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Serrano (Unesa) destaca el papel de las redes de distribución eléctricas para avanzar hacia los objetivos de la transición energética

Europa Press / EFE.- Marina Serrano, presidenta de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), ha destacado el papel «crucial» de las redes de distribución eléctrica para avanzar hacia la transición energética, de acuerdo con los objetivos del nuevo Ministerio para la Transición Ecológica que encabeza Teresa Ribera.

La nueva ministra aludió en su toma de posesión al profundo cambio que es preciso llevar a cabo para caminar hacia un modelo económico y social más compatible con los límites del planeta, un objetivo que, según Serrano, comparten en Unesa. Asimismo, Ribera se refirió a la importancia de conciliar entre sí las políticas de energía, agua y medio ambiente, prestando atención a las necesidades de los colectivos más vulnerables.

«Desde Unesa pensamos que, en efecto, la energía eléctrica está llamada a ocupar un papel protagonista en este proceso de transición a una economía descarbonizada, ya que es la energía final con más posibilidades de integración de renovables y de reducción de emisiones de CO2. De este modo, esperamos que las políticas que ponga en marcha el Ministerio constituyan una oportunidad para avanzar hacia una economía más sostenible», aseveró Serrano.

Según indicó, merece la pena destacar elpapel de las redes de distribución eléctricas, que ya están en un proceso de renovación y digitalización, lo que permitirá dotar de más flexibilidad al sistema y más capacidad de decisión y gestión al consumidor. «Todo ello, con un volumen importante de inversiones, que contribuirá a la mejora de la economía y creación de empleo nacional», ha destacado.

Serrano recuerda que el sector eléctrico se enfrenta al reto de integrar más renovables y otros recursos de generación eléctrica distribuida, de facilitar el desarrollo de la movilidad eléctrica y de contribuir a una mayor electrificación de otros usos energéticos. «En este proceso también será fundamental la generación de respaldo, que contribuirá a la flexibilización del sistema y aportará firmeza para garantizar el suministro», indicó.

La ministra también subraya la importancia de que todos los sectores de la sociedad colaboren para caminar hacia este escenario de descarbonización y transición ecológica. En el marco de este propósito, la patronal eléctrica ofrece su colaboración al Ministerio «para cumplir con los objetivos de los Acuerdos de París y de la Unión Europea, así como para convertir a España en un referente de sostenibilidad».

Carbunión subraya que los expertos defienden la continuidad del carbón, al menos hasta 2030, mientras Endesa reivindica a las térmicas

EFE.- Endesa ha emprendido una campaña para alertar contra lo que considera «falsos mitos» en torno al sector energético y el medio ambiente, negando que las centrales térmicas sean el origen de la mayor contaminación. Por su parte, la patronal del carbón, Carbunión, considera que el informe de los expertos sobre transición energética «deja la puerta abierta para la continuidad del carbón», ya que la generación termoeléctrica con este mineral seguirá necesitándose como respaldo a las renovables al menos hasta 2030.

Carbunión considera que el informe plantea el mantenimiento de las centrales térmicas de carbón en el mix de generación como respaldo imprescindible a las energías renovables. Además, la patronal del carbón ha recordado que la generación con carbón puede suponer un freno al encarecimiento de la factura eléctrica que se produciría utilizando otras fuentes como el gas natural. En este sentido, Carbunión indicó que el informe cifra ese encarecimiento entre un 14% y un 30%, en función del escenario escogido.

Además, Carbunión ha señalado que el cierre de las térmicas de carbón supondría nuevas inversiones en otro tipo de centrales de respaldo y defiende dar utilidad al carbón autóctono producido en España frente a incrementar las importaciones de gas. Sin embargo, en el escenario base del informe sobre transición energética, el carbón desaparece casi por completo para 2030, al resultar inviable con los precios que tendrán las emisiones de CO2.

El «falso mito» del carbón

En esa primera entrega de la campaña para alertar contra lo que considera «falsos mitos» en torno al sector de la energía y el medio ambiente, Endesa trata de desterrar la idea de que el carbón es el principal agente contaminante que provoca el cambio climático: «No culpes sólo al carbón, tu coche y otros mil millones contaminan mucho más», reivindica el texto. Un spot complementa el mensaje de Endesa, propietaria de varias centrales térmicas.

Los protagonistas del anuncio conversan sobre cómo desplazarse a un cine cercano. Ante la propuesta de ir en coche, surge la opción de ir andando. Uno de los jóvenes contesta: «primero que cierren las centrales de carbón, que está demostrado que el carbón es lo que más contamina», frase que es señalada como un “falso mito”. Tras esta conversación, el spot concluye con un gráfico en el que Endesa tacha la afirmación de que «el carbón es el principal responsable del cambio climático» y añade que «el transporte tradicional en España supone el 40% de las emisiones contaminantes», mientras que las centrales térmicas «el 14%».

La empresa sostiene que «aunque es frecuente escuchar que las centrales térmicas de carbón son las responsables del cambio climático, la Agencia Europea de Medio Ambiente ya dictaminó que el transporte era el sector más contaminante». «Ojo, nadie duda de la necesidad de descarbonizar la economía y de que el carbón tendrá que dejar de utilizarse… pero pongamos cada problema en su sitio», concluye Endesa.

Protermosolar lamenta que el papel de las termosolares en la descarbonización de la economía no sea valorado por los expertos

Europa Press.- La Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar) cree que la comisión de expertos sobre escenarios para la transición energética no valora en su justa medida el papel que estas instalaciones pueden jugar en la descarbonización de la economía y pide al Gobierno que entienda esta oportunidad.

Luis Crespo, presidente de Protermosolar, señala que un escenario con 80.000 MW de tecnologías renovables no gestionables en 2030 «resultará inviable» desde el punto de vista del plan de negocio de las inversiones en dichas tecnologías e inducirá a unos costes muy elevados de los ciclos combinados en los mercados de ajuste por el reducido número de horas a los que se verán abocados los 25.000 MW mantenidos hasta 2030.

A juicio de la asociación, las centrales termosolares tienen todavía un gran recorrido de reducción de costes (solo hay 5 GW instalados en comparación con los 500 GW de eólica o de fotovoltaica) por lo que en el escenario 2030 su competitividad sería todavía mayor. «No entendemos como esta oportunidad, con centrales con almacenamiento y entre 3.500 y 4.000 horas de operación anuales, les puede pasar desapercibida a los expertos», lamenta Crespo. Así, señala que un mix más equilibrado de tecnologías solares (fotovoltaica y termosolar) permitiría avanzar más rápidamente hacia la descarbonización y sin incremento de costes para el sistema, con generación fotovoltaica en las horas centrales del día y de termosolar en la tarde-noche.

A este respecto, argumenta que una planificación basada no en el coste de generación, sino en el valor para el sistema, tendría como resultado óptimo un porcentaje de termosolar en el mix eléctrico en torno al 20% para 2030, «facilitando el cierre más acelerado de las centrales de carbón e incluso un adelanto secuencial del cierre de centrales nucleares con una menor necesidad de respaldo de ciclos combinados que la considerada en el documento, además del importante impacto macroeconómico en la economía española». «Confiamos en que el Gobierno valore adecuadamente y entienda esta oportunidad», concluye.

La demanda de gas natural para generación de electricidad alcanza su nivel más alto desde enero de 2011

Europa Press.- La demanda de gas natural para generación de electricidad alcanzó valores por encima de los 550 gigavatios hora (GWh), su valor más alto desde enero de 2011. Este incremento estuvo motivado, fundamentalmente, «por una muy baja generación eólica e hidráulica y por la parada de dos centrales nucleares en España”, apuntó Enagás. Por su parte, la demanda convencional, destinada a los consumos de hogares, comercios e industrias, ha registrado su máximo histórico en un mes de noviembre.

La demanda total de gas esté registrando los valores más altos en condiciones normales de temperatura desde 2012. Enagás indicó que el récord de demanda de gas para el sector eléctrico se superó «atendiendo con normalidad toda la demanda del sistema, lo que pone de manifiesto el papel fundamental que el gas natural desempeña para garantizar el suministro de electricidad». En lo que va de año, la demanda de gas natural en España aumentó en torno a un 9% con respecto al mismo periodo de 2016, debido principalmente al crecimiento de la demanda industrial (7,4%), que representa el 60% del total de la demanda nacional.

Unidos Podemos demanda al Gobierno que defienda unos objetivos de energía y clima más ambiciosos ante la Unión Europea

Europa Press.- Unidos Podemos, grupo parlamentario del que forma parte Equo, exigió al Gobierno una serie de objetivos verdes que deberá defender en el marco de la Unión Europea, dentro de la negociación del paquete de medidas legislativas Energía limpia para todos los europeos. Así lo hizo con una moción consecuencia de la interpelación que la coportavoz de Equo, Rosa Martínez, dirigió al ministro de Energía, Álvaro Nadal.

En su iniciativa, Unidos Podemos plantea que el Gobierno defienda en las negociaciones comunitarias objetivos nacionales y vinculantes para situar en 2030 el uso de renovables en el 45% y el ahorro en eficiencia energética en el 40%. Este es uno de los objetivos con los que Unidos Podemos esperaba que el Congreso instara al Gobierno a redirigir su política energética en Bruselas. Otras de las medidas propuestas por Unidos Podemos pasan por defender el acceso prioritario de las energías renovables a la red eléctrica, el apoyo a las cooperativas de productores energéticos, el establecimiento de «una estrategia transversal contra la pobreza energética» y la obligatoriedad de un presupuesto de carbono en la Unión Europea.

Asimismo, también llaman a acabar con los mecanismos por capacidad, pues consideran que son «subvenciones encubiertas a las energías sucias» y, si no es así, recurrir a ellas siempre que no se supere el umbral de emisión de 350 gramos por CO2, como propone la propia Comisión Europea, para centrales ya existentes y nuevas. Otras de las medidas que incluyen en su moción son el fin de las subvenciones públicas a los agrocombustibles, que compiten con la producción alimentaria y contribuyen a la deforestación en países empobrecidos, reforzar la cooperación a nivel nacional, regional y municipal, y fijar una tasa de renovación de viviendas «eficientes, saludables y asequibles» del 3%.

Durante su interpelación Nadal, la dirigente de Equo afeó al ministro que España no se situara en el «eje París-Berlín» y se decantara por hacer «causa común con Polonia en defensa de las energías sucias». En el texto de la moción, Martínez critica que, aunque los objetivos propuestos por la Comisión Europea «no son todo lo ambiciosos que deberían para dar cumplimiento a los Acuerdos del Clima de París», la posición del Ejecutivo español «ha sido la de defender unos objetivos en energía renovables y eficiencia energética muy por debajo de los propuestos por la Comisión». De esta forma, la diputada de Unidos Podemos acusa al Gobierno de «defender una transición mucho más lenta de lo que es posible tecnológicamente».

Martínez critica que la posición española condicione cualquier objetivo y acuerdo a la construcción de nuevas interconexiones, que si bien concede que este elemento «será importante en la transición energética» asegura no compartir «la supeditación de los objetivos de renovables a la construcción de nuevas interconexiones». Así, advierte del «altísimo coste económico» de estas infraestructuras y vuelve a demandar «máxima transparencia y control» habida cuenta de su impacto ambiental. «Necesitamos más información y evidencias de la necesidad estratégica de estos proyectos: estudios de mercado, los cálculos, análisis de coste-beneficio, de la viabilidad de otras opciones (ahorro, almacenamiento, gestión de la demanda)… Estos informes deben ser públicos y debatidos, dado el esfuerzo que va a suponer en la factura eléctrica», asevera.

Gas Natural Fenosa pide que la regulación española garantice una rentabilidad «adecuada» mientras recibe ofertas por su negocio en Italia

EFE / Europa Press.- Un total de 8 ofertas no vinculantes se han presentado por los negocios de comercialización y distribución de Gas Natural Fenosa en Italia, sobre los que la compañía española ha encargado un análisispara decidir si continúa con ellos o los vende. Por otro lado, el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, indicó que debería ser objetivo de la regulación energética que las empresas que operan en España en el sector tengan una «adecuada rentabilidad» y seguridad jurídica.

Asimismo, Villaseca ha manifestado que «un bajo coste eléctrico debe ser un objetivo para todos». En este sentido, negó que España tenga la factura de la luz “más cara” de Europa y valoró que se haya conseguido el equilibrio al acabar con el déficit de tarifa que se arrastraba, pero indicó que se ha pasado de tener una de las energías «más baratas a contar con una más elevada». A este respecto, el directivo señaló que no ayuda que en el recibo más del 50% de los costes correspondan a decisiones de política industrial o ambiental y a cargas fiscales. «Si esas cargas desaparecieran volveríamos a tener la energía con uno de los precios más competitivos de Europa», apuntó Villaseca.

Por otro lado, Villaseca indicó que el sector se enfrenta a «grandes retos» como son la descarbonización por medio de la introducción de nuevas tecnologías verdes, pero de una manera eficiente y a un coste bajo. «Y eso no es fácil», incidió. Por ello, pidió, en presencia del ministro de Energía, Álvaro Nadal, una regulación «muy clara y definida» por parte de los Gobiernos para que se puedan afrontar las inversiones necesarias a largo plazo.

Finalmente, consideró necesario planificar la política de potencia de respaldo que tendrá que haber en el sistema eléctrico para garantizar el suministro ante el incremento de las energías renovables, que se caracterizan por ser intermitentes. En este sentido, Villaseca recordó que la mayoría de las fuentes de generación «están en pérdidas», por lo que pidió definir el mix energético, con el papel para cada fuente y la política de respaldo que se piensa aplicar. «Cómo se va a resolver el backup, no es nada fácil pero sí es urgente«, indicó.

Ofertas por su negocio italiano

Fuentes del mercado conocedoras del proceso confirmaron que 8 empresas han mostrado interés por la filial italiana de Gas Natural, tal y como ha publicado el diario El Economista. Las ofertas no vinculantes proceden de Italgas, Engie, 2iRete Gas, Verbund, Direct Energie, Optima Italia, Green Network y Shangai Dazhong, y oscilan entre los 500 millones y los 600 millones de euros. En febrero, Gas Natural Fenosa confirmó que había contratado al banco de inversión Rothschild para analizar distintas opciones estratégicas para sus activos de distribución y comercialización en Italia, entre las que figuraba una eventual venta, en el marco de los cambios en la regulación que se están produciendo en el sector energético del país.

El consejero delegado (CEO) de Italgas, Pablo Gallo, ya anunció el pasado 1 de septiembre que su compañía presentaría antes de octubre una oferta por los activos de distribución de la española Gas Natural Fenosa en Italia. Gas Natural Fenosa está presente en Italia desde 2002 y opera a través de sociedades separadas: la empresa de servicios Gas Natural Italia; Gas Natural Vendita Italia, que comercializa gas natural y electricidad; Nedgia, que gestiona la distribución de gas natural en el mercado regulado, y Gas Natural Rigassificazione Italia, que desarrolla una planta de regasificación en Trieste.

Nadal asegura que la luz sería un tercio más barata si se hubiera hecho un desarrollo «pausado» de renovables

Europa Press.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha asegurado que si los 30.000 megavatios (MW) instalados en España de energía renovable se hubieran implantado «de manera más pausada, con menos impulso político, con menos deseo y más realismo», en vez de «7.000 millones de euros en primas que pagamos todos los años por 25 años, estaríamos pagando como mucho 300 o 400 millones y tendríamos una factura de la luz un tercio más barata de lo que ahora mismo estamos pagando».

La factura eléctrica sufraga cada año unos costes totales superiores a los 30.000 millones de euros, de los que alrededor de 17.000 millones corresponden a costes regulados, entre los que se incluyen los incentivos a las renovables, mientras que el resto procede del coste de la energía en el mercado mayorista. El ministro criticó además que, «en la transición energética, muchas veces se pone por delante la ideología o los buenos deseos», cuando hay que «trabajar sobre realidades y costes».

Además, ha incidido en la mejora de la competitividad y ha instado a que el debate de política en España «se centre más en esto», en vez de hablar solo de que «el problema es de reparto». Por otro lado, ha reflexionado sobre la «revolución energética-climática y la digital». Respecto a la primera, ha indicado que afrontamos una «transición energética» hacia una energía más limpia, un cambio «costoso», que hay que hacer «con extremo cuidado».

Nadal abogó por «minimizar» las primas renovables y tomar decisiones «en los tiempos adecuados», siendo «muy realista con cómo va a funcionar la tecnología». Nadal critico que el «haber metido tanta energía fotovoltaica» en España con «una tecnología inmadura y a un precio muy caro» ha supuesto «una factura del orden de 2.000-3.000 millones de euros todos los años», como consecuencia de «precipitarse», en vez de «esperar a que la tecnología se desarrollase adecuadamente bien».

El ministro ha insistido en que «si vas muy por detrás no estás en el cambio tecnológico, pero si vas excesivamente por delante, y te puede más el deseo que la realidad, cometes errores y unos sobrecostes tremendos en el sistema» y ha destacado que la política energética requiere «consensos políticos» y «mucha visión», porque las decisiones se tienen que basar en «realidades y sobre visiones parciales que tratan de construir y aportar» y no utilizar esta cuestión «demagógicamente o políticamente para desgastar al otro».

Nadal ha subrayado que el Gobierno central tiene que asumir su «parte de compromiso» en la lucha contra el cambio climático, en lo referente al denominado Paquete de Invierno de la nueva normativa europea sobre energías renovables. «Nuestra estrategia pasa por aportar como hemos hecho antes», indicó para, a continuación, recordar que España tiene un objetivo de alcanzar el 20% de energías renovables para 2020 y «hay que fijar» el de 2030, teniendo en cuenta de que España es «una isla energética». Al respecto ha apostado por hacer una «ligazón» entre objetivos medioambientales y el nivel de interconexión energética y reivindicó «un consenso» sobre esta cuestión entre las fuerzas políticas.

No quiere prescindir de nada

En lo que respecta a la producción energética ha considerado que España no dispone de un avance tecnológico «lo suficientemente maduro» como para «prescindir de alguna tecnología» en el sistema energético y así «todavía hay que dar respaldo» a las energías renovables, lo que «cuesta mucho dinero». Por eso ha incidido en que la transición «hay que hacerla con cuidado y al menor coste posible». A su juicio, es «difícil» prescindir de gas y carbón, puesto que este último «ofrece un seguro del que es difícil prescindir, ya que nos da un seguro para la utilización de la energía térmica».

«Por eso es bueno que vayamos con esa idea constructiva al debate político», ha subrayado, para señalar, a continuación, que «el 90% de las propuestas» que recibe de política energética no consisten en «disminuir los costes del sistema y mejorar la competitividad», ni tampoco en «hacer más óptima a menor coste esta transición«, sino que pasan por el «no me cobres a mí esos costes, rebájamelos y dáselos a otros».

De este modo, ha criticado que «muchas» propuestas sobre autoconsumo no son eficientes como, a su juicio, tampoco lo es que cada uno pueda definir su potencia todos los meses. «Yo no pago cuando no consumo pero lo que no pago yo lo paga otro«, subrayó. En definitiva, ha opinado que «no son constructivas», sino «juegos de suma cero», lo cual «no es una manera de hacer política energética», porque ésta tiene que hacer que «todo el sistema cueste menos».

Sobre la reforma de los peajes en las líneas de distribución de tensión entre 30 y 36 kV, contemplada en el acuerdo presupuestario alcanzado entre PP y PNV para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de este año, Nadal ha indicado que está pactado que «no le cuesta un euro al resto de consumidores», por lo que deberá aparecer una partida presupuestaria «en el presupuesto de 2018». A ello añadió que existe la «dificultad» de que Europa lo invalide como ayuda de Estado. «Hay celos competenciales que complican la cuestión y que me gustaría que se resolviesen», incidió.

Por otra parte, cuestionado sobre los terrenos de la central nuclear de Lemoniz y la de Garoña, ha apuntado que se reunirían los Ministerios de Energía y Medio Ambiente para abordar la «desafectación» de las tierras de la primera, que «debería ir razonablemente rápido«. «A base de perseguir judicialmente a los funcionarios de Medio Ambiente, pues se lo piensan todo mucho, luego queremos rapidez pero es que todo se lleva a la Fiscalía y muchas veces quedan sobreseíadas las causas, pero muchas veces quedan años y años para que al final se archiven», ha reflexionado.

«En eso hay que tener sensatez, porque si no, se atascan expedientes que es lo que está pasando», ha añadido. Sobre Garoña ha indicado que el Gobierno central «no ha tomado ninguna decisión» y hay «tiempo hasta julio». Además, Nadal ha opinado que, «desde el punto de vista del conjunto del sistema energético, Garoña no es tan importante«, aunque si desapareciera el parque nuclear en el país «la subida del precio energético sería del 25%».

El consumo de gas natural en España encadena con 2016 otro año de subidas con un alza del 2%

Redacción / Agencias.- La demanda nacional de gas natural en 2016 creció un 2% con respecto a 2015, hasta alcanzar los 321.000 gigavatios-hora (GWh), en el segundo año consecutivo al alza desde 2008, según datos del gestor técnico del sistema gasista, Enagás. Este crecimiento ha estado motivado fundamentalmente por el aumento del 3% de la demanda convencional de gas natural, destinada a los consumos doméstico, comercial, pymes e industrial.

Frente a esto, la demanda de gas natural para generación de electricidad de las centrales de ciclo combinado ha caído un 2% con respecto al año anterior. Enagás destaca que, pese a ese descenso, batió récords mensuales en octubre y noviembre, «lo que pone de manifiesto la importancia del gas natural como respaldo en el mix de generación eléctrica«. Entre los factores que motivaron estos récords, explican desde Enagás, destacan las menores aportaciones de las energías eólica e hidráulica a la generación eléctrica y el incremento de las exportaciones de electricidad a Francia, debido principalmente a la parada de ciertas centrales nucleares en este país.

Auge en el sector industrial

De vuelta al consumo convencional, la demanda industrial creció un 3% con respecto a 2015, en línea con la evolución de la economía nacional. Destaca el alza de la demanda del sector de la construcción, alrededor de un 11%, motivada por el auge del consumo de gas en la fabricación de productos cerámicos. También aumentó su demanda los sectores de la electricidad, un 9%; servicios, un 6%; y metalurgia, un 5%. El consumo en los hogares, comercios y pymes creció un 2,3% con respecto al año anterior, debido fundamentalmente a la incorporación de nuevos clientes y a unas temperaturas ligeramente inferiores a las de 2015.

España podría necesitar hasta 10.000 MW nuevos de ciclos combinados para 2030 si apuesta por el gas como respaldo de las renovables

La Asociación Española del Gas (Sedigas) señala que el sector eléctrico podría requerir inversiones de entre 5.500 y 10.000 millones de euros, a 1 millón de euros por MW a instalar según estimaciones de la propia patronal gasista, para aportar nueva capacidad instalada en ciclos combinados de gas si se adopta una política energética que apueste por el gas como respaldo de las energías renovables que se necesitan para cumplir los compromisos europeos e internacionales de cambio climático en 2030.

Sedigas incidió en que en 2030 únicamente será firme la mitad de la potencia instalada, con sólo 62.000 MW de los 124.000 MW de capacidad instalada total, por lo que se requerirán entre 5.500 MW y 10.000 MW de capacidad adicional en ciclos combinados de gas si se apuesta por esta tecnología como reemplazo de las centrales térmicas de carbón. De ahí la inversión que se necesitaría de entre 5.500 y 10.000 millones de euros. «Los ciclos combinados son el mayor garante de estabilidad en el sector. Haciendo una apuesta por la utilización del gas natural tenemos un sistema más fiable y menos emisor de CO2«, dijo el presidente de la patronal gasista, Antonio Peris.

En el escenario contemplado por Sedigas en su Informe 2030: papel clave del gas en una economía baja en carbono, en el que el gas tendría un peso del 33% en el mix de energía primaria, España podría obtener un ahorro de hasta 223 millones de euros anuales sin comprometer los objetivos europeos de renovables y de reducción de emisiones para el año 2030. Si bien la Unión Europea contempla para 2030 una presencia del gas natural del 27% en el mix, aplicando simplemente las regulaciones previstas por Bruselas para cumplir los objetivos ambientales, Peris, señaló que hay potencial en España para «ir más allá» y elevarlo hasta el 33%.

Según indicó Peris, para alcanzar ese 33% en el mix energético, sólo sería necesario aprovechar efectivamente las infraestructuras gasistas del país. De este modo, según el informe elaborado por la patronal gasista, no habría “un incremento de costes«. Sedigas recuerda que España cuenta con una importante diversificación de fuentes de suministro, con Argelia como principal suministrador a través de gasoductos pero también con 6 plantas de regasificación para traer el gas en estado líquido mediante el gas natural licuado (GNL). Además, en el medio plazo se contempla la ampliación de la capacidad de interconexión con Europa, algo que se espera conseguir con el gasoducto MidCat. Lo que no se contempla son nuevos almacenamientos subterráneos ni que Castor entre en funcionamiento.

Para conseguir los 223 millones de euros de ahorro anual, se contempla actuar fundamentalmente en el sector residencial, con la sustitución de la biomasa y de otros combustibles más contaminantes por el gas natural, lo que supondría un ahorro de 185 millones de euros anuales y 341 euros por hogar. Por otro lado, en el sector terciario estos ahorros ascenderían a unos 38 millones anuales. A este respecto, Peris indicó que actualmente se priman combustibles con emisiones contaminantes más altas, no de carbono sino de óxidos de nitrógeno o de azufre, por lo que reivindicó que además de la descarbonización de la economía también se trate de mejorar la calidad del aire de las ciudades.

En lo que se refiere al transporte, el presidente de Sedigas señaló que la apuesta por el gas natural en los vehículos aportará una mayor reducción de emisiones, ya que emiten un 25% menos de dióxido de carbono y suponen una drástica reducción de los óxidos de nitrógeno y de azufre “sin suponer un coste adicional”. Además, permitiría seguir la implementación de la Directiva de Combustibles Alternativos, aumentando la penetración del gas natural en el transporte, incluido también el marítimo.

Asimismo, en materia de competitividad, Peris destacó la «alta eficiencia en procesos industriales y de cogeneración» que tiene el gas, y señaló que, según su experiencia, las áreas industriales requieren cada vez más del suministro de gas. Además, Sedigas considera que la puesta en marcha del hub del gas permitirá una mayor transparencia de los precio. La industria consume casi un 50% del gas natural en España, según el estudio.

En lo que respecta a la COP21 de París, el presidente de Sedigas aseguró que se trata de un hito, aunque afirmó que el acuerdo “es complejo” para alcanzar los objetivos de descarbonización de 2030 y requerirá de «mucho desarrollo para que pueda dar los frutos esperados», por lo que garantizar su cumplimiento es «difícil». Asimismo, destacó que el sector gasista español comparte estos objetivos y subrayó que el gas será «una parte importante de la solución» ya que es el combustible tradicional que «tiene que ayudar a esa transición».

España necesitará invertir 385.000 millones para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, según Deloitte, que recomienda mantener nucleares

Europa Press / EFE.- España necesitará invertir entre 330.000 y 385.000 millones de euros, unos 10.000 millones de euros anuales, para cumplir con los objetivos de reducción de CO2 establecidos por la Unión Europea para el año 2050, entre un 80% y un 95%, según el informe Un modelo energético sostenible para España en 2050 de la consultora Deloitte.

De este importe total, entre 185.000 y 251.000 millones de euros, deberán destinarse a la generación eléctrica libre de emisiones, fundamentalmente a las renovables, entre 50.000 y 59.000 millones de euros a redes de transporte y distribución energética, entre 38.000 y 73.000 millones de euros a eficiencia energética y conservación y entre 29.000 y 39.000 millones de euros al cambio de vector energético. En la presentación del informe, el socio de Deloitte, Alberto Amores, destacó que estas cifras «son asumibles» ya que están en línea con la cantidad anual media invertida por el sector eléctrico durante la época de crecimiento.

Según Deloitte, para alcanzar ese compromiso de reducir las emisiones de carbono entre el 80% y el 95%, será necesario que el peso de la producción renovable alcance en el horizonte de 2050 más del 90% del total, frente al 38% actual. Esto quiere decir que de los actuales 52 gigavatios (GW) de renovables instalados en la actualidad se deberá pasar a entre 161 y 216 GW en 2050. Esta implantación de renovables requeriría además una capacidad de respaldo de unos 40 o 63 GW.

Además, la consultora considera necesario que se mantengan en funcionamiento tanto las plantas térmicas como las nucleares durante el periodo transitorio, ya que «para un mundo descarbonizado la nuclear tiene todo el sentido porque no emite y permite hacer un balance adecuado de aquí al 2030», señaló Amores. Así, el estudio advierte de que el cierre prematuro de las centrales térmicas convencionales instaladas, de carbón y ciclos combinados, requerirá nuevas centrales de gas natural a partir de 2020, ya que en ese momento es previsible que todavía no estén disponibles las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía necesarias para el respaldo del sistema, lo que significaría nuevas inversiones por valor de 3.500 millones de euros.

«Prescindir prematuramente de determinadas tecnologías o combustibles, como la nuclear, el carbón, el petróleo o el gas, pondría en riesgo el cumplimiento de estos objetivos y en definitiva la seguridad de suministro del modelo energético», señala Deloitte. Asimismo, apunta que el cierre de las plantas nucleares cuando cumplan 40 años supondría un incremento de las emisiones de CO2 y una subida del precio del mercado diario de electricidad de hasta 8-10 euros por megavatio-hora (MWh).

Electrificación progresiva de la demanda

Deloitte también señala que para alcanzar estos objetivos medioambientales será necesario limitar los productos petrolíferos a usos en los que no hay alternativa, como el transporte aéreo, y sustituirlos en otros usos por electricidad o por gas natural. En este sentido, supone que en España prácticamente todos los vehículos deberían ser eléctricos en 2050, para lo que se deberían vender en 2030 ya unos 750.000 vehículos, mientras que en 2015 apenas se vendieron 2.300 unidades en España; que entre el 40% y el 60% del transporte pesado se tendría que realizar por ferrocarril, cuando actualmente el 95% es por carretera, y que el 90% de los consumos de cocina, calefacción y agua caliente en viviendas y empresas debería ser eléctrico.

El informe también apunta a una serie de objetivos de «transición» para 2030: los coches eléctricos deberían suponer para ese año entre el 7% y el 10% del total, entre el 20% y el 25% del transporte de mercancías se tendría que hacer por ferrocarril eléctrico o entre el 34% y el 46% de los camiones deberían usar gas natural. Otras medidas tendrían que ver con la eficiencia energética a partir de la rehabilitación de edificios existentes, actuaciones en nueva edificación y nuevos procesos industriales.

Junto a estas recomendaciones, el informe apunta una serie de medidas que ayudarán a cumplir con esos objetivos como cambios en la fiscalidad de CO2, inversiones públicas en el transporte ferroviario, apoyo al vehículo eléctrico, promover el aislamiento en los hogares, extender la vida útil de las centrales nucleares hasta los 60 años o eliminar de la factura eléctrica los sobrecostes derivados de políticas energéticas que distorsionan el precio final.

Según Deloitte, la descarbonización permitiría rebajar en un 42% el precio medio de la electricidad que pagan los consumidores, al pasar de los actuales 120 euros por megavatio hora (MW) a entre 65 y 75 euros por MWh. Este descenso se debe principalmente al aumento de la demanda, que se duplicaría por su electrificación, y a la desaparición ya en ese horizonte del déficit del sistema y de la retribución actual a las renovables, que estará ya amortizada. Además, habrá una menor dependencia energética, ya que estima que en 2050 serán necesarios entre 7 y 15 millones de barriles de petróleo, frente a los 416 millones de barriles de 2013, con lo que bajaría la millonaria factura petrolera de España.