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La exministra francesa Ségolène Royal apuesta por impulsar en África la energía solar en la lucha contra el cambio climático

Europa Press.- La ministra francesa de Medio Ambiente, Energía y Asuntos Marinos entre 2014 y 2017, Ségolène Royal, apostó por sumar al continente africano y a las mujeres en la lucha contra el cambio climático apelando a una «justicia climática mundial». En este sentido, Royal habló de las reticencias iniciales del continente africano por sumarse a un acuerdo climático por no haber vivido la revolución industrial de países desarrollados, si bien ahora en África son «los más activos», siendo los menos responsables.

Royal ha encomiado el trabajo que se realiza desde el continente africano, donde ya se dan consecuencias de la crisis climática, y ha apostado por alimentar a estos países con tecnología y energía solar: «Así se resolverán problemas de todos y se hará justicia mundial, justicia climática con África también«. Asimismo, Royal ha reivindicado la cuestión de las mujeres como un ámbito «crucial» a la hora de combatir el cambio climático, puesto que sobre éstas pesa el liderazgo del 80% de la agricultura en África, y ha apostado por empoderar al colectivo femenino con microcréditos.

La exministra ha hablado de una nueva humanidad organizada alrededor de la economía verde y ha considerado la necesidad de acoger el reto climático como una «oportunidad extraordinaria», a través de la inversión en finanzas verdes, que también pueden contribuir a conseguir paz en el mundo. Royal ha recordado que el Acuerdo de París supuso una conjura de los principales países para evitar un calentamiento global de más de 2ºC en el Planeta hasta 2100, y Francia aprobó luego una Ley de Transición Energética que prevé una reducción del 30% del consumo de energías fósiles.

Royal ha lamentado que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, haya decidido sacar el estado norteamericano del acuerdo de París, firmado en abril de 2016 por parte de unos 150 países del mundo, entre los que figura España. Las Naciones Unidas auguran que con un calentamiento global de más de 3ºC o 4ºC a final de siglo, 200 millones de personas se desplazarán por el cambio climático: «La falta de acceso al agua potable mata a más gente que todas las guerras«, asevera.

«Formamos parte de la cadena de la vida y si pensamos que solo van destruirse animales y plantas estamos muy equivocados», subrayó la exministra y autora del libro Manifest pour une justice climatique. «En la guerra contra la naturaleza, si el hombre gana pierde», resaltó Royal, que recalcó que el cambio climático no es ninguna amenaza, sino que ya es una realidad con episodios de sequía, seguidos de lluvias intensas, destrucciones de viviendas y ganados.

París pide a Washington que respete el Acuerdo de París y reduzca sus gases contaminantes en un 26%-28% para 2025

EFE.- La ministra de Medio Ambiente de Francia, Ségolène Royal, pidió al Gobierno estadounidense que respete lo acordado en la cumbre climática de París de 2015 (COP21) y reduzca sus emisiones de gases contaminantes entre un 26% y un 28% en 2025 en relación a 2005. «Si eligen quedarse, Estados Unidos mostrará que ha tomado conciencia de que la acción es más rentable que la inacción en la lucha contra el cambio climático», afirmó Ségolène Royal.

Desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó posesión de su cargo en enero, la posición de este país acerca de la reducción de gases de efecto invernadero es incierta. «Estados Unidos representa el 18% de las emisiones de gases efecto invernadero y son un socio crucial para poner en marcha el Acuerdo de París», agregó Royal, quien recordó que 10 estados de Estados Unidos están comprometidos con medidas como la reducción de combustibles fósiles. Asimismo, se cerró un acuerdo de cooperación entre el grupo de ciudades C40 y la ONG ambientalista R20 para unir esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.

Una indemnización de 490 millones y abrir otra nuclear culmina el acuerdo para cerrar Fessenheim, reactor más antiguo de Francia

EFE.- La eléctrica estatal EDF aprobó el acuerdo establecido con el Gobierno socialista francés para recibir una indemnización de unos 490 millones de euros para el cierre de la central nuclear de Fessenheim, la más antigua de las que están en servicio en Francia. El protocolo adoptado por el consejo de administración prevé el pago del 20% de esa indemnización en 2019 y el 80% restante en 2021, según ha indicado EDF, que precisó que los 490 millones son una estimación.

La cuantía final, equivalente a lo que la compañía dejará de ganar hasta 2041 por esa planta, se determinará en función de los precios de mercado de la electricidad y de la producción del equivalente de 900 megavatios, que es la potencia instalada allí. El consejo de administración de EDF podrá pronunciarse más adelante sobre el cierre efectivo de la central, situada en Alsacia, junto a la frontera alemana del río Rin, con dos reactores.

Esa decisión no se producirá mientras la empresa estatal no consiga las autorizaciones administrativas necesarias para continuar la construcción de su nueva planta atómica de Flamanville, en la costa de Normandía con la tecnología EPR. EDF recordó que el cierre de Fessenheim necesita un decreto para suprimir la autorización de explotación a petición de la empresa, y eso sucederá cuando entre en servicio Flamanville, «previsto a finales de 2018». Poner fin a la actividad de Fessenheim era una de las promesas electorales de François Hollande.

Hollande y su ministra de Ecología, Ségolène Royal, que en su ley de transición energética han fijado el objetivo de reducir el peso de la energía nuclear en la producción eléctrica del 75% actual al 50% en el horizonte de 2025, intentan dar los pasos necesarios para hacer irreversible el cierre de Fessenheim. El candidato de la derecha a las presidenciales de abril-mayo y favorito en las encuestas, el ex primer ministro François Fillon, prometió a los trabajadores afectados que, si llega al poder, la central alsaciana seguirá en funcionamiento.

Francia protegerá a los ciclos combinados de gas al aplicar en 2017 una tasa a las emisiones de carbono

EFE.- La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, anunció que el compromiso de su país de imponer una tasa a las emisiones de carbono (CO2) se cumplirá desde enero de 2017 con un mecanismo aplicado a las centrales de carbón, lo que deja entrever que no se verán afectadas las de gas.

Royal indicó que se fijará un precio mínimo del carbono generado en la producción de electricidad desde el 1 de enero, como ya lo había anunciado el presidente, François Hollande, y detalló que estará «concentrado en las centrales de carbón». Se trata, según el departamento de Ecología, de que «la ganancia medioambiental sea significativa» y de que, al mismo tiempo, se preserve «la seguridad del sistema eléctrico». Es una forma de sugerir que el gravamen no pesará sobre las centrales de gas, que habían advertido de que incrementar sus cargas favorecería las importaciones de electricidad y, a la larga, pondría en peligro el parque francés.

La ministra aprovechó para avanzar que Francia apoyará la propuesta de varios parlamentarios europeos de que se incorpore en la directiva sobre el mercado del carbono un mecanismo con una tasa a las emisiones en función de «un corredor» con un máximo y un mínimo. Y apuntó que, si se estableciera a escala europea un precio del carbono de al menos de 20 euros por tonelada, Francia podría esperar recaudar cerca de 1.000 millones de euros anuales, frente a los 315 millones conseguidos en 2015.

En un informe encargado por el Gobierno francés elaborado por expertos, proponen que la tasa sobre las emisiones de CO2 en la Unión Europea se haga con un corredor de precios para dar visibilidad a los actores económicos y acelerar las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero. Su sugerencia es que la horquilla sea para 2020 de 20-30 euros como mínimo y 50 como máximo, con incrementos anuales entre el 5 y el 10%, con el objetivo de que en 2030 el valor mínimo sea de 50 euros.

Francia estudia prohibir la importación de gas extraído a través del fracking en otros países

EFE.- La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, indicó que está estudiando la forma de prohibir la importación de gas procedente de yacimientos de esquisto, y señaló que EDF y Engie tendrán que dar marcha atrás en los contratos que han firmado para hacerlo desde Estados Unidos. Royal explicó que su departamento está «examinando la forma en que jurídicamente podemos prohibir la importación de gas de esquisto», puesto que en Francia se ha proscrito la explotación de ese tipo de yacimientos no convencionales por razones medioambientales.

En cualquier caso, también avisó que EDF y Engie «tendrán que orientarse a otros mercados para no importar más que gas de origen convencional», indicó respecto a los contratos que ambas han suscrito con la compañía estadounidense Chenière Energy. Es la reacción oficial a los acuerdos de ambos grupos franceses con Cheniere Energy podrían suponer la llegada de los primeros barcos con gas natural licuado (GNL), en parte procedente de yacimientos de esquisto, a partir del próximo mes de junio.

Royal reconoció que esos cargamentos podrían contener un 40% de gas de esquisto, mezclado con el de pozos convencionales en los propios gasoductos de Estados Unidos. Por eso, hizo notar que «no se trata de importaciones voluntarias» de gas de esquisto. La ministra, previamente, se había jactado de que «Francia se ha dotado de un modelo energético ejemplar» que prevé el recorte del 30% de las energías fósiles de 2030.

Autoridades suizas piden el cierre definitivo de una de las plantas nucleares más antiguas de Francia

EFE.- Las autoridades cantonales y municipales de Ginebra reclamaron el cierre definitivo de la central nuclear francesa de Bugey por temor a que los ciudadanos pueden verse perjudicados por un eventual accidente. La central de Bugey, situada en la localidad de Saint-Vulas, en el departamento de Ain, se encuentra a 70 kilómetros de distancia de Ginebra y es una de las más antiguas de Francia.

En este sentido, la alcaldesa ginebrina, Esther Alder, solicitó a las autoridades francesas que cierren definitivamente la planta nuclear. No obstante, y dadas las «respuestas insatisfactorias» obtenidas hasta la fecha por parte de las autoridades políticas francesas, los gobiernos de la municipalidad y del cantón de Ginebra decidimos presentar una denuncia penal. «No estamos nada satisfechos de las respuestas obtenidas durante los procesos administrativos y es por ello que la ciudad y el cantón nos lanzamos a una batalla jurídica con la denuncia contra la central de Bugey», explicó Alder.

La defensora de los intereses de los ginebrinos será la antigua ministra de Medio Ambiente de Francia, Corinne Lepage, que auguró que el proceso será lento y que por ahora no se señala a ninguna persona física concreta como responsable de los supuestos daños. Recientemente, la actual ministra francesa del Medio Ambiente, Ségolène Royal, dijo que estaba dispuesta a prolongar la vida de las centrales nucleares por 10 años si la Autoridad de la Seguridad Nuclear daba su visto bueno.

El Gobierno socialista de Francia está dispuesto a aumentar la vida de sus centrales nucleares hasta los 50 años

EFE.– La ministra francesa de Ecología, la socialista Ségolène Royal, afirmó que está dispuesta a autorizar la prolongación de la actividad de las centrales nucleares de su país hasta los 50 años, al tiempo que recordó el compromiso del Gobierno de reducir el porcentaje de esta fuente en el total del país.

La duración actual de las centrales es de 40 años, pero Royal indicó a la televisión France 3 que si la Autoridad de Seguridad Nuclear lo permite está dispuesta a que vayan hasta los 50. Esa es la petición que la eléctrica pública EDF, principal propietaria de las centrales del país, hizo hace unos días. La política socialista señaló que como esas centrales ya están amortizadas la electricidad será más barata. La ministra de Ecología recordó que Francia debe ir reduciendo progresivamente el peso de la nuclear en beneficio de las renovables, para pasar el 75% actual a un 50%.

Francia aplaza el cierre de su central nuclear más antigua al menos hasta 2018

EFE.- La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, vinculó el cierre de la central nuclear de Fessenheim, la más antigua del país, a la apertura de la que se construye en Flamanville, planta que, tras la confirmación de nuevos retrasos, no entrará en servicio hasta finales de 2018. Royal dio a entender así que no se cumplirá una de las promesas electorales del presidente, François Hollande, que era cerrar Fessenheim durante su mandato, que finaliza en 2017.

La ministra señaló que la ley sobre la transición energética establece «un techo de la producción de energía nuclear de 63,2 gigavatios, lo que significa que cuando Flamanville abra, Fessenheim tendrá que cerrar». A continuación, subrayó que «Flamanville va a abrir en 2018», de acuerdo con el nuevo programa de construcción presentado recientemente por la compañía eléctrica estatal EDF, que también reconoció que el coste con ese retraso se triplicará respecto a las estimaciones iniciales y será de 10.500 millones de euros. La ministra rechazó la cifra de 5.000 millones de euros que supuestamente EDF quiere reclamar como indemnización por ser obligada a prescindir de Fessenheim, y señaló que «no se ha realizado ninguna evaluación».

Disminuir la producción eléctrica nuclear

Varios responsables ecologistas reaccionaron con enfado a las palabras de la ministra socialista y así, el diputado Denis Baupin, señaló que Hollande debe cumplir con su promesa de poner fin a la actividad en la central de Fessenheim durante su mandato. El primero de los dos reactores de este complejo ubicado en Alsacia empezó a producir electricidad en marzo de 1977. Francia tiene en total 58 reactores en funcionamiento, que proporcionan el 80% de la electricidad generada. Hollande pretende disminuir el peso relativo del sector nuclear al 50% para 2030.