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Las empresas aseguradoras empiezan a dar la espalda al sector del carbón, según un estudio de Unfriend Coal

Europa Press.- Las empresas aseguradoras empiezan a dar la espalda a las empresas del sector carbón, según un estudio de Unfriend Coal, una coalición en la que figuran Ecologistas en Acción y Greenpeace. El estudio señala sin embargo que, aunque es una tendencia mundial, por ejemplo, la aseguradora española Mapfre no quiere desvincularse de sus actuales clientes del sector a pesar de que afirma que no asegurará nuevos proyectos.

Otras 7 grandes empresas mundiales del sector aumentarán sus restricciones a empresas del sector y están poniendo fin a los seguros para empresas del carbón, tanto a minas como a centrales eléctricas, según el informe que añade que han desinvertido en el sector unos 6.000 millones de dólares. Para el portavoz de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, mientras la mayor parte de las aseguradoras europeas más importantes se están retirando del sector del carbón, solo un pequeño grupo de compañías, entre las que se encuentra Mapfre, siguen apostando por este sector o «no han concretado sus políticas futuras en esta materia».

El estudio No más seguros para el carbón. El Ranking de 2018 sobre aseguradoras, carbón y cambio climático clasifica a 24 grandes aseguradoras del mundo en función de su exposición al sector del carbón y el cambio climático, evaluando sus políticas sobre suscripción, desinversión y otros compromisos con la lucha contra el cambio climático. El ranking se basa en las respuestas a un cuestionario realizado a las empresas aseguradoras, incluidas todas las aseguradoras europeas y de Asia-Pacífico, y en información pública disponible de estas empresas.

Así, Swiss Re es la primera en el ranking por su política más completa tanto en seguros de carbón como en desinversión. La aseguradora ha renunciado a compañías que dependen del carbón en más del 30% de sus ingresos procedentes de la extracción o generación de energía, y anunció en julio que ya no les ofrecería cobertura de seguro. La política se aplica a proyectos nuevos y existentes y en todas las líneas de negocio en todo el mundo. Sus políticas de suscripción y desinversión también cubren las arenas bituminosas y otros combustibles fósiles extremos.

En los últimos años, 4 de las mayores aseguradoras del mundo señalaron que aumentarán sus restricciones al sector del carbón, lo que eleva a 7 las aseguradoras alineadas con esta posición. Sin embargo, las aseguradoras de Estados Unidos, Japón y Australia siguen apoyando a esta industria. El coordinador de Unfriend Coal, Peter Bosshard, celebra que algunas de las aseguradoras más grandes del mundo están abandonando al sector del carbón y envían así un «fuerte mensaje a los gobiernos e inversionistas de que el combustible fósil más sucio no tiene futuro».

El informe añade que las 4 aseguradoras más grandes de Europa también han restringido su apoyo al carbón. Por ejemplo, Allianz, Generali Limite Underwriting y AXA ajustaron su política este año y Zurich anunció restricciones en 2017. Además, un tercio del mercado de reaseguros tienen cobertura limitada para el carbón y Swiss Re y Munich Re han anunciado restricciones de suscripción este año, más allá de las anunciadas por SCOR.

En Europa, la mayoría de las principales aseguradoras han tomado medidas con respecto al carbón. De las 10 principales empresas evaluadas en este ranking, todas menos 3 finalizaron o limitan los seguros para proyectos de carbón. Aviva y Legal & General prefieren seguir dialogando con las compañías de carbón. Respecto a Mapfre, respondió que aún no dispone de una política concreta de restricción de actividades de suscripción al sector del carbón. Si bien, no suscribirá seguros con nuevos productos relacionados con el carbón aunque aún no tiene intención de desinvertir.

Por su parte, el portavoz de Ecologistas en Acción, Yago Martínez, considera «imprescindible» que los sectores financiero y asegurador mantengan «señales rotundas y nítidas» de que luchan contra el cambio climático. «El mantenimiento de las centrales térmicas de carbón es incompatible con mantener el incremento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC. Debemos garantizar un futuro sostenible y saludable; esto pasa por el abandono inmediato del carbón. Sin el apoyo financiero y sin cobertura aseguradora podemos precipitar su cierre cuanto antes«, ha concluido.

Greenpeace corta el suministro de agua en la sede de ACS en por la obra de una hidroeléctrica en Guatemala

EFE.- Greenpeace ha cortado el suministro de agua a la sede de la empresa ACS en Madrid para denunciar las obras que se están llevando a cabo en el río Cahabón, en Guatemala, por la construcción de una hidroeléctrica que afecta a más de 29.000 indígenas.

Cerca de una veintena de miembros de Greenpeace se han concentrado a las puertas de la sede de la constructora ACS, presidida por Florentino Pérez, en el barrio de Chamartín, para reflejar la situación actual de la población indígena quekchís, según indicó el portavoz de la organización ecologista, Miguel Ángel Soto. «Hemos cortado el agua de esta compañía para demostrar lo que significa vivir sin este recurso natural«, apuntó Soto.

El Grupo Cobra participa como subcontrata del grupo ACS en varias de las 5 fases del complejo hidroeléctrico Renace, una infraestructura que ha alterado el curso del río Cahabón a lo largo de 30 kilómetros en el departamento de Alta Verapaz. Según Soto, las obras no están respetando las directrices de Naciones Unidas sobre las Empresas y Derechos Humanos, ya que están dañando los intereses del pueblo quekchí al dejar a casi 30.000 personas con un uso restringido del agua. El portavoz ha denunciado que Greenpeace ha recibido recientemente varias negativas a las propuestas de reunirse con los directivos de Cobra para acordar soluciones que no perjudiquen al pueblo indígena.

«Cobra, con el proyecto Renace, que actualmente se encuentra en su penúltima fase, la cuarta de cinco, no ha respetado el derecho a consulta de los indígenas» recogido por la ONU, ha detallado Almudena Moreno, portavoz de la ONG Alianza por la Solidaridad. Moreno también ha denunciado el «acoso y coacción» al pueblo quekchís, y ha recordado el encarcelamiento del dirigente Bernardo Caal, retenido desde enero pasado, y que lidera el movimiento de rechazo a los megaproyectos hidroeléctricos en Guatemala. La empresa de Florentino Pérez niega su responsabilidad al delegar el respeto de los derechos humanos y medioambientales a la empresa subcontratada Grupo Cobra, por ser ésta la que construye la obra, ha subrayado Moreno.

La portavoz de Alianza por la Solidaridad coincide con Soto al señalar que «ACS es una empresa cómplice al prestar asistencia práctica a sabiendas de que se están vulnerando los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos». ACS declinó hacer ningún comentario. El caso del Grupo Cobra/ Grupo ACS en Guatemala fue incluido por Greenpeace en el informe Justicia para las personas y el planeta por el fin de la impunidad de las grandes corporaciones, presentado en el Foro Económico Mundial de Davos en enero.