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Energía publica la orden que da más tiempo a Almaraz y Vandellós para pedir la renovación de su licencia

Europa Press.- El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha publicado en el BOE la orden ministerial en la que se concede más tiempo a las centrales nucleares de Almaraz (Cáceres) y de Vandellós II (Tarragona) para la solicitud de la renovación de su licencia de operación.

Conforme a la orden ministerial, cuyo borrador fue informado favorablemente por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), las centrales ya no tendrán que solicitar la renovación este mes de junio, sino un año antes del vencimiento de las mismas o, previsiblemente, dos meses después de la aprobación del Plan Integral de Energía y Clima que prepara el Gobierno. La central de Almaraz, participada en un 53% por Iberdrola, en un 36% por Endesa y en un 11% por Gas Natural Fenosa, tiene permiso de operación hasta el 8 de junio de 2020, mientras que en la de Vandellós II, en la que Endesa tiene un 72% e Iberdrola un 28% del capital, la caducidad está fijada para julio de 2020.

Conforme a la normativa anterior, las centrales debían solicitar la autorización de renovación tres años antes de la fecha de vencimiento, esto es, el pasado 8 de junio para el caso de Almaraz y el 26 de julio para Vandellós. La nueva norma publicada en el BOE establece que la solicitud de renovación podrá presentarse cuando el Gobierno haya aprobado su planificación energética contemplada en el Plan Integral de Energía y Clima, en el que establecerán los objetivos de cara a cumplir los compromisos del Acuerdo del Clima de París.

El Gobierno justifica la modificación en la conveniencia de que las decisiones relativas a la continuidad de las plantas nucleares con autorización de explotación vigente puedan plantearse su futuro «teniendo en cuenta el contenido de dicha planificación» una vez ponderado el papel que deberá jugar la energía nuclear en el mix.  «Favorecerá su coherencia con la política energética y redundará en una mayor previsibilidad de las mismas», señala la orden ministerial que establece que las centrales podrán presentar su solicitud de renovación una vez se disponga de la citada planificación.

No tomarán decisión hasta 2019

Sin embargo, en el caso de que esta planificación no estuviera aprobada dos meses antes de la fecha en que el titular tiene que presentar la Revisión Periódica de Seguridad (RPS) de la central, el titular podrá presentar la solicitud de una nueva autorización «con ocasión de tal presentación». Esa fecha se ha fijado en el 31 de marzo de 2019, cuando los titulares de Vandellós II y Almaraz I y II deberán presentar al Ministerio para que lo remita al organismo regulador, entre otros documentos, la RPS mencionada, una revisión de estudio probabilista de seguridad, un análisis del envejecimiento, un análisis de la experiencia acumulada de explotación durante el periodo de vigencia de la autorización que se quiere renovar.

Con esta modificación, las centrales nucleares contarán con dos años más de plazo para conocer la planificación energética nacional y optar así o no a pedir una nueva renovación de su licencia, algo que con esta modificación, podrán esperar hasta mediados de año de 2019. La propuesta del Gobierno fue informada favorablemente por el pleno del CSN, aunque con el voto en contra de Cristina Narbona. Sin embargo, la propuesta mantiene el plazo de 3 años de plazo para que los titulares de Almaraz y de Vandellós presenten un conjunto de documentación asociada a la eventual operación a largo plazo.

Así, a la central cacereña le expiraba este plazo el jueves 8 de junio y, según confirmó el responsable de Relaciones Institucionales de la central nuclear de Almaraz, Aniceto González, la documentación requerida ya ha sido remitida al Ministerio para su traslado al regulador. González ha señalado que el CSN deberá ahora iniciar el análisis y evaluación para posteriormente emitir un informe sobre la continuidad o no del funcionamiento de la planta. Ahora la planta dispondrá de dos años para solicitar oficialmente su renovación. En el caso de Vandellós, aún cuenta con algo más de un mes, hasta el 26 de julio próximo, para entregar los mismos documentos que Almaraz.

Narbona subraya su «absoluto desacuerdo» con cambiar el proceso de renovación de las licencias nucleares «mermando la credibilidad» del CSN

Europa Press.- La consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) Cristina Narbona ha manifestado su «absoluto desacuerdo» con el visto bueno del regulador a la petición del Gobierno de reducir el plazo en el que las centrales nucleares deben solicitar la renovación de licencia, de tres años a uno antes de que expire la que tengan en vigor, ya que considera que esto «merma la credibilidad» del CSN y no supone «ninguna mejora» en la seguridad nuclear.

La consejera presentó un voto particular en el que explica las razones que la llevaron a votar en contra de este punto del orden del día, a diferencia de los otros cuatro consejeros del pleno. Así, advierte de que la decisión avalada por la mayoría supone retrasar la solicitud de renovación a una «fecha indeterminada» que depende de la elaboración y aprobación del Plan Integral de Energía y Clima y, en cualquier caso, como tope, a la de la presentación de la Revisión Periódica de Seguridad (RPS) de cada reactor.

A su juicio, la decisión no supone «ninguna causa de seguridad nuclear ni de protección radiológica» que justifique la aceptación de tal retraso por parte del pleno del regulador y, considera que, al contrario, la decisión «agrava la incertidumbre reguladora» que, según ha destacado, ya está «afectada» por la eliminación de la práctica del CSN de informar las renovaciones para un máximo de 10 años.

Narbona ha aclarado que la documentación para la renovación «sigue siendo exigible» en el plazo de 3 años porque es «el tiempo» que los técnicos necesitan para estudiarla y señalar a la central las modificaciones exigibles. De hecho, ha indicado que si esta documentación no llegase «sí habría problema» porque en un año no les daría tiempo a tener todo dispuesto, de modo que la dinámica responderá a las exigencias que hay en vigor ya que, con la nueva guía de seguridad, las revisiones periódicas de seguridad son «más exigentes«.

Sin embargo, es «la primera vez» que estos recibirán esa documentación sin una solicitud que lo acompañe, por lo que evaluarán una renovación que puede que no se pida, ni tampoco sabrán por cuánto tiempo. «Son muchas horas de trabajo de los técnicos que pueden quedar en nada». La consejera entiende que las empresas quieran conocer el marco general de política energética antes de saber si pedir la renovación o no, pero señala que eso no es competencia del regulador y lamenta que este informe favorable a la petición del Gobierno, llegue a punto de que venciera el plazo de dos centrales para presentar la renovación. «Esto es forzar los cortos tiempos del CSN», criticó.

Además, la consejera destaca que esta será «la primera vez en la historia» que los técnicos tendrán que evaluar la documentación que se requiere a las centrales nucleares, y cuyo plazo de presentación se mantiene, a instalaciones que no han pedido formalmente la renovación de su permiso de explotación y «sin conocer» si lo va a hacer y en ese caso, por cuanto tiempo. A ese respecto, cuestiona asignar los recursos humanos para evaluar la documentación sin la formal solicitud, que incluso puede no llegar a producirse, y echa en falta un informe jurídico que cubra la necesidad de asignación de estos recursos humanos y que se pronuncie sobre las implicaciones de este cambio normativo.

Por ello, aunque es obligatorio contestar a la solicitud de informe pedido por el Gobierno, recuerda que esto «no implica en absoluto que la respuesta sea positiva» y que supusiera un aval al Ejecutivo. En su lugar, considera que el regulador podría haber dicho que el cambio introducía «incertidumbres no positivas». «El Gobierno tiene que consultarlo, pero como no es un tema de seguridad en sentido estricto, no es vinculante y podía justificar el cambio en una decisión de política energética sin el aval favorable del CSN. Teníamos que contestar, pero no necesariamente diciendo que nos parece estupendo», ha lamentado.

En este contexto, opina que el CSN debería, como «organismo regulador, independiente y neutral», a contribuir a que cualquier decisión de política energética no suponga una merma en los procesos que garantizan la seguridad nuclear y la protección radiológica. Igualmente, se refiere al hecho de que la decisión se haya adoptado a punto de que el reactor nuclear de Almaraz y el de Vandellós II tuvieran que solicitar la renovación de su licencia, opinando que no es una «buena práctica» hacerlo «con un plazo tan corto, de un informe favorable, que incide de forma tan inmediata sobre la relación entre el CSN y los titulares”.

«No parece que todo ello contribuya a la credibilidad del organismo regulador ante la opinión pública, que ha tenido abundante información sobre las presiones ejercidas por las empresas para que el Gobierno, efectivamente, retrase 2 años la fecha de presentación de las solicitudes de renovación», manifiesta. Todo ello se suma, en su opinión, a una «importante serie de decisiones de la mayoría del pleno desde 2013», dirigidas a avalar «determinadas» decisiones del Gobierno, y denuncia que esto puede afectar a la percepción de la independencia y neutralidad exigibles al CSN.

Por último, Narbona se pronuncia también sobre la modificación de la normativa para eliminar de la Guía de Seguridad 1-10 la duración por un máximo de 10 años de los periodos de renovación, un asunto sobre el que la consejera también ha expuesto su rechazo y recuerda que a pesar de haberse aprobado en el pleno, ya se aplicó en febrero, sin haber pasado todos los trámites, en el informe favorable a la renovación de la licencia de explotación de la central de Garoña (Burgos).

Foro Nuclear descarta problemas técnicos al reducirse el plazo para que las centrales nucleares pidan renovar su licencia

Europa Press.- El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, asegura que el recorte del plazo para que las centrales nucleares soliciten autorización de su licencia de explotación, punto informado favorablemente por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras la petición del Ministerio de Energía para acortar a prácticamente un año de antelación el plazo para solicitar la renovación, no supondría «problema» sobre la documentación técnica a evaluar porque las centrales podrían facilitar toda la documentación en tiempo y forma.

Araluce recordaba que las centrales de Almaraz y Vandellós II estaban próximas a que termine su plazo para solicitar la renovación de su licencia en un momento en que las empresas eléctricas, por los costes y la viabilidad, no tienen una postura unánime en el seno de los consejos de administración. Así, reconocía que hay «una intención de los operadores», aunque «puede que no de todos», de que ese plazo de solicitud se recorte de 3 años, según la normativa actual, a «solamente un año» para dar tiempo «a todas las partes» de discutir el marco en el que se deben mover las centrales nucleares.

En todo caso, asegura que eso «no se ha concretado en el seno de los operadores en una petición formal al Gobierno porque la táctica de los propietarios difiere» y, esto puede llevar a que con las fechas actuales y si no se cambiaba la ley pudiera llegar la fecha del8 de junio o 26 de julio respectivamente sin que Almaraz o Vandellós II soliciten su continuidad. «No sé qué ocurrirá porque no hay una postura conjunta en el seno del operador Almaraz-Trillo y no hay decisión», ha admitido.

Araluce subraya que la energía nuclear en España «está sometida a tributos e impuestos excesivos» que en este momento alcanzan un poco más del 40% de la facturación y, por eso, en algunos casos, depende de la empresa y la central nuclear, algunas plantas «están en un momento deficitario». «Abogamos por que, como la nuclear es necesaria para la no emisión de CO2, hay que buscar un marco general regulatorio en el que se discutan los ingresos de generación y cuáles son los tributos para que sea rentable en el futuro», ha manifestado Araluce, que fue elegido en marzo presidente del Foro de la Industria Nuclear. «Estamos luchando por hacer viable la energía nuclear», aseveró.

A su juicio, el momento nuclear actual es «complicado y diferente a lo vivido anteriormente» pero confía en que «la energía nuclear es fundamental en los próximos años para España y en este momento de transición energética». Araluce, que llega a España tras una dilatada experiencia en el sector nuclear en Europa, afirma que la concepción del sector «no es excluyente» porque considera que todas las fuentes de energía son necesarias, sobre todo en la transición energética hacia una energía baja en carbono. Sobre las nuevas subastas de energías renovables celebra su «meritorio gran éxito» porque son necesarias también para cumplir el Acuerdo del Clima de París, pero reivindica la capacidad de la energía atómica de dar estabilidad al sistema.

“Diferencias” entre operadores de Garoña

El representante de la industria nuclear ha abordado también la situación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), en la que las empresas que componen su accionariado, Iberdrola y Endesa al 50%, tienen «diferencias» sobre la viabilidad de la continuidad de la planta, aunque Iberdrola «ha sido más explícita» y sería más partidaria de no volver a operar la planta. Así, ha resumido que el presidente de Iberdrola anunció que «si no se cambian las reglas Garoña no es viable y no le interesa seguir, mientras que el otro propietario, Endesa, quiere esperar a la apuesta del Gobierno para tomar una decisión».

En todo caso, Araluce ha garantizado que Garoña «goza de una salud excelente para seguir operando durante bastantes años» y ha subrayado que esto fue «ratificado por el CSN desde el punto de vista técnico» por lo que «no es cierto que esté vieja porque todos sus componentes han sido renovados». Pese a ello, asegura desconocer su futuro porque falta la decisión del Ejecutivo y hay diferencias entre sus propietarios.

Respecto a la demora en la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca), indicó que este sistema de gestión de los residuos no es «como inventar la pólvora», porque es la apuesta más generalizada en todo el mundo, y ha lamentado los «condicionantes» que están trabando su desarrollo, como los recursos interpuestos por la Junta de Castilla-La Mancha o la licencia municipal. «Estoy absolutamente convencido de que estas trabas se van a solucionar y que el ATC, seguirá adelante y se construirá, porque es la solución más racional», subrayó. Respecto a la conveniencia de cambiar el proyecto de ubicación, Araluce no cree que sea la mejor opción: “Yo no empezaría de cero», indicó.

Por último, el nuevo presidente del Foro Nuclear resaltó que la energía nuclear aportó en 2016 un 21,39% al sector eléctrico español, siendo la fuente de energía «líder» a nivel nacional. «La nuclear sigue siendo una fuente de energía limpia, fiable, estable, predecible que da mucha solidez al sistema eléctrico y que contribuye a cumplir los acuerdos de cambio climático», concluyó Araluce, que califica de «excelente» su funcionamiento. Por ello, considera que el cierre de las centrales nucleares en España serían un «varapalo tremendo», no solo para sus propietarios sino para el país. «La energía es un sector estratégico. Ni siquiera contemplo y no quiero imaginar este extremo. Sería una locura en el corto y medio plazo en España», sentenció.

Galán pide reducir de 3 a 1 año el plazo de antelación requerido para solicitar la prórroga de las nucleares

Servimedia / EFE.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, pidió al Gobierno que reduzca de 3 a 1 año el plazo de antelación con que se debe pedir la ampliación de explotación de las centrales nucleares, ante la situación de incertidumbre que vive este energía en España. Sánchez Galán considera que antes de tomar este tipo de decisiones se necesita que el Ejecutivo defina claramente cuál será el papel que deben jugar las nucleares en el mix energético de los próximos años.

Esta demanda de Iberdrola no se relaciona con Garoña, ya que aboga por desistir de su solicitud de reapertura, y sí por las de Almaraz y Vandellós II, de las que debe solicitar su renovación este verano, tres años antes de 2020, cuando vencen los 40 años de concesión. En cuanto a las nucleares en su conjunto, Galán dijo que su filial en España sufre pérdidas desde hace varios años como consecuencia de los impuestos que gravan la energía nuclear y las obligaciones aplicadas a estas instalaciones. Ha indicado que «esto ha modificado el plan de negocio original», y considera que, al no saber cuándo desaparecerán las pérdidas, es complicado pedir permisos que se dan para plazos largos de tiempo.

Disposición a ampliar sus renovables

Por ello, en referencia a Almaraz y Vandellós II, Galán sostiene que es necesario que se defina la política energética para poder tomar una decisión que puede tener un impacto importante en la cuenta de resultados. «Hay que saber cómo se va a pagar para ver si se pueden cubrir costes y obtener algunos beneficios», apuntó. Por otro lado, mostró la disposición de la compañía a participar en la próxima subasta de renovables en España si las condiciones «son interesantes», ya que tiene «más que suficientes» proyectos en el país.

Posible fusión de participadas brasileñas

Por otro lado, Sánchez Galán ha indicado que la fusión de las empresas brasileñas Elektro y Neoenergía, en las que participa, es solo una de las alternativas que está analizando Iberdrola dentro de su estrategia en Brasil, pero «solo es una posibilidad«. Sánchez Galán ha confirmado que hay conversaciones, como ha habido en el pasado, pero «no se ha llegado a ningún acuerdo ni se ha firmado ningún documento vinculante».

«Es una de las posibilidades que venimos debatiendo desde hace tiempo con nuestros compañeros en Brasil», ha añadido Sánchez Galán, quien ha afirmado que el interés de Iberdrola por ese país «sigue estando vivo» y ha recordado que la compañía ha resultado adjudicataria, a través de su filial Elektro, de proyectos por valor de alrededor de 250 millones de euros.

El CSN propone modificar las órdenes ministeriales que autorizan la explotación de las centrales nucleares

EFE.- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) envió cinco cartas al ministro de Energía, Álvaro Nadal, en las que le propone una nueva redacción de las autorizaciones vigentes de todas las centrales nucleares españolas. En las cartas, aprobadas por unanimidad por el pleno del consejo el pasado día 1 de febrero, solicitan a Nadal que apruebe cambios en el texto de las autorizaciones de explotación de Almaraz, Ascó I y II, Vandellós II, Cofrentes y Trillo.

Un cambio en el articulado de las licencias permitiría que las futuras renovaciones de las plantas puedan aprobarse por el plazo que el Gobierno considere oportuno o incluso sin ningún límite temporal, frente al máximo de 10 años que hasta ahora estaba fijado. Las modificaciones servirían para incluir nuevos requisitos de seguridad para que las plantas gestionen el envejecimiento de las instalaciones por funcionar a largo plazo y se mantienen otras de las exigencias habituales para renovar una licencia. El organismo regulador considera conveniente que las siguientes revisiones periódicas de seguridad de las centrales españolas se hagan siguiendo una sistemática análoga propuesta por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Ecologistas en Acción pide la parada de la central nuclear de Vandellòs tras detectar trazas de fosfatos en el agua

Europa Press / Servimedia.- Ecologistas en Acción considera «imprescindible» parar la producción de la central nuclear Vandellòs II hasta aclararse la detección de trazas de fosfatos en las muestras del agua de los sumideros de contención, que no han causado daños a personas ni medio ambiente. La entidad también ha pedido la parada de Ascó, después de que se detectaran irregularidades en componentes del fabricante francés Areva, hasta que se sustituyan las «piezas defectuosas».

Para Ecologistas en Acción, los dos incidentes son prueba del «evidente mal funcionamiento» de las nucleares catalanas y de la falta de cultura de seguridad de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II (Anav). Los ecologistas han señalado que la detección del fosfato en las muestras de agua evidencia «la fragilidad de la seguridad del sistema de refrigeración» de Vandellòs, y ha criticado que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no reaccione y tampoco ordene la paralización de Ascó tras ante la existencia de componentes irregulares. Diversos grupos ecologistas y de la sociedad han iniciado una campaña que quiere que en 2020 no haya nucleares en España

Incumplió Especificaciones Técnicas de Funcionamiento

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) había anunciado previamente que la central nuclear Vandellós II (Tarragona) operó incumpliendo las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) ya que el titular de la central comunicó a este organismo que en la toma periódica de muestras de agua de los sumideros de la contención se detectó la presencia de trazas de fosfatos. Tras una inspección realizada para determinar el origen del suceso, se detectó una ligera pérdida en uno de los doce contenedores de aditivo para el rociado que contienen ese producto químico en el interior de la contención.

Por esta razón, Anav declaró la inoperabilidad de la totalidad de estos contenedores. El CSN afirma que en cuanto se determinó el origen de las trazas de fosfato, se rellenó el contenedor afectado de fosfato trisódico hasta el nivel establecido y se verificaron todos los contenedores, de manera que el sistema volvió a estar operativo. Sin embargo, reconoce que «en el análisis posterior de lo sucedido se ha comprobado que se estuvo en una condición no permitida por las ETF en un tiempo superior al permitido». Según el CSN, el suceso se clasifica «provisionalmente» con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

La central nuclear Vandellós II (Tarragona) realiza un simulacro de emergencia

Europa Press.- La central nuclear Vandellòs II realizó su simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI), con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La actuación del CSN se desarrolló desde su Sala de Emergencias (Salem) y desde el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) de Tarragona, realizando el seguimiento de la instalación y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad.

El ejercicio se ha iniciado a las 10.19 horas con la simulación de un incendio que ha provocado la pérdida de suministro de corriente eléctrica alterna. Dentro del simulacro, se ha producido el paro del reactor, aunque no estaban disponibles los sistemas para la extracción del calor generado en el mismo. Posteriormente se ha producido un suceso de pérdida de refrigeración del reactor dentro del recinto de contención. Finalmente se ha simulado una pérdida de integridad del recinto de contención que ha dado lugar a una emisión de material radiactivo al exterior. Ante esta situación se llegó a declarar la categoría IV, ‘Emergencia General’, de su Plan de Emergencia Interior.

La industria nuclear señala que el concepto de vida útil no tiene significado legal ante el acuerdo de PSOE-C’s

Europa Press.- El Foro de la Industria Nuclear ha defendido la operación a largo plazo de las centrales nucleares en España y ha recordado que el término «vida útil» no tiene un significado legal explícito. La industria se pronuncia así después del acuerdo de Gobierno firmado por PSOE y Ciudadanos (C’s), que incluye establecer el cierre de las plantas atómicas al cumplir los 40 años de “vida útil”.

Así, el Foro Nuclear ha recordado que el periodo de funcionamiento de las centrales españolas «no tiene plazo fijo establecido» por la legislación española. Es decir, que no se determina por ley el tiempo de funcionamiento máximo de las centrales. En este contexto, ha indicado que en la actualidad, las autorizaciones de operación se conceden «habitualmente» con plazos de validez de 10 años y se renuevan periódicamente tras la evaluación del organismo regulador, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la aprobación y permiso del Ministerio de Industria. En la actualidad España cuenta con 7 reactores nucleares operativos y uno más, el de Garoña (Burgos) en situación de cese de actividad pero con una solicitud de renovación pedida hasta 2031.

La que más electricidad genera

El Foro de la Industria Nuclear defiende también que esta tecnología es la que más electricidad genera y que en 2015 proporcionó el 20,8% de la electricidad en España, con un 7,26% del total de la potencia instalada en España. Por ello, valora que resultan «esenciales para la estabilidad del sistema eléctrico» e incide en que no emiten gases contaminantes. En este contexto, subraya que la operación a largo plazo es el «funcionamiento continuado» de una central nuclear manteniendo su nivel de seguridad. Se trata de una estrategia energética habitual en países como Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Hungría, Rusia y Suiza. De los 442 reactores nucleares que hay en el mundo, 105 tienen autorización para operar más de 40 años.

Según las cuentas del Acuerdo de Progreso entre PSOE y C’s, el parque nuclear español quedaría cerrado en torno a 2028, cuando la central de Trillo (Guadalaja) y Vandellós II celebren su 40 aniversario. El calendario atómico quedaría así: Almaraz I (Cáceres), que comenzó su actividad en 1981, cerraría en 2021; Almaraz II en 1983, generaría electricidad hasta 2023; Ascó I (Tarragona) se acopló a la red en 1983 y Ascó II en 1985, por lo que estarían operando hasta 2023 y 2025 respectivamente; Cofrentes (Valencia), que opera desde 1984 finalizaría su actividad en 2024 y, por último, las más jóvenes, Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona) se conectaron a la red en 1988, por lo que cerrarían en 2028.

Las centrales nucleares españolas notificaron 46 sucesos al CSN en 2015, 10 más que en 2014

Europa Press.- Las centrales nucleares españolas notificaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un total de 46 sucesos a lo largo de 2015, 10 más que en el ejercicio anterior, según datos del organismo regulador. Todos los sucesos notificados en 2015 se clasificaron como nivel 0 en la Escala INES, es decir, sin repercusión en las personas ni el medioambiente, salvo 2, que recibieron clasificación 1, considerados una anomalía y que se produjeron en los reactores I y II de Almaraz.

En ambos casos, la central notificó la omisión de algunas rondas de vigilancia que se realizan cada hora en las zonas donde existe un riesgo de incendio. El CSN precisó que esta situación no supuso riesgo alguno para la población ni para el medioambiente ni tuvo repercusión en el interior ni en el exterior del emplazamiento. En 2014, todos los sucesos se clasificaron como Nivel 0 en la escala INES.

Por centrales, Ascó (Tarragona) acaparó el mayor número de sucesos, con 17 en sus dos reactores; seguido de Vandellós II (Tarragona), con 10; Almaraz (Cáceres), con 7 en sus dos reactores; Trillo (Guadalajara), 5; Cofrentes (Valencia) 5; Garoña (Burgos), con 1 en situación de cese de actividad; y José Cabrera (Zorita), en proceso de desmantelamiento, con 1. Por otra parte, la Fábrica de Combustibles de Juzbado notificó en 2015 al CSN otros 2 sucesos, también calificados como nivel 0 en la escala INES, frente a un único suceso en 2014.

En todo caso, 3 de los sucesos notificados en 2015 corresponden en realidad a hechos ocurridos en años anteriores. Así, el CSN explica que como consecuencia del requerimiento de notificación efectuado tras una inspección sobre experiencia operativa realizada en 2014, en 2015 se recibieron 4 informes de sucesos notificables (2 de Ascó II, uno de Ascó I y otro de Vandellós II), cuya necesidad de notificación no fue advertida por las centrales cuando realmente ocurrieron.

Se trata de aspectos relacionados con las inoperabilidades de corta duración de sistemas y la realización de forma inadecuada de un requisito de vigilancia. El regulador atómico precisa que en todos los casos el titular adoptó las acciones necesarias para corregir la situación que motiva la notificación. Los sucesos no tuvieron repercusión en los trabajadores, las personas ni el medioambiente y se clasificaron con nivel 0 en la escala INES.

La central nuclear de Vandellòs II realiza su simulacro anual de emergencia

Redacción / Agencias.- La central nuclear Vandellòs II (Tarragona) realizó este jueves su preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI), con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Según comunicó el organismo, el CSN se ocupó del seguimiento de la instalación y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad y la adopción de medidas de protección a la población.

El ejercicio se inició con la simulación de la ocurrencia de un terremoto a las 09:43 horas que provocó la pérdida de refrigerante del sistema de refrigeración del reactor y del suministro de corriente eléctrica. La central también simuló la previsión de fusión del núcleo del reactor, con un posible fallo del edificio de contención, lo que hubiera ocasionado emisión de material radiactivo al exterior. Asimismo, la operatividad del Centro de Apoyo Técnico (CAT) se habría visto comprometida y se ha requerido la utilización del CAT Alternativo. En paralelo, se han simulado dificultades en el recuento y localización de personas trabajando en la zona controlada.

Ante esta situación simulada, el CSN recomendó al Centro de Coordinación Operativa (Cecop) de Tarragona declarar «situación 3» en la zona de atención preferente y «situación 2» en el resto de la zona 1, en un radio de 10 kilómetros. La zona de atención preferente incluye un radio de 3 kilómetros alrededor de la central y el sector entre 3 y 5 kilómetros en la dirección preferente del viento (este-sureste). La «situación 3» supone las siguientes medidas de protección: evacuación de la población, confinamiento si la evacuación no fuera posible, e ingestión de tabletas de yoduro potásico (profilaxis). En «situación 2» las medidas de protección son el confinamiento y profilaxis.

Con el objetivo de poder comprobar el buen funcionamiento del plan de actuación ante una emergencia, durante el ejercicio se han activado todas las organizaciones implicadas en el Plan de Emergencia Interior, validando la coordinación de todo el personal que tiene asignadas funciones en el PEI, así como el correcto funcionamiento de las vías de comunicación con los diferentes organismos que forman parte de la organización de emergencia en caso de ser necesaria su intervención.

Durante el ejercicio, el titular llegó a declarar la categoría IV, «Emergencia General», de su Plan de Emergencia Interior y el CSN ha simulado la activación de todo el personal del organismo, tal y como establece el «modo 3» de su Organización de Respuesta ante Emergencias. Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 3 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), apuntó el CSN.