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Un total de 23 países, que representan apenas un 1% de la emisiones de CO2, han ratificado el Acuerdo del Clima de Paris

Europa Press.- El Acuerdo del Clima de París está aún lejos de su entrada en vigor, ya que desde que se abrió para firma y ratificación el 22 de abril hasta el 23 de agosto ha sido ratificado por un total de 23 países, cuyas emisiones de CO2 suman el 1,08 por ciento del total.

Sin embargo, se necesita la ratificación de al menos 55 países, o bien, la suma del 55 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, para que el histórico acuerdo entre en vigor, justo 30 días después, según consta en el primer párrafo del artículo 21 del Acuerdo.

Según la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, en la ceremonia de alto nivel celebrada en Nueva York el pasado 22 de abril en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el documento fue firmado por un total de 174 Estados, entre ellos España, y la Unión Europea y en esa misma jornada, 15 de esos países depositaron también sus respectivos instrumentos de ratificación.

Los más amenazados por el cambio climático

Se trata de Barbados, Belice, Fiji, Granada, Maldivas, Islas Marshall, Mauricio, Nauru, Palau, Samoa, Somalia, San Kits y Nevis, Santa Lucía, Palestina, Tuvalu, que firmaron y ratificaron el mismo 22 de abril en Nueva York.

Aunque también firmaron el documento en abril, posteriormente han ratificado el Acuerdo Seychelles, 29 de abril; Guyana, 20 de mayo; Noruega, 20 de junio; San Vicente y Granadinas, 29 de junio; Perú, 25 de julio; Camerún, 29 de julio; Corea del Norte, 1 de agosto y, el último en hacerlo ha sido Bahamas, el pasado 22 de agosto.

Para la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), Teresa Ribera, el acuerdo de París es «fantástico, pero si va adelante», lo que en su opinión supone «acción y voluntad política». En este sentido, ha puntalizado, que se han producido gestos «muy interesantes» en la realidad política y económica pero «queda mucho por hacer».

La exsecretaria de Estado de Cambio Climático cree que a pesar de que hay «grandes» países que anunciaron una rápida ratificación están a la espera de que otros den pasos, como China o Estados Unidos, pendiente de los resultados de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.

En este contexto, ha apuntado que esto podría llegar en la próxima cumbre del G-20, que se celebrará a mediados de septiembre, en la que ambos países podrían «ir de la mano» y hacer algún anuncio conjunto en esta materia.

Para Ribera, otras de las piedras en el camino que «no facilitan» la ratificación es la situación de Brasil o los posibles efectos del ‘Brexit’ en el proceso de la Unión Europea.

«Si yo fuera parte del Ejecutivo de España impulsaría una ratificación unilateral, pero no he oído a ningún miembro del Gobierno en funciones nada que apunte a prisas por ratificar. Hay más margen. Me encantaría oír a Rajoy hablar en el debate de investidura sobre objetivos de desarrollo sostenible y cambio climático», ha manifestado.

La exsecretaria de Estado admite que la situación política en España es «anómala» y que «limita» el margen de acción, pero aún así, insiste en que se puede hacer más.

Por otro lado, el hecho de que la mayor parte de los países ratificadores sean pequeños Estados se debe, en su opinión, a que son de los más afectados por los efectos del cambio climático y, sobre todo, a que están «reivindicando» su capacidad de luchar y actuar porque sus sociedades son mucho más conscientes «de lo que se juegan» con el paquete de clima. «Es bastante lógico que los que se sienten más vulnerables se quieran reivindicar», ha añadido.

Sin embargo, confía en las posibilidades de la próxima cumbre del G-20 en la que «últimamente» uno de los elementos de discusión es la transformación el sistema financiero hacia un sistema compatible con el desarrollo sostenible.

Corea del Norte confirma que ha retomado la producción de plutonio

EFE.- Corea del Norte confirmó que ha retomado la producción de plutonio y dijo que no planea detener sus ensayos nucleares mientras continúe percibiendo amenazas de Estados Unidos.

«Hemos reciclado barras de combustible nuclear gastado retiradas de un reactor de grafito», dijo un portavoz que no identificó del Instituto de Energía Atómica norcoreano, con jurisdicción sobre las instalaciones del complejo de Yongbyon, en una entrevista con la agencia japonesa Kyodo, uno de los pocos medios con presencia en el hermético país.

La fuente reveló además que Pyongyang ha estado produciendo uranio altamente enriquecido necesario para las armas nucleares y la energía, «según lo programado».

El instituto no desveló la cantidad de plutonio o uranio enriquecido que Corea del Norte ha producido y añadió que quiere dejar esa cuestión a la evaluaciones de los expertos occidentales.

Había indicios que apuntaban a una renovada actividad en el complejo del régimen norcoreano.

En febrero, el director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, dijo durante una comparecencia ante el Servicios Armados del Senado de dicho país que Pyongyang había reactivado un redactor de producción de plutonio que podría comenzar a acumular reservas para el desarrollo de un arma nuclear «en cuestión de semanas a meses».

Imágenes por satélite tomadas en los últimos meses mostraban más actividad en el complejo que apuntaban a ello.

Los comentarios del Instituto de Energía Atómica norcoreano supondrían la primera confirmación por parte de Corea del Norte del nuevo procesamiento del material, desde que en 2013 reactivará todas sus instalaciones nucleares, incluido un reactor atómico de 5 megavatios en Yongbyon detenido en 2007.

El desarrollo de los programas atómico y armamentísticos de Corea del Norte ha supuesto al país asiático duras sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Las sanciones se endurecieron más después de que el régimen realizara su cuarta prueba nuclear en enero y el lanzamiento de un cohete espacial en febrero, considerado por la comunidad internacional como una prueba encubierta de misiles.

En este sentido, el portavoz del Instituto de Energía Atómica norcoreano dijo a Kyodo que el país no descarta la posibilidad de realizar un quinto ensayo nuclear y afirmó Pyongyang ha logrado «minimizar, hacer más ligeras y diversificar» armas nucleares.

La ONU ve en el Princesa de Asturias un premio a «todos los países»

EFE / Europa Press.- La secretaria general dela Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático (UNFCCC), Christiana Figueres, aseguró que recibir el Princesa de Asturias de Cooperación Internacional es un «reconocimiento» a «todos los países» comprometidos en la lucha contra el calentamiento global; «195 países que se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes».

Figueres subrayó que «este premio es un reconocimiento a la UNFCCC, pero también a todos los gobiernos, nacionales y subnacionales, y a otros actores no gubernamentales», un premio al trabajo contra el cambio climático que se realiza «desde hace 21 años». A su juicio, el galardón destaca el trabajo de la UNFCCC, que viene «construyendo poco a poco un entendimiento colectivo» para que se reconozca a nivel global que el cambio climático es «uno de los retos más grandes de la humanidad», al que necesariamente hay que «hacerle frente juntos».

La COP21 que destaca el jurado en su fallo es, según Figueres, «el resultado de todos estos esfuerzos» conjuntos a lo largo de más de dos décadas y que deben seguir en los próximos años porque éste es «un proyecto a largo plazo». Ahora se trata, argumentó la costarricense, de «ir cerrando la brecha» entre los esfuerzos comprometidos hasta la fecha por los países y los niveles a los que hay que limitar el incremento de las temperaturas según la ciencia para evitar daños mayores.

Figueres, que apura ya los últimos días al frente de la UNFCCC, consideró un «gran honor» haber podido trabajar «al servicio» de gobiernos y organismos en la lucha contra el calentamiento. La costarricense sustituyó en 2010 al holandés Yvo de Boer en la secretaría general de la UNFCCC y está previsto que le suceda, a partir del primeros de julio, la mexicana Patricia Espinosa, exsecretaria de Exteriores de su país. La UNFCCC surgió en 1992, ante la creciente preocupación en la comunidad internacional por el calentamiento global y con el objetivo de evitar que la acción humana afecte al clima.

«Llamada a la acción inmediata»

Por su parte, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, celebró la concesión del premio Princesa de Asturias a la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU y al Acuerdo del Clima de París una «llamada a la acción inmediata» contra el cambio climático y la puesta en marcha de los compromisos adquiridos. Además, considera que el fallo del jurado es también «un reconocimiento a la labor de muchos años en la negociación climática» y destacó que se trata de un «éxito de la comunidad internacional y de todos y cada uno de los países».

En este contexto, ha recordado que en París se logró anteponer el bien común ante las prioridades nacionales y cree que el premio supone también un reconocimiento de España al impulso de las políticas que se deberán seguir manteniendo. «Se han adquirido compromisos, ahora hay que implantarlos», sentenció. «Tener este premio en la primera línea es marcar una prioridad e implica un cambio de modelo de desarrollo que tiene un pistoletazo de salida, la implantación del acuerdo», manifestó. Por ello, cree que la concesión del premio es «una llamada a la acción inmediata» que reconoce también el esfuerzo y el trabajo realizado por España con políticas bajas en carbono que «ya están dando resultados» para actuar decididamente en este objetivo.

“Que no sea papel mojado»

Hacer una llamada de atención para que el Acuerdo de París de 2015 contra el Cambio Climático «no se quede en papel mojado» es uno de los objetivos de la concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, como ha explicado la periodista Rosa María Calaf, miembro del jurado. «Se ha reconocido que el acuerdo es importante, y también el trabajo que se ha hecho hasta ahora», insistió Calaf, pero ha admitido que se trata de un conjunto de «buenas intenciones», y que lo fundamental ahora «es que se cumplan». «Quedan muchos flecos, el acuerdo de París es un hito histórico que marca un antes y un después, pero marca una tendencia», ha añadido.

En la misma línea, el acta del jurado destaca la labor realizada «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra». Así, se ha reconocido este pacto «como un hito histórico el Acuerdo alcanzado en París, en el que 195 países se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes». El jurado ha destacado también «la importancia de este Acuerdo en el contexto de la cooperación internacional, como proyecto de futuro para ayudar a avanzar juntos hacia un modelo más limpio y sostenible».

La Convención de Cambio Climático de la ONU y el Acuerdo de París, Premio Princesa de Asturias de Cooperación 2016

Redacción / Agencias.- La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016 «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra«, según hizo público el jurado encargado de su concesión.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el acuerdo de la ONU que tiene por objeto principal la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero de manera que «impida la interferencia perjudicial del ser humano en el sistema climático». En este contexto, la Cumbre de París de 2015 (conocida como COP21), que estuvo presidida por el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, logró la firma de un acuerdo histórico en la lucha contra el cambio climático para contener el aumento de la temperatura de la Tierra.

Los países miembros lograron alcanzar un acuerdo histórico por su carácter vinculante y universal, con la participación de China y Estados Unidos. Los pilares fundamentales de este acuerdo establecen la necesidad de «contener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales». Tiene además efecto jurídicamente vinculante para los países firmantes, que los países desarrollados aumenten el nivel de su apoyo financiero comprometiéndose a movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 y que el acuerdo sea revisado cada cinco años.

El camino recorrido por las Naciones Unidas hasta la Cumbre de París de 2015 sienta sus orígenes en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992) en la que se adoptó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trataba de la primera respuesta internacional contra el desafío climático, que se produjo bajo el consenso de una gran mayoría de países. Estableció entonces un marco de acción con el objetivo de estabilizar la concentración atmosférica de emisión de gases de efecto invernadero y evitar interferencias perjudiciales con el sistema climático.

Desde entonces, las partes del tratado se reúnen anualmente en una conferencia (conocida como COP o Conferencia de las Partes) para controlar y modelar la implementación de dicha respuesta. La primera de esas reuniones tuvo lugar en Berlín, en 1995. En la COP3 de Kyoto (1997) se adoptó, por 180 países, el Protocolo de Kyoto (PK), un proyecto de 15 años de duración considerado como primer paso importante hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones de gases efecto invernadero, que sentó los cimientos para posteriores acuerdos internacionales sobre el cambio climático.

La COP11 de Montreal (2005) marcó la entrada en vigor del PK, apoyado por 141 Estados firmantes, y sirvió de marco para la primera reunión de las partes del PK. La COP15 de Copenhague (2009) quedó marcada por la expectativa frustrada de que los Estados miembros lograsen un acuerdo para suceder al PK de 1997. Tras este fracaso, en mayo de 2010 la costarricense Christiana Figueres fue nombrada secretaria ejecutiva de la Convención, nombramiento que sirvió de punto de inflexión para iniciar el camino hacia el éxito de la Cumbre de París COP21 con el objetivo de lograr una solución común a los desafíos climáticos.

La COP17 de Durban en 2011 sirvió para marcar la pauta con la aprobación para crear un Fondo Verde para el Clima, que se convirtió en el principal instrumento financiero de la ONU para la lucha contra el cambio climático, promoviendo el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Desde entonces se trabajó para alcanzar un acuerdo global de peso, que llegó el pasado diciembre en la COP21. A mediados de julio la diplomática mexicana Patricia Espinosa sustituirá en el cargo a Christiana Figueres. De los 195 países que aprobaron el acuerdo en la COP21, 171 firmaron dicho documento el pasado 22 de abril, lo que supone el inicio del proceso de ratificación y entrada en vigor del mismo.

Patricia Espinosa, excanciller de México, ya es la máxima responsable de la ONU para el cambio climático reemplazando a Figueres

EFE.- La excanciller mexicana Patricia Espinosa fue designada máxima responsable de la ONU para el cambio climático, en sustitución de la costarricense Christiana Figueres, al ser nombrada secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), según anunció el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. El Gobierno de México ya había indicado que Ban estaba realizando consultas con los estados que son parte de la convención para designar a Patricia Espinosa para este puesto.

Espinosa, actualmente embajadora de México en Berlín, fue secretaria de Relaciones Exteriores de México desde 2006 hasta 2012, y, como recordó la ONU, «aporta más de 30 años de experiencia en los máximos niveles de las relaciones internacionales, especializada en cambio climático, desarrollo sostenible y la protección de los derechos humanos”. Ban expresó a Figueres su agradecimiento por los servicios prestados a la ONU y por «su dedicación para devolver la confianza en las negociaciones climáticas internacionales”. También destacó su papel para que la comunidad internacional pudiera alcanzar el acuerdo global sobre cambio climático adoptado en París en diciembre pasado.

La mexicana Patricia Espinosa es la elegida para liderar la oficina de cambio climático de la ONU sustituyendo a Figueres

EFE.- La diplomática mexicana Patricia Espinosa, actual embajadora de México en Berlín, ha sido nominada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para liderar la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con sede en Bonn (Alemania). Según indicaron, Ban Ki-moon concluyó el proceso de selección con la elección de Espinosa, lo que abre un proceso de consultas que conducirá a la ratificación definitiva del nombramiento.

Espinosa sustituirá como secretaria ejecutiva de la CMNUCC a la costarricense Christiana Figueres. Excanciller de México, era uno de los candidatos barajados por la ONU para asumir el puesto de jefe de la diplomacia climática internacional. Nacida en Ciudad de México en 1958, Espinosa ingresó en el Servicio Exterior Mexicano en 1981 y su primer destino dentro de la carrera diplomática fue el de agregada de Economía de la Misión de México ante las Naciones Unidas con sede en Ginebra.

Tras ocupar diversos cargos en misiones diplomáticas mexicanas, en 2001 llega a Alemania como embajadora para ser nombrada en junio de 2002 representante de su país ante Austria, Eslovaquia y los Organismos Internacionales con sede en Viena. Dejó estos últimos destinos a finales de 2006, momento en el que el entonces presidente de México, Felipe Calderón, la puso al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Tras seis años en el cargo, en 2013 Espinosa regresó a Berlín como embajadora.

El Gobierno insiste en promover una nueva ley para luchar contra el cambio climático mientras Cañete ratifica el compromiso europeo

EFE / Europa Press.- La Comisión Europea aseguro que los países comunitarios ratificaran el acuerdo climático de París “lo antes posible” al tiempo que el Gobierno español confía en que la protección del medio ambiente sea un compromiso que una a todos los partidos políticos para que el Parlamento apruebe una ley que siente los principios para luchar contra el cambio climático. Así lo destacó la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, que representó a España en la firma del acuerdo.

Más de 170 países, de los cuales unos sesenta estuvieron representados por jefes de Estado y de Gobierno, acudieron a la sede de la ONU para estampar su firma en el tratado. «Es un día importante. Es un momento histórico», dijo Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta dijo que, aunque el Gobierno actual esté en funciones, la protección del medio ambiente «debería ser un compromiso de todos, y al menos lo es del partido que sustenta el Gobierno». En ese sentido, anunció que una de las próximas leyes que puedan llevarse al Parlamento sea una ley de cambio climático que recoja «todos los instrumentos y todos los mecanismos necesarios para poder cumplir los objetivos» que se han suscrito en la ONU.

Destacó que España, por ejemplo, es líder en sectores como tecnología renovable y se encuentra en «las mejores condiciones para cumplir los objetivos» que ha definido la ONU en el acuerdo climático. «Venimos con los deberes muy hechos, con una senda muy marcada», insistió la vicepresidenta en funciones acerca de la situación que tiene España en ese sentido y en relación con los compromisos que regirán cuando entre en vigor el acuerdo de París. Además, Sáenz de Santamaría subrayó que España defiende «más eficiencia energética» y recordó que el país y Portugal están muy involucrados en programas como interconexiones eléctricas.

Sáenz de Santamaría insistió en que el acuerdo que acababa de firmar a nombre de España fija un sistema de «solidaridad global» basado «en el justo equilibrio entre las renuncias y las compensaciones». «El acuerdo establece mecanismos de compensación para que la reducción de emisiones no afecte a las posibilidades de desarrollo y prosperidad de ningún país«, agregó. «Los efectos del cambio climático nos afectan a todos; nadie queda a salvo de sus consecuencias», afirmó en su mensaje. «Al firmar este acuerdo, nos obligamos con nuestros hijos, con nuestros nietos. Cada generación, ahora la nuestra, asume su responsabilidad medioambiental con las venideras», agregó la vicepresidenta del Gobierno español en funciones.

También recordó que España, junto con el resto de los países de Europa, se ha comprometido a reducir un 40% de las emisiones para 2030 respecto a los niveles de 1990. Asimismo, señaló que España ampliará también las interconexiones energéticas para hacerlas más eficientes y aumentará sustancialmente sus aportaciones anuales para la financiación climática para llegar a duplicarlas a partir del 2020. «Será entonces cuando alcancemos niveles en el entorno de los 900 millones», añadió. «Este acuerdo ejemplifica lo mejor de la política internacional, que debe volverse en cultivar los intereses compartidos por los países y pueblos del mundo», concluyó.

«El acuerdo de París ha sido un éxito que representa un salto de declaraciones de voluntad y buenos deseos a los hechos y los compromisos. El paso de una visión reducida a una más amplia e integradora. Son cambios esperanzadores que crean nuevas oportunidades y generarán prosperidad. Este objetivo tiene que ser la principal tarea de todos los gobiernos, convertirnos también en gobiernos de acción. Pongámonos en marcha», ha concluido.

Cañete: “A ratificarlo cuanto antes”

Por su parte, el comisario de Energía y de Acción Climática, Miguel Arias Cañete, advirtió de que los países todavía tiene que «tomar decisiones difíciles» alrededor del acuerdo internacional sobre el clima alcanzado en París en diciembre de 2015 y subrayó que todas las partes deben «cumplir» sus compromisos. «No va a ser fácil. El cambio de este nivel nunca lo es. Tendremos que tomar decisiones difíciles, fijar objetivos más elevados, hacer nuevas leyes, redirigir inversiones», explicó Cañete, que defendió que Europa sigue dispuesta a «continuar liderando con el ejemplo» tras recordar que la Unión Europea se ha marcado el objetivo «duro» de reducir las emisiones de CO2 «al menos un 40% antes de 2030«.

El comisario ha reconocido eso sí que la ratificación del acuerdo del clima, que requiere el visto bueno de los Parlamentos nacionales de los Veintiocho y de la Eurocámara «requerirá algo de tiempo» pero el compromiso europeo con el acuerdo es «irreversible y no negociable«. «Se hará lo antes posible. Antes del comienzo este verano, la Comisión Europea presentará una propuesta a nuestros Estados miembro para que ratifiquen el Acuerdo de París en nombre de la Unión Europea», ha subrayado.

Cañete ha recordado que Europa sólo representa el 9% de las emisiones globales aunque «todos» comparten la responsabilidad, pero también ha dejado claro que «los grandes emisores deben liderar el camino», que las economías emergentes «también tendrán la obligación de contribuir más y el sector privado también tendrán que aumentar» su contribución «porque tiene lógica económica». «Todos sabemos que las contribuciones actuales de los países para reducir las emisiones no nos llevarán muy por debajo de los dos grados, muchos menos el grado y medio. Todos tendremos que recurrir a nuestro espíritu de París en 2018 para hacer frente a la realidad juntos y alentar una mayor ambición», ha concluido.

Pintadas contra la Comisión Europea

La Coalición Clima 21, formada por ONG, movimientos sociales y diversas organizaciones civiles, realizó una pintada en la entrada de la sede de la Comisión Europea para pedir a los líderes europeos mayor implicación en la lucha contra el cambio climático. «COP21 m’a tue» (la COP21 me ha matado) rezaba la pintada con la que se protesta por la tardía aplicación del acuerdo sobre el clima, prevista para 2020, e insta a la Unión Europea a no esperar hasta entonces para implementar políticas climáticas ambiciosas.

Un número récord de países firma en la ONU el acuerdo climático de París, con China y Estados Unidos comprometidos

EFE / Europa Press.– Estados Unidos y China, los dos países más contaminantes del mundo, reiteraron su compromiso de ratificar antes de que termine el año el Acuerdo de París contra el cambio climático y prometieron cooperación con el resto del mundo para frenar el calentamiento global. En este sentido, un número récord de países dejaron claro ante las Naciones Unidas la urgencia de actuar contra el calentamiento global.

Al menos 175 Estados sellaron en una gran ceremonia el documento negociado el pasado diciembre en la capital francesa. Nunca antes tantos países habían firmado una convención internacional de este tipo en el primer día en que el texto se abre para que las naciones comiencen a adherirse. Para que el acuerdo entre en vigor se necesita ahora que al menos 55 países, que sumen en total el 55% de las emisiones globales, completen el proceso de ratificación. 15, en su mayoría pequeños Estados insulares, ya lo hicieron y se espera que a lo largo de 2016 sigan el camino muchas otras naciones. En la mayoría de los casos, los países necesitan que el texto sea aprobado por sus parlamentos.

Los dos mayores contaminadores del mundo, Estados Unidos y China, se comprometieron para luchar contra el cambio climático. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, confirmó que su país ratificará el pacto a lo largo de este año, mientras que el viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, dijo que el suyo lo hará antes de la cumbre del G20 prevista para septiembre. Washington y Pekín han trabajado juntos en los últimos meses para tratar de dar ejemplo a otros países y acelerar la entrada en vigor del acuerdo internacional alcanzado en la capital francesa.

Kerry, en un discurso, defendió que el Acuerdo de París es sólo un punto de partida y que será necesario ir más allá si se quiere frenar el cambio climático. En ese sentido, destacó que el verdadero poder del pacto es «la oportunidad que crea» y el mensaje que envía a todos, incluido al sector privado. El jefe de la diplomacia estadounidense subrayó que lo que hay que hacer, como reducir emisiones e impulsar las renovables, está ya al alcance del mundo con las tecnologías actuales y sólo depende de la «determinación» que se muestre.

Por su parte, China no ratificará el acuerdo hasta el próximo mes de septiembre, cuando calcula que habrá completado los trámites internos necesarios, según comunicó el viceprimer ministro, Zhang Gaoli. Estaba previsto que China suscribiera el tratado internacional inmediatamente. Sin embargo, Pekín indicó que sólo efectuará una «adhesión preliminar«. «China finalizará sus procedimientos legales domésticos sobre el consentimiento para formar parte del acuerdo de París antes de la cumbre del G20 que se celebrará el próximo septiembre en Hangzhou», explicó Xie Zhenhua, enviado especial para cambio climático. Hasta entonces, Gaoli ha aseguró que «China honrará sus compromisos» en materia de cambio climático. «Pondremos en marcha un estricto sistema de responsabilidad para la protección ambiental», indicó.

Francia, que lideró en la COP21 las negociaciones de este primer acuerdo global contra el cambio climático, espera que su Parlamento autorice la ratificación «de aquí al verano», según dijo el presidente, François Hollande. El jefe del Elíseo, que fue el primero en estampar su firma en el documento, urgió al resto de países de la Unión Europea a dar «ejemplo» y completar sus ratificaciones a lo largo de 2016.

Las intervenciones de los líderes mundiales subrayaron el sentimiento de urgencia para actuar contra el calentamiento global y la necesidad de ir más allá de los compromisos de París. «Estamos en una carrera contrarreloj», advirtió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que insistió en que el «futuro» del mundo depende de los progresos hacia una economía baja en emisiones. «Estamos batiendo récords en esta cámara. Pero los récords también se están batiendo fuera», dijo Ban, apuntando a las temperaturas globales y el deshielo. El jefe de la ONU, en todo caso, recalcó el carácter «histórico» de la firma del Acuerdo de París y aseguró que «es un día para nuestros niños y nietos y todas las generaciones futuras».

Simbolizando esa frase, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, selló el pacto en nombre de su país acompañado de su nieta de dos años. Naciones Unidas también quiso destacar la importancia del momento para el futuro del mundo y decidió que, en lugar de un alto cargo de la organización, las primeras palabras fuesen para la joven tanzana Gertrude Clement, que con sólo 16 años destaca por su activismo sobre el clima.

Los más de 60 líderes y cientos de representantes nacionales reunidos ante la Asamblea General escucharon también un potente discurso del actor Leonardo DiCaprio, que apoya a la ONU como Mensajero frente al cambio climático. «El mundo está mirando. Ustedes serán aclamados o vilipendiados por las generaciones futuras», advirtió el intérprete a los dirigentes, a quienes quiso dejar claro que «el planeta no se salvará si no dejamos los combustibles fósiles bajo tierra, donde pertenecen».

Muchos líderes subrayaron precisamente la necesidad de ir más allá de lo que establece el pacto, que entre otras medidas fijó el compromiso para mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1,5 grados centígrados. También definió la necesidad promover el desarrollo económico con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, «de un modo que no comprometa la producción de alimentos», y orientar los flujos financieros en ese sentido para que los países menos ricos puedan asumir también esfuerzos.

La española Teresa Ribera, entre los candidatos a reemplazar a Figueres en la secretaría de Cambio Climático de la ONU

EFE.– La ONU baraja una lista de 10 candidatos para suceder a la costarricense Christiana Figueres como jefa de la diplomacia climática internacional en la que aparece la ex secretaria de Estado de Cambio Climático española Teresa Ribera, según The Guardian. Figueres ya ha confirmado que no renovará ni ampliará su mandato como secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) más allá del turno de seis años que expira a comienzos de julio.

El organismo ha abierto el proceso para relevarla y, según fuentes consultadas, busca una personalidad fuerte y curtida en la diplomacia climática para ocupar un puesto clave en los próximos años, en los que se debe ratificar el acuerdo de París, cerrar flecos pendientes e implementarlo antes de que entre en vigor en 2020. Entre los candidatos están asimismo la embajadora mexicana en Alemania, Patricia Espinosa, que presidió la cumbre del clima de Cancún (2010), el titular peruano de Ambiente y presidente de la cumbre climática de Lima (2014), Manuel Pulgar, y la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.

El portavoz brasileño en las negociaciones de Rio+20, André Corréa Lago, aparece también en la lista, junto al director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el turco Fatih Birol; el ministro de Medio Ambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju; la diplomática climática surafricana Nozipho Joyce; la embajadora de Granada en la ONU, Dessima Williams, y Laurence Tubiana, la embajadora francesa que dirigió las negociaciones de la COP21. Ribera es una de las candidatas mejor valorada en la lista que está sobre la mesa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por su experiencia en la negociación internacional.

Entre otros cargos, Ribera ha sido directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), entre 2004 y 2008, y secretaria de Estado de esta materia de 2008 a 2011. Ribera dirige desde julio de 2014 el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), que ha orientado en la trastienda la cumbre de París y el acuerdo histórico de lucha contra el cambio climático alcanzado. Los aspirantes deberán presentarse por sí mismos a un puesto que tiene una gran responsabilidad: que el acuerdo de París se aplique y los países combatan de manera efectiva el calentamiento global.

La ONU destaca las ventajas del acuerdo climático alcanzado en París

EFE.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó hoy como «una póliza de seguro de salud para el Planeta» el reciente acuerdo alcanzado en París para combatir el cambio climático.

El acuerdo «puede beneficiar a toda la humanidad en las próximas generaciones», afirmó Ban en una declaración a los periodistas en la sede de la ONU. «Los países han adoptado una histórica decisión», agregó el secretario general de Naciones Unidas.

Ban estuvo en dos ocasiones en París haciendo un seguimiento de cerca de las conversaciones de la COP21 que comenzaron el 30 de noviembre y se cerraron el pasado fin de semana con un acuerdo global para evitar el calentamiento global. «El acuerdo de París es una victoria para la gente, para el bien común y para el multilateralismo», agregó. «Los países -añadió- han reconocido que los intereses nacionales se cumplen mejor actuando en favor del bien común».

Ban recordó que estas gestiones se habían convertido en una de sus principales prioridades desde que se convirtió en secretario general de la ONU, en 2007. «Nunca he perdido la fecha en que la comunidad internacional podría superar el desafío climático», insistió.

En sus declaraciones, Ban recordó que, como consta en el acuerdo, la firma de la convención se llevará a cabo en la sede de la ONU el 22 de abril próximo, coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra.

«Invitaré tan pronto sea posible a los líderes mundiales para que vengan a Naciones Unidas para firmarlo, porque será el primer día del acuerdo universal cobre el cambio climático», agregó.

No obstante, según lo aprobado en París, la convención sólo entrará en vigor cuando la hayan ratificado al menos 55 de las partes involucradas, que sumen en total el 55 % de las emisiones globales.