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Bruselas autoriza a la alemana RWE la compra de activos de renovables y energía nuclear de E.ON

Europa Press.– La Comisión Europea aprobó la compra por parte de RWE de activos de producción energética de origen renovable y nuclear de E.ON, al concluir que la operación no plantea problemas de competencia en el espacio económico europeo. La compra se enmarca en una operación «más compleja» de intercambio de activos entre las dos energéticas alemanas, que incluye la adquisición por E.ON de activos de distribución y venta minorista de RWE, que está siendo, a su vez, examinada por Bruselas en un expediente paralelo.

Sin dañar la Competencia alemana

Sobre la compra de activos de E.ON por parte de RWE, el Ejecutivo comunitario ha examinado el impacto de la operación en la producción y suministro mayorista de electricidad en el mercado alemán, por ser éste el mercado en el que más posibilidades de solapamiento existían. En sus conclusiones, la Comisión considera que la operación es «poco susceptible» de dañar la competencia efectiva y tampoco plantea riesgos de que RWE intente influenciar en los precios de mercado. El Ejecutivo comunitario cree, además, que RWE seguirá encontrando competidores de peso en el sector tras la operación.

RWE cree que 2038 es demasiado pronto para el adiós alemán al carbón y supondrá una pérdida significativa de empleo

Europa Press.- La recomendación de que Alemania deje de usar completamente carbón como combustible a partir de 2038, efectuada por una comisión designada por el Gobierno, tendrá un impacto negativo significativo sobre el empleo, según ha advertido la eléctrica alemana RWE, señalando que la fecha fijada para el abandono de esta fuente de energía «es demasiado pronto».

«La fecha de finalización de 2038 recomendada por la Comisión para la generación de energía a base de carbón es demasiado pronto para la compañía», advierte la utility germana, que defiende la necesidad de volver a examinar esta fecha en 2032. En este sentido, RWE sostiene que la implementación de las propuestas de la Comisión gubernamental representaría un tour de force de políticas estructurales para las regiones afectadas, añadiendo que las medidas planteadas por los expertos para abordar estos problemas representan «un buen primer paso», pero advirtiendo de que la gestión de este cambio estructural «es una tarea de décadas».

Asimismo, la eléctrica recuerda que ya había advertido de que este plan tendría un «impacto considerable en la empresa y sus empleados», tanto de manera directa como mediante proveedores y empresas colaboradoras. «Las propuestas de la Comisión tienen graves consecuencias para el negocio de lignito de RWE», advirtió Rolf Martin Schmitz, consejero delegado de RWE, subrayando el compromiso de la empresa para salvaguardar los intereses de sus empleados y accionistas.

El máximo ejecutivo de RWE ha añadido que las propuestas supondrán «una reducción significativa» de puestos de trabajo para 2023, aunque aún no se puede cuantificar», pero que va «mucho más allá» de los planes anteriores. En este sentido, Schmitz ha apuntado el impacto directo sobre los empleados de las plantas afectadas por el cierre previsto para 2022, añadiendo que indirectamente se verán afectados también los empleados en minería a cielo abierto, por lo que ha expresado su deseo de que el plan se ejecute de una manera socialmente aceptable, «porque los empleados no deben ser víctimas de decisiones políticas».

La llamada Comisión del Carbón recomendó que Alemania deje de usar este combustible a más tardar en 2038. La Comisión solo efectúa recomendaciones. La puesta en práctica correrá por cuenta del Gobierno federal de la canciller Angela Merkel y de los Ejecutivos de los estados federados. Un 37% de la energía eléctrica de Alemania se genera a través de la producción de lignito y hulla.

Alemania aspira a poner fin a la explotación de lignito y hulla para cumplir con sus metas de reducción de emisiones de dióxido de carbono. El carbón cobró mayor importancia al resolver el Gobierno el apagón gradual de la centrales nucleares hasta 2022. La Comisión aconsejó que los estados federados afectados reciban compensaciones de unos 40.000 millones de euros durante un plazo de 20 años y propuso que en el año 2032 se revise la posibilidad de adelantar la fecha de salida a 2035 en consenso con los operadores energéticos.

Los ecologistas se movilizan en Alemania contra las talas forestales en el bosque de Hambach para abrir minas de carbón

EFE.– Miles de manifestantes se concentraron en las inmediaciones del bosque de Hambach (Alemania) en apoyo a los grupos de activistas acampados en contra de las talas forestales y las extracciones de lignito y a los que un poderoso contingente antidisturbios trata de desalojar. La concentración aunó tanto a agricultores como a otros ciudadanos de esta región, contrarios a extender las extracciones carboníferas que comportarían la tala masiva en esos bosques.

La movilización se produce después de que el operativo policial intentara desmantelar a las cerca de 60 casetas de madera construidas en los árboles por los activistas. Las fuerzas de seguridad alemanas detuvieron a unos 30 activistas, según indicaron fuentes policiales. Varios activistas se atrincheraron en un túnel subterráneo, que finalmente abandonaron sin oponer resistencia. Hasta ahora el dispositivo antidisturbios desmanteló una docena del total de 60 casas de madera, instaladas a hasta 20 metros de altura, con el propósito de impedir las talas forestales.

Resistencia contra minas de carbón

Los ecologistas mantienen su ocupación en ese bosque desde 2012 y su presencia había sido tolerada por las autoridades locales pese a las sucesivas órdenes de desalojo. Su acción se ha convertido en un símbolo de la resistencia contra las explotaciones de carbón de la región, tanto por los efectos de esa fuente de energía altamente contaminante como por la deforestación progresiva derivada de las talas. El consorcio energético RWE se planea extender sus extracciones de lignito a cielo abierto, lo que implicará nuevas excavaciones a partir del próximo otoño.

Los bosques de Hambach se extendían hasta los años 80 por unos 85 kilómetros cuadrados, la mitad de los cuales han sido ya explotados por el consorcio, que estima que hay aún 2.500 millones de toneladas de lignito por extraer. El desalojo actual se ampara en una orden del departamento de la Construcción de Renania del Norte-Westfalia, que argumenta que esas construcciones no se ajustan a las debidas normas de protección contra incendios y que ponen en peligro el bosque.

Los beneficios del consorcio eléctrico aleman RWE bajan un 22,6% hasta junio

EFE. –  El consorcio eléctrico alemán RWE logró un beneficio en el primer semestre de 683 millones de euros, un 22,6% menos que los 883 millones del mismo periodo del año anterior, debido a la reducción de la rentabilidad de los centrales de energía convencionales.

Así, el resultado operativo antes de impuestos, intereses y depreciaciones Ebitda bajó en 300 millones para quedar en los 1.100 millones de euros. El Ebidta del sector de carbón y energía nuclear se situó en 167 millones de euros frente a los 401 millones del primer semestre de 2017.

Según la entidad, esto se debió ante todo a la bajada de los precios en el mercado mayorista y a la reducción de la producción de energía debido a la salida de la red del bloque B de la central nuclear de Gundremmingen a finales de 2017, en el marco del abandono de la energía atómica.

Si hablamos de cifras, en el primer semestre de 2018 RWE generó 87.900 kilovatios frente a los 105.100 kilovatios del mismo periodo del año anterior. La deuda neta se redujo a 3.700 millones de euros frente a los 4.500 millones del primer semestre de 2017.

Por tanto, la compañía considera que los resultados responden a sus expectativas y mantiene su plan de un aumento de los divendendos para los accionistas de 0,50 a 0,70 euros por acción.

La alemana E.ON gana 3.925 millones de euros en 2017, frente a la pérdida en 2016, y recortará 5.000 empleos

EFE.- La compañía alemana de suministro energético E.ON anunció que el acuerdo de intercambio de actividades que han alcanzado con RWE podría suponer el recorte de 5.000 empleos en la nueva E.ON, que acumulará unos 70.000 empleados, frente a los 40.000 con los que cuenta la compañía en solitario. E.ON tuvo en 2017 un beneficio atribuido de 3.925 millones de euros, frente a la pérdida de 8.450 millones de euros en 2016, tras la devolución del impuesto a la energía atómica.

E.ON indicó que las ventas bajaron el pasado ejercicio un 1%, hasta los 37.965 millones de euros. E.ON asegura que los sólidos resultados de 2017 crean una posición fuerte para el acuerdo de intercambio de actividades con la energética RWE del que prevé sinergias de entre 600 y 800 millones de euros anuales a partir de 2022. Asimismo, E.ON redujo su deuda el pasado ejercicio un 27%, hasta los 19.248 millones de euros, La compañía propondrá en la próxima junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 0,30 euros por acción por el año 2017 y quiere incrementarlo a 0,43 euros por 2018.

Intercambio de actividades con RWE

E.ON quiere adquirir una participación del 76,8% en Innogy y a cambio RWE se hará con una participación del 16,67% en E.ON y otras actividades. RWE mantendrá todo el negocio de renovables, el de Innogy y el de E.ON, de almacenamiento de gas de Innogy, así como la participación en la austríaca Kelag, de modo que RWE va a pagar por estas actividades 1.500 millones de euros en metálico a E.ON, que se queda con las partes más rentables de Innogy, que son las ventas y las infraestructuras y redes.

E.ON lanzó a los accionistas de Innogy una oferta de adquisición voluntaria a 40 euros por acción en metálico, que es el resultado de 36,76 euros por título más el pago de un dividendo de 3,24 euros por acción por los años 2017 y 2018. Una vez que E.ON tenga el control de Innogy, pasará la mayor parte del negocio de renovables a RWE, que también recibirá las participaciones minoritarias de E.ON en las nucleares de Emsland y Gundremmingen, que son gestionadas ahora por la propia RWE. La compleja transacción se cerrará a finales de 2019, según prevén las compañías.

E.ON y RWE revolucionan el panorama energético de Alemania con un intercambio de activos de 20.000 millones al repartirse Innogy

Europa Press / EFE.- Las compañías eléctricas alemanas E.On y RWE llegaron a un acuerdo para llevar a cabo un intercambio de activos valorado en unos 20.000 millones de euros que supondrá una profunda reestructuración del sector energético germano, incluyendo el traspaso de la propiedad del 76,8% de Innogy, filial de renovables de RWE, a su competidora, que lanzará una OPA sobre el 100%,en poder de accionistas minoritarios.

Las acciones de ambas compañías celebraban el acuerdo con fuertes subidas en la Bolsa, donde los títulos de RWE ganaban un 7,5% y los de E.On se anotaban un alza del 3,8%. La operación, que requiere aún del visto bueno de los consejos de administración de ambas empresas, así como de las autoridades de competencia, contempla la entrega del 76,8% de Innogy a E.On a cambio de una participación del 16,67% en la propia E.On, que llevará a cabo una ampliación de capital del 20%. E.On se quedará con las partes más rentables de Innogy: las ventas, infraestructuras y redes.

En el marco de la transacción, E.On transferirá a RWE la mayor parte de su negocio de renovables, así como su participación minoritaria en PreussenElektra, en las centrales nucleares de Emsland y Gundremmingen, operadas por RWE, que mantendrá también todo el negocio de renovables de Innogy, además de los activos de almacenaje de gas y la participación de Innogy en la austriaca Kelag. La operación, que se llevará a efecto con el pasado 1 de enero de 2018 como punto de partida económico, contempla también el pago en efectivo de 1.500 millones de euros por parte de RWE a E.On.

Además, E.On se ha comprometido a lanzar una oferta pública y voluntaria de adquisición de acciones para la compra de los títulos de Innogy en poder de minoritarios, con un valor total de 40 euros por acción, incluyendo el pago de 36,76 euros en efectivo y la entrega de los dividendos de Innogy de 2017 y 2018, que se estiman en 3,24 euros. RWE no tomará parte en la oferta.

«Tras la exitosa implementación de la transacción se pretende integrar completamente a Innogy en E.On, que se convertirá en una compañía centrada en el consumidor, concentrándose en redes y soluciones para consumidores», indicó E.On, precisando que el intercambio de activos pactado se llevará a cabo en varias etapas. Por su parte, RWE destacó que al cierre de la operación combinará la propiedad del negocio de renovables de E.On y de Innogy, creando así una utility líder europea en renovables, con una cartera diversificada de activos de generación convencional y renovable.

Por otro lado, Innogy tuvo en 2017 un beneficio neto de 778 millones de euros, la mitad que en 2016, por amortizaciones en el negocio de venta en el Reino Unido. El resultado operativo Ebit se duplicó el pasado ejercicio hasta 2.800 millones de euros. El negocio de redes y de venta de energía de Innogy tuvo el año pasado un beneficio operativo antes de extraordinarios de 1.900 millones de euros. A finales del año pasado Innogy había revisado a la baja sus pronósticos de beneficio para los próximos años.

Innogy propondrá a la junta de accionistas el reparto de un dividendo de 1,6 euros por título por el ejercicio 2017. Asimismo, entre 2012 y 2015, las divisiones que actualmente forman parte de Innogy llevaron a cabo mejoras de la eficiencia de 1.600 millones y prevé reducir sus costes en otros 400 millones para finales de 2020. «Comentaremos los últimos anuncios de RWE y E.On en su debido momento», apuntó Uwe Tigges, consejero delegado de Innogy. En otro orden de cosas, Tigges anunció que Innogy tiene intención de invertir anualmente entre 2.000 y 2.500 millones de euros, mientras que seguirá examinando regularmente sus costes con el objetivo de convertirse en una compañía ágil y competitiva.

Enel descarta realizar una gran adquisición y afirma que su filial española Endesa «no entra en el juego» de fusiones

Europa Press.- El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, ha descartado realizar «una gran fusión» dentro del movimiento de grandes adquisiciones que se está planteando en el mercado energético europeo y ha reiterado de nuevo que Endesa «no entra en el juego».

En este sentido, Starace subrayó que «cada dos meses» se plantea la cuestión de las grandes adquisiciones, aunque aseguró que a este respecto tiene «una visión negativa» ya que consideró que «no es una propuesta interesante». «Los bancos sugieren esas operaciones cada dos meses, es algo que hay que aceptar. Siempre hemos sido muy amables y escuchado lo que proponen los bancos, pero eso no significa que sea así», señaló.

Además, dentro de estos rumores de fusiones en el mercado energético Starace señaló que, a pesar de que siempre se mete a Endesa, la compañía española, participada en un 70% por Enel, «no entra en el juego«. A este respecto, indicó que Endesa «no estará activa» fuera del mercado ibérico, aunque sí que va a estar «activa» en él por medio del crecimiento en renovables.

Asimismo, Starace negó cualquier interés en Innogy, compañía alemana participada mayoritariamente por RWE y con la que ha sido vinculada Enel en los últimos tiempos, ya que se trata de «una compañía grande». Lo que no descartó el directivo italiano fue poder participar en operaciones de adquisición de empresas de tamaño mediano, ya que aportan «más valor», según su opinión, que las grandes fusiones y adquisiciones, «que requieren mucho esfuerzo».

A este respecto, valoró la enseñanza que supuso la compra de Endesa en 2009, en una de las mayores adquisiciones en el mercado energético de la última década, ya que «necesitamos casi 10 años para obtener beneficio de una gran adquisición y creemos que no es aceptable». No obstante, Starace precisó que Enel está «contenta» con la compra de Endesa, ya que se trata de una compañía de las más rentables del sector en Bolsa y de la que los accionistas reciben «unos dividendos extraordinarios«.

El Tribunal Constitucional de Alemania avala el derecho de las compañías eléctricas a recibir compensaciones por el apagón nuclear decretado

EFE.- El Tribunal Constitucional de Alemania avaló el derecho de las compañías eléctricas a recibir una compensación «adecuada» por las pérdidas derivadas de la decisión del Gobierno de este país de acelerar el apagón nuclear tras la catástrofe de Fukushima (Japón) de 2011. La decisión del Tribunal Constitucional es la respuesta a la demanda que presentaron E.ON, RWE y la sueca Vattenfall después de que el Ejecutivo alemán decidiera cerrar las nucleares del país para 2022.

Las eléctricas reclamaron ser compensadas por los daños millonarios derivados de esa regulación, ante las inversiones realizadas en vano y los volúmenes de producción con los que ya no se generará electricidad como consecuencia del apagón nuclear definitivo. Según la sentencia, el Legislativo deberá aprobar antes de finales de junio de 2018 la correspondiente regulación para definir las compensaciones, que no fueron contempladas en la ley que estableció el apagón nuclear. En la lectura de su resolución, el vicepresidente del Constitucional, Ferdinand Kirchhof, confirmó, no obstante, el derecho constitucional del Gobierno a establecer fechas fijas para el apagón de todas las centrales nucleares del país.

La ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, se mostró «muy satisfecha con la resolución» del Tribunal Constitucional que confirma en esencia, argumentó, la constitucionalidad del apagón nuclear. «Tanto el establecimiento de fechas concretas de desconexión como también el calendario de cierres graduales son conformes a la Constitución», así como la anulación de la prolongación en 2010 de la vida útil de las centrales y la propia ley relativa al apagón nuclear, subrayó. Agregó que «las demandas de los consorcios energéticos por miles de millones quedan descartadas» con la resolución, al tiempo que destacó que el calendario del apagón se mantiene.

En tanto, el vicepresidente de los socialdemócratas, Ralf Stegner, afirmó que el «rumbo errático» de la canciller, Angela Merkel, «costará millones a los contribuyentes». Recordó que después de que socialdemócratas y verdes acordaran en 2002 el abandono de la energía nuclear, Merkel decidió salirse de este rumbo, con un «abandono del abandono», al que tras Fukushima siguió un «abandono del abandono del abandono», argumentó. «Si ahora los consorcios nucleares deben ser indemnizados por sus inversiones, la culpa es únicamente de Merkel«, sentenció. Por su parte, el líder de Los Verdes, Anton Hofreiter, exigió limitar las indemnizaciones «al mínimo necesario» y señaló que se está pagando que el Gobierno de conservadores y liberales «sencillamente trabajara mal».

La sentencia no supone todavía la adjudicación de una indemnización para las eléctricas, pero crea la base para que las compañías puedan defender sus reivindicaciones en futuros procesos o a nivel extrajudicial. Aunque no se conoce la suma concreta que podrían estar reclamando las empresas energéticas en materia de indemnización, los expertos calculan que podría ascender a 19.000 millones de euros. Los consorcios energéticos reclamaron su derecho a una indemnización ante el cambio de la política energética del Ejecutivo tras la tragedia de Fukushima, un adelanto del cambio de modelo energético que equipararon a una expropiación por las inversiones que habían realizado hasta ese momento.

Esas inversiones estaban en consonancia con el concepto energético a largo plazo del Gobierno alemán a finales de 2010. En esta política energética se veía la energía nuclear como una «tecnología puente», añade E.ON, que había invertido varios cientos de millones de euros en prolongar la vida de sus plantas nucleares. El adelanto del apagón nuclear y el rápido cambio de modelo energético devaluaron estas inversiones y las compañías energéticas no han recibido ningún tipo de compensación. El Constitucional alemán considera que el legislador debería haber tenido en consideración estas pérdidas al tomar la decisión.

La coalición de Gobierno entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y los liberales del FDP decidió en 2011 tras la tragedia nuclear japonesa dar marcha atrás al plan energético para prolongar la vida de las centrales atómicas aprobado en 2010. El Gobierno alemán estableció por ley un calendario gradual de cierres de las entonces 17 centrales nucleares todavía en funcionamiento, las últimas para 2022, unos 10 años antes de lo que había previsto antes.

E.ON celebra recibir las indemnizaciones

La energética E.ON dio la bienvenida a la decisión del Constitucional alemán de que las energéticas reciban una indemnización por el adelanto del apagón nuclear. «El Tribunal reconoce sobre todo la importancia de la confianza en lo que se refiere a las inversiones hechas sobre la base de decisiones políticas», señaló E.ON, que se mostró dispuesta a dialogar de forma constructiva con el Gobierno alemán sobre la indemnización y es consciente de que la negociación durará algún tiempo y no espera recibir pronto ningún pago.

E.ON y RWE subieron con fuerza en Bolsa después de que el Tribunal Constitucional alemán les diera la razón y declarara el adelanto del apagón nuclear parcialmente inconstitucional porque no hay indemnización para las empresas. E.ON ganaba en la bolsa de Fráncfort un 4%, hasta 6,38 euros, y RWE subía un 2,5%, hasta 12 euros. Nada más conocerse la decisión judicial llegaron a subir con fuerza más de un 5%.

La eléctrica alemana RWE baja el beneficio neto atribuible a sus accionistas un 99,4% hasta septiembre

EFE.- La compañía alemana de suministro energético RWE registró en los tres primeros trimestres un descenso del beneficio neto atribuible a los accionistas del 99,4%, hasta 11 millones de euros, en comparación con los mismos meses de 2015.

RWE informó de que la ganancia neta consolidada -sin extraordinarios y que sirve para calcular el pago de dividendo- bajó en el mismo periodo un 58,3%, hasta 227 millones de euros. El año pasado RWE también tuvo ingresos extraordinarios de ventas de participaciones.

El beneficio operativo también se redujo entre enero y septiembre un 20,1%, hasta 2.116 millones de euros, por la caída de los márgenes en la generación convencional de electricidad tras la caída de los precios mayoristas y el resultado de las centrales nucleares.

La facturación bajó también hasta septiembre un 5,2% hasta 33.206 millones de euros.

Tras sacar a bolsa Innogy, que agrupa las renovables, RWE AG incluye la generación de electricidad convencional, la venta de energía, así como una participación mayoritaria en Innogy, que está consolidada en las cifras económicas de RWE.

El beneficio operativo bruto (Ebitda) de RWE bajó entre enero y septiembre hasta 3.800 millones de euros, un 13,2% menos.

«En vista de las difíciles condiciones, sobre todo en la generación de electricidad convencional, registramos beneficios respetables en los tres primeros trimestres», dijo el nuevo director de Finanzas de RWE, Markus Krebber.

Innogy, que salió a bolsa en octubre, redujo el Ebitda hasta septiembre un 7%, hasta 2.900 millones de euros.

RWE mantiene sus pronósticos para 2016 y prevé un beneficio Ebitda de entre 5.200 y 5.500 millones de euros (7.017 millones de euros en 2015) y un resultado operativo de entre 2.800 y 3.100 millones de euros (3.837 millones de euros).

S&P cree que la reforma eléctrica británica dañará a las «big six», pero a Iberdrola en menor medida

Europa Press.- Standard & Poor’s (S&P) considera que la reforma eléctrica que preparan las autoridades en Reino Unido dañará a las compañías hegemónicas del sector, conocido como ‘big six’, si bien la filial de Iberdrola en el país, Scottish Power, que forma parte de este grupo, resultará afectada en menor medida.

En un informe, la agencia considera que la última reforma emprendida por el regulador Ofgem y la Competition and Markets Authority (CMA), en la que se propicia la entrada de nuevos competidores, «exacerbará las tendencias negativas para el ‘big six'» mediante la introducción de cambios en el mercado que reducirán la cuota de los agentes y los márgenes, al tiempo que elevarán la volatilidad.

En todo caso, la agencia considera que los ‘rating’ de las compañías no se verán por el momento afectadas y cita a Centrica y SSE como las dos eléctricas dentro del grupo de las seis dominantes con mayor riesgo de quedar dañadas por la reforma, dada su exposición al mercado minorista británico.

Desde mediados de 2013, se ha producido la llegada de nuevos competidores al mercado eléctrico británico, que ya tienen una cuota de mercado del 13%, ganada en detrimento de las seis grandes empresas del sector, que son Centrica, EDF, SSE, RWE, E.ON y Scottish Power.

Los cambios regulatorios en Reino Unido incluyen medidas para elevar la transparencia, la competencia y la flexibilidad de los clientes a la hora de elegir suministro. Algunos ya se están aplicando y otros entrarán en vigor en 2018.