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Greenpeace corta el suministro de agua en la sede de ACS en por la obra de una hidroeléctrica en Guatemala

EFE.- Greenpeace ha cortado el suministro de agua a la sede de la empresa ACS en Madrid para denunciar las obras que se están llevando a cabo en el río Cahabón, en Guatemala, por la construcción de una hidroeléctrica que afecta a más de 29.000 indígenas.

Cerca de una veintena de miembros de Greenpeace se han concentrado a las puertas de la sede de la constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, en el barrio de Chamartín, para reflejar la situación actual de la población indígena quekchís, según indicó el portavoz de la organización ecologista, Miguel Ángel Soto. «Hemos cortado el agua de esta compañía para demostrar lo que significa vivir sin este recurso natural«, apuntó Soto.

El Grupo Cobra participa como subcontrata del grupo ACS en varias de las 5 fases del complejo hidroeléctrico Renace, una infraestructura que ha alterado el curso del río Cahabón a lo largo de 30 kilómetros en el departamento de Alta Verapaz. Según Soto, las obras no están respetando las directrices de Naciones Unidas sobre las Empresas y Derechos Humanos, ya que están dañando los intereses del pueblo quekchí al dejar a casi 30.000 personas con un uso restringido del agua. El portavoz ha denunciado que Greenpeace ha recibido recientemente varias negativas a las propuestas de reunirse con los directivos de Cobra para acordar soluciones que no perjudiquen al pueblo indígena.

«Cobra, con el proyecto Renace, que actualmente se encuentra en su penúltima fase, la cuarta de cinco, no ha respetado el derecho a consulta de los indígenas» recogido por la ONU, ha detallado Almudena Moreno, portavoz de la ONG Alianza por la Solidaridad. Moreno también ha denunciado el «acoso y coacción» al pueblo quekchís, y ha recordado el encarcelamiento del dirigente Bernardo Caal, retenido desde enero pasado, y que lidera el movimiento de rechazo a los megaproyectos hidroeléctricos en Guatemala. La empresa de Florentino Pérez niega su responsabilidad al delegar el respeto de los derechos humanos y medioambientales a la empresa subcontratada Grupo Cobra, por ser ésta la que construye la obra, ha subrayado Moreno.

La portavoz de Alianza por la Solidaridad coincide con Soto al señalar que «ACS es una empresa cómplice al prestar asistencia práctica a sabiendas de que se están vulnerando los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos». ACS declinó hacer ningún comentario. El caso del Grupo Cobra/ Grupo ACS en Guatemala fue incluido por Greenpeace en el informe Justicia para las personas y el planeta por el fin de la impunidad de las grandes corporaciones, presentado en el Foro Económico Mundial de Davos en enero.

La ausencia de redes de los países en desarrollo cuestiona la rentabilidad de los paneles solares para los pequeños productores

EFE.- Directivos empresariales de distintos países lamentaron no poder llevar su tecnología solar a los pequeños productores en los países en desarrollo por la falta de rentabilidad y capacitación, entre otros problemas. En este sentido, Markus Schawaninger, fundador de la empresa alemana Ecoligo, señaló que actualmente facilitan paneles solares y bombas de agua a grandes explotaciones, ya sea de café en África o de vino en Chile, aunque todavía no han podido hacerlo con las pequeñas.

Así como las grandes empresas agrícolas exportan a Europa, recibiendo ingresos en euros que después pueden invertir en tecnología solar, las que funcionan en el mercado local tienen dificultades para reunir los fondos. Schawaninger explicó que en esos casos pueden ser útiles las iniciativas de micromecenazgo, elaborando vídeos con los que mostrar en qué se gasta el dinero invertido y asociándose con proyectos sociales como los sellos de comercio justo.

Además del difícil acceso a la financiación, el responsable de la red italiana RES4Africa, Marco Aresti aseguró que «no existe aún ningún modelo privado sostenible» para la distribución de pequeñas redes eléctricas a partir de energía renovable entre los pequeños agricultores en el continente africano, por lo que ahora solo operan con proyectos a gran escala. Ese conglomerado de empresas especializadas en la producción, utilización, financiación y mantenimiento de tecnología solar ha impulsado la creación de una academia con la que formar a jóvenes técnicos en el este de África.

Además de tecnología, necesitan mantenimiento

El especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Josef Kienzle, recalcó que «es más fácil proporcionar la tecnología que hacerla sostenible». Instó a no repetir errores del pasado como sucedió con la introducción de tractores en países pobres que después los abandonaron por la falta de servicios de reparación, personal cualificado y mantenimiento. «Todos los socios deben beneficiarse, por lo que es necesario que se creen los vínculos entre los proveedores y los usuarios con el objetivo de crear nuevos empleos locales», afirmó.

El experto del Instituto Internacional para la Gestión del Agua (IWMI), Shilp Verma, detalló que han llevado a cabo un proyecto piloto conectando las bombas de agua a un panel solar para un grupo de agricultores en la India. En el futuro tratarán de ampliar su escala y formar cooperativas, aunque para eso dijo que se necesitan políticas claras y resolver los problemas técnicos. Un problema de las bombas de riego con paneles solares tiene que ver con el riesgo de agotar los acuíferos, que en la India ya están en un estado crítico en un 30% de los casos.

La ONU destaca que la inversión global en energía solar batió un récord en 2017 con China a la cabeza

EFE / Europa Press.- La inversión mundial en energía solar volvió a batir en 2017 un nuevo récord, con 160.800 millones de dólares, un 18% más que en cualquier otra energía (renovable, fósil o nuclear), y con China a la cabeza en ese terreno, según ha indicado Naciones Unidas.

El informe Tendencias Globales de Inversión en Energía Renovable 2018, publicado por ONU Medioambiente junto a la Escuela de Fráncfort, centro colaborador de ONU, y Bloomberg New Energy, expone que el mundo instaló un récord de 98 gigavatios de nueva capacidad solar, mucho más que la incorporación neta de cualquier otra tecnología: renovable, combustible fósil o nuclear. En este sentido, la solar supuso el 57% de las inversiones totales en todas las energías (excluyendo las grandes hidroeléctricas), que se calculan en 279.800 millones de dólares. China está a la cabeza de estas inversiones con una aportación «sin precedentes» de 53 gigavatios, más de la mitad del total, y 86.500 millones de dólares invertidos en el sector (el 58% del total).

«El extraordinario crecimiento de la inversión global en energía solar muestra todo lo que puede conseguirse cuando nos comprometemos con el crecimiento sostenible», aseguró el jefe del PNUMA, Erik Solheim. China también lidera la inversión en renovables, con 126.600 millones de dólares, un 31% más que en 2016. Junto al gigante asiático, hubo fuertes incrementos en la inversión en Australia (un 147% más, hasta 8.500 millones de dólares), México (un 810% más, hasta los 6.000 millones de dólares) y en Suecia (un 127% más, hasta los 3.700 millones de dólares).

El año pasado se contrataron 158 gigavatios de energía renovable, un récord frente a los 143 gigavatios de 2016 y superaron ampliamente los 70 gigavatios de capacidad generadora de combustibles fósiles (después de ajustar el cierre de algunas plantas existentes) durante el mismo periodo. «El mundo ha añadido más capacidad energética con la energía solar que con el carbón, el gas y las plantas nucleares combinadas», destaca Nils Stieglitz, presidente de la Escuela de Fráncfort. «Esto muestra hacia dónde nos dirigimos, aunque el hecho de que las energías renovables en su conjunto todavía están lejos de proporcionar la mayoría de la electricidad significa que todavía tenemos camino por recorrer«, añade.

El documento revela que la disminución de los costes de la electricidad solar y, en cierta medida, de la energía eólica, sigue impulsando el despliegue renovable. El año pasado fue el octavo consecutivo en el que la inversión mundial en energías renovables excedió los 200.000 millones de dólares y, desde 2004, el mundo ha invertido 2,9 billones de dólares en estas fuentes de energía verde. Según el director de Medio Ambiente de la ONU, Erik Solheim, “las inversiones en energías renovables atraen a más personas a la economía, ofrecen más empleos, trabajos de mejor calidad y empleos mejor remunerados. La energía limpia también significa menos contaminación, lo que supone un desarrollo más saludable y feliz».

Sin embargo, algunos grandes mercados vieron disminuciones en la inversión en energías renovables. En Estados Unidos, la inversión cayó un 6%, llegando a 40.500 millones de dólares. Dentro de Europa, los principales países que han retirado inversiones a energías limpias en 2017 fueron Reino Unido (un 65% menos, hasta los 7.600 millones de dólares) y Alemania (con una bajada del 35%, hasta los 10.400 millones). La inversión en Japón cayó un 28%, a 13.400 millones de dólares. El editor jefe de Bloomberg New Energy Finance, Angus McCrone, considera que en estos países confluyeron “cambios en el respaldo a las renovables desde la política, grandes financiaciones de proyectos, como en la eólica marina, y los menores costes de capital por megavatio».

Las inversiones mundiales en energías renovables de 2,7 billones de dólares de 2007 a 2017 aumentaron la proporción de electricidad mundial generada por eólica, solar, biomasa y de conversión de residuos a energía, geotérmica, marina y pequeñas centrales hidráulicas desde el 5,2% al 12,1%. El nivel actual de electricidad generado por las energías renovables corresponde a alrededor de 1,8 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono evitadas, equivalentes a las producidas por todo el sistema de transporte de Estados Unidos.

El cambio climático es la principal preocupación medioambiental de más del 55% de los españoles, según Greenpeace

Europa Press.- El 55,8% de los españoles afirman que el cambio climático es su principal preocupación medioambiental, seguida de la contaminación de mares y ríos (51,9%) y la contaminación ambiental (51,7%), según una encuesta de Greenpeace, elaborada por el instituto Ipsos. Según indica la organización ecologista, el resultado de la encuesta «demuestra que la gravedad de los impactos del cambio climático ha calado ya en la sociedad». La encuesta se realizó de manera online a un total de 2.506 personas.

Con respecto a cuáles eran las tres causas principales del cambio climático, las emisiones industriales fue elegida por un 73,5% de los encuestados. Los españoles también identificaron como causa principal la deforestación (65,1%) y la combustión de combustibles fósiles (64,6%). En cuarto lugar están las emisiones del transporte, que mencionaron el 42,5%. Centrando la pregunta en el ámbito de las energías que generan el cambio climático, la quema de petróleo es asociada en el 81,7% de los casos, de carbón en el 71,5% y de gas natural en el 55,3%, lo que revela, según Greenpeace, «que la ciudadanía es consciente de que la quema de combustibles fósiles son perjudiciales para la salud y el medioambiente«.

Por otro lado, el 35,1% y el 28,4% consideran a la comunidad internacional y al Gobierno central, respectivamente, como los principales responsables para actuar frente al cambio climático. Sin embargo, este porcentaje es más bajo cuando responden a la pregunta de en quién se confía más para atajar el cambio climático transformando el modelo energético. Así, un 11,1% se decanta por el Gobierno, un 9,4% por las empresas y un 21% confía en la Comisión Europea. Los españoles esperan que Gobiernos y compromisos internacionales actúen para combatir el cambio climático y especialmente se refieren al ámbito de la energía como sector prioritario para la actuación.

«El Gobierno de España debe marcar el camino para acelerar la transición energética hacia un modelo basado al completo en renovables, fomentando la nueva instalación de energías limpias, poniendo una fecha para el abandono de los combustibles fósiles y la energía nuclear y permitiendo a la ciudadanía participar en la producción y la gestión de esa energía» ha declarado la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño. La organización ecologista pone el acento en la responsabilidad de los Gobiernos para actuar urgentemente frente al cambio climático, y destaca la importancia de la actuación ciudadana para combatirlo.

En este sentido, los resultados de la encuesta revelan que la ciudadanía es «bastante crítica consigo misma». Cerca del 70% está dispuesto a adoptar medidas que contribuyan a combatir el cambio climático, y un 90% de los encuestados se manifiestan abiertos a reducir su consumo de energía en alguna medida. En este caso, destacan especialmente las mujeres, que están más comprometidas a la hora de tomar medidas. Por ejemplo, ya usan más el transporte público en sus desplazamientos (9,3% frente a 6,9% de hombres), o apuestan por medidas de eficiencia energética como el uso de bombillas de bajo consumo (21,4% frente a 15,4%) o utilizar el aire acondicionado lo menos posible (18,4% frente a 11,9%).

«Es necesario que las políticas climáticas y energéticas vean un aumento de las mujeres en los puestos de toma de decisiones y en las negociaciones políticas como camino imprescindible para fomentar sociedades más sostenibles donde primen valores de salud y bienestar para frenar el cambio climático», indica Nuño, que incide en la necesidad de «una transición energética y unas políticas justas y transformadoras que tenga en cuenta a la población».

La ONU insta a los gobiernos y empresas a tomar medidas «urgentes» para cumplir los objetivos climáticos acordados en París

Europa Press.- La ONU ha instado a gobiernos y empresas a tomar medidas de carácter «urgente» para poder cumplir con los objetivos climáticos acordados en la Cumbre de París de 2015. Así lo recoge el VIII Informe de Brecha de Emisiones Emissions Gap Report de Naciones Unidas, publicado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Bonn (Alemania).

Este informe considera que las promesas nacionales sólo representan un tercio de la reducción de las emisiones que se requieren para 2030 para cumplir con los objetivos climáticos, e insta a sector privado y acción subnacional a aumentarlas a un ritmo que ayudaría a cerrar esta «preocupante» brecha. El Acuerdo de París busca limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados, con un objetivo más ambicioso de reducirlo a 1.5 grados. El cumplimiento de estos objetivos reduciría la probabilidad de impactos climáticos severos que podrían dañar la salud humana, los medios de subsistencia y las economías del mundo.

Según advierte la ONU, incluso la plena implementación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas) condicionales e incondicionales actuales hace muy probable un aumento de la temperatura de 3 grados para 2100, por lo que exige a los gobiernos a hacer promesas «mucho más fuertes» cuando estas sean revisadas en 2020. En el informe, la ONU también alerta de la posible retirada de Estados Unidos de este acuerdo climático: «Si los Estados Unidos cumplieran con su intención declarada de abandonar el Acuerdo de París en 2020, la situación podría ser aún más sombría».

No obstante, el documento presenta formas prácticas de recortar las emisiones a través de una acción de mitigación en rápida expansión basada en las opciones existentes en los sectores de la agricultura, los edificios, la energía, la silvicultura, la industria y el transporte. Así, señala que las medidas enérgicas contra otros forzadores del clima, como los hidrofluorocarbonos, a través de la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, y otros contaminantes climáticos de vida corta como el carbono negro, también podrían constituir «una contribución real».

«Un año después de la entrada en vigor del Acuerdo de París, aún nos encontramos en una situación en la que no estamos haciendo lo suficiente para salvar a cientos de millones de personas de un futuro miserable», advierte el director de Medio Ambiente de la ONU, Erik Solheim, que ha calificado este hecho de «inaceptable». «Si invertimos en las tecnologías correctas, asegurando que el sector privado participe, aún podemos cumplir la promesa que hicimos a nuestros hijos de proteger su futuro. Pero tenemos que abordar el caso ahora», añade.

El informe también pone de manifiesto que las emisiones de CO2 se han mantenido estables desde 2014, gracias en parte a la energía renovable, especialmente en China y la India. Esto ha aumentado las esperanzas de que las emisiones hayan alcanzado su punto máximo, ya que para 2020 deben permanecer en una trayectoria climática exitosa. Sin embargo, el informe advierte de que otros gases de efecto invernadero, como el metano, siguen en aumento, y que un aumento en el crecimiento económico mundial podría volver a poner fácilmente las emisiones de CO2 en una trayectoria ascendente.

El informe encuentra que las promesas actuales hacen que las emisiones de 2030 lleguen de 11 a 13.5 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) por encima del nivel necesario para mantenerse en el camino de menor coste para alcanzar el objetivo de 2ºC. Una gigatonelada es aproximadamente equivalente a un año de emisiones de transporte en la Unión Europea (incluida la aviación). La brecha de emisiones en caso de establecer el objetivo de limitar el calentamiento a los 1.5 grados es de 16 a 19 GtCO2e, más alta que las estimaciones previas a medida que nuevos estudios estén disponibles.

Por otro lado, la ONU considera que las acciones prometidas por organismos no estatales y subnacionales (como las ciudades y el sector privado) podrían reducir la brecha de emisiones de 2030. Las 100 empresas emisoras más grandes del mundo que cotizan en bolsa, por ejemplo, representan alrededor de una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, «lo que demuestra un gran margen para una mayor ambición».

Para ayudar a reducir estas emisiones, el informe propone que se eviten nuevas plantas de energía a base de carbón, así como acelerar la eliminación progresiva de las plantas existentes, asegurando el manejo cuidadoso de cuestiones tales como el empleo, los intereses de los inversores y la estabilidad de la red. Se estima que hay 6.683 centrales eléctricas de carbón en funcionamiento en el mundo, con una capacidad combinada de 1.964 GW. Si estas plantas operan hasta el final de su vida útil y no se adaptan con la captura y el almacenamiento de carbono, emitirían un acumulado de 190 Gt de CO2. El 85% del carbón depende e China, India, Turquía, Indonesia, Vietnam, Japón, Egipto, Bangladesh, Pakistán y Corea.

Para evitar rebasar los objetivos de París, el informe hace hincapié en la inversión en la tecnología en agricultura, edificios, energía, industria y transporte. Esas inversiones, con un coste de inversión de menos de 100 dólares por tonelada de CO2 evitada, a menudo mucho más baja, podrían ahorrar hasta 36 GtCO2e por año para 2030. Gran parte del potencial en todos los sectores proviene de la inversión en energía solar y eólica, electrodomésticos eficientes, automóviles de pasajeros eficientes, la forestación y la detención de la deforestación, según el informe, que señala que centrarse sólo en las acciones recomendadas en estas áreas, que tienen costes modestos o netos negativos, podría reducir hasta 22 GtCO2e para 2030.

Figueres asegura que apostar por renovables y reducir un 50% las emisiones cada década permitirá una economía descarbonizada en 2050

Europa Press.– La ex secretaria de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Christina Figueres, ha asegurado que si se reducen un 50% las emisiones en cada década, se podrá alcanzar 2050 «con una economía descarbonizada». Así lo señaló durante un encuentro que se celebró en el Congreso, con la Mesa y los portavoces de la Comisión de Cambio Climático, en un encuentro que se ha caracterizado por el optimismo de Figueres, según han explicado varios de los diputados presentes.

En concreto, Figueres, bajo cuyo mandato se firmó el Acuerdo del Clima de París, ha dado varias cifras: las 600 gigatoneladas que la humanidad puede emitir todavía sin aumentar la temperatura del planeta por encima de los 2ºC; las 40 gigatoneladas que es necesario reducir cada año para proteger a las poblaciones más vulnerables y para acometer una auténtica transición energética; y los 15 años que son el límite para cambiar la tendencia de emisiones. «2020 tiene que ser el año de inflexión a partir del cual, globalmente, tenemos que empezar a bajar las emisiones», ha señalado la experta, quien ha indicado que tanto la sociedad como los mercados ya están concienciados sobre esta materia.

Para Uralde hay mucho optimismo

Según ha explicado el coportavoz de Equo, Juan López de Uralde, Figueres ha hablado específicamente de varios sectores, como el de la automoción que, a su juicio, ya están cambiando su industria para pasar al coche eléctrico o el energético que, para la experta, ya está en camino hacia las renovables. Para Uralde, el optimismo de la experta no es tan real ya que «hay un factor que es el tiempo» y porque existen ciertos sectores que, al menos en España, no están tan dispuestos a modificar su industria actual.

Durante el encuentro, también se ha tratado el papel de Estados Unidos y de su presidente, Donald Trump, al desligarse del acuerdo de París. Para Figueres, la decisión de Trump «sólo es perjudicial para el propio país», pero señala que no ha repercutido en el resto del mundo, ya que países como China o Rusia se han adherido posteriormente. Sobre España, la experta ha animado a hacer una Ley de Cambio Climático con visión de futuro y ambiciosa, que no esté politizada. Un aspecto que, para el portavoz de Cambio Climático del PSOE, Ricardo García Mira, es muy difícil por la polarización entre posiciones partidistas.

Sobre renovables también ha hablado Figueres para señalar que España tiene una «sobrecapacidad» en esta materia que no es una debilidad sino «una fortaleza» a la hora de cambiar de modelo. Este aspecto ha sido destacado por la portavoz popular en esta materia, Belén Bajo, quien ha valorado el encuentro «muy provechoso» por el carácter optimista que ha trasladado la experta. «Nos ha dicho que no se puede cambiar el sistema productivo de golpe, que hay que darse tiempo e ir adaptándose», apuntó la diputada.

Galán (Iberdrola) pide en la ONU que todos los sectores luchen contra el cambio climático para lograr una economía descarbonizada

EFE / Servimedia.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha destacado el papel clave del sector eléctrico para lograr una economía baja en carbono, a pesar de que solo representa el 25% de las emisiones mundiales. En este sentido, Galán subrayó ante la ONU las oportunidades de empleo y bienestar que genera una economía baja en carbono, y subrayó la necesidad de que todos los sectores económicos trabajen juntos para frenar el cambio climático, según indicó Iberdrola.

Galán participó en una reunión de alto nivel auspiciada por la Secretaría General de la ONU en el marco de la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos) y de la Semana del Clima que se celebra en la ciudad. Según Galán, «la electricidad proporciona una gran oportunidad para lograr una descarbonización rápida y efectiva para reducir las emisiones contaminantes, llevando a una electrificación de la economía que podrá generar bienestar y empleo».

En el foro Financiando la agenda 2030: desbloqueando la prosperidad y en presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Galán ha explicado que la lucha contra el cambio climático «es una responsabilidad compartida que debe involucrar a todos los sectores de la economía». «Entre todos podemos hacer una contribución significativa aprovechando las oportunidades de una economía limpia y desarrollando marcos regulatorios que atraigan la inversión y creen valor para todos», añadió. Iberdrola está participando en la Semana del Clima de Nueva York (Estados Unidos). La empresa ha suscrito un acuerdo con Sustainable Energy for All, una plataforma dependiente de Naciones Unidas, para trabajar juntos con el objetivo de asegurar el acceso universal a una energía asequible y segura.

Iberdrola se adhiere a Bewego

Por otro lado, Iberdrola, en el marco de la Semana Europea de la Movilidad, se ha adherido a la iniciativa Bewego, la primera plataforma de movilidad colaborativa en España, que permite a empleados de la misma organización y de organizaciones distintas, pero próximas entre sí, compartir coche. De este modo, la compañía ofrece a su equipo una nueva alternativa para acudir a su centro de trabajo reduciendo su huella de carbono. La incorporación a Bewego se suma al Plan de Movilidad Sostenible de Iberdrola, que hasta ahora contaba con 23 acciones. Este Plan tiene un carácter integral e involucra a empleados, empresa, clientes y proveedores.

Entre las acciones puestas en marcha por Iberdrola, destaca el programa Vehículo eléctrico para empleados, cuya implantación se ha realizado ya en España y Reino Unido, si bien se prevé ampliar al resto de países donde está presente. Con esta acción, Iberdrola promueve la utilización del vehículo eléctrico entre su equipo profesional, para lo que ha articulado 3 tipos de ayudas: 4.000 euros para la compra de un vehículo 100% eléctrico, ayudas a fondo perdido de hasta 750 euros para la instalación de puntos de recarga y de hasta 6.000 euros para aquellos empleados que accedan al patrocinio de la marca Iberdrola en sus vehículos durante 3 años, sumando ayudas de hasta 250 euros por la compra de bicicletas eléctricas.

Estas ayudas son compatibles con el Plan Movea del Gobierno, por lo que los empleados de Iberdrola pueden acceder a un vehículo eléctrico a un precio realmente competitivo. A estas acciones se suman otras 22, entre las que destaca también el servicio de car sharing eléctrico impulsado por Iberdrola. Mediante esta medida, los empleados de la compañía disponen de vehículos respetuosos con el medio ambiente para realizar gestiones comerciales en Madrid, Bilbao, Valencia y Barcelona.

La ONU intenta ahogar económicamente a Corea del Norte con sanciones que limitan sus importaciones de petróleo y productos derivados

EFE.- La ONU dio un paso más para intentar ahogar económicamente a Corea del Norte por sus pruebas nucleares que viene realizando desde 2006 al aprobar nuevas sanciones que limitan sus importaciones de petróleo y derivados y prohíben sus exportaciones de textiles. «No estamos buscando la guerra», afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, impulsora de la resolución que fue aprobada por el Consejo de Seguridad, aunque con sanciones menos drásticas de lo que inicialmente buscaba Washington.

Inicialmente, Estados Unidos pedía, entre otras cosas, la prohibición de que los países miembros de la ONU vendieran a Corea del Norte gas, crudo y productos petroleros refinados, así como la prohibición de comprar textiles norcoreanos. Rusia y China, que tienen el derecho de veto sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad, habían expresado su oposición a algunos de los puntos de ese proyecto, por lo que se abrió una ronda de negociaciones que culminó.

El texto final establece la prohibición de que se pueda exportar a Corea del Norte gas natural o licuado. Asimismo, prohíbe vender al régimen de Pyongyang productos petroleros refinados que excedan el medio millón de barriles desde el 1 de octubre próximo, durante tres meses, y de 2 millones de barriles a partir del 1 de enero de 2018, durante doce meses. También determina que se congelen las cantidades de petróleo que se vende a Corea del Norte para que no excedan los montos entregados durante los últimos doce meses.

Sanciones añadidas a las anteriores

Por otra parte, establece que Corea del Norte no podrá vender fuera del país sus productos textiles, una industria que, según datos de Estados Unidos, genera unos 760 millones de dólares al año y es una de las principales fuentes de divisas del régimen de Pyongyang. Junto con otras sanciones anteriores, que fijaron un embargo de las exportaciones de carbón, hierro, pescados y mariscos, con las medidas anunciadas Corea del Norte pierde 2.700 millones de dólares o el 90% de sus ventas al exterior, de acuerdo con cifras del año pasado calculadas por Estados Unidos.

De acuerdo con datos de Estados Unidos, el país que más impulsó estas medidas, la medida recorta en un 55% los productos petroleros que llegan a Corea del Norte. Haley reconoció que no es la primera vez que la ONU fija sanciones económicas contra el régimen de Pyongyang, pero destacó que éstas son las más drásticas que se aprueban hasta ahora, a pesar de que difieren del proyecto original. «No aceptaremos una Corea del Norte con armas nucleares», afirmó la embajadora estadounidense ante la ONU.

La ONU inaugura su Banco de Uranio de Bajo Enriquecimiento en Kazajistán para asegurar combustible nuclear a los Estados

Europa Press.- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas, Yukiya Amano, y el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, inauguraron el Banco de Almacenamiento de Uranio de Bajo Enriquecimiento (LEU), emplazado en la Planta Metalúrgica de Ulba, en la ciudad de Ust-Kamenogorsk (Kazajistán), según indicó el Foro de la Industria Nuclear de España.

Según ha señalado Amano, el banco de LEU, que ha costado 150 millones de dólares (unos 134 millones de euros) y tendrá una vida útil de 20 años, «aportará una valiosa contribución a los esfuerzos internacionales para garantizar la disponibilidad de combustible para las centrales nucleares». Esta instalación albergará una reserva de hasta 90 toneladas de uranio de bajo enriquecimiento, el componente básico para la fabricación del combustible nuclear, y actuará como «suministrador de último recurso» para aquellos Estados miembros que no puedan conseguir LEU en el mercado global. Además, han señalado que también podrán acogerse a este recurso los Estados que no estén sujetos a conformidad con los criterios de idoneidad establecidos por el Comité de Gobernadores del OIEA.

Combustible nuclear para 3 años

La instalación tiene una superficie de 880 metros cuadrados y consta de una estructura de acero. La compra y el almacenamiento de las 90 toneladas de uranio de bajo enriquecimiento, suficientes para poder proporcionar energía eléctrica a una gran ciudad durante tres años, se completará a lo largo de 2018. En 2010, este Comité autorizó la construcción y operación del Banco LEU, y en julio de 2011, Kazajistán se ofreció a albergarlo en respuesta a la solicitud de Expresiones de Interés por parte del Organismo. En mayo de 2016 se firmó el acuerdo de colaboración entre el OIEA y la Kazajistán para el lanzamiento del proyecto, cuya «primera piedra» para la construcción se puso el 28 de agosto de 2016.

Kazajistán será responsable de la seguridad nuclear y física, para lo que se aplicarán todos los requisitos legales y regulatorios del país, y el OIEA es el propietario del almacenamiento, a cuyas salvaguardias estará sometido. La construcción y el funcionamiento de este Banco LEU está completamente financiada mediante los Estados miembros del OIEA y otros países e instituciones donantes (entre los que se encuentran Estados Unidos, la Unión Europea, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Noruega, Kazajistán y la Nuclear Threat Inititative).

La ONU señala que la cumbre climática de Bonn debe «ir en la dirección» de fijar un precio al carbón

Europa Press.- La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Patricia Espinosa, ha señalado que «el sector privado está pidiendo poner precio al carbón» y que en la próxima cumbre climática (COP23), que tendrá lugar en Bonn (Alemania), del 6 al 17 de noviembre, se debe «ir en esa dirección«.

Espinosa cree que «no será factible» alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de no superar un aumento global de temperatura de 2ºC si la tecnología de Captura y Almacenamiento de Carbón (CCS) «se queda fuera» de las negociaciones. «Tenemos que hablar de una combinación de adaptación y mitigación», ha destacado Espinosa en relación con las tecnologías de «emisiones negativas» como la Bioenergía con Captura y Almacenamiento de Carbono (BECCS).

El reto de la COP23 será impulsar la aplicación del Acuerdo de París, por lo que las negociaciones de los países se centrarán en elaborar directrices para poner en marcha cuestiones como la transparencia, la adaptación, la reducción de las emisiones, la financiación, la creación de capacidad y la tecnología, según se recoge en el programa oficial de negociación. El objetivo último «será avanzar en todas estas áreas de manera que las directrices puedan quedar terminadas en la COP24 que se celebrará en Polonia en 2018», señalan en la plataforma.

Hasta el momento, 154 países han ratificado el Acuerdo de París y, ahora, «tendrán que hacer contribuciones específicas para su implementación», según indicó Espinosa. Durante las dos semanas de la COP23, una «enorme» área de la ciudad de Bonn se convertirá en el Campus del Clima, que estará dividido en dos zonas: Bula y Bonn, según han informado desde la plataforma web de la cumbre.