Una urbanización de lujo contra una subestación eléctrica

No hay mal que por bien no venga. Y es que el apagón ha tenido ya sus beneficiarios indirectos, por la vía del destino final de la antigua subestación eléctrica de Collblanc, actualmente propiedad de Red Eléctrica de España, que finalmente será sustituida por otra más moderna y, a su vez, gracias a su traslado, se desbloquean las trabas a una urbanización de lujo prevista en sus terrenos. El proyecto de sustitución y modernización de la subestación de Collblanc había sido aplazado largo tiempo, también afectando a planes urbanísticos.

Así, más de siete años ha tardado en resolverse la controversia sobre los terrenos de la subestación de Collblanc y ha sido necesario un apagón como el del 23 de julio de 2007 en Barcelona, para que se desbloqueasen finalmente su modernización y sustitución y, de paso, las operaciones urbanísticas relacionadas con esta subestación eléctrica, sobre la que se precipitaron los cables de Endesa.

Actualmente, la subestación de Collblanc se sitúa sobre unos terrenos pertenecientes al Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat y, desde hace más de siete años, estaba previsto su traslado a unos terrenos situados en Finistrelles, dentro del municipio de L’Esplugues de Llobregat. En paralelo, de la operación resultaba también una urbanización de lujo, cuyo proyecto había sido promovido por una empresa vinculada al ex presidente del Barcelona Josep Lluís Núñez y que, indirectamente, ha visto retrasada su viabilidad.

Recordemos que la subestación eléctrica de Collblanc fue vendida por Fecsa Endesa a Red Eléctrica de España, aunque en la venta de la misma no estaban incluidos los terrenos en los que se asienta la propia estación. La central de Collblanc ocupa en su configuración actual más de 25.000 metros cuadrados, frente a la nueva subestación que precisará apenas 8.500 metros cuadrados, al tener tecnologías más avanzadas y resultar mucho más compacta en su diseño (en la actualidad las subestaciones que se construyen son de menores dimensiones que las antiguas).

En este corto de período de tiempo que media entre el incidente del apagón, ya se han resuelto todos los problemas y autorizaciones, para la necesaria modernización y sustitución de la antigua Collblanc, y de paso, para la puesta en marcha de este proyecto urbanístico, un proceso que ya duraba más de siete años.

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