Entradas

Los expertos aconsejan acabar con los pagos por capacidad en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética

EFE.- Los tres expertos consultados en la comisión parlamentaria de cambio climático han coincidido en que la futura norma debe eliminar las ayudas a los combustibles fósiles, que en España se canalizan a través de los pagos por capacidad, destinados a compensar al propietario por el mantenimiento de una central para que funcione cuando el sistema lo necesite.

El primer interviniente fue Yves Saint-Geours, embajador de Francia en España, quien ha detallado las claves de la Ley francesa de cambio climático, que establece un objetivo de 0 emisiones en 2050, así como presupuestos quinquenales de cuánto carbono se puede emitir para estar en consonancia con esa meta. El cumplimiento de esta ley es evaluado por un comité independiente. La norma lleva asociada una alianza para la descarbonización del transporte, una fecha para el abandono del carbón, 2022, y un calendario de cierre nuclear, que se establecerá este año.

Lara Lázaro, experta en cambio climático del Real Instituto Elcano, ha defendido que la ley española debe aspirar a la neutralidad en carbono en 2050, es decir, a no emitir más de lo que el país pueda absorber por sus mecanismos naturales, y debe desarrollar presupuestos de carbono periódicos para cumplir esa meta. Lázaro ha abogado también porque sea una norma transversal, revisable según la mejor información científica disponible, que cuente con un comité de evaluación permanente, así como con un inventario y calendario de eliminación de los combustibles fósiles.

Finalmente, Joan Grimalt, director del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea), ha subrayado que la futura ley debe ser «el instrumento» que permita «pasar de una economía basada en los combustibles fósiles a un modelo de producción energética fundamentado en las renovables«. «A España le interesan las renovables: si las tenemos en casa, para qué vamos a comprar combustibles fósiles a precios caros y con oscilaciones importantes», ha incidido Grimalt, quien ha subrayado que con el gas natural, «aunque contamina menos, a nivel de lucha contra el cambio climático no ganamos nada».

El Gobierno reclama la participación del sector financiero en la transición hacia una economía baja en emisiones de CO2

Europa Press.- La directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, considera al sector financiero «clave» para lograr una transición hacia una economía baja en carbono y que, por tanto, debe apostar por inversiones «sostenibles» tanto económica, como medioambientalmente». En una jornada organizada por el Real Instituto Elcano sobre el papel que juega el sector financiero en la transición hacia una economía baja en carbono, Ulargui se dirigió a representantes de entidades financieras, del Ministerio de Economía y de universidades extranjeras.

La jornada se enmarca en el proceso de participación para elaborar la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética para cumplir con los objetivos del Acuerdo del Clima de París. Así, Ulargui se ha comprometido a que la futura ley será fruto del consenso y la participación de todos los sectores y agentes implicados para conducir al país hacia una economía baja en carbono. «La transición hacia patrones de crecimiento bajos en emisiones y resilientes al clima requiere de una participación activa del sector financiero, que deberá acompañar esta transformación con inversiones sostenibles tanto económica como medioambientalmente», apeló Ulargui.

La Oficina Española de Cambio Climático cree que el acuerdo de París nos sitúa ante un nuevo modelo de desarrollo

EFE.- La directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), Valvanera Ulargui, considera que el acuerdo en la lucha contra el cambio climático alcanzado en París nos proporciona «la certeza de que estamos a las puertas de un nuevo desarrollo económico, de que vamos a una economía baja en CO2». El acuerdo «no es perfecto, pero nos proporciona las pautas para alcanzar la perfección», incidió la directora de la OECC.

A su juicio, París es también «el paradigma de un acuerdo moderno: porque ha conseguido que cerca de 200 países se pongan de acuerdo para integrar la mitigación y adaptación al cambio climático en su política de desarrollo». Ha destacado el hecho de que los países se hayan comprometido a que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo, pero también a hacer lo posible para que ese incremento no supere los 1,5 grados.

Para ello se «ha reforzado el mecanismo de transparencia y rendición de cuentas» para asegurar que los países desarrollan «sendas de cumplimiento» para lograr el objetivo. Para que así sea, Ulargui recordó que existirá una especie de «escrutinio internacional» y los países se sentarán cada 5 años para hacer balance de la situación de cumplimiento y demostrar que «los próximos objetivos de reducción de emisiones que se pongan sobre la mesa son los mejores posibles».

La investigadora experta en cambio climático del Real Instituto Elcano, Lara Lázaro, también indicó que el acuerdo de París «es una victoria de la diplomacia internacional», y que fue posible gracias a que las negociaciones se llevaron a cabo de manera «inclusiva y transparente«. Entre «las luces» del pacto citó que «se haya salvado el proceso multilateral de negociación», y entre las sombras que «la ambición de los compromisos nacionales de reducción de emisiones presentados por los países no sea suficiente para que la temperatura no aumente más de 2ºC».

«A este ritmo de emisiones habremos consumido el presupuesto de carbono necesario para limitar la temperatura del planeta a dos grados en 10 o 15 años», ha apuntado Lázaro, quien ha considerado que al acuerdo de París le ha faltado «poner un precio al CO2, recoger la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles y compromisos concretos de las ciudades«, donde se producen la mayor parte de las emisiones.

El portavoz de cambio climático de SEO/BirdLife, David Howell, asegura el acuerdo de París marca «el principio del fin de los combustibles fósiles«. No obstante, Howell apela a los países, y en concreto a España, a poner en marcha «un modelo país» que permita cumplir los compromisos hechos en París. Ha insistido también en que habrá que implementar los compromisos tanto en materia de mitigación como de financiación porque de momento «no son suficientes», e incluir las emisiones del transporte aéreo y marítimo en el acuerdo, y que cambie el modelo de consumo cuanto antes.

Merino (Repsol) calcula que la caída del petróleo añadió entre un 0,5% y un 0,8% al PIB español

Europa Press.- La caída del crudo tiene consecuencias: mientras diversos expertos advierten del riesgo que puede presentar el actual contexto de precios bajos del crudo para los proyectos de empresas españoles en los países productores de petróleo, especialmente en infraestructuras, el director de Estudios de Repsol, Antonio Merino, señala que la caída del precio del petróleo sumó entre un 0,5% y un 0,8% al Producto Interior Bruto (PIB) de la economía española en 2015.

En su participación en la mesa redonda La caída del precio del petróleo: implicaciones para España (y más allá), organizada por el Real Instituto Elcano, Merino destacó que en el caso de la economía española el efecto de la caída del petróleo «es claramente positivo». A este respecto, el directivo de Repsol señaló que el precio del crudo cayó un 37% en 2015 respecto al año anterior, lo que ha supuesto una «transferencia de renta a los consumidores», con una caída media del 15% en los precios de los carburantes, que no ha sido mayor debido a los impuestos, así como con un ahorro en la factura energética de más de 11.000 millones de dólares.

Merino indicó que el origen de esta caída internacional de los precios del crudo está en un desajuste entre la oferta y la demanda debido, principalmente, a que desde 2014 la OPEP no ha reducido la producción y la oferta supera la demanda. «La demanda ha crecido prácticamente más de lo esperado porque ha funcionado la economía, pero en el otro lado la oferta ha crecido mucho más, pero fundamentalmente por la oferta OPEP. Han producido mucho más de lo que habían dicho que iban a producir», añadió al respecto.

Por su parte, el director del Programa de Energía del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano, aseguró que el escenario actual es fruto de «una pugna» entre los países poseedores de los vectores tecnológicos, fundamentalmente Estados Unidos, y los tradicionales productores de petróleo, los países de la OPEP. A este respecto, advirtió de que la actual situación de un precio bajo del petróleo hace que los países que «más dificultades» están pasando son básicamente los que «padecen conflictos y tienen una situación económica complicada», señalando fundamentalmente a Irak, Libia, Nigeria, Azerbaiyán, Venezuela, Ecuador, Argelia o Angola.

También indicó que entre los países que mejor están sorteando este momento bajista en el precio se encuentran los del Golfo Pérsico, que concentran el 80% de las reservas viables, con costes de producción por debajo de los 40 dólares. Mientras, Miguel Otero, investigador también del Real Instituto Elcano, apuntó que China no está reduciendo su consumo energético y que, a pesar de que reduce su crecimiento, «sigue aportando la misma magnitud al PIB global».

Riesgo para las empresas españolas

Asimismo, Escribano indicó que la bajada del precio del petróleo en estos países productores puede repercutir en ajustes en sus presupuestos y trasladarse a sus proyectos de inversión. Efectivamente, Escribano destacó que habría proyectos que podrían verse afectados, ya que «el grueso del ajuste en estos países será por las inversiones y no por los gastos corrientes». España está desarrollando actualmente proyectos de infraestructuras en países productores de petróleo, como el tren AVE entre Medina y la Meca (Arabia Saudí).