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Una abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea avala el fondo nacional de eficiencia energética de España

Europa Press / EFE.- Una abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha determinado que la ley española que obliga a empresas a abonar contribuciones a un fondo de ahorro energético sin darles la alternativa de cumplir ellas mismas con los objetivos de ahorro es compatible con el Derecho comunitario.

En las conclusiones que presentó, la abogada Juliane Kokott también ha señalado que es conforme con la directiva europea imponer obligaciones de eficiencia energética sólo a determinadas empresas de una cadena de suministro y no a otras de la misma cadena, pero siempre que la selección responda a criterios objetivos y no discriminatorios. En cualquier caso, las conclusiones de Kokott son preliminares y no vinculan a la futura sentencia que tendrá que dictar un juez del tribunal con sede en Luxemburgo en los próximos meses. Aunque suele seguir el criterio del Abogado, el TUE no está vinculado por el mismo.

La abogada general respondió así a la pregunta planteada por el Tribunal Supremo por la impugnación presentada por Saras Energía contra la normativa española que fija las obligaciones de aportación al Fondo, al defender que la legislación española es incompatible con la directiva europea al obligar a cumplir con las obligaciones de ahorro energético mediante contribuciones a un fondo de eficiencia energética sin permitir hacerlo mediante medidas de ahorro. La firma también denuncia que se imponga esta obligación a las empresas comercializadores de gas y electricidad y a los mayoristas de productos petrolíferos y de gases licuados de petróleo, dejando al margen los distribuidores de gas y electricidad y los minoristas de productos petrolíferos y de gases licuados de petróleo.

La normativa española establece que a las empresas del sector energético se les asignará «una cuota anual de ahorro energético de ámbito nacional, denominada obligaciones de ahorro». La principal forma de cumplimiento de esas obligaciones de ahorro es el abono de una contribución financiera anual al Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Como única alternativa se plantea la posibilidad de que el Gobierno español establezca un mecanismo de acreditación de que se ha conseguido un efectivo ahorro energético pero hasta la fecha el Ejecutivo no ha hecho uso de esa opción.

En el procedimiento han presentado observaciones escritas Acciona, Endesa, Engie España, Fortia Energía, Saras Energía, Viesgo, Villar Mir Energía y Enérgya VM Gestión de Energía. Sobre la primera cuestión, la letrada considera que la obligación de contribución sin alternativa es conforme a la directiva europea porque es una opción que encajaría entre las actuaciones que ésta recoge para lograr los objetivos de ahorro energético. En este sentido, Kokott subraya que esta obligación sin ofrecer alternativa forma parte de un instrumento financiero destinado a crear un marco de apoyo e incentivos, puesto que «es de suponer que los recursos del Fondo se utilizan para incentivar medidas que mejoren la eficiencia energética».

Sin embargo, la abogada general del TUE puntualiza que esta normativa será compatible con la legislación comunitaria siempre y cuando garantice un nivel de ahorro equivalente al del sistema de eficiencia energética previsto por la Directiva y se cumplan los requisitos establecidos. Sobre la segunda pregunta, Kokott asegura que es legal imponer estas obligaciones de eficiencia energética sólo a determinados eslabones de una cadena de suministro y no al resto, pero siempre que la selección de las empresas «responda a criterios objetivos y no discriminatorios». En ese contexto, añade que deberá ser el Tribunal Supremo español quien examine los requisitos procedimentales y materiales de la obligación de contribución sin alternativa.

Luis Aires (BP) es el nuevo presidente de la AOP y Andreu Puñet (Petronor) releva a Mazarrasa como director general

Europa Press.- La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ha elegido nuevo presidente a Luis Aires, presidente de BP España, y nombró a Andreu Puñet, consejero delegado de Petronor, nuevo director general.  El nuevo presidente también es vicepresidente de Estrategia y Portafolio de BP para Europa y África. Ahora sustituye en el cargo a Federico Molina, actual director de refino de Cepsa, que ha estado en el cargo desde 2014.

Por su parte, Puñet, que ha desarrollado toda su carrera en el grupo Repsol, toma el relevo en la dirección general de la patronal de las grandes petroleras de manos de Álvaro Mazarrasa, que se jubila después de más de 16 años en AOP y 18 años en Shell. La asociación eligió a su nueva Junta Directiva que, además de por Aires, tendrá en las vicepresidencias a Francisco Vázquez (Repsol), Javier Antúnez (Cepsa) y Joao Diogo (Galp). Asimismo, formarán parte como vocales: Giampiero Spanedda (Saras Energía), Enrique González (BP), Pedro Palacio (BP), Carlos Navarro (Cepsa), Joaquín Motos (Galp), Manuel Pérez Jurado (Repsol), Federico Tarín (Repsol) y Emilio Borrego (Saras Energía).

El número de estaciones de servicio alcanza récord en España por la pujanza de los pequeños operadores

Europa Press.- Cuando el precio del petróleo se desploma de nuevo y se afianza por debajo de la barrera psicológica de los 50 dólares por barril, se ha conocido que el número de estaciones de servicio ha superado la cota de las 11.000 y ha alcanzado un récord gracias a la pujanza de los pequeños operadores, según se aprecia en la Memoria Anual de 2016 de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).

La asociación integrada por Repsol, Cepsa, BP, Saras y Galp cifra en 11.190 el número de estaciones de servicio a cierre de 2016, frente a 10.950 un año antes. La cifra ha ido creciendo de forma ininterrumpida en los últimos años, salvo un descenso en 2009, y es ahora un 25% superior a la de 2007. El incremento en las estaciones de servicio se produce a pesar de que los operadores de referencia han reducido el número de puntos de venta y responde especialmente al aumento en el número de pequeñas marcas, que han pasado en apenas un año de sumar 2.400 gasolineras a 2.600.

Repsol sigue siendo el principal operador, con 3.501 estaciones de servicio, frente a 3.544 un año antes, mientras que Cepsa ha pasado de 1.512 a 1.518 puntos de venta, frente a BP, que tiene 639 y ha ganado 18 puntos de venta. Galp ha perdido tres y tiene 572. Por su parte, los hipermercados y supermercados también elevaron el número de gasolineras, pasando de 341 a 358. Las cooperativas, en cambio, las redujeron de 638 a 568. En cuanto al volumen vendido, la media en 2016 fue de 2.400 metros cúbicos por punto de venta, el mismo que en los tres años anteriores, aunque por debajo de los 2.500 metros cúbicos de 2012 y los 2.700 metros cúbicos de 2011.

Por debajo de 46 dólares

El precio del petróleo ha alcanzado un nivel que no tocaba desde el día previo a la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de noviembre de 2016, en la que se acordaba reducir el exceso de oferta global de oro negro. En concreto, el crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza en torno a los 45,80 dólares por barril, una cota a la que no se descendía desde noviembre. Asimismo, desde la última cita del cártel del 25 de mayo, donde se decidía extender el acuerdo previo de noviembre, el petróleo se ha dejado más de un 15% de su valor.

Por su parte, el petróleo West Texas, de referencia para Estados Unidos, se sitúa en los 43,30 dólares. Desde la última reunión de la OPEP, el crudo de Estados Unidos cotiza un 15,16% por debajo del nivel al que abrió el pasado 25 de mayo. A pesar de los esfuerzos de la OPEP por reducir el exceso de oferta global del petróleo, los últimos datos muestran incrementos de la misma. La propia producción de los países pertenecientes al cártel aumentó en 290.000 barriles diarios en mayo, su mayor nivel en lo que va de año.

Este incremento se debe especialmente a Libia y Nigeria, países exentos del pacto de reducción de suministro debido a los conflictos bélicos que provocaron interrupciones en su producción, e Irak. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) también apuntaba al fuerte incremento registrado en la oferta procedente de Estados Unidos, que podría acabar el año con una producción de 920.000 barriles diarios más que en 2016, mientras que en 2018 calculó que la oferta estadounidense aumentará en 780.000 barriles diarios.

El Tribunal Supremo duda sobre si el Fondo de Eficiencia Energética es compatible con la directiva comunitaria

Redacción / Agencias.- El Tribunal Supremo acordó plantear una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la Ley que establece las aportaciones al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, al tener dudas sobre su compatibilidad con la directiva comunitaria de eficiencia energética. En concreto, el Supremo lleva a cabo esta cuestión sobre la Ley 18/2014, en el marco del recurso contencioso-administrativo presentado por Saras Energía contra la orden que establece las obligaciones de aportación de las empresas al Fondo en 2015.

El fondo fue creado a finales de 2014 y fija una aportación económica obligatoria de las compañías en proporción al volumen de ventas de energía de cada empresa. En el caso del sector eléctrico, se computa la energía vendida al consumidor final, mientras que en el de los operadores petrolíferos al por mayor se contabiliza la energía vendida. El importe total del fondo asciende a unos 350 millones de euros, de los cuales la mayor contribución procede de las empresas, con más de 210 millones de euros al año. Desde su entrada en vigor en 2015, el aluvión de recursos ante el Tribunal Supremo por las empresas contra el esquema de reparto de las aportaciones al fondo ha sido constante.

Por eso, antes de resolver este recurso, el Supremo dicta un auto en el que plantea la cuestión prejudicial porque «tiene dudas de que la regulación española que se impugna en este procedimiento, sea compatible con una directiva de 2012». El Supremo ya tumbó recientemente el régimen de financiación del bono social de la luz al considerarlo incompatible con la directiva europea, estimando que no debía ser financiado por las compañías eléctricas, como ocurre desde 2014. En ese fallo, el Supremo ya consideró determinante la jurisprudencia del TJUE respecto a una consulta del Gobierno francés acerca de la posibilidad de aplicar un bono social del gas con una financiación parecida a la del bono español.

En esta cuestión sobre el Fondo de Eficiencia Energética, el Supremo plantea 5 preguntas al TJUE, entre ellas si es compatible con la Directiva comunitaria un sistema nacional que considera partes sujetas a las obligaciones de ahorro energético sólo a las empresas minoristas de venta de energía, como las comercializadoras, y no a los distribuidores. Asimismo, pregunta si es compatible con el artículo 7.1 y 7.9 de la Directiva 2012/27/UE una regulación de un Estado miembro que establece un sistema nacional de obligaciones de eficiencia energética cuyo cumplimiento consiste en una contribución financiera anual a un Fondo Nacional creado al amparo de la previsión del artículo 20.4 de dicha Directiva.

También plantea si es compatible con los artículos 7.1 y 20.6 de la Directiva 2012/27/UE una regulación nacional que contempla la posibilidad de cumplir las obligaciones de ahorro energético mediante la acreditación del ahorro conseguido como una alternativa a la contribución financiera a un Fondo Nacional de Eficiencia Energética. De contestarse afirmativamente esta pregunta, el Supremo cuestiona entonces si es compatible con los citados artículos 7.1 y 20.6 de la Directiva la previsión de dicha posibilidad alternativa de cumplimiento de las obligaciones de ahorro energético cuando su efectiva existencia depende de que el Gobierno la desarrolle discrecionalmente por vía reglamentaria.

Según el esquema de aportaciones para este año, que asciende a unos 218 millones de euros, las empresas de Repsol, incluida la filial de Butano, deberán dedicar este año 42,8 millones de euros al fondo, frente a los 30,1 millones de Endesa o los cerca de 28 millones de Gas Natural Fenosa. Cepsa, con un 10,9% de las ventas, deberá aportar unos 22,74 millones, y la petrolera BP debe aportar 19,64 millones, frente a los cerca de 15 millones de las sociedades de Iberdrola, a las que Industria atribuye el 7,2% de la energía vendida al consumidor final. A Galp le corresponden otros 11,76 millones.