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Francia dejará de vender coches de gasolina y gasóleo en 2040

EFE.- Francia dejará de vender coches de gasolina y diesel en 2040, según anunció el ministro de la Transición Energética, Nicolas Hulot, dentro del plan de acción del Gobierno del presidente Emmanuel Macron contra el cambio climático. Hulot explicó que su Ejecutivo ha decidido elevar la ambición de Francia, que ya no buscará como hasta ahora reducir un 75% las emisiones de dióxido de carbono para 2050 sino «la neutralidad de carbono» para esa fecha.

Eso significa que para 2050 el nivel de emisiones no deberá superar el volumen que podrá ser absorbido (por ejemplo por los bosques) y pondrá a Francia junto a los pioneros en marcarse esa meta, que son Suecia y Costa Rica, destacó. Mientras llega «el fin de la venta de los coches diesel y de gasolina en 2040», el ministro anunció que se creará «una prima de transición» destinada a las personas con pocos medios para incitar a la renovación del parque automovilístico y la sustitución de los coches más antiguos y más contaminantes. «Vamos a acelerar el movimiento para que los más modestos puedan comprar coches menos contaminantes«, argumentó.

Confirmó el anuncio del primer ministro, Edouard Philippe, en el sentido de que «Francia ha decidido prohibir todo nuevo proyecto de exploración, y por tanto de explotación«, de petróleo, de gas o de carbón, para lo cual se presentará un proyecto de ley a finales del verano o comienzos del otoño. Hulot añadió que, teniendo en cuenta el agotamiento de los yacimientos que están activos actualmente, «eso conducirá al final de la explotación» para 2040.

En el caso del carbón, Francia dejará de producir electricidad con ese combustible fósil «de aquí a 2022», lo que significa el cierre de centrales que ahora aportan un 5% del total. Ese proceso se hará «acompañando a los asalariados que van a verse afectados» mediante «contratos de transición» para «que no haya perdedores». En el terreno de las energías renovables, el titular de la Transición Energética se marcó el objetivo de subir su peso relativo al 32% en 2030.

50 grandes empresas piden al Gobierno una hoja de ruta de lucha contra el cambio climático y de transición energética

Europa Press.- Cincuenta grandes empresas plantearon al Gobierno sus demandas para la Ley de Cambio Climático y Transición Energética entre las que reclaman un sistema de transparencia y comprobación de la evolución del cumplimiento de objetivos, un sistema de gobernanza climática, incentivos y fomento de criterios climáticos en la compra pública responsable, así como establecer objetivos ambiciosos de 2030 y 2050 y una hoja de ruta clara.

Las propuestas han sido planteadas por el Clúster de Cambio Climático, organizado por Forética en su segunda reunión anual, en la que han analizado las tendencias y claves de la colaboración público-privada en el impulso de la sostenibilidad urbana. Foretica es el único representante en España del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD). En el encuentro participó la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, que expuso las principales conclusiones y próximos pasos tras las sesiones de consulta, llevadas a cabo por el Ministerio, en torno a la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

El director general de Forética, Germán Granda, ha entregado a Ulargui un documento que recoge propuestas a la futura Ley, que se suman a las ya aportadas durante las jornadas de consulta. En concreto, las cincuenta empresas apuestan por establecer objetivos ambiciosos en 2030 y 2050, una hoja de ruta clara y un seguimiento y revisión programado cada cinco años, un sistema de transparencia y reporting de la evolución del cumplimiento de objetivos, un sistema de gobernanza climática, establecimiento de incentivos o el fomento de los criterios climáticos entre los criterios de compra pública responsable.

«El Clúster de Cambio Climático, referente empresarial en materia de cambio climático, como parte de su objetivo de colaboración con las Administraciones Públicas busca, a través de este documento, ofrecer su apoyo y demostrar el compromiso empresarial activo en la lucha contra el cambio climático», ha concluido Granda. En materia de gobernanza climática, el clúster apuesta por una atribución clara de competencias en el sistema de gobernanza nacional, autonómico y local; la existencia de un organismo independiente consultivo, de control y seguimiento compuesta por personas de reconocido prestigio en materia climática y sus aspectos socioeconómicos.

Entre las propuestas hay incentivos económicos, fiscales y financieros para apoyar al sector privado en el avance hacia una economía baja en carbono, asegurando el alineamiento con los objetivos de París. El clúster ha citado entre las herramientas disponibles, la posibilidad de considerar el precio de carbono como herramienta que las empresas pueden utilizar para gestionar los riesgos y oportunidades asociados a su huella de carbono e internalizar los costes derivados de las emisiones invernadero.

La Unión Europea necesita invertir 450.000 millones de euros hasta 2050 para mantener la capacidad de generación de sus nucleares

EFE.- La Unión Europea necesitará invertir entre 350.000 y 450.000 millones de euros hasta 2050 para mantener la actual capacidad de generación eléctrica de sus centrales nucleares, según Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción Climática y Energía. Actualmente hay 129 reactores atómicos operativos en 14 miembros comunitarios, con una capacidad de 120 GW, si bien esas instalaciones tienen ya una antigüedad media de 30 años.

Sin unos programas de adaptación a largo plazo, «el 90% de los reactores actuales tendrán que ser cerrados en 2030» si no se producen esas inversiones, indicó Arias Cañete, que participó en el XII Foro Nuclear Europeo. Además, Arias Cañete recordó que la energía nuclear en la Unión Europea «no está muerta», pues hay nuevos proyectos de construcción de centrales nucleares en 10 países. Son 4 los reactores actualmente en construcción en Finlandia, Francia y Eslovaquia, mientras que existen otros 3 proyectos en proceso de licencia (Finlandia, Hungría y Reino Unido) y otros 5 en estado de preparación (Bulgaria, República Checa, Lituania, Polonia y Rumanía).

Coincidiendo con el 60 aniversario de la creación de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), el político español expresó que ese tratado «ha garantizado la seguridad nuclear». El Reino Unido dejará de ser miembro de esa comunidad en marzo de 2019, recordó asimismo el comisario europeo. «Hasta que los tratados dejen de aplicarse al Reino Unido en marzo de 2019, ese Estado se mantiene como miembro de la Unión Europea y de la Comunidad Euratom con los mismos derechos y obligaciones como cualquier otro miembro», explicó. Sobre la salida de Londres del acuerdo Euratom, Arias Cañete avanzó que «es aventurado decir cuál será el futuro marco de colaboración».

Endesa ve necesario prorrogar las nucleares para poder descarbonizar la economía española y cree que su cierre incrementaría las tarifas

Redacción / Agencias.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, asegura que anticipar «innecesariamente» el cierre de las centrales nucleares daría lugar a «un importante aumento» de las tarifas eléctricas, «lo que agravaría el problema de la pobreza energética, reduciría la competitividad de la economía y limitaría la electrificación de la demanda energética». Por ello ve «necesario el alargamiento de la utilización de las centrales nucleares» para que España pueda ejecutar la transición energética hacia la descarbonización total de la economía en 2050.

En este sentido, Bogas pidió un pacto de Estado por la energía que evite decisiones cortoplacistas y establezca un plan de transición hacia un sistema descarbonizado “en condiciones de seguridad energética y competitividad económica”. «Esta travesía va a durar más de 30 años», indicó Bogas, quien añadió que «exigirá un enorme esfuerzo inversor» para incorporar 30.000 megavatios de renovables antes de 2030 y 70.000 antes de 2050. En esta línea, defendió que «para no poner en riesgo el objetivo final ni el abastecimiento durante ese largo camino, es imprescindible aprovechar todos los recursos que poseemos«.

En cuanto a las nucleares, advirtió de que «anticipar innecesariamente» su cierre exigiría construir nuevas centrales de gas para no sufrir problemas de abastecimiento, lo que incrementaría las emisiones totales de CO2 del sistema eléctrico, haciendo «imposible» conseguir los objetivos de la Cumbre del Clima (COP21). Asimismo, alertó de que el cierre nuclear provocaría también un incremento significativo de las tarifas en 10 euros el megavatio hora (MWh), lo que afectaría a la competitividad de la economía, además de hacer aumentar la pobreza energética. En la misma línea, defendió que el cierre de las centrales térmicas debe ser “gradual y acompasado con los avances tecnológicos”.

Por otro lado, apuntó que, en el proceso de descarbonización, la aportación de sectores como el transporte, la industria o la electrificación es tan importante como la del sector eléctrico. De hecho, denunció que el transporte aporta el 24% de las emisiones, frente al 19% de la generación de electricidad. Además, pidió un plan nacional de eficiencia energética e impulsar el despliegue de redes eléctricas inteligentes. Bogas recalcó que la transición hacia un sistema energético descarbonizado «no es una opción para tomar o dejar», aunque afirmó que para que sea posible es «imprescindible» abordar «cuanto antes» las medidas regulatorias necesarias.

A este respecto, el presidente de Endesa, Borja Prado que afirmó el compromiso «muy exigente y ambicioso» del grupo de que en el horizonte de 2050 su sistema energético sea neutro en materia de emisiones, consideró que todos los agentes del sector tienen «la obligación» de sentar las bases del futuro energético. Prado calificó de «comprensible» que las necesidades políticas y fiscales a corto plazo hayan presionado «en uno u otro sentido», pero subrayó que los «intereses cortoplacistas» en la transición energética que se está llevando a cabo pueden poner «en riesgo la estabilidad futura del sistema» y “no son aceptables«. Ha reconocido que puede haber cuestiones que requieran soluciones inmediatas, pero éstas «no deben comprometer los objetivos del futuro».

Carga fiscal de las nucleares

En cuanto a las centrales de Almaraz (Cáceres) y Vandellós (Tarragona), que serán las próximas centrales nucleares que tendrán que renovar sus permisos, ha señalado que no van a tomar decisiones antes de tiempo y que lo harán cuando lleguen las fechas. Prado ha negado que las nucleares sean «negocios inviables», aunque admite que soportan «cargas fiscales importantes, pero lo que no vamos a ser nosotros es los precursores de cargarnos el sistema«. Respecto al coste al que puede ascender la reapertura de Garoña, ha manifestado que lo evaluarán después de que el Gobierno decida si puede volver a operar.

Prado ha dicho que «continúan pendientes algunos desarrollos regulatorios en las distintas áreas de la actividad eléctrica, que son muy necesarios». Entre ellos, ha citado un planteamiento «claro y responsable» del futuro de las fuentes de generación térmicas, que, ha precisado, serán claves para la seguridad y la estabilidad del sistema eléctrico y para hacer posible la transición a cero emisiones en 2050. También ha insistido en que hay que luchar contra el fraude eléctrico, que pone en riesgo la seguridad de los que viven próximos a instalaciones manipuladas e incrementa los costes que asumen los usuarios. Asimismo, reclama un marco regulatorio «adecuado y sostenible» que permita «una clara protección a todos los consumidores en una situación de vulnerabilidad económica».

Por otra parte, Bogas destacó el esfuerzo inversor de la compañía en España, con alrededor de 8.000 millones de euros desde el año 2010. «Ninguna empresa eléctrica invierte más que Endesa en este país», dijo. A este respecto, valoró la adquisición de hasta el 100% de Enel Green Power España, una operación que «tiene gran sentido económico y estratégico» y que sitúa a la compañía en una situación para aprovechar la oportunidades de crecimiento en energías renovables, «que son el futuro de nuestro sistema energético».

Endesa compra Eléctrica de Jafre

Finalmente, Endesa notificó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la toma del control exclusivo de la distribuidora de electricidad Eléctrica de Jafre. Esta pequeña empresa, con sede en Girona, desarrolla su actividad en el área de distribución, así como en el negocio del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado. El año pasado, la eléctrica, a través de Endesa Red, ya se hizo con otra pequeña empresa de este perfil, Eléctrica del Ebro, por 24,7 millones de euros. Esta última empresa, cuya compra también requirió el análisis de la CNMC, tiene sede en Tarragona y se dedica a la distribución y comercialización de energía eléctrica en esta provincia.

México se marca un 42% renovable como objetivo para 2030 y presenta estrategia climática con Estados Unidos y Canadá

EFE.- México es el primer y hasta ahora único país latinoamericano que ha presentado su estrategia de compromisos climáticos hasta 2050, y lo ha hecho conjuntamente con Estados Unidos y Canadá, señaló el jefe de la delegación mexicana en la cumbre climática de Marrakech, Rodolfo Lacy.

Lacy, subsecretario de Planificación y Política Ambiental del gobierno mexicano, recordó que la integración y la convergencia de su país con Estados Unidos en cuestiones energéticas es muy intensa, y esto constituye «un hecho más fuerte que las palabras» del presidente electo estadounidense, Donald Trump. La estrategia climática de México hasta 2050, recordó Lacy, incluye llegar a 2030 con un 42% de energías renovables sobre el total producido y la multiplicación del gasto en innovación tecnológica en cuestiones de energía, que ya se ha duplicado en solo dos años. La energía de generación solar, afirmó, “ya es más rentable y barata que la generada por gas natural”, aunque eso no se aplica para otras energías.

Otra medida climática de su gobierno será la creación de un «mercado de carbono» que se sume al impuesto sobre el carbono que ya existe en México. El gobierno conoce las 400 empresas mexicanas que emiten un 40% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, sobre las que se aplicarán esos planes de «compra de carbono». Pero lo más importante, según Lacy, es el hecho de que esta estrategia hasta 2050 «es un mandato de ley», pues está apoyada en dos normativas, la Ley del Cambio Climático y la Ley de Transición Energética, lo que significa que ningún gobierno podrá cambiarlas, sino que tendría que ser el Congreso.

En cuanto a la posibilidad de que Estados Unidos abandone el Acuerdo de París, como ha amenazado Trump, y retire su financiación a compromisos climáticos, que Lacy cifró entre un 20% y un 25% de los fondos mundiales, respondió recordando la estrecha integración energética que une a Estados Unidos con México y con Canadá y que «es un hecho más fuerte que las palabras». «La integración de nuestros sistemas energéticos es brutal», recordó, y puso estos ejemplos: México produce energía renovable que provee electricidad a California y Arizona, y Canadá produce energía hidroeléctrica que abastece al noreste de Estados Unidos.

Además, los tres países norteamericanos están homologando sus normas para vehículos, migrando a modalidades híbridas y eléctricas, con un plan para armonizar sus normativas en 2025 para vehículos ligeros y en 2027 para los pesados. «Hay una realidad de infraestructuras, comercial e industrial que rebasa cualquier política coyuntural», resumió Lacy en referencia a las palabras de Trump, quien por otra parte no ha tratado cuestiones climáticas o energéticas desde que ganó las elecciones. Con respecto al impacto que tendría una posible retirada de la financiación estadounidense para luchar contra el cambio climático, Lacy subrayó que el dinero que aporta la empresa privada y otras instituciones no estatales «es infinitamente superior».

Bruselas estudia crear un fondo de garantías para promover la energía undimotriz y mareomotriz en la Unión Europea

EFE.- La Comisión Europea estudiará la creación de un fondo de garantías para contribuir a promover la energía undimotriz y mareomotriz en la Unión Europea, es decir, energía a partir de las olas y las mareas. El Foro sobre Energía Oceánica presentó una hoja de ruta para garantizar el 10% del consumo energético de Europa a partir de la energía undimotriz y mareomotriz, algo que requeriría un fondo de inversión de 250 millones de euros y un fondo de garantías de 70 millones.

El comisario de Medioambiente, Asuntos Marítimo y Pesca, Karmenu Vella, ha constatado que «la hoja de ruta estima que la energía oceánica podría cubrir hasta el 10% de la demanda energética de la Unión Europea de aquí al 2050», algo que permitiría recortar las emisiones en 276 millones de toneladas de CO2 al año. «La Comisión estudiará ahora el establecimiento de un fondo de garantías y contribuirá a través del mejor uso de los recursos e instrumentos existentes» como el programa de ayudas a la investigación Horizonte 2020, así como el marco financiero plurianual, según avanzaron fuentes del Ejecutivo comunitario.

España necesitará invertir 385.000 millones para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, según Deloitte, que recomienda mantener nucleares

Europa Press / EFE.- España necesitará invertir entre 330.000 y 385.000 millones de euros, unos 10.000 millones de euros anuales, para cumplir con los objetivos de reducción de CO2 establecidos por la Unión Europea para el año 2050, entre un 80% y un 95%, según el informe Un modelo energético sostenible para España en 2050 de la consultora Deloitte.

De este importe total, entre 185.000 y 251.000 millones de euros, deberán destinarse a la generación eléctrica libre de emisiones, fundamentalmente a las renovables, entre 50.000 y 59.000 millones de euros a redes de transporte y distribución energética, entre 38.000 y 73.000 millones de euros a eficiencia energética y conservación y entre 29.000 y 39.000 millones de euros al cambio de vector energético. En la presentación del informe, el socio de Deloitte, Alberto Amores, destacó que estas cifras «son asumibles» ya que están en línea con la cantidad anual media invertida por el sector eléctrico durante la época de crecimiento.

Según Deloitte, para alcanzar ese compromiso de reducir las emisiones de carbono entre el 80% y el 95%, será necesario que el peso de la producción renovable alcance en el horizonte de 2050 más del 90% del total, frente al 38% actual. Esto quiere decir que de los actuales 52 gigavatios (GW) de renovables instalados en la actualidad se deberá pasar a entre 161 y 216 GW en 2050. Esta implantación de renovables requeriría además una capacidad de respaldo de unos 40 o 63 GW.

Además, la consultora considera necesario que se mantengan en funcionamiento tanto las plantas térmicas como las nucleares durante el periodo transitorio, ya que «para un mundo descarbonizado la nuclear tiene todo el sentido porque no emite y permite hacer un balance adecuado de aquí al 2030», señaló Amores. Así, el estudio advierte de que el cierre prematuro de las centrales térmicas convencionales instaladas, de carbón y ciclos combinados, requerirá nuevas centrales de gas natural a partir de 2020, ya que en ese momento es previsible que todavía no estén disponibles las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía necesarias para el respaldo del sistema, lo que significaría nuevas inversiones por valor de 3.500 millones de euros.

«Prescindir prematuramente de determinadas tecnologías o combustibles, como la nuclear, el carbón, el petróleo o el gas, pondría en riesgo el cumplimiento de estos objetivos y en definitiva la seguridad de suministro del modelo energético», señala Deloitte. Asimismo, apunta que el cierre de las plantas nucleares cuando cumplan 40 años supondría un incremento de las emisiones de CO2 y una subida del precio del mercado diario de electricidad de hasta 8-10 euros por megavatio-hora (MWh).

Electrificación progresiva de la demanda

Deloitte también señala que para alcanzar estos objetivos medioambientales será necesario limitar los productos petrolíferos a usos en los que no hay alternativa, como el transporte aéreo, y sustituirlos en otros usos por electricidad o por gas natural. En este sentido, supone que en España prácticamente todos los vehículos deberían ser eléctricos en 2050, para lo que se deberían vender en 2030 ya unos 750.000 vehículos, mientras que en 2015 apenas se vendieron 2.300 unidades en España; que entre el 40% y el 60% del transporte pesado se tendría que realizar por ferrocarril, cuando actualmente el 95% es por carretera, y que el 90% de los consumos de cocina, calefacción y agua caliente en viviendas y empresas debería ser eléctrico.

El informe también apunta a una serie de objetivos de «transición» para 2030: los coches eléctricos deberían suponer para ese año entre el 7% y el 10% del total, entre el 20% y el 25% del transporte de mercancías se tendría que hacer por ferrocarril eléctrico o entre el 34% y el 46% de los camiones deberían usar gas natural. Otras medidas tendrían que ver con la eficiencia energética a partir de la rehabilitación de edificios existentes, actuaciones en nueva edificación y nuevos procesos industriales.

Junto a estas recomendaciones, el informe apunta una serie de medidas que ayudarán a cumplir con esos objetivos como cambios en la fiscalidad de CO2, inversiones públicas en el transporte ferroviario, apoyo al vehículo eléctrico, promover el aislamiento en los hogares, extender la vida útil de las centrales nucleares hasta los 60 años o eliminar de la factura eléctrica los sobrecostes derivados de políticas energéticas que distorsionan el precio final.

Según Deloitte, la descarbonización permitiría rebajar en un 42% el precio medio de la electricidad que pagan los consumidores, al pasar de los actuales 120 euros por megavatio hora (MW) a entre 65 y 75 euros por MWh. Este descenso se debe principalmente al aumento de la demanda, que se duplicaría por su electrificación, y a la desaparición ya en ese horizonte del déficit del sistema y de la retribución actual a las renovables, que estará ya amortizada. Además, habrá una menor dependencia energética, ya que estima que en 2050 serán necesarios entre 7 y 15 millones de barriles de petróleo, frente a los 416 millones de barriles de 2013, con lo que bajaría la millonaria factura petrolera de España.