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La irrupción de las empresas petroleras y gasistas es una de las principales preocupaciones de los directivos del sector eléctrico

Europa Press.- La irrupción de las empresas petroleras y gasistas en el mercado se convierte en la segunda principal amenaza para las compañías eléctricas, según el 48% de los directivos encuestados, de acuerdo con los resultados de la Global Power & Utilities Survey 2018 elaborada por PwC. Además, el informe considera que, en la actualidad, muchas compañías ajenas al sector eléctrico están «muy atentas» a las oportunidades que se puedan presentar en el mercado de la electricidad.

Para el socio responsable de Energía en PwC, Carlos Fernández Landa, ninguno de los eslabones que componen la cadena de valor del sector va a seguir como hasta ahora. En este sentido, ha destacado que el mercado eléctrico está evolucionando hacia un modelo mucho más digital, donde la tecnología va a ser disruptiva en muchos aspectos y donde la personalización y la gestión del cliente están tomando un protagonismo «fundamental«.

«Vamos hacia un mercado más descentralizado del que hemos estado acostumbrados a ver, en el que los competidores ya no van a ser únicamente los tradicionales y donde seremos testigo de modelos de negocio nuevos y muy diferentes», ha asegurado Fernández Landa. En esta dirección, explicó que el sector, tradicionalmente acostumbrado a inversiones a largo plazo y a gran escala, deberá ajustarse en el futuro a las nuevas tecnologías y a ciclos más cortos en el tiempo, lo que va a exigir a las compañías a contar con modelos de negocio «más ágiles y dinámicos».

La convergencia de los avances tecnológicos, las nuevas medidas regulatorias, la generación de energía descentralizada, los cambios en los hábitos de consumo y la aparición de nuevos competidores que están transformando el sector eléctrico conforman las principales preocupaciones de las empresas eléctricas, para un 82% de los encuestados. El estudio revela una contradicción. Los directivos son «plenamente conscientes» de que tienen que adaptarse al nuevo entorno competitivo, pero son «pocos» los que transforman a fondo sus modelos de negocio para cumplir con el cambio de expectativas de los consumidores y aprovechar las nuevas disrupciones tecnológicas.

En 2015, solo el 26% de los encuestados pensaba que los modelos de negocio tradicionales del sector eléctrico seguirían funcionando en el futuro. Tres años más tarde, el 65% de los directivos cree que adaptar su modelo de negocio es «clave» y, de hecho, la mayoría (79%) ya ha ejecutado cambios en mayor o menor medida. Concretamente, el 54% de los directivos encuestados asegura haber hecho algún cambio, el 20% haber tocado su modelo de negocio en varias ocasiones y un 5% haberlo transformado completamente. Un 21% reconoce que no lo ha cambiado en absoluto.

Carmen Becerril sustituirá a Ignacio Grangel en la presidencia del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMEL)

Europa Press.– Carmen Becerril, hasta ahora presidenta de la comercializadora eléctrica Fortia, abandonará la compañía para asumir la presidencia del Operador del Mercado Ibérico de Energía, Polo Español, S.A., (OMEL), en sustitución de Ignacio Grangel.

La exdirectora general de Política Energética y Minas se incorporará a OMEL el próximo 17 de septiembre, según fuentes conocedoras del nombramiento.

Desde julio de 2011, OMEL se configura como una sociedad tenedora de acciones que posee el 50% de la sociedad gestora portuguesa OMI-Polo Portugués (OMIP), y la sociedad gestora española OMI, Polo español (OMIE), así como el 10% de la sociedad matriz portuguesa, OMIP-Operador do Mercado Ibérico (Portugal), mientras que OMIE asume la gestión del sistema de ofertas de compra y venta de energía eléctrica en el mercado spot de energía eléctrica en el ámbito del MIBEL.

Becerril cuenta con una amplia experiencia en el ámbito energético, en el que ha desempeñado distintas responsabilidades tanto en el sector público como en el privado. Así, en el sector público ha sido directora general del IDAE y directora general de Política Energética y Minas.

En el sector privado, fue directora de Consultoría en energía en PwC y entre 2005 y 2017 ha ejercido distintos cargos directivos en Acciona, como directora general de Recursos Corporativos o presidenta de Acciona Energía.

Además, a lo largo de su carrera profesional, ha sido miembro de distintos consejos de administración, entre los que cabe destacar los de Red Eléctrica de España (REE), CLH, Endesa o Acciona.

El sistema gasista acabará con su déficit acumulado en 2023, 8 años antes de lo previsto, según la consultora PwC

Europa Press / EFE.- El sistema gasista español alcanzará este año el superávit y, con la evolución prevista de la demanda, absorberá todo el déficit de tarifa que tiene acumulado en 2023, 8 años antes de lo previsto, según indica el informe Retos y oportunidades del sector gasista en el contexto de la transición energética de la consultora PwC.

Según el estudio, tras la reforma regulatoria de 2014 el sistema gasista se encuentra ya en equilibrio, a pesar de los pequeños desajustes que existieron en 2015 y 2016 debido al efecto sobre la demanda doméstica por el hecho de que ambos años fueron cálidos. Así, en 2018 se generará ya superávit. Esto será debido, principalmente, al comportamiento positivo de la demanda, que creció un 6,5% en el primer trimestre del año, a lo que se une que el sistema está ahora pagando unos costes menores ya que hay 90 millones menos de coste al año después de que el Tribunal Constitucional anulara varios puntos del decreto para pagar la indemnización por el almacén Castor, que se cargaba al sistema.

Según PwC, la sostenibilidad económica del sistema gasista ha permitido al regulador congelar los peajes de acceso desde 2014, o lo que es lo mismo, reducir los peajes un 2% en términos reales si consideramos la inflación. De esta manera, en 2023, con la generación de un superávit anual del entorno de 300 millones de euros una vez se haya repagado la deuda histórica pendiente, se podrían reducir los peajes hasta un 10% o mejorar la retribución de las actividades reguladas como se ha producido en otros países de nuestro entorno, según considera el informe.

La firma considera también que en una próxima revisión de peajes se debería contemplar una rebaja de los costes para el cliente doméstico, ya que la proporción que soporta frente a la media europea es muy superior. Además, defiende un mayor porcentaje de peajes fijos frente a los variables, pues en España los fijos son inferiores a la media europea, donde tienen gran importancia en caso de una coyuntura de demanda adversa, ya que generan mayor estabilidad en los ingresos.

A este respecto, el documento destaca que la reforma del sector gasista y la consiguiente contención de costes aparejó consigo que las retribuciones de las actividades de redes sean de las más bajas de Europa. Así, señala que, tanto en transporte como en distribución, la retribución media por punto de suministro en España se sitúa sensiblemente por debajo de la media europea, siendo un 11% y 20% inferior, respectivamente. Aún así, el informe también destaca que el gas natural ha sido capaz de atraer recursos de fondos de inversión de primer nivel, como prueba que en los últimos 15 años se han invertido 15.400 millones, entre otras cuestiones por haber gozado de bastante estabilidad regulatoria.

Además, el documento identifica al gas natural como un vector «indispensable» para abordar de forma eficiente el necesario cambio de modelo energético en España, ya que contribuye a los objetivos medioambientales de reducción de gases de efecto invernadero, a la vez que puede ser una vía para reducir la factura energética. «Nos enfrentamos al reto de transformar nuestro modelo energético para cumplir los objetivos medioambientales sin comprometer el crecimiento económico y la garantía de suministro. En este contexto, el gas natural se presenta como la alternativa más madura para atajar el problema de la contaminación, ya que puede sustituir a otras fuentes más contaminantes sin desarrollar infraestructuras adicionales», indicó el socio líder del sector energético en PwC, Carlos Fernández Landa.

A este respecto, el documento señala que el último informe sobre transición energética de la Comisión de Expertos designada por el Gobierno espera para el gas natural el mayor crecimiento en consumo de energía final, duplicándose desde los 150 teravatios hora (TWh) en 2015 a más de 300 TWh en 2030 y pasando a ser el principal consumo de 2030, por delante de la electricidad y de los productos derivados del petróleo. Según el estudio de PwC, las compañías del sector invierten unos 600 millones de euros al año en infraestructuras, lo cual ha permitido disponer de capacidad suficiente para absorber incrementos de demanda futuros.

El crecimiento se dará en todos los segmentos de consumo, aunque prevé que en la transición energética el rol de los ciclos combinados va a ser estable, suponiendo en torno al 17% o el 18% de la producción eléctrica entre 2020 y 2030. No obstante, la firma discrepa con la relevancia que en el informe de la comisión de expertos se da al gas en el transporte, apenas 13 TWh concentrados en el sector marítimo.

PwC considera que el gas es una solución con capacidad inmediata para tener penetración en el sector del transporte, que representa el 27% de las emisiones de CO2, sobre todo por su coste, y cree que su rol será importante en el segmento de transporte profesional y de pasajeros. En España en la actualidad sólo hay 6.000 vehículos, con un consumo de 2 TWh, frente a un potencial de 200 TWh que contempla la consultora.

De esta manera, el estudio valora que en España el gas natural cuenta aún con recorrido en el segmento doméstico, debido a su gran competitividad frente a otros productos petrolíferos, especialmente en zonas frías, ya que su penetración se sitúa en el 30%, muy por debajo de países con climatología comparable como Italia (88%) o Francia (39%). En lo que respecta a la industria, el gas natural es también insustituible, ya que nutre el 30% de la demanda energética de los segmentos industriales más intensivos en consumo energético, que representan un 6% del PIB nacional.

PwC es optimista con respecto al futuro del gas, entre otras cuestiones porque la factura, de una media de 98 euros por megavatio hora (MWh) en España, está por debajo de la de Alemania, Italia o Francia. Una ventaja competitiva que el informe recuerda que es aún mayor en el caso del segmento industrial, con un precio de 33 euros/MWh, si bien para un 15% de la demanda industrial, constituida por las grandes industrias consumidoras, es superior. Además, apunta que esta ventaja competitiva “no ocurre con otros productos energéticos como la electricidad o los hidrocarburos”.

El 92% de las empresas españolas tiene objetivos establecidos para reducir emisiones de CO2

Europa Press.- El 92% de las empresas españolas tiene objetivos establecidos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, según se desprende del informe Climate Change Report 2017: Marcando el Camino, elaborado por ECODES. La edición en español del informe se ha publicado en el Climate Discussion Forum 2018, un evento anual organizado por PwC. El documento recoge las calificaciones de liderazgo, desempeño y transparencia en relación al cambio climático realizadas por PwC.

De este modo, se constata que las empresas están planificando su futuro bajo en carbono no sólo implementado medidas para reducir sus emisiones sino que un 70% de ellas van a aplicarse en los próximos 5 años y un 30% extendiéndose más allá de una década. El estudio también revela que el 100% de las compañías rinde cuentas respecto al cambio climático y que el 90% ofrece incentivos económicos para cumplir con sus objetivos medioambientales.

Los autores del informe subrayan que estos objetivos están en línea con el nivel de descarbonización requerido para mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC, el principal objetivo del Acuerdo de París sobre cambio climático firmado por alrededor de 200 países. El estudio añade que las empresas españolas han tomado el liderazgo involucrando a altos ejecutivos. El 100% de las empresas encuestadas atribuye la responsabilidad de las acciones medioambientales a sus máximos ejecutivos, un 90% emplea incentivos económicos para cumplir con los objetivos y un 31% usa incentivos no económicos.

El documento detalla que la transición hacia una economía baja en carbono está impulsando la innovación: el 37% de las empresas tienen objetivos relacionados con la producción de energía renovable, un porcentaje superior a que la media europea (29%). Asimismo, solo el 50% de la muestra respondió a CDP, aunque representan a más del 90% de la capitalización de mercado. Actualmente, un 78% de los encuestados verifica de forma independiente al menos el 70% de sus emisiones directas, lo que se sitúa por encima de la media europea, del 68%.

El director general de CDP Europa, Steven Tebbe, ha asegurado que «las empresas españolas han logrado un progreso sin precedentes al acelerar sus acciones contra el cambio climático. En muchos sentidos, están estableciendo el estándar, con las juntas directivas liderando la estrategia medioambiental en las empresas«. «No obstante, este informe también revela a los ganadores y perdedores que emergen de esta transición. La mayoría de las empresas analizadas no parece tener aún objetivos a largo plazo adecuados. Por eso, instamos a este grupo de compañías a ser más ambiciosas y a alinear sus objetivos con la ciencia climática», ha sentenciado.

Por su parte, la socia responsable de Sostenibilidad de PwC, María Luz Castilla, ha apuntado que «el cambio climático es una fuente potencial de riesgos para las empresas (regulatorios, tecnológicos, de mercado, de transición, etc.) y las empresas españolas deben analizar las implicaciones financieras del cambio climático para responder a las demandas de los mercados financieros». «Pero sin duda, la transición hacia una economía baja en carbono genera importantes oportunidades de negocio, que las empresas españolas pueden aprovechar, posicionando su liderazgo en el CDP para fortalecer su competitividad», ha avanzado.

Por último, para el director ejecutivo ECODES, Víctor Viñuales, «crece rápidamente la convicción de las oportunidades que tienen y tendrán las empresas alineadas con la agenda global del clima. Hoy, las empresas que apostaron por los coches eléctricos, las empresas de energías renovables, las de eficiencia energética… todas ellas tienen el futuro despejado». «Toda la economía amiga del clima tiene el viento a favor», concluyó.

España redujo su intensidad energética un 5,8% en 2016, por encima de la media mundial, que lo hizo un 2,6%

Europa Press.- España redujo su intensidad energética en 2016 un 5,8%, una cifra superior a la media mundial, que se sitúa en un 2,6%, aunque esta reducción de emisiones está lejos de la tasa anual del 6,3% necesaria para poder cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados recogido en París.

Según el informe Low Carbon Economy Index: Is Paris Possible? elaborado por PwC, la cifra, aunque insuficiente, sitúa a España por detrás de Reino Unido, que redujo su intensidad en carbono un 7,7% en 2016 y China, cuya reducción fue del 6,5%, siendo ambos países los únicos que superaron el año pasado la tasa de descarbonización necesaria. El estudio valora que la economía mundial ha logrado reducir la intensidad de sus emisiones de carbono un 2,6% en 2016 y destaca que la economía española es una de las que más ha reducido su intensidad energética.

Tanto en 2016, con un 5,8%, como en lo que va de siglo, un 2,4%, la tasa de reducción de emisiones está «por encima del promedio mundial», que fue del 2,6% y el 1,4% respectivamente. En términos absolutos, España también se encuentra entre los países «menos carbonizados», a consecuencia del aumento de las energías renovables en el mix energético nacional; PwC apunta que la economía española deberá centrar sus esfuerzos en conseguir una tasa de reducción anual media del 3,2%.

Por otro lado, la media de los países del G7 es de -2,9%, mientras el crecimiento del producto interior bruto de estas economías fue del 3,1% a nivel mundial y del 1,5% entre los países del G7.La socia responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC, María Luz Castilla, considera que las empresas deben prepararse para abordar los riesgos físicos y de transición (regulatorios, de mercado, tecnológicos) hacia una economía baja en carbono. «Pero también deben ser capaces de identificar las oportunidades que se derivan de esta revolución», ha aconsejado.

Reino Unido obtiene una media de reducción del carbono del 6% desde 2000, casi tres veces mayor que la media mundial, con los planes de cierre de centrales de carbón para 2025, lo que provocó una caída del consumo del carbón del 52%. En el caso de China, el mayor consumidor de energía y carbón del mundo, su reducción en el consumo de carbón del 1,4% se debe a las nuevas políticas energéticas y medioambientales. Además, China instaló más capacidad de energía renovable en 2016, superando incluso a Estados Unidos.

Por detrás de Reino Unido y China, los países que más han reducido su intensidad en carbón son México (-4,6%); Australia y Brasil (-3,8%); Estados Unidos (-4,6%); Japón (-2,4%); Canadá (-2,1%); Rusia (-1,7%) y la media de la Unión Europea también fue de -1,7%. A la cola del índice se encuentran Indonesia, Argentina, Turquía y el sur de África, donde el crecimiento de las emisiones superó al de su PIB.

KPMG se hace con las auditorías de Acciona e Iberdrola tras entrar en vigor la nueva Ley de Auditoría

Europa Press.- KPMG es la firma que más empresas del Ibex ha conseguido este año con el objeto de auditar sus cuentas, con 4 nuevas compañías, seguida por PricewaterhouseCoopers (PwC), que ha conseguido 3, según los registros oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Asimismo, se trata de las que menos auditorías del selectivo español han perdido, una cada una.

En concreto, KPMG dejará de auditar las cuentas de Acerinox, pero auditará las de Acciona, Aena, BBVA e Iberdrola. Por su parte, PwC no auditará este año las cuentas de Aena, pero sí las de Acerinox, Telefónica y Viscofan. Por su parte, Deloitte ha perdido la auditoría de Acciona y BBVA, pero se ha hecho este año con la de Mediaset y compartirá con PwC la de Técnicas Reunidas; mientras que EY dejará de auditar en 2017 las cuentas de Iberdrola, Mediaset, Telefónica y Viscofan.

En total, Deloitte auditará las cuentas de 12 empresas del Ibex y PwC las de 11, mientras que KPMG se encargará de elaborar los informes de 8 y EY los de 5. Además, algunas compañías del selectivo ya han anunciado que cambiarán de auditor en 2018, como es el caso de Caixabank, que sustituirá a Deloitte por PwC; Gas Natural Fenosa, que cambiará a PwC por EY, y Repsol, que sustituirá a Deloitte por PwC.

Estos cambios se producen después de que el 17 de junio de 2016 entrase en vigor la nueva ley de Auditoría, una adaptación de la directiva europea que fomenta la rotación y endurece incompatibilidades, al fijar un periodo máximo de rotación de 10 años y limitar el tiempo consecutivo en que una firma puede auditar las cuentas de una empresa. No obstante, este periodo máximo de rotación es ampliable a otros 4 años si se celebra un concurso público y si se realiza la labor junto con otro nuevo auditor.

Las cinco empresas del Ibex que más ingresos aportan a sus auditoras, por encima de los 15 millones de euros, son Banco Santander, BBVA, Iberdrola, Telefónica y ACS. La primera sustituyó el año pasado a Deloitte por PwC y las tres siguientes compañías han procedido a la renovación este año, por lo que solo queda pendiente ACS por nombrar una nueva auditora, para lo que tiene de plazo hasta 2020.

El autoconsumo podría sumar 4.000 MW con 102 millones de impacto en el sistema eléctrico, según un estudio de PwC

EFE.- Las instalaciones de autoconsumo podrían alcanzar una potencia de 4.000 megavatios (4 GW) con 102 millones de euros de impacto en el sistema eléctrico, una cantidad que se dejaría de ingresar en concepto peajes y que tendrían que afrontar el resto de consumidores, según un informe de la consultora PwC.

El estudio dibuja este escenario para el autoconsumo basándose en la normativa aprobada por el Gobierno y que, a su juicio, permite «un desarrollo gradual y controlado» de esta forma de generar energía «limitando su impacto económico».

La normativa establece que los autoconsumidores que sigan conectados paguen los peajes de acceso así como otro cargo transitorio por energía, del que quedan exentos los del segmento residencial (por debajo de 10 kW de potencia).

Junto a este escenario, la consultora apunta dos más en base a otros posibles esquema regulatorios.

El primero, se daría con una regulación en la que ningún autoconsumidor contribuya a los peajes del sistema y supondría poder alcanzar los 16.800 MW (16,8 GW) con un impacto económico para el resto de los consumidores de 491 millones de euros.

El otro escenario, que además primaría la energía del autoconsumo, podría multiplicar por 10 la penetración de esta forma de generar, hasta los 39.000 MW (39 GW), y tendría un impacto de 1.234 millones de euros.

«Con una señal inadecuada se podría llegar a generar un efecto burbuja», ha advertido el director del grupo de Energía del área de Consultoría de PwC, Oscar Barrero en la presentación del estudio.

Para realizar sus previsiones con la regulación actual, la consultora ha considerado que el autoconsumidor cubra con su generación al menos un 40 % de su consumo, se ahorre un 20 % de su factura de la luz y recupere su inversión entre 7 y 10 años en el caso de los domésticos y en 15 años para las pymes.

En cifras, un ejemplo de «plan de negocio» para un consumidor residencial que opte por el autoconsumo pasa por una inversión de 2.965 euros que recuperaría en 9,2 años con un ahorro anual en su factura del 23 %, unos 330 euros.

El estudio destaca el papel relevante que va a jugar el autoconsumo con energía solar en un futuro con un peso creciente de las renovables y destaca las ventajas que ofrece como la reducción de la demanda punta o la disminución de las pérdidas de la red.

No obstante, advierte del efecto negativo que puede tener en el lado económico del sistema y señala que será subsanable «aunque implicando un incremento de coste de red».

España, concluye, es un país con un entorno favorable para el desarrollo de la generación solar y el autoconsumo por dos factores: los precios elevados de la electricidad y la radiación solar atractiva.

«La regulación debe adaptarse a los condicionantes específicos de cada sistema eléctrico y generar un entorno regulatorio solido para el desarrollo controlado del autoconsumo», ha subrayado Barrero.

El Autoconsumo en España: segmentos residencial y comercial, por PwC

Las instalaciones de autoconsumo podrían alcanzar una potencia de 4.000 megavatios (4 GW) con 102 millones de euros de impacto en el sistema eléctrico, una cantidad que se dejaría de ingresar en concepto peajes y que tendrían que afrontar el resto de consumidores, según un informe de la consultora PwC.

Pulse en el siguiente enlace para ver el informe: El Autoconsumo en España: segmentos residencial y comercial 

La industria nuclear aportó 2.781 millones de euros al PIB español y 27.500 empleos en 2013

Redacción / Agencias.- La industria nuclear aportó, con impacto directo e indirecto, 2.781 millones de euros al PIB de España en 2013, lo que supone un 0,27% del PIB nacional, empleó a 27.466 personas e invirtió más de 72 millones de euros en investigación y desarrollo. Son conclusiones del informe Impacto Socioeconómico de la Industria Nuclear en España, elaborado por PwC a petición de Foro Nuclear, que muestra una aportación directa de la industria nuclear al PIB de 1.967 millones de euros (0,19% del total del PIB).

En comparación con otros sectores, la industria nuclear representó aproximadamente el 75% de la contribución del sector del transporte aéreo (0,25% del PIB), el 30% de la de industria textil, de cuero y calzado (0,60% del PIB) o el 15% de la de la industria química. En cuanto a la contribución al empleo, la industria empleó 27.466 personas durante 2013 (0,16% del empleo total en España), de los cuáles 8.472 empleos fueron generados directamente por la actividad de la industria nuclear. El impacto de la industria nuclear en el PIB por empleado fue 3,8 veces superior a la media española.

Estos empleos son además «de calidad y estables», ya que, durante el ejercicio 2013, la industria nuclear tenía contratados de forma indefinida, de media, al 81% de sus empleados, mientras que la media para España alcanzó el 77%. Además, de media, el 49,5% de los empleados de la industria nuclear disponía de titulación universitaria, frente al 41,2% en el conjunto de España. El presidente de Foro Nuclear, Antonio Cornadó, destacó que la productividad de la industria nuclear es «muy alta», al ser 3,8 veces superior a la media nacional, y junto a las inversiones, hace que sea «estratégica para España».

En el 2013, la industria nuclear invirtió más de 71 millones de euros en I+D, lo que representó el 1,03% del gasto total en I+D realizado por las empresas en España. Este importe fue superior al de sectores como el textil (0,42%), el de la construcción naval (0,73%) o el de la metalurgia (0,91%). La inversión total en I+D representó el 1,98% del total de los ingresos de la industria nuclear, cifra 2,4 veces superior al dato correspondiente a España, dos veces superior al sector de la industria química y al sector textil, y cuatro veces superior al sector metalúrgico.

Por su parte, las exportaciones suponen una «importante fuente de ingresos» para la industria nuclear, en 2013 ascendieron a 238 millones de euros, el 0,10% de las exportaciones totales de España. Además, por cada 100 euros de cifra de negocio de las compañías de la industria nuclear, 25 euros se destinaron al pago de impuestos, de los cuales 17 euros fueron impuestos soportados y 8 euros fueron impuestos recaudados. La contribución tributaria ascendió a 1.141 millones, de los cuales 781 millones se correspondían con impuestos soportados por las compañías, y 360 millones con impuestos recaudados, como consecuencia de su actividad.