras que salen de SEUR participaron el gigante gasístico ruso Gazprom, el consorcio de minería ruso Norilsk Níquel, el grupo energético alemán E.ON y la eléctrica italiana Enel, entre otros.


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