20 activistas de Greenpeace suben la nuclear de Cofrentes

Según informaron fuentes de la organización ecologista, seis escaladores se encaramaron a la torre de refrigeración, de 125 metros de altura, donde escribieron el mensaje «Peligro nuclear». Mientras tanto, otro grupo de activistas desplegó una pancarta con el lema «Cofrentes: cierre ya».

Según Greenpeace, «tras esta acción de protesta pacífica ha quedado demostrada la falta de seguridad de Cofrentes», por lo que exige el cierre de la central.

Greenpeace pide al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de Cofrentes, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.

«Las centrales nucleares son instalaciones de alto riesgo, no solo por basarse en una tecnología peligrosa, sino también por ser, como reconocen abiertamente las agencias de inteligencia de todo el mundo, objetivo potencial de ataques terroristas«, declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.

La organización ecologista demanda al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que apueste por un modelo energético «verdaderamente seguro». Por ello, le exige que cumpla el compromiso del PSOE de poner en marcha un plan de cierre de las centrales nucleares y de potenciar las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética.

«Pedimos a Gobierno, patronal y sindicatos que apoyen sin titubeos las energías renovables, aunque solo sea por el enorme potencial de creación de empleo que tienen, y se olviden de la energía nuclear, que, además de ser sucia y peligrosa, genera muy pocos puestos de trabajo comparativamente», añadió Bravo.

Greenpeace esgrime el contenido del informe «Estudio sobre el empleo asociado al impulso de las energías renovables en España«, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y de Comisiones Obreras, presentado el pasado 11 de noviembre, según el cual el número de empleos directos actuales que proporcionan las renovables es de más de 75.000 y se cifra en otros 128.000 empleos directos el potencial laboral de las renovables para 2020, teniendo en cuenta solo las previsiones oficiales de crecimiento de las energías renovables.

En cambio, según datos de Comisiones Obreras, el sector nuclear contaba en 2005 con 4.124 empleados, de los cuales el 52,8% pertenecían a la plantilla fija de las centrales nucleares.

Greenpeace incide en que la central nuclear de Cofrentes «es una instalación peligrosa que cuenta con un interminable listado de fallos y de problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia el agotamiento de su vida útil».

Por ejemplo, indica, «el pasado 7 de febrero sufrió un fallo en la apertura de la válvula del circuito de seguridad. Este tipo de fallos se ha repetido sistemáticamente en los últimos años, lo que ha provocado la declaración de continuas prealertas de emergencia. A pesar de las inspecciones del CSN, el problema sigue sin resolverse».

Entre las muchas deficiencias identificadas, Greenpeace destaca las relacionadas con los sistemas de lucha contra incendios, el acceso a la Sala de Control, el aumento de las dosis recibidas por los trabajadores en el mantenimiento, el desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia o la tardanza en los análisis de sucesos.

«Estos graves problemas de seguridad demuestran el envejecimiento de la central nuclear de Cofrentes y, por ello, un riesgo cada vez más alto de sufrir un accidente», afirma Greenpeace. «No tiene sentido asumir ese riesgo, que podría tener un altísimo coste para la salud, el medio ambiente y la economía, cuando la viabilidad técnica y económica de un sistema de generación eléctrica basado al 100% en tecnologías renovables es un hecho ya comprobado», manifestó Bravo.

La organziación ecologista asegura que «numerosos informes demuestran de forma científica la viabilidad de un sistema 100% renovable, entre ellos el elaborado por la Fundación Ideas para el Progreso del PSOE en el que se concluye que las centrales nucleares son un gran obstáculo para el despliegue a gran escala de las energías renovables».

Cofrentes declara Alerta de Emergencia y el CSN activa su organización de respuesta a emergencias

Por su parte, la central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha declarado la Alerta de Emergencia, de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior, ante la acción de protesta que está desarrollando la organización ecologista Greenpeace, mientras que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha activado su organización de respuesta a emergencias.

La organización de respuesta a emergencias del CSN implica la constitución su Sala de Emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación de la misma con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno en Valencia.

La central continúa funcionando en condiciones estables y con todos los sistemas de seguridad disponibles. Algunos activistas permanecen en la zona de las torres de refrigeración de la planta, controlados por las fuerzas de seguridad aunque no han accedido a las zonas vitales de la instalación, según las mismas fuentes.

Ante esta situación, se han activado los procedimientos establecidos en el plan de seguridad de la central y de las autoridades competentes coordinadas por la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, entre las que se encuentran diversas unidades de la Guardia Civil.

Además, se ha reforzado el control de accesos a la central. El CSN mantendrá su dispositivo de seguimiento en coordinación con las autoridades y con la central nuclear mientras sea necesario, han informado.

Un vigilante de seguridad de Cofrentes resulta herido leve y otros dos con contusiones

Un vigilante de seguridad de Cofrentes resultó herido leve y otros dos sufrieron contusiones durante la acción de protesta que desarrolla Greenpeace, según informó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La central permanece funcionando en condiciones estables y con todos los sistemas de seguridad disponibles.

Cofrentes informó al CSN de que se contabilizaban unas 14 personas en la torre oeste de refrigeración, algunas de ellas encaramadas a la instalación. Todas ellas están controladas por la Guardia Civil y no han accedido a «zonas vitales» de la central. Asimismo, todos los equipos de seguridad se encuentran «adecuadamente protegidos» de acuerdo a los Planes de Seguridad Física de la instalación.

Asimismo, el titular informó de que está realizando rondas de vigilancia complementarias. Además, la central nuclear comunicó al CSN que, durante la acción, los activistas accedieron a la instalación tras romper el doble vallado de seguridad, que han cortado con herramientas mecánicas.

Según la comunicación recibida por el CSN, en esta acción, uno de los vigilantes de seguridad de la planta resultó herido leve y otros dos requirieron atención de los servicios médicos propios de la central, por contusiones.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *