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Juan Sánchez-Calero releva a Borja Prado en la presidencia de Endesa tras la junta de accionistas de la compañía

Europa Press.- Juan Sánchez-Calero asumió la presidencia de Endesa, relevando en el cargo a Borja Prado, que dejó el puesto en la junta de accionistas después de 10 años al frente de la energética. Sánchez-Calero, catedrático de Derecho Mercantil por la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, está considerado como uno de los expertos españoles más reconocidos en Derecho Mercantil en el ámbito nacional e internacional, especialmente en derecho mercantil societario y buen gobierno corporativo.

Asimismo, forma parte, entre otros, de los consejos de dirección, redacción o científicos de Thomson Reuters Aranzadi, Revista del Derecho de Sociedades, Revista de Derecho Bancario y Bursátil, Revista de Derecho Mercantil, Revista General de Jurisprudencia y Legislación o Rassegna Giuridica dell’Energia Elettrica. Participó también en labores prelegislativas en materias tales como la normativa sobre Oferta Pública de Adquisición de Acciones o la propuesta de Código Mercantil y posee una amplia trayectoria internacional acreditada, entre otras actividades, por su participación en la International Academy Law, Comparative Law, la European Model Company Act (EMCA) o su trabajo como co-director del Máster de Derecho de los Negocios Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense.

Presidente no ejecutivo de Endesa

Sánchez-Calero será un presidente no ejecutivo en Endesa, al contrario que hasta ahora era Prado. El poder ejecutivo en la compañía recaerá así en su totalidad sobre el actual consejero delegado, José Bogas, que fue renovado en su cargo. El 19 de febrero, ya se anunció el relevo de Prado en la presidencia de Endesa, después de casi una década al frente de la compañía.

La italiana Enel, máximo accionista de Endesa con un 70,1% de su capital, anunció al consejo de administración de la compañía su intención de proponer una adaptación de la normativa interna a la limitación, por razones de buen gobierno corporativo, del período máximo en que una persona puede ejercer el cargo del presidente de la española. Esta modificación suponía así la no reelección de Borja Prado como presidente de Endesa.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) propone al exministro socialista de Industria, Miguel Sebastián, como consejero de Indra

Europa Press.- El consejo de administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha propuesto al exministro socialista de Industria, Miguel Sebastián, como miembro del consejo de Indra en representación del holding público, sustituyendo a Adolfo Menéndez Menéndez. Este nombramiento supondrá la incorporación a la empresa de tecnología y consultoría del que fuera ministro de Industria entre abril de 2008 y diciembre de 2011 en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Siguiendo los pasos habituales en estos procesos, el consejo de Indra tendrá que aprobar el nombramiento de Miguel Sebastián tras recibir el visto bueno de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, tras lo cual tendrá que ser ratificado en junta de accionistas. El exministro es actualmente profesor titular en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Durante su carrera política, además de ser titular de la cartera de Industria durante más de 3 años, fue candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid en 2007 y director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, con rango de Secretario de Estado, entre 2004 y 2006.

Endesa suministrará gas a universidades de Cataluña y Madrid por 5 millones y mejora la red eléctrica en Teruel

EFE / Servimedia.- Endesa finalizó los trabajos de adecuación de 150 kilómetros en zona boscosa de la red eléctrica de media tensión que suministra energía a las comarcas situadas al sur de la provincia turolense, con un presupuesto de 123.000 euros al tiempo que suministrará gas durante 2017 al consorcio de servicios universitarios de Cataluña (CSUC), integrado por 22 entidades universitarias, con un volumen de 88 gigavatios hora (GWh), y a la Universidad Complutense de Madrid, con 56 GWh, por 5,15 millones de euros.

Según explicó la eléctrica, esta licitación supone un total de 354 puntos de suministro distribuidos entre las 23 universidades. Con este acuerdo Endesa se posiciona como el principal proveedor de suministro eléctrico y de gas natural de las universidades de Cataluña, donde se incluyen la Universidad Autónoma de Barcelona y la Pompeu Fabra, entre otras, y la Complutense de Madrid. Además, se compromete a asesorar y formar a las universidades en materia de eficiencia energética, poniendo a disposición del CSUC su experiencia y un equipo de profesionales expertos en la optimización energética de las universidades.

En el sur de Teruel

Por otro lado, el objeto de los trabajos realizados por la compañía en las comarcas de Sierra de Albarracín, Comunidad de Teruel y Gúdar-Javalambre ha sido detectar y eliminar posibles escenarios de riesgo derivados de la interacción de las líneas eléctricas y la masa forestal y el de aumentar la seguridad y la fiabilidad del suministro. Las labores se han centrado en la mejora en líneas de media tensión que discurren por zonas boscosas mediante la retirada de masa forestal en puntos próximos al trazado de las líneas. Estas mejoras beneficiarán a unos 10.000 clientes de la zona, según Endesa.

Expertos de la Complutense comparan las causas de Chernóbil y Fukushima pero defienden que la energía nuclear es «imprescindible»

Europa Press.- En abril de 1986 se produjo el accidente nuclear «más grave de la historia», en el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania), cerca de Kiev, y 25 años después, la segunda «catástrofe más importante de este tipo» en Fukushima (Japón) y, según dos expertos de la Universidad Complutense de Madrid, «en el fondo, lo que causó los dos accidentes fue lo mismo», pero, aunque no está completamente exenta de riesgos, defienden que la energía nuclear es aún «imprescindible».

Aseguran que el origen estuvo en las «complicaciones derivadas» de un corte de suministro eléctrico al reactor y, aunque las causas y la duración del corte fueron «completamente distintas, al final ambas condujeron a la fusión del núcleo del reactor». En un artículo firmado por los investigadores del Grupo de Física Nuclear de la Universidad Complutense de Madrid, José María Gómez y José Manuel Udías, subrayan que es «imprescindible» el suministro externo en un reactor nuclear. Sin embargo, pese a estos accidentes, apuestan por «huir de miedos irracionales» porque no se puede permitir «el lujo» de prescindir de este tipo de energía sin un debate «serio» porque en la actualidad las plantas son más seguras.

En Fukushima, el mayor terremoto registrado nunca en Japón y el cuarto más violento del mundo desde 1900, provocó la destrucción de las líneas eléctricas de la zona por lo que la planta se quedó sin alimentación eléctrica externa y los reactores se apagaron automáticamente, según el protocolo de seguridad frente a terremotos. Los generadores diésel de emergencia mantuvieron el sistema de refrigeración en marcha hasta que, una hora después del seísmo, llegó la ola de 15 metros provocada por el tsunami subsiguiente al terremoto.

Según estos investigadores, por los fallos de diseño, las zonas críticas del complejo quedaron inundadas y se perdió el control del reactor «por completo». A continuación, los generadores diésel dejaron de funcionar y la falta de refrigeración provocó la fusión parcial del núcleo de 3 de los 4 reactores, explosiones de hidrógeno y escape de radiactividad. El accidente fue clasificado de «máxima gravedad, con el nivel 7 en la Escala Internacional de accidentes Nucleares (INES).

También con un nivel 7 se clasificó el accidente de la central nuclear de Chernóbil, pero según estos expertos, las consecuencias «fueron mucho más devastadoras que las de Fukushima, porque el diseño del reactor fue diferente. El inicio del accidente no fue provocado por un desastre natural sino por «fallos humanos de extrema gravedad», entre los que destacan las deficiencias muy serias en el diseño de Chernóbil. Según estos expertos, «con los estándares europeos o americanos nunca se habría autorizado».

También recuerdan que los ingenieros de la planta ucraniana sabían que en caso de interrupción del suministro eléctrico, los generadores diésel necesitarían casi un minuto para alcanzar el pleno rendimiento tras su encendido. Desde el inicio de su actividad se preguntaban si en caso de falta de suministro eléctrico o avería, la inercia mecánica de las turbinas sería suficiente para mantener el agua de refrigeración circulando durante ese minuto. Fue durante las pruebas para comprobarlo, el 25 de abril de 1986, cuando se iba a realizar el experimento en el turno de día, pero finalmente no fue hasta por la noche cuando pudo iniciarse la prueba; los trabajadores del turno de noche no habían sido instruidos con el mismo detalle.

Esto llevó a que «nadie» en aquel momento se percató de que se había producido un envenenamiento por xenón del reactor. El xenón es un producto de fisión que se acumula, absorbe los neutrones y disminuye el ritmo de fisión en el reactor. De este modo, la potencia bajó «mucho más» de lo previsto, hasta niveles insuficientes para realizar la prueba y el reactor se volvió «extremadamente inestable» y los mecanismos habituales de control y seguridad eran «apenas efectivos». «Es más difícil controlar una bicicleta cuando vamos demasiado despacio», comentan los expertos de la UCM.

«No solo no lograron estabilizar el reactor, sino que las medidas tomadas para estabilizarlo probablemente empeoraron la situación», comentan. «En brevísimos» instantes se produjo un aumento súbito de potencia que hizo que se evaporase todo el agua de refrigeración; la presión en la vasija del núcleo se elevó «desmesuradamente» y se produjo una primera explosión de vapor que produjo grietas y grandes daños. Tres segundos después, una segunda explosión provocó una entrada de aire y el grafito se incendió. «La catástrofe era ya de enorme magnitud y totalmente incontrolable», recuerdan.

Sin embargo, añaden que aunque el primer informe de la OIEA atribuyó prácticamente toda la responsabilidad a errores humanos, un estudio más reciente, basado en simulaciones concluye que, aunque los ingenieros cometieron errores durante el ensayo deshabilitando algunos sistemas de protección, el accidente se habría producido «muy probablemente» sin estas intervenciones, debido al diseño «intrínsecamente inseguro» que lo hacía «muy inestable» a baja potencia. Fukushima alertó sobre el riesgo de subestimar la probabilidad de desastres nucleares cuando los factores económicos presionan a favor de autorizar el emplazamiento de una central.

«Si bien Fukushima y Chernóbil han servido para mejorar la seguridad en los diseños de las nuevas centrales nucleares y para reforzar las salvaguardas en las centrales existentes, el miedo a lo nuclear entre la población aumentó, frenando en seco los planes de expansión nuclear de muchos países occidentales. Gómez y Udías subrayan que los combustibles fósiles se agotarán y son la principal causa de calentamiento global mientras las energías renovables son mucho más atractivas, pero son insuficientes y lo seguirán siendo durante bastante tiempo.

Por ello, abogan por la energía nuclear como una alternativa «realista» para la producción estable de electricidad, ya que funciona las 24 horas y no depende de los vientos. En concreto, recuerdan que no produce emisión de gases de efecto invernadero y puede constituir una «gran herramienta en la lucha contra el cambio climático». «No podemos permitirnos el lujo de cerrarnos a la opción nuclear sin antes un serio debate y estudio. Las centrales nucleares son hoy más seguras que antes de Chernóbil y representan una de la formas más seguras de producir electricidad a gran escala; debemos huir de miedos irracionales y comparar seriamente los riesgos de las diferentes fuentes de energía», han defendido.