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Rajoy asegura que bajará la parte regulada de la factura de la luz de forma “progresiva” cuando haya «margen»

Europa Press.– El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se compromete a reducir de forma «progresiva» los componentes regulados de la factura eléctrica en la medida en que exista «margen«. Así lo señala en una entrevista en la revista Valores de KPMG, en la que marca como objetivos alcanzar los 20 millones de trabajadores en 2020, recuperar este mismo año todo lo perdido con la crisis y acometer una bajada de impuestos cuando se cumpla el déficit del 3%.

Rajoy destaca que la economía española ha experimentado una «transformación sin precedentes» gracias a las reformas de los últimos en ámbitos como el laboral, el financiero o el energético, lo que ha permitido que España se sitúe a la cabeza del crecimiento de las principales economías del euro y hará que recupere en la primera mitad de este año el PIB perdido durante la crisis.

Respecto al modelo energético, Rajoy señala que aún se arrastran cargas generadas por «políticas del pasado» pero afirma que se está trabajando de forma activa para no elevar los componentes de la factura eléctrica que dependen de la regulación. De hecho, asegura que en la medida que vaya existiendo «margen», la intención del Gobierno es reducirlos de forma «progresiva», así como mantener la sostenibilidad financiera de los sistemas energéticos y evitar que se vuelvan a producir déficits. A su juicio, España debe avanzar en una mayor integración en el mercado energético europeo, para lo que ve necesario conseguir una mayor interconexión energética con Europa, ya que permitirá tener un precio «más competitivo» e integrar de forma más eficiente las renovables.

La entrevista de Rajoy se enmarca en el número especial de la revista Valores por el décimo aniversario de la publicación, que además cuenta con la participación del gobernador del Banco de España, Luis María Linde; el presidente del Instituto de Empresa Familiar, Ignacio Osborne y colaboraciones de primeros ejecutivos de compañías españolas punteras como el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.

La volatilidad de los precios energéticos tiene un coste para la economía española de hasta un 1% del PIB

Europa Press.- La volatilidad de los precios de la energía, especialmente del petróleo y del gas, representa un coste para la economía española de hasta un 1% del Producto Interior Bruto (PIB), según el informe del Centro de Investigación Economics for Energy, presentado por sus directores, Pedro Linares y Xavier Labandeira, en el Club Español de la Energía.

El informe destaca que esta volatilidad y los aumentos bruscos de los precios de los combustibles fósiles son los mayores factores de riesgo económico para la seguridad energética en España. Asimismo, señala que estos factores relacionados con los precios pueden suponer un coste para la economía equiparable en ocasiones al 100% del precio de la propia energía, lo que indica su relevancia. Según los autores del estudio, las soluciones a esta problemática en España no solamente hay que buscarlas en la diversificación de las fuentes energéticas, sino también en flexibilizar la economía para que sea capaz de absorber cambios en los precios de la energía.

Economics for Energy han establecido unos baremos para medir las consecuencias de la inseguridad energética, por una parte, basado en el coste causado por una eventual falta de suministro multiplicado por el riesgo de que esta llegue a ocurrir y, por otro, en el coste de ajuste para la economía de la volatilidad de los precios de la energía multiplicado por la magnitud de esa volatilidad (la desviación con respecto a un precio medio estable).

Por ejemplo, destacan que, a pesar de que el coste de una falta de suministro eléctrico es muy alto por unidad energética, cercano a los 6.000 euros por megavatio hora (MWh), su baja probabilidad, debida a la regulación y a la gestión del sistema, hace que su relevancia en términos absolutos se reduzca a menos de un 1% del coste de la electricidad en España. En el cálculo de este coste se contemplan los impactos económicos y sociales de un corte en el suministro, como la pérdida de producción y los daños en equipos en las empresas o la falta de confort en el hogar.

La principal recomendación de Economics for Energy pasa por progresar significativamente en las políticas que aumentan la flexibilidad del consumo de energía y de la economía y reducen la dependencia de combustibles con precios volátiles. Además, los expertos subrayan la necesidad de que estas políticas sean eficientes, es decir, la garantía de que sus costes sean inferiores a los beneficios que lograrían. En este sentido, las recomendaciones para diseñar el sector energético se centran en fomentar el uso de fuentes menos volátiles en sus precios y estimular el ahorro energético.

Según los expertos de Economics for Energy, con la aplicación de estas medidas, coincidentes en gran medida con las que se derivan de la necesidad de reducir las emisiones de gases invernadero y adaptarse al cambio climático, la economía española reduciría sus costes de inseguridad energética. Así, su perfil estaría marcado por una transición de los combustibles fósiles a favor de las fuentes renovables, siempre garantizando la seguridad de suministro, con un mayor grado de interconexión y coordinación en las políticas de seguridad con los países de su entorno y una economía mucho menos intensiva en el uso de energía.

La OCDE califica de «demasiado lenta» e «insuficiente» la transición energética hacia las energías renovables

Europa Press.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que ningún gobierno está demostrando una adecuada transición energética hacia las energías renovables y la califica incluso de «demasiado lenta» e «insuficiente». Así se desprende del informe Indicador de Crecimiento Verde 2017 en el que incluye el análisis de hasta 46 países a los que la OCDE aconseja desconectar de los combustibles fósiles y avanzar en la transición energética.

«Aunque existen signos de avance en materia de medioambiente, normalmente se suele observar que cada país se centra en un aspecto concreto y se atasca en otro», indicó el director de Medio Ambiente de la OCDE, Simon Upton, que añadió que «se necesita que los esfuerzos se realicen por igual en todos los ámbitos». En este sentido, Upton destacó los esfuerzos de Luxemburgo, Islandia, Dinamarca, Noruega y Holanda, y señaló que son los países que «mejores resultados totales» obtuvieron en el análisis de todas las variables de una ratio que pone en relación el crecimiento económico y las presiones medioambientales.

De igual forma, el organismo internacional sitúa a Dinamarca, Estonia, Reino Unido, Italia y Eslovaquia como los países que más han progresado en energías verdes desde el año 2000. A su vez, entre las economías no pertenecientes a la OCDE, Colombia y Costa Rica son los que mejores resultados obtienen en el uso de energías renovables. En este sentido, la OCDE celebró que «las principales economías sean más eficientes en el uso de recursos naturales», no obstante, advirtió de que «la presión medioambiental permanece elevada, especialmente por las emisiones devengadas a través del comercio internacional».

Así, el informe hace alusión a la productividad del carbono (PIB por unidad de CO2 emitido) y señala que esta ratio ha mejorado, ya que en la mitad de los 35 países pertenecientes a la OCDE ya no se da el tándem aumento de emisiones junto al crecimiento económico. Suiza y Suecia registraron el nivel más alto de productividad de carbono, mientras que Eslovaquia, Letonia y Polonia redujeron sus emisiones a medida que el PIB aumentaba. No obstante, cuando se incluye el CO2 emitido durante las etapas de producción de bienes y servicios en el extranjero, solo 12 países de la OCDE «desacoplan» las emisiones del PIB. Al generar 1.000 dólares del PIB, se emiten unos 260 kilogramos de CO2.

España es uno de los países de la Unión Europea que menos ingresa por impuestos medioambientales

Europa Press.- España recauda el 5,6% del PIB por impuestos medioambientales, por debajo del promedio de la Unión Europea, que alcanza el 6,8% del total, según datos de Eurostat del año 2015. La Unión Europea ha propuesto recientemente aumentar sustancialmente la aportación de estos impuestos al total de ingresos fiscales, buscando lograr una Europa más eficiente en la utilización de recursos. De hecho, el Gobierno español ha anunciado nuevos impuestos verdes, por los que prevé recaudar 500 millones de euros adicionales.

En 2015, una serie de países de la Unión Europea han conseguido una recaudación de los impuestos medioambientales superior o en torno al 10% del total de ingresos fiscales. Entre los impuestos verdes, más de tres cuartas partes corresponden a tributos energéticos, mientras que los impuestos sobre el transporte suponen casi un 20% y los impuestos sobre la contaminación llegan a un 3,5% del total. Por debajo del 5,6% que recauda España por estos tributos se sitúan Austria, Eslovaquia, Suecia, Alemania, Luxemburgo, Francia y Bélgica.

Por el contrario, Croacia se coloca en primer lugar con un 10,9%, figurando a continuación Eslovenia (10,6%), Grecia (10,3%) y Bulgaria (10%). Letonia, Malta, Chipre y Países Bajos se sitúan en torno a un 9%, mientras que Dinamarca llega a un 8,6%; seguida de Irlanda (8%) e Italia (7,9%). El Reino Unido, Portugal, Hungría y Finlandia también superan el promedio europeo. Levemente por debajo quedan Lituania y la República Checa.

Las empresas de servicios energéticos ya facturan 1.170 millones de euros anuales en España, según Anese

Europa Press.- Las empresas de servicios energéticos, conocidas como ESE, facturan al año unos 1.170 millones de euros en España, según los resultados del Observatorio de Eficiencia Energética 2016. El mercado de las Empresas de Servicios Energéticos, realizado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese). Entre las conclusiones también se destaca que las ESE españolas participantes en el estudio logran un 35,9% de ahorro energético y un 25,7% de ahorro económico entre los clientes para los que trabajan.

La directora de Anese, Elena González, indicó durante la presentación del estudio que «el mercado de los servicios energéticos es ya una realidad, con un volumen de negocio a nivel mundial de 24.000 millones de dólares y con un volumen de negocio de 1.170 millones de euros en España». Las ESE, indica el observatorio, proporcionan ya 20.000 empleos directos de alta cualificación con potencial de reconversión de profesionales, así como un 0,11% del PIB. En cuanto a su perfil, el 85% de las ESE son pymes, de las cuales un 21% factura más de 10 millones. Un 29% de estas empresas trabaja en toda España.

El consumo de energía crece más rápido que el PIB y de forma menos sostenible, según la Cátedra BP

Redacción / Agencias.- El consumo de energía experimentó un incremento en 2015 más elevado que el crecimiento económico, lo que implica una menor intensidad energética y el regreso a «la senda ya desgraciadamente habitual de empeoramiento de la sostenibilidad energética«. Estas conclusiones aparecen en el informe anual del Observatorio de Energía y Sostenibilidad, elaborada por la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad, en la que participan la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y BP España.

El informe muestra que el empeoramiento de la intensidad energética es una tendencia contraria a la que de los países del entorno y recomienda para corregirlo un mayor esfuerzo en renovables y en eficiencia energética, ya que «contrasta con la trayectoria energética del resto de Europa», donde el consumo de energía primaria y las emisiones de gases de efecto invernadero «se han estabilizado», según el vicerrector de Investigación, Pedro Linares. El informe señala que en 2015 el sector energético español consumió 6,28 exajulios de energía primaria y emitió 313 millones de toneladas (Mt) de CO2, al tiempo que generó un valor añadido, sin descontar los costes externos, de 53.200 millones de euros, lo que equivale a un 4,9% del PIB.

El documento también recuerda el «alto grado» de dependencia energética española y, por tanto, el «riesgo importante» a una evolución desfavorable de los precios, a pesar de que el elevado nivel de diversificación de suministradores, tanto de petróleo como de gas natural, «mitiga mucho» este problema. Un dato positivo es que durante 2015 se mantuvo la tendencia de 2014 y la factura energética española volvió a descender «esta vez de manera muy notable» debido a la bajada generalizada de los precios finales de la energía.

Por ello, aparte de aludir al «empeoramiento de los indicadores de sostenibilidad energética», la cátedra también cita varios elementos positivos en 2015, entre ellos la recuperación de la actividad económica y la bajada de precios de los combustibles. Estos factores, señala, «no han sido aprovechados por el sistema energético español para seguir impulsando la eficiencia energética», lo que choca con el gran margen de mejora en los usos finales de la energía y ha traído consigo una vuelta al crecimiento de la demanda energética en tasas del 5,7% en el caso de la primaria y del 1,4% en la final.

Aumentaron un 16% las emisiones

El incremento fue «poco sostenible«, al apoyarse «fundamentalmente en combustibles fósiles», lo que a su vez provocó un aumento de las emisiones de CO2 del 16% y de otros contaminantes asociados al sector energético y a la intensidad de carbono de la economía, con lo que la bajada de emisiones de gases de efecto invernadero durante la crisis económica fue coyuntural y, en cuanto se ha retomado la actividad económica, los indicadores de sostenibilidad han vuelto a empeorar en España.

Ante el aumento de la demanda, todas las energías fósiles aumentaron su contribución al mix energético en 2015, si bien el dato más relevante fue el aumento del consumo de carbón, del 20%. Destacó especialmente el incremento del carbón importado, que pasó del 86% al 91%, por lo que no puede decirse que esa subida del carbón se derive del apoyo a la minería nacional e incide en su uso de forma “poco sostenible”, según explicó el profesor e investigador de la UPC, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y el Massachusetts Institute, Ignacio Pérez-Arriaga.

El mayor peso del carbón se debió a la caída del precio internacional de este combustible, a un precio muy bajo del CO2 y a la climatología, que estuvo marcada por la falta de lluvias, lo que hizo caer la aportación de la energía hidráulica (un 29% de reducción respecto a 2014), y la sucesión de anticiclones, que incidieron en una menor aportación de la eólica. Esto, unido a la falta de nuevas inversiones en renovables, hizo que bajara la contribución de éstas a la energía primaria y a la producción de electricidad en España.

Por otro lado, la demanda de productos petrolíferos para el transporte siguió recuperándose, tanto para el de mercancías como el de pasajeros. Este sector consumió un 40% de la energía final y contribuyó con un 23% a las emisiones de CO2. El aumento del 7% de las exportaciones de productos petrolíferos y la reducción de las importaciones en un 2% hicieron que el refino creciera.

El estudio también detecta y analiza la falta de regulación del autoconsumo en España, la escasez de inversión por parte del Gobierno en planes de fomento de energías renovables o el aumento del fraude eléctrico, que se situó en 2015 en 150 millones de euros y que «en su mayor parte se produce por malas prácticas de las empresas y los particulares de gran consumo«. La transición hacia una economía descarbonizada es «fundamental para la sociedad», concluyó el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de BP, Enrique González, quien a la espera de un mayor desarrollo de las fuentes renovables ha apostado por emplear a corto plazo otro tipo de energías como el gas natural.

La termosolar reclama tener un cupo en la próxima subasta de renovables

Europa Press.- El presidente de Protermosolar y de Estela, Luis Crespo, ha reclamado que el Gobierno asigne un cupo para las tecnologías renovables gestionables en la próxima subasta renovable. «La planificación de nueva capacidad renovable en España debe incluir, incuestionablemente, potencia gestionable, como la termosolar, que proporcione respaldo a las tecnologías fluyentes, como la eólica o la fotovoltaica», afirmó Crespo.

El presidente destacó que el precio del kilovatio hora (KWh) «no puede ser el único criterio que marque la planificación energética», ya que las centrales termosolares son hoy en día competitivas, «frente a la doble inversión que supondría centrales fluyentes respaldadas con nuevos ciclos combinados cuando concluya la vida operativa de los actuales». Crespo, que estimó que los costes de generación del kWh de las centrales termosolares con 6 horas de almacenamiento son bastante más baratos que los de las centrales fotovoltaicas, indicó que, incluso con la posición adoptada por el Gobierno de neutralidad tecnológica, las subastas deberían diferenciar entre renovables con y sin almacenamiento.

Para el presidente de Protermosolar, un sistema libre de emisiones «no puede conseguirse exclusivamente con renovables fluyentes», por lo que espera que las decisiones que se adopten para cumplir los objetivos de 2020 no estén basadas únicamente en el criterio del mínimo coste, sino en optimizar el valor de la nueva potencia para el sistema eléctrico en su conjunto y para el relanzamiento industrial nacional.

En este sentido, subrayó que los posibles apoyos a la termosolar se comienzan a pagar 3-4 años después de la aprobación de las centrales, mientras que los impactos macroeconómicos positivos empiezan de inmediato. «La contribución al PIB y al empleo serán otras razones adicionales que muevan a los responsables energéticos de los países soleados a apoyar su implantación», concluyó Crespo.

Arias Cañete calcula que los objetivos energéticos de la Unión Europea en el horizonte 2030 crearán 100.000 empleos en España

Europa Press.- El comisario de Energía y Acción por el Clima de la Unión Europea, Miguel Arias Cañete, ha asegurado que el impulso de las energías renovables marcado por la hoja de ruta del paquete de invierno de la Comisión Europea permitirá crear 100.000 empleos en España e incrementará el PIB en unos 12.000 millones de euros en el año 2030. El comisario europeo señaló que en toda la Unión Europea se generarán unos 900.000 empleos y el PIB crecerá un 1%.

Cañete, que indicó que las inversiones asociadas al plan serán de 177.000 millones de euros a partir de 2022, subrayó la necesidad de revisar las directivas de la Unión Europea para diseñar un nuevo mercado eléctrico. Además, Cañete recordó que el objetivo de un 27% de renovables para 2030 es un objetivo «mínimo«, ya que «no se puede poner puertas al campo». «Es un objetivo que podemos sobrepasar», apuntó. Cañete consideró que el paquete de medidas es «ambicioso y equilibrado» y destacó su importancia, ya que se trata de la «mayor revolución legislativa energética hecha por la Unión Europea nunca».

Un crudo estable mantendrá el crecimiento de la economía española para 2017

EFE.- La estabilidad del petróleo, con el Brent entre 55 y 60 dólares en 2017, evitará grandes sobresaltos en las previsiones de crecimiento españolas, en un entorno marcado por la incertidumbre ante las políticas de Trump o las dudas sobre Europa, según analistas consultados. Las previsiones del Gobierno cifran el aumento del producto interior bruto (PIB) para 2017 en el 2,5%, si bien el cuadro macro provisional presentado a principios de diciembre se elaboró con el crudo en un precio medio de 50,2 dólares.

Los expertos estiman que la horquilla puede estar algo por encima, apuntan a entre 55 y 60 dólares, aunque subrayan la estabilidad de precios como uno de los elementos más previsibles de un entorno global marcado por la incertidumbre. En 2017 no se repetirán los precios de 2016, con el petróleo en mínimos que no se veían desde hace una década, pero tampoco la fuerte volatilidad que terminó con un rally de subidas a raíz, fundamentalmente, del acuerdo de la OPEP en noviembre, según analistas.

Así, el año pasado, el barril de Brent, de referencia en Europa, se revalorizó más de un 52%, con mínimos de 27,88 dólares y máximos de 56,82 dólares, mientras que el petróleo estadounidense West Texas se encareció más de un 45%. «El precio del petróleo se mantendrá estable durante 2017″, apunta el último informe difundido por Crédito y Caución, que señala que el dinamismo del sector petrolero estadounidense actuará como límite para las subidas, mientras que los compromisos de recortes de producción contendrán las bajadas.

El director de inversiones de Tressis Gestión, Daniel Lacalle, descarta también «grandes shocks» para este año con el petróleo entre 50 y 55 dólares. «Esos niveles parecen razonables», coincide la gestora principal del fondo de renta variable española Mirabaud Equities Spain, Gemma Hurtado. También ve el Brent entre los 55 y los 60 dólares el gestor de GVC Gaesco Gestión, Albert Enguix, sin «shocks externos no previstos» e incluso con «una tendencia a la baja».

Y con estas previsiones, difieren algo los impactos en las previsiones económicas para un país fuertemente dependiente de las importaciones energéticas. Obviamente, señalan, es uno de los factores de desaceleración que resta en las previsiones, frente a unos trimestres con unas facturas energéticas excepcionalmente baratas. Con el escenario de precios estables que se dibuja no debería impactar más de lo ya previsto. Así, Lacalle considera que con el petróleo por debajo de los 60 dólares «no tiene por qué haber un impacto» en el crecimiento de la economía española, que está «preparada para el cambio» en el precio del crudo.

Frente a esto, BBVA, que sitúa el barril en 57 dólares para 2017 y en 58,7 dólares para 2018, advierte de que «el encarecimiento del petróleo podría suponer, en promedio, dos o tres décimas menos de crecimiento durante el bienio 2017-2018«. No obstante, el servicio de estudios del banco ha elevado en su último informe dos décimas su previsión de crecimiento del PIB para este año hasta el 2,7 %, cifra que mantiene para 2018.

Otro debate es el impacto del crudo en la inflación, que en enero se disparó al 3%, por la luz y los carburantes y registró su tasa más alta desde finales de 2012, y, en consecuencia, las decisiones sobre los tipos de interés. «La inflación no va a subir más por los precios del petróleo, sino por la demanda interna», apunta Enguix. Un alza que también ha dirigido la atención hacia el Banco Central Europeo (BCE), que tiene como objetivo alcanzar un 2% en Europa.

El sector eólico pide un nuevo modelo de subasta de renovables que garantice una rentabilidad fija durante la vida útil

Europa Press / EFE.- El vicepresidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José López-Tafall, demandó al Gobierno un rediseño de las subastas de potencia renovable que garantice una «estabilidad de precios a largo plazo y una rentabilidad fija» para la vida útil del proyecto. En este sentido, López-Tafall aseguró que el actual sistema de subastas renovables es un modelo que «no gusta» al sector eólico, ya que no permite contar con la certidumbre necesaria para «volver a atraer inversiones».

El vicepresidente de la AEE pidió un modelo de subasta de renovables que conceda una «visibilidad de estabilidad de precios a largo plazo y una rentabilidad fija» para poder salir de la «parálisis» y retomar las inversiones. «No puede haber futuro sin una regulación estable y que dé confianza», reivindicó López-Tafall, que considera que podrían alcanzarse los 40.000 MW eólicos en 2030 frente a los 23.000 MW actuales tras casi tres años sin instalarse nada. López-Tafall reclamó cambiar varios aspectos de la reforma energética emprendida en 2013, «con claros errores de diseño», y eliminar los elementos que generan desconfianza, como la revisión de los parámetros que sirven para establecer la retribución que reciben estas fuentes.

El sistema actual se aprobó en 2013, en sustitución del anterior de primas a la producción eléctrica, y contempla que cada 6 años, con revisiones parciales cada 3 años, se establezcan los parámetros que sirven para fijar lo que deben recibir estos proyectos. «Debe fijarse una rentabilidad razonable para toda la vida útil del activo», reclamó López-Tafall, quien ha planteado también que en las nuevas subastas para adjudicar potencia renovable se pidan más garantías y mecanismos para asegurar que los proyectos se ponen en marcha.

Además, López Tafall consideró que la subasta de renovables realizada el pasado enero, con la que se ponía fin a la moratoria verde, fue un «fracaso». «Nadie sabe esos 500 megavatios (MW) adjudicados cuáles son y dónde están», ha criticado antes de señalar que van conociendo los detalles de la nueva subasta que ultima el Ministerio de Industria por la prensa. Respecto al impuesto del 7% sobre la generación, que, según el informe La eólica en la economía española 2012-2015, supera por sí mismo la partida destinada a las remuneraciones de los empleados, indicó que las renovables deberían «estar exentas».

Aporta 10.484 millones al PIB

Según este informe, elaborado por la consultora Deloitte, el sector eólico aportó un total de 10.484 millones de euros en los últimos cuatro años a la economía española. A pesar de este impacto sobre la economía, el informe destaca que el sector sufre una caída en la contribución al PIB de 2.425 millones de euros en cuatro años respecto al cuatrienio anterior, representando actualmente el 0,25% del total. Además, el informe advierte que se ha producido una reducción de los puestos de trabajo, ya que el empleo medio se redujo en 11.521 trabajadores entre un cuatrienio y otro. Por otro lado, se evitó la emisión de 106 millones de toneladas de CO2, valoradas en más de 657 millones de euros.

López-Tafall aseguró que los números del informe reflejan que «el sector ha pasado y sigue pasando unos años muy malos, ya que no hay ejemplo de un sector cuyo nivel de producción se haya reducido a cero», aunque también señaló que existen «fortalezas» a pesar del impacto en el sector de la reforma energética que, a su juicio, dejó al sector eólico como “el más golpeado”. A este respecto, el vicepresidente de AEE apuntó que las exportaciones del sector se han fortalecido, sumando más de 11.000 millones de euros en los últimos cuatro años, y la industria ha seguido reduciendo sus costes, «haciéndose más competitiva».

Además, la sustitución de generación con combustibles fósiles por producción eólica le ha ahorrado al sistema eléctrico 15.709 millones de euros en los cuatro años analizados por la reducción del precio del mercado eléctrico, lo que representa, para un consumidor medio residencial, un ahorro de 227 euros en su factura de la luz. Asimismo, el responsable de Deloitte encargado del informe, Enrique Doheijo, subrayó el impacto del sector eólico en la formación del precio del pool eléctrico y señaló que una variación de 500 gigavatios hora (GWh) en la producción eólica mensual implica un incremento o bajada de 4,5 euros por MWh en el precio medio mensual del mercado diario.

Respecto a la carga impositiva que soporta el sector, el informe destaca que los impuestos y tributos superan el resultado de explotación. De esta manera, la introducción del impuesto del 7% sobre la generación de la electricidad en el periodo analizado, sumado a los cánones eólicos establecidos por las comunidades autónomas, penaliza de forma considerable la rentabilidad del negocio de la generación eólica. Por otra parte, Doheijo advirtió del «problema» que representa el conocido como efecto caníbal, el impacto en los ingresos del sector de la bajada del precio del mercado provocado por parte de la generación eólica, que ha restado a las empresas en 2014 y 2015 un total de 1.547 millones de euros.