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La Audiencia Nacional absuelve al expresidente Benjumea y la excúpula de Abengoa por cobrar indemnizaciones millonarias siguiendo las exigencias legales

Europa Press.- La Audiencia Nacional ha absuelto a la excúpula de Abengoa por las indemnizaciones que recibieron en 2015 el expresidente Felipe Benjumea y el que fuera consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, de cerca de 11,5 millones y 4,5 millones respectivamente, ya que estas se adecuaron a la normativa legal y por tanto no se produjo administración desleal en la multinacional sevillana.

Los magistrados de la sección cuarta de la Sala de lo Penal exponen en una sentencia que no ha quedado acreditado que los contratos mercantiles de consejeros ejecutivos de 23 de febrero de 2015 fueran elaborados para favorecer «improcedentemente» al que fuera presidente de la compañía desde 1991 ni a su número dos puesto que venían impuestos por reforma legal, de acuerdo con lo que los absueltos expusieron durante la celebración de la vista oral.

El Ministerio Público solicitó 5 años de cárcel para Benjumea, 4 años y 3 meses para el que fuera consejero delegado y 4 años de prisión a los miembros de la Comisión de Nombramientos y Remuneraciones Mercedes Gracia Diez, Alicia Velarde Valiente y Antonio Fornielles Melero por el delito de administración desleal. El fiscal José Perals expuso en la vista oral que no tenían derecho a las indemnizaciones que cobraron a su salida de la entidad debido a la mala situación económica de la misma y acusó a Benjumea de aparentar su marcha como si fuera una condición impuesta por los bancos que iban a inyectar al menos 650 millones de euros para la ampliación de capital del grupo andaluz.

Esos contratos, según el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, fueron confeccionados con los debidos asesoramientos técnicos internos y externos, sin que conste que los principales directivos de la compañía intervinieran en la redacción de los mismos. Respecto a los miembros de la comisión, la Sala entiende que tampoco ha quedado acreditado que actuaran «torticeramente» al informar favorablemente. La Sala va más allá descartando «cualquier modo de confabulación» para que la marcha de la compañía de los acusados fuera favorable a sus intereses económicos y por tanto no queda probado que los contratos para la alta dirección de 2015 «se suscribieran con el designio de servir de cobertura para el cobro de las remuneraciones».

En relación a Felipe Benjumea, se determina que su cese como presidente de la entidad y renuncia como consejero «obedeció a razones objetivas y externas a él», en referencia a la condición «indispensable» impuesta por las entidades bancarias lideradas por el Banco de Santander para proceder a la ampliación de capital de 650 millones de euros, versión que él mismo defendió como acusado asegurando que «fueron lentejas» y que el Consejo de Administración no pudo sino cesarle como presidente el 23 de septiembre de 2015.

Esta versión fue defendida por el resto de acusados que declararon en la vista oral y por el exministro socialista Josep Borrell, quien en calidad de testigo por ser miembro del consejo de administración dijo que se exigió el cese de Benjumea y que Abengoa era una empresa en fuerte expansión, pese a que se acogió a preconcurso de acreedores dado su situación de endeudamiento.

En el caso de Sánchez Ortega, que aseguró que renunciaba a su cargo porque buscaba un cambio de vida, la sentencia recoge que su salida se debió a razones «internas y subjetivas» y, por tanto, no cobró los 3 millones de euros acordados en su contrato en calidad de bonificación por permanencia y tampoco lo estipulado en el plan de prejubilación. Ambos siguieron vinculados a la energética como asesores y supuestamente sin percibir remuneración. Los magistrados también explican que tras la salida de este gobierno corporativo no se reexpresaron ni reformularon los estados contables de la empresa, hecho utilizado por los acusados para defender su gestión al frente de Abengoa.

Isolux Corsán solicita entrar en concurso de acreedores tras no lograr un inversor aunque tiene 6 ofertas en la recámara

Europa Press / Servimedia.- El consejo de administración de Isolux Corsán ha aprobado solicitar el concurso de acreedores para el grupo y seis de sus filiales, después de dos años tratando de superar sus dificultades financieras y, en último término, tras no lograr un inversor que entre en su capital y lo rescate. Acto seguido, el presidente de la firma, Nemesio Fernández-Cuesta, y el resto del consejo presentaron en bloque su dimisión para «facilitar la gestión de la nueva etapa», según explicó la compañía.

El concurso de Isolux es el mayor de una compañía de construcción de los últimos años y de los de más dimensión de la historia empresarial española junto con los de Martinsa Fadesa, Abengoa, Nueva Rumasa, Pescanova o Reyal Urbis. Isolux recurre finalmente al concurso tras dos años tratando de superar sus tensiones de liquidez y financieras y al no poder acometer una segunda reestructuración de su deuda apenas un año después de que en julio de 2016 fuera rescatada por sus bancos acreedores, que desde entonces controlan la compañía.

El grupo, en preconcurso desde el pasado abril, buscaba estos últimos meses un socio que entrara en su capital, inyectara fondos y la reflotase. El grupo finalmente no ha tenido tiempo para conseguirlo, si bien en esta última reunión el consejo anunció que «en los últimos días» se han recibido seis ofertas presentadas por distintos inversores interesados sobre distintos negocios de la división de construcción e ingeniería de la empresa.

Se trata de propuestas que se comprometen a subrogar no sólo a los trabajadores vinculados a los proyectos, sino también a otros de otras áreas, según detalló el hasta ahora presidente ante la junta general de accionistas que Isolux celebró. «Corresponde a los nuevos administradores, al administrador concursal y al juez, enjuiciar, valorar y, en su caso, aprobar alguna de estas propuestas recibidas que den continuidad a la labor empresarial y a los trabajos de este consejo de administración que termina su tarea«, concluyó Fernández-Cuesta.

La junta de Isolux, que desde el rescate del pasado año estaba controlado por sus bancos acreedores, liderados por CaixaBank y Bankia, aprobó nombrar tres nuevos gestores que sustituyan al dimitido consejo y trabajen junto a los administradores concursales que designe el juez. Se trata de David Pastor, que será además el nuevo presidente de la compañía; David Vilella, que ejercerá de vicepresidente y Enrique Medina en representación de la firma Fuster&Partners, expertos en concursos los dos primeros y especialista en reestructuraciones empresariales el segundo.

Isolux se declara en quiebra con un agujero (un patrimonio negativo) de unos 801,9 millones de euros y una plantilla, tras el ERE pactado el pasado año, de 3.884 trabajadores. De ellos, los empleados de las firmas que solicitarán el concurso son 1.992 empleados, 1.104 de ellos, en España. Asimismo, a pesar del rescate y la reestructuración de deuda del pasado año, la compañía soportaba al cierre de abril una deuda de 1.270 millones de euros (557 millones ligados a proyectos). El grupo tiene una deuda de 405 millones con proveedores, pero, según asegura, está al día en el pago de las nóminas y el resto de obligaciones con los trabajadores (Seguridad Social e IRPF).

El ya expresidente de Isolux señaló a la gestión realizada en el negocio de concesiones de infraestructuras como causa última de la situación. No obstante, achacó a la «desvinculación por sorpresa» el pasado mes de marzo de unos de los bancos acreedores como factor que precipitó el concurso. Fernández-Cuesta trazó la radiografía de los problemas del grupo, entre los que citó el endeudamiento que asumía en los proyectos de concesión, el trasvase de caja al negocio concesional desde los contratos de construcción, que recaían en retrasos, sobrecostes y penalizaciones. También señaló a las inversiones realizadas en negocios ajenos al constructor, como el del biodiésel y las termosolares y al «riesgo adicional» que asumía en los proyectos por los que competía.

CaixaBank descarta un «impacto adicional”

Por su parte, CaixaBank afirmó que sus exposiciones accionariales y crediticias relacionadas con Isolux «ya se encontraban adecuadamente provisionadas al cierre del primer trimestre de 2017». Según explicó la entidad financiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), «en consecuencia, no espera ningún impacto adicional significativo por estas circunstancias en las cuentas del segundo trimestre de 2017″. La entidad que preside Jordi Gual tiene previsto publicar los resultados del primer semestre del año el próximo 28 de julio.

Isolux tiene hasta el 5 de agosto para pactar un nuevo rescate y evitar el concurso

Europa Press.- Isolux Corsán cuenta con plazo hasta el 5 de agosto para acordar con sus principales bancos acreedores y accionistas una inyección de capital de unos 400 millones de euros que garantice la viabilidad de la compañía de construcción e ingeniería con el fin de evitar el concurso de acreedores.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid admitió la solicitud de preconcurso de la empresa este 5 de abril, con lo que comenzaron a contar los preceptivos cuatro meses para pactar con la banca. Isolux solicitó acogerse a la Ley concursal el 31 de marzo después de que no lograran fructificar las negociaciones que mantenía con los bancos. Con esta decisión, el grupo busca dotarse plazo suficiente para seguir negociando sin el riesgo de que un tercero inste el concurso de la compañía. Cuenta para ello con el asesoramiento de la firma Alvarez&Marsal.

El grupo que preside Nemesio Fernández-Cuesta necesita una nueva inyección de capital para cubrir sus necesidades de liquidez, garantizar la operativa de la empresa y la ejecución de sus proyectos. La compañía negocia lograr estos recursos con Santander, Bankia y CaixaBank, bancos que además actualmente son sus tres primeros socios. Las tres entidades suman el 30% del capital de la constructora, controlada al 90% por un total de veinte bancos.

Precisamente, Isolux quedó en manos de sus bancos acreedores a finales del pasado año, cuando canjeó su deuda por acciones, unos 1.400 millones del pasivo total de 2.200 millones que soporta. El canje de deuda por acciones constituyó uno de los pilares del plan de rescate que la compañía acordó con sus bancos en julio de 2016. De esta forma, Isolux negocia un nuevo rescate con la banca menos de un año después del primero, con el que salieron de la empresa y diluyeron a menos del 5% su participación sus antiguos accionistas de control.

El plan pactado el pasado año supuso una reestructuración de la compañía, tanto en la plantilla como en su dirección y organización, y el lanzamiento de un programa de desinversiones de activos no estratégicos. Así, tras vender un parque eólico en Argentina y la filial de plantas fotovoltaicas T-Solar, trabaja ahora para desprenderse del resto de activos en los que tiene colgado el se vende como un conjunto de líneas de transmisión eléctrica de Brasil.

Standard&Poor’s retira su calificación crediticia a Abengoa por falta de información sobre la compañía para evaluar su perfil de riesgo

EFE.- Standard&Poor’s (S&P) ha decidido retirar la calificación crediticia asignada a Abengoa porque la escasez de información sobre la compañía le impide evaluar su perfil de riesgo, según indicó la propia S&P, que el pasado diciembre bajó la calificación crediticia de Abengoa hasta selective default, o insolvencia selectiva, tras anunciar el grupo andaluz que no pagaría las cantidades correspondientes a sus emisiones de deuda en Irlanda.

Según S&P, la retirada de las calificaciones refleja la falta de información suficiente y oportuna para mantener la vigilancia de Abengoa de acuerdo con sus criterios. S&P señala que esta escasez de información restringe su capacidad para evaluar la posición de liquidez del grupo andaluz y sus perfiles de riesgo financiero y de negocio. El pasado 22 de noviembre, Abengoa consiguió el respaldo de sus accionistas a su plan de salvamento, con lo que eludió la amenaza de quiebra que pendía sobre la compañía desde que entró en preconcurso de acreedores a finales de 2015. El plan de reestructuración había sido homologado días antes, el 8 de noviembre, por el juzgado número 2 de Sevilla.

Abengoa eleva al 93,97% el apoyo a su plan de reestructuración mientras se piden 5 años de prisión para Benjumea

EFE / Servimedia.- La Plataforma de Perjudicados por Abengoa exige 5 años de prisión para el expresidente del grupo andaluz Felipe Benjumea y 4 años y 3 meses para el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago a sí mismos de indemnizaciones millonarias. Por otro lado, el periodo adicional de adhesiones al acuerdo de reestructuración se cerró con el respaldo de acreedores financieros que suman el 93,97% de su deuda, según comunicó la empresa a la CNMV.

Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento de más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, en lo que hubiera sido la mayor quiebra de la historia de España. En septiembre del 2016, la empresa y una parte de sus acreedores lograron firmar un contrato de reestructuración con lo que evitó así presentar el concurso de acreedores. En octubre, Abengoa presentó en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración con la adhesión del 86% de su deuda. El juzgado homologó ese acuerdo en noviembre y, a mediados de enero, se abrió ese periodo adicional de adhesiones.

Tras recibir más del 75% de adhesiones como exige la ley, Abengoa lograba escapar del concurso de acreedores. El acuerdo incluía la capitalización de un 70% del importe de los créditos, recibiendo a cambio un 40% del capital social de Abengoa, post-reestructuración. Además, el 30% restante del nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de senior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,50% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización mencionada. La propuesta de reestructuración de la deuda financiera preexistente consiste en aplicar una quita del 97% de su valor nominal, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

Piden prisión para antiguos directivos

La Plataforma de Perjudicados por Abengoa, que agrupa a accionistas y bonistas, ha solicitado a la Audiencia Nacional la apertura de juicio oral contra Benjumea y Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago de indemnizaciones millonarias, y también contra otro expresidente, Antonio Fornieles, y las exconsejeras Mercedes Gracia y Alicia Velarde, según consta en el escrito de acusación. Benjumea recibió 11,48 millones de euros al dejar la empresa y Sánchez Ortega, 4,48 millones.

Las penas pedidas por la plataforma coinciden con las solicitadas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional en su escrito de acusación, aunque no las multas reclamadas. La plataforma pide 5 años de prisión y 180.000 euros de multa (600 euros diarios durante 10 meses) para Benjumea; 4 años y 3 meses de prisión y multa de 144.000 euros (600 euros diarios durante 8 meses) para Sánchez Ortega; y 3 años y 6 meses y multa de 72.000 euros (400 euros diarios durante 6 meses) para Fornieles, Gracia y Velarde.

Además, les reclama el pago de 10,56 millones de euros en concepto de responsabilidad civil derivada del presunto delito de administración desleal. No obstante, recuerda que el pago de las indemnizaciones «ilícitamente percibidas» ha causado a Abengoa un daño de 15,68 millones, el mismo importe de las compensaciones entregadas. Según el escrito de acusación, Benjumea y Sánchez Ortega «decidieron abandonar sus puestos ejecutivos para percibir unas millonarias indemnizaciones, patentemente desproporcionadas en atención a la grave situación económica de la compañía». Para ello, añaden, se sirvieron «de la inestimable colaboración necesaria» de Fornieles, Gracia y Velarde, integrantes de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones y del consejo de administración de Abengoa.

La unión de Gamesa y Siemens, la nueva Abengoa y los cambios en Gas Natural centran la atención de 2016

EFE.- La unión de Gamesa y Siemens, la salvación de Abengoa y los cambios en Gas Natural han centrado la actualidad en el sector eléctrico en un 2016 condicionado por la ausencia de Gobierno, en un negocio siempre pendiente de la regulación y con un final de año marcado por la pobreza energética. El año arrancaba con los rumores del interés de Siemens por Gamesa, lo que disparaba la cotización del fabricante, aunque la operación no se anunciaría oficialmente hasta junio.

Gamesa y Siemens firmaron un acuerdo para fusionar sus negocios y crear una de las mayores compañías eólicas del mundo, con 70 gigavatios (GW) instalados, una cartera de pedidos valorada en 22.000 millones de euros y 10.000 millones de ingresos. La operación, articulada como una fusión por absorción y que se espera cerrar completamente en el primer trimestre de 2017, dará lugar a una empresa en la que Gamesa tendrá un 41% y Siemens, un 59%. Los accionistas de Gamesa también recibirán un pago extraordinario de 3,75 euros por acción, a cargo de Siemens, que desembolsará por este concepto más de 1.000 millones de euros.

Junto a esta relevante fusión, el año ha tenido también como protagonista a Abengoa que, tras un largo y tortuoso proceso, ha logrado evitar la que hubiera sido la quiebra más importante de la historia de España. Finalmente, su junta de accionistas aprobó en noviembre los acuerdos necesarios para articular la reestructuración de una nueva Abengoa, en la que los históricos accionistas, los Benjumea, han visto diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedan con el 95%. Con Gonzalo Urquijo al frente, Abengoa intentará ahora volver a ser viable, apoyada en su tecnología y tras haber perdido por el camino 9.000 empleos y parte de su cartera de proyectos.

Cambios en Gas Natural Fenosa

También ha sido un año clave para Gas Natural Fenosa, que en septiembre vivió la entrada del fondo estadounidense Global Infraestructure Partners (GIP) en su accionariado y el relevo en su presidencia, que pasó a ocupar Isidro Fainé en sustitución de Salvador Gabarró. GIP llegó a Gas Natural con la compra de un 20% de su capital por 3.800 millones a sus dos accionistas clave: Repsol y La Caixa (a través de Criteria). Una operación que deja a la multinacional energética controlada por un triunvirato formado por La Caixa (24,43%), Repsol (20,08%) y GIP (20%).

Del lado regulatorio, el año ha estado marcado por la ausencia de Gobierno con un ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, que terminó dimitiendo por su relación con los papeles de Panamá. Luis De Guindos asumió las competencias del departamento limitándose a lo estrictamente necesario, incluso renunció a tramitar la orden de retribución a las distribuidoras, dejando temas pendientes sobre la mesa. Así, la llegada del nuevo ministro de Energía, Álvaro Nadal, comenzó con ritmo con la revisión del margen de comercialización y el modelo de financiación del bono social como primeras tareas.

Este último tema se ha enmarcado en el debate sobre la pobreza energética tras la muerte, en un incendio causado por una vela, de una anciana en Reus a la que se le había cortado la luz. En este contexto, Nadal ha querido marcar distancia con las compañías eléctricas y apoyarse en los grupos parlamentarios para tramitar un nuevo modelo de financiación que paguen más empresas, a la vez que abre la puerta a mejoras en esta herramienta para proteger a los colectivos más vulnerables.

Abengoa elude la quiebra tras el respaldo de la junta de accionistas a su plan de salvamento

EFE.- El grupo energético y tecnológico Abengoa ha recibido el visto bueno de sus accionistas a su plan de salvamento, con lo que esquiva la amenaza de quiebra con la que ha convivido durante más de un año, desde que entró en preconcurso de acreedores en noviembre de 2015. La junta general extraordinaria de accionistas, reunida en Sevilla, aprobó los acuerdos para aplicar el plan de reestructuración homologado el 8 de noviembre por el juzgado de lo mercantil número 2 de la capital andaluza.

La Junta aprobó «todas y cada una de las propuestas de acuerdo sometidas a votación», excepto la unificación de los dos tipos de acciones existentes en la actualidad (A y B), que no se ha votado por no haberse alcanzado el quórum necesario, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Abengoa aclaró que la no aprobación de ese punto del orden del día «no afecta a los acuerdos necesarios para la ejecución del acuerdo de reestructuración».

La Junta de Accionistas ha acordado reducir de 10 a 7 el número de miembros del consejo de administración, y ha nombrado a sus integrantes, encabezados por Gonzalo Urquijo, actual presidente de ArcelorMittal España. El resto de los consejeros, todos ellos independientes, son Manuel Castro, José Luis del Valle, José Wahnon, Ramón Sotomayor, Javier Targhetta y Pilar Cavero. Posteriormente, el consejo de administración ha designado a Urquijo presidente ejecutivo, tal como estaba previsto, y director general a Joaquín Fernández de Piérola, hasta ahora consejero delegado.

Además, nombró director de Estrategia y Reestructuración, un cargo de nueva creación, a David Jiménez-Blanco, un directivo con amplia experiencia en banca de inversión que ha trabajado para Merrill Lynch; y director financiero a Víctor Pastor, que ocupaba el mismo cargo en la constructora FCC hasta octubre. El consejo aprobó una nueva estructura corporativa organizada en torno a dos comités: un comité ejecutivo y un comité de dirección. El comité ejecutivo estará formado por Urquijo, Fernández de Piérola, Jiménez-Blanco, Pastor, Daniel Alaminos, que es secretario general de Abengoa, y Álvaro Polo, actual director de Recursos Humanos. Los miembros del comité de dirección serán designados próximamente.

La Junta también dio luz verde a las ampliaciones de capital que servirán para compensar los créditos de los acreedores y que permitirán la inyección de 1.170 millones de euros. Estas operaciones darán lugar a una nueva estructura societaria, en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedarán con el 95% restante. Después de la reestructuración, los inversores que aporten el dinero fresco tendrán derecho a recibir el 50% del capital. El acuerdo prevé también la concesión de nuevas líneas de avales por un importe máximo de 307 millones, que dará derecho a sus proveedores a recibir un 5% del nuevo capital social.

Durante el turno de intervenciones, el abogado de la plataforma de accionistas y bonistas perjudicados de Abengoa, Felipe Izquierdo, ha dicho que la empresa está en quiebra «por mucho que quieran parecer que han salvado a la compañía», a la que ha augurado «uno o dos años más». Además, más de 300 personas se han concentrado ante la sede de Abengoa en Palmas Altas (Sevilla), coincidiendo con la celebración de la Junta. El secretario general de MCA de UGT-Sevilla, Manuel Ponce, ha reclamado la «máxima información y que el plan de viabilidad de la nueva Abengoa no destruya más empleo».

Un año en el abismo

2015:

– 19 de mayo.- El consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, abandona el liderazgo del grupo y es sustituido por Santiago Seage, entonces consejero delegado de la filial estadounidense.

– 25 de noviembre.- Abengoa solicita preconcurso de acreedores, con una deuda neta de 6.300 millones de euros y bruta de 8.900 millones euros. Además, se trunca el acuerdo con Gonvarri para entrar en Abengoa.

– 27 de noviembre.- Abengoa es excluida del Ibex 35 tras acumular un descenso del 82,41% desde principios de año.

2016:

– 29 de febrero.- La CNMV da a conocer que el grupo Abengoa registró pérdidas por valor de 1.213 millones de euros en 2015.

– 11 de agosto.- Abengoa alcanza un acuerdo con acreedores para la reestructuración del grupo mediante la inyección de 1.170 millones de euros a cambio de ceder el 90% del capital a fondos, banca y bonistas.

– 14 noviembre.- Abengoa multiplica sus pérdidas hasta 5.413 millones por el deterioro de activos.

Abengoa logra la homologación judicial para su plan de salvación mientras su filial británica inicia movimientos para reestructurar su deuda

EFE / Servimedia.- Abengoa ha anunciado que su filial británica, Abengoa Concessions Investments Limited (ACIL), ha iniciado un proceso en Reino Unido para la reestructuración de su deuda, en el marco del plan de viabilidad de la compañía. El anuncio se produce después de que el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla dictase un auto en el que declara la homologación judicial del acuerdo de reestructuración de Abengoa, según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El acuerdo, que cumple los requisitos formales y materiales exigibles y los porcentajes necesarios, se extiende a todos los acreedores de pasivos financieros de Abengoa, aunque no lo hayan suscrito o hayan mostrado su disconformidad con el mismo. El juez asume las conclusiones a las que llega el informe de un experto independiente, que mantiene que el plan de viabilidad preparado por la dirección de la compañía «es razonable y realizable«. Abengoa presentó al juez el plan reestructuración con apoyo del 86% de la deuda, más del 75% de los acreedores financieros que exigía la ley. Una vez publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se abre un plazo de 15 días para la impugnación del auto.

Con este paso, Abengoa logra el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores que pidió hace un año y para aplicar su plan de reestructuración, lo que se materializará en la junta general extraordinaria de accionistas el 22 de noviembre. Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento de más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, en lo que hubiera sido la mayor quiebra de la historia de España. En estos meses, Abengoa ha reducido su plantilla en 9.000 personas, al pasar de 26.000 empleados en todo el mundo a los 17.000 actuales, y ha realizado importantes desinversiones.

El pasado agosto, el grupo logró cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus principales acreedores, que prevé la inyección de 1.170 millones de euros, quitas a la deuda y una nueva estructura de capital. Con el visto bueno del juez, el acuerdo se someterá a la junta extraordinaria, de la que saldrá una nueva Abengoa presidida por Gonzalo Urquijo. También se votarán las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores tendrán el 95% restante. La presencia de los Benjumea se quedará alrededor del 1,5%.

La filial británica también actúa

La compañía también explicó que su filial británica inició un proceso conocido como Company Voluntary Arrangement (CVA) conforme a lo previsto en la Ley Inglesa de Insolvencias. La finalidad del CVA es comprometer las obligaciones de ACIL como garante bajo los préstamos y los bonos frente a los acreedores garantizados que no se adhieran al contrato de reestructuración antes del final del periodo de adhesiones complementario. De este modo, se entregó a los acreedores de la filial británica de Abengoa una copia de los documentos del CVA, entre ellos la convocatoria de la asamblea de acreedores, que se celebrará el 24 de noviembre en Londres, y la propuesta de CVA.

Los préstamos afectados que la filial de Abengoa en el Reino Unido garantiza tienen un importe total de 1.552,9 millones de euros. Se trata de un contrato de préstamo sindicado de fecha 30 de septiembre de 2014 por 1.397,9 millones de euros; uno de financiación corporativa del 6 de julio de 2015 por 125 millones y uno de financiación corporativa de fecha 30 de julio de 2015 por 30 millones.

En cuanto a las emisiones de bonos afectadas que ACIL garantiza, hay 7 en euros por un importe de 2.840 millones y otras 4 en dólares por un importe de 1.679 millones. Se trata de dos emisiones de bonos convertibles no garantizados de Abengoa, una por importe de 250 millones de euros a un tipo de interés del 4,5% y vencimiento en 2017 y otra por 400 millones al 6,25% y vencimiento en 2019; una emisión de bonos sénior de Abengoa por 500 millones al 8,5% y vencimiento en 2016 y una de bonos sénior garantizados de la filial Abengoa Greenfield por 265 millones al 5,5% y vencimiento en 2019.

Además, ACIL garantiza tres emisiones de bonos sénior garantizados de Abengoa Finance, una por 550 millones al 8,875% y vencimiento en 2018, otra por 375 millones al 7% y vencimiento en 2020 y otra por 500 millones al 6% y vencimiento en 2021. En dólares, ACIL garantiza una emisión de bonos canjeables de Abengoa por 279 millones al 5,125% y vencimiento en 2017, una de bonos sénior garantizados de Abengoa Greenfield por 300 millones al 6,5% y vencimiento en 2019 y dos de bonos sénior garantizados de Abengoa Finance, una por 650 millones al 8,875% y vencimiento en 2017 y otra por 450 millones al 7,75% y vencimiento en 2020.

Abengoa presenta al juez su plan de reestructuración con el apoyo del 86% de los acreedores mientras otros afectados denuncian a Deloitte

EFE / Servimedia.- La acusación particular del caso Abengoa denunció a Deloitte ante el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente del Ministerio de Economía, al considerar que Deloitte pudo incurrir en falta «grave o muy grave» en su labor de vigilancia de la compañía sevillana, que ya ha presentado en el juzgado la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración, que recibió la adhesión de acreedores financieros que suman el 86% de la deuda, según comunicó a la CNMV.

Las adhesiones logradas por el grupo energético y tecnológico, que han sido validadas y certificadas por Deloitte, superan con claridad el mínimo establecido por ley, que era del 75% de la deuda. En la comunicación, la empresa precisa que los acreedores que no se hayan adherido al plan podrán hacerlo en un plazo adicional cuya fecha de inicio anunciará el grupo. Con el porcentaje logrado, y a falta de la aprobación judicial, Abengoa logra el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores en la que se encuentra desde hace casi un año y para aplicar el plan de reestructuración, lo que se materializará en la junta general extraordinaria de accionistas convocada para el 22 de noviembre.

Según Abengoa, la consecución de las adhesiones exigidas legalmente y la celebración de la futura junta de accionistas constituyen «un punto de inflexión definitivo para completar el proceso de reestructuración». Tras completar esos requerimientos y una vez que se consiga el pronunciamiento favorable del juzgado concursal «debería producirse el cierre del proceso y el inicio de una nueva etapa», según indicó Abengoa, que expresó «su máxima gratitud a todos aquellos que han contribuido a superar esta crisis», entre ellos empleados, accionistas, clientes, proveedores, instituciones financieras, organismos oficiales y nuevos inversores.

Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento, situado en aquel momento en más de 9.000 millones de deuda financiera y en casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. En agosto, el grupo logró cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus principales acreedores que prevé la inyección de 1.170 millones de euros. El acuerdo se someterá a la junta, de la que saldrá una nueva Abengoa presidida por Gonzalo Urquijo y con un consejo de administración renovado.

En la junta extraordinaria también se votarán las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores tendrán el 95% restante. La presencia de los Benjumea y otras familias históricas de la compañía se quedará en alrededor del 1,5%.

Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97% en el valor nominal, manteniéndose el 3% con su vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70% del nominal de la deuda existente a cambio del 40% del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30% nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de sénior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,5% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización antes mencionada, en caso de que por materialización de contingencias el importe de la deuda antigua refinanciada, tras la capitalización del 70% anteriormente referida, excediese de 2.700 millones de euros.

Denuncia a Deloitte por auditoría

Por otro lado, la acusación particular del caso Abengoa ha denunciado a Deloitte ante el ICAC al considerar que la firma auditora pudo incurrir en falta «grave o muy grave» en su labor de vigilancia de la compañía sevillana. La denuncia, interpuesta por la Plataforma de afectados de Abengoa, se dirige también contra el socio auditor desde 2012, Manuel Arranz, al creer que «incumplieron su obligación de velar por que los resultados formulados en su auditada reflejaran de forma fidedigna su situación real». El escrito expone que ni Deloitte ni Arranz advirtieron de los problemas de viabilidad del grupo hasta el 13 de noviembre de 2015, apenas «cinco minutos antes» de la presentación de resultados y el inicio del preconcurso.

«A mayor abundancia», explica, los ahora denunciados «obviaron incluir en su informe que Abengoa se encontraba en suspensión de pagos teórica al menos desde 2014», razón por la que disponía de un fondo de maniobra negativo de 1,5 y 2,4 millones en 2014 y 2015, respectivamente. La Plataforma califica de «curioso» que los auditores sólo pusieran de manifiesto la existencia de dudas con relación al futuro de Abengoa justo durante la comunicación de los estados intermedios y no en la presentación de las cuentas anuales.

Una decisión que explicaría que el informe de revisión de cuentas reflejase, entre otras incertidumbres, «los resultados negativos de las operaciones, la evolución negativa en Bolsa de las acciones, y los problemas para acceder a los mercados de deuda», según la fuente. Por todo ello, la agrupación afea que las supuestas inexactitudes en los informes facilitaran que «aflorara la insolvencia» en la compañía, «evitando que Abengoa pudiera renovar sus líneas de financiación bancaria». De admitirse la denuncia, ésta sólo podría derivar en un expediente administrativo sancionador, no en una condena, al tratarse de un procedimiento administrativo al margen del circuito judicial, en el cual actualmente se investigan las indemnizaciones millonarias a la antigua cúpula directiva de Abengoa tras su cese.

Moody’s aplaude el apoyo al proyecto de reestructuración de Abengoa, que suma 977 millones en bonos británicos a sus planes

EFE.- Un total de 976,9 millones de euros en bonos de Abengoa emitidos bajo legislación inglesa han acordado pasar a depender de la jurisdicción española con el fin de agilizar el proceso de reestructuración de deuda que actualmente está llevando a cabo la compañía energética, un proceso que ha considerado “positivo” la agencia de calificación de riesgos Moody’s porque le permitirá reducir su deuda y el pago de intereses, aunque cree que aún persisten algunas incertidumbres.

Moody’s señala que el respaldo de los acreedores representa un hito en el proceso de reestructuración y ayuda a Abengoa a evitar la insolvencia. Según la agencia de calificación, si se ejecuta en su totalidad, el plan de reestructuración permitirá a la compañía tener una deuda significativamente más baja y una menor carga de intereses. No obstante, Moody’s precisa que aún permanecen algunas incertidumbres sobre la implementación del plan de viabilidad presentado en agosto, algo fundamental para determinar el valor de Abengoa y las pérdidas que deberán asumir los acreedores.

El informe añade que el perfil de liquidez del grupo andaluz seguirá siendo exigente incluso después de la ejecución del plan, sobre todo si no es capaz de generar el flujo de caja operativo anticipado. Lo cierto es que Abengoa superó «holgadamente» el objetivo de lograr la adhesión de los titulares de más del 75% de su deuda a su plan de reestructuración, por lo que reunió las mayorías requeridas por ley para la presentación en el juzgado de la solicitud de homologación judicial. De esta forma, y a la espera de la aprobación judicial, Abengoa ha conseguido el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores. El 22 de noviembre Abengoa celebrará Junta Extraordinaria de Accionistas.

977 millones en bonos británicos

Efectivamente, 976,9 millones de euros en bonos británicos de Abengoa acordaron pasar a depender de la jurisdicción española, con el fin de agilizar el proceso de reestructuración de deuda que actualmente implementando la compañía. 355 millones corresponden a bonos emitidos en euros y los 621,9 millones restantes a deuda en dólares, equivalentes a un importe de 679 millones de dólares. Sin embargo, un total de 750 millones en bonos británicos no alcanzó el quórum (asistencia mínima) para dar una respuesta favorable o desfavorable al proceso de cambio de legislación aplicable. La compañía prevé que estos 750 millones se adhieran al mismo proceso que el resto de bonistas en una segunda convocatoria de la asamblea general, previsiblemente durante el próximo noviembre.

Según detalla la compañía a la CNMV, el acuerdo alcanzado implica la «modificación de los términos y condiciones de los bonos para cambiar su ley aplicable y legislación». También cambia «los términos de las garantías para cambiar su ley aplicable y jurisdicción». Abengoa explicó que este acuerdo lo que pretende es «agilizar el proceso» de reestructuración de deuda que actualmente atraviesa y con el cambio de ley se evita tener que esperar a una futura adaptación del plan a la legislación inglesa. Los 976,9 millones en bonos ingleses que ahora pasaran a estar sometidos a la ley española se sumarán a la deuda de 9.000 millones de euros, adscritos a normativa nacional, que la compañía ya está reestructurando en España.