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Bruselas invertirá 116 millones de euros en 12 proyectos europeos dedicados al medio ambiente y la acción climática

Europa Press.- La Comisión Europea anuncio la inversión de 116,1 millones de euros para financiar 12 proyectos enmarcados en el programa LIFE para el medio ambiente y la acción climática en Austria, Bulgaria, República Checa, Estonia, Finlandia, Grecia, Hungría, Italia, Portugal y Eslovenia. Los 12 proyectos tienen un presupuesto total de 215,5 millones de euros, por lo que el Ejecutivo comunitario financiará más del 50% de la inversión necesaria. La Comisión Europea espera que este montante genere 3.200 millones de euros en inversiones adicionales.

En cuanto a las acciones por el medio ambiente, Bruselas ha concedido 19,6 millones, a dos proyectos en Bulgaria y Hungría que buscan reducir la contaminación atmosférica en núcleos urbanos. Además, se destinarán 44,2 millones a la financiación de proyectos de conservación de la naturaleza en República Checa, Hungría, Portugal y Eslovenia y 19,9 millones a dos proyectos en Austria y Hungría. Con respecto a los proyectos dedicados a la acción climática, Bruselas financiará con 32,4 millones la adopción de medidas en Finlandia, Italia y Eslovenia para cumplir sus objetivos nacionales de reducción de emisiones y una estrategia de adaptación al cambio climático a nivel local y regional en Grecia.

El comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, ha destacado que estas nuevas inversiones «ayudarán a aprovechar los recursos para responder a las preocupaciones de los ciudadanos sobre la calidad del aire«. El programa LIFE de la Unión Europea se puso en marcha en 1992 y desde entonces ha cofinanciado un total de 4.600 proyectos, de los que 1.100 están en marcha en la actualidad. El presupuesto actual del programa, para el periodo 2014-2020 es de 3.400 millones y Bruselas ha propuesto incrementarlo un 60% en el siguiente ciclo presupuestario (2021-2027).

El Jardín Botánico del CSIC lidera un proyecto en el que fomenta medidas de adaptación al cambio climático en centros públicos y escolares

Europa Press. – Un proyecto LIFE quiere promover medidas de adaptación al cambio climático con soluciones basadas en la naturaleza para reforzar la resistencia en colegios y centros de servicios sociales de España y Portugal frente al cambio climático, tras concluir que estos son los espacios públicos más afectados por el calentamiento global.

La iniciativa, liderada por el Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), prevé analizar y verificar el impacto de las soluciones basadas en la naturaleza para adaptar al cambio climático dos colegios y un centro de servicios sociales.

Específicamente, se instalarán cuatro prototipos basados en la naturaleza en fachadas y muros de compartimentación, cubiertas y azoteas, superficies exteriores y aparcamientos de cada edificio piloto seleccionado. Además, se ejecutarán medidas sostenibles de ventilación natural inducida, sombreado estacional (natural y artificial) y la elección de especies autóctonas del ámbito mediterráneo y atlántico.

El objetivo del proyecto es mejorar de forma importante el bienestar y confort térmico de los usuarios de estos edificios y  reducir 27 toneladas de C02. Se reducirá, también, un 50% el consumo de agua de riego y de costes de energía con un 50% menos en refrigeración y un 10% en calefacción. Por otro lado, se aumentarán las zonas verdes sostenibles en cada edificio, además de recoger 2.700 m3 de lluvia anualmente entre los tres edificios.

 

La iniciativa

La iniciativa parte de los resultados del proyecto LIFE-myBUILDINGisGREEN, un proyecto europeo financiado por el Programa LIFE que coordina el Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) en el que participan varias instituciones de la Península Ibérica y en el que se proponen Soluciones Basadas en la Naturaleza para remediar este problema.

Entre las consecuencias del cambio climático para la Península Ibérica, se espera que cada vez las olas de calor sean más frecuentes y que los cambios en la distribución de enfermedades infecciosas sensible al cambio climático se traduzcan en un aumento de los riesgos para la salud y el bienestar humano.

Así, el proyecto LIFE concluye que el cambio climático ejerce una presión sobre las infraestructuras duras, como en los edificios públicos de educación y servicios sociales, pero también en las blandas, como son los sistemas de salud.

En las olas de calor se alcanzan temperaturas en el interior de estos edificios superiores a los 32 grados centígrados entre mayo y octubre y ocasiona serios problemas de salud y estrés térmico para niños, ancianos y personas discapacitadas, considerados Jar. Estos edificios, en su mayoría, se construyeron antes de que existiera una normativa básica de condiciones térmicas, de modo que sus usuarios sufren más las consecuencias de las elevadas temperaturas.

En concreto, hay edificios insuficientemente aislados, con escasa protección solar en las ventanas, lo que contribuye al sobrecalentamiento en verano y esto afecta a la salud y el confort de sus usuarios.

El investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico y coordinador del proyecto, Jesús Muñoz, ha advertido de que los edificios de educación y servicios sociales se enfrentarán a «muchos desafíos» en las próximas décadas por el aumento de la presión del cambio climático.

Según Muñoz, «la solución a este problema no puede pasar por la aplicación de un programa de climatización que permita la instalación de refrigeración artificial mediante climatizadores en estos centros públicos, ya que ni las autoridades públicas responsables ni las directrices europeas lo aconsejan, debido a que los mismos contribuyen al calentamiento global, por su alto consumo de energía eléctrica y su emisión de CO2 a la atmosfera».