Westinghouse, filial nuclear de Toshiba en Estados Unidos, se declara en quiebra mientras Greenpeace habla de declive del sector atómico

EFE.- La declaración en quiebra de la filial nuclear de la japonesa Toshiba Corporation en Estados Unidos supone «un momento clave en la espiral de declive» del sector de la energía atómica a escala global, según aseguró la organización ecologista Greenpeace, que valoró así la noticia de que Westinghouse Electric se haya declarado en bancarrota para acogerse a la protección de la normativa estadounidense, con el objetivo de minimizar el impacto de sus graves problemas financieros.

Westinghouse Electric presentó una «solicitud voluntaria de amparo» del Capítulo 11 de la Ley estadounidense de Quiebras, según indicó el conglomerado nipón con sede en Tokio, que posee el 87% de sus participaciones. En la práctica, esta medida permitirá a Westinghouse iniciar el procedimiento para reorganizar su deuda, lo que a su vez limitará la parte de este saldo negativo que la matriz nipona se verá obligada a incluir en sus cuentas. La medida también afecta a otras compañías afiliadas de Westinghouse en Reino Unido y en Estados Unidos, según Toshiba, que señaló que estas «continuarán con sus actividades ordinarias».

Westinghouse, que es junto a Toshiba el mayor constructor mundial de reactores nucleares, ha obtenido unos 800 millones de dólares en créditos y ayudas financieras para contribuir a esta reorganización, según explicó. Las cuantiosas pérdidas que acarrea Westinghouse debido a la devaluación de su negocio nuclear en Estados Unidos han obligado a Toshiba a iniciar un proceso de reestructuración que podría incluir la escisión y venta de su unidad de memorias flash, una de sus unidades más rentables. El origen de esas pérdidas es el incremento de los costes de construcción de nuevas centrales atómicas en Estados Unidos, por lo que Toshiba mantiene un litigio con la anterior propietaria de Westinghouse Electric, British Nuclear Fuels.

Debido a estos problemas financieros, Toshiba retrasó también hasta el 11 de abril la presentación de sus resultados del período de octubre a diciembre de 2016. Su rama nuclear registrará pérdidas de 712.000 millones de yenes (5.820 millones de euros/ 6.204 millones de dólares) mientras que, en el pasado ejercicio fiscal, Toshiba prevé registrar unas pérdidas netas que podrían alcanzar el 1,01 billón de yenes (8.428 millones de euros/9.009 millones de dólares), indicó asimismo la compañía nipona. Además, la declaración en quiebra de Westinghouse deja en el aire la construcción de nuevas centrales nucleares que estaba en marcha en Estados Unidos y en Reino unido.

Greenpeace augura declive del sector

«La industria nuclear está claramente en caída libre frente al ascenso de las renovables», afirmó la experta en energía de Greenpeace Japón, Ai Kashiwagi, quien añadió que el sector atómico «se ha beneficiado durante demasiado tiempo» del apoyo económico y logístico de los gobiernos. En 2015, la capacidad de generación energética de las renovables se incrementó en 147 gigavatios en todo el mundo, frente a los sólo 11 gigavatios del sector atómico, según datos de esta ONG ecologista y antinuclear.

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