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Brufau (Repsol) pide pragmatismo, realismo y neutralidad tecnológica en la transición energética ya que «la factura la pagamos todos»

Europa Press.- El sector petrolero ha demandado que la transición energética hacia la descarbonización se realice de manera que se tenga en cuenta a todas las fuentes de energía disponibles y se respete la neutralidad tecnológica, para que sea «coste-eficiente«. En este sentido, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, pidió que la transición energética se aborde desde «el pragmatismo y el realismo», respetando la neutralidad tecnológica, «ya que la factura la pagamos todos».

Respecto a la neutralidad tecnológica, Brufau se cuestionó «qué sabremos los personajes de la calle o los políticos de qué tecnología va a existir dentro de 30 años». Así, advirtió que cuando se decide subvencionar a una tecnología en detrimento de otra se debe tener claro «quién lo debe pagar: si el dinero público o quiénes se van a beneficiar de esta tecnología cuando sea madura». En su opinión, Brufau consideró que el dinero público debe destinarse a financiar aquellas tecnologías maduras que no están al alcance de los ciudadanos como, por ejemplo, la renovación de la flota de automoción vieja por una nueva o el cambio a bombillas LED.

«Hay que buscar la ruta más eficiente en costes para reducir las emisiones, que consiste en ver aquellas tecnologías ya maduras que están en el mercado y potenciarlas», añadió, subrayando que hay que «buscar la ruta coste-beneficio más eficiente». Asimismo, consideró que el Gobierno peca de «quijotismo» y de «ser mejores que todos, y que Alemania» en retos medioambientales, ya que la Ley de Cambio Climático plantea unos objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones de CO2 a 2030, del 48% sobre 2005 frente al 33% de la Unión Europea.

Además, advirtió que alcanzar el objetivo de reducir 60 millones de toneladas de CO2 a 2030 que marca la Unión Europea, frente a los 120 millones de toneladas que se quiere autoimponer España, «se puede conseguir sin costes para el ciudadano» a través de eficiencia energética y movilidad, por la sustitución del parque de vehículos de más de 13 años de antigüedad por nuevos, con 20 millones de toneladas de reducción cada uno, y con el impulso a las renovables.

Brufau indicó que el coche eléctrico «va a llegar», pero advirtió que hay que tener cuidado con los mensajes que se lanzan, como el de prohibir los vehículos de motor diésel, ya que se consigue que «la gente no cambie de coche» y esto supone que «se emite mucho más». El presidente de Repsol aseguró que no cree que antes de 2020, «y más cerca del 2030», se encuentre una «paridad» en la competitividad del vehículo eléctrico frente al de combustión interna. «Hay una cierta agitación, por las razones que sean, y estemos primando una tecnología no madura por competitividad y con dinero público», añadió.

Las petroleras piden más neutralidad

Por su parte, el presidente de BP España, Luis Aires, consideró que, en su opinión, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética no cumplía con la neutralidad tecnológica ya que recogía «mucha prohibición y obligaciones», algo que debería ser «sustituido por la promoción». «Incentivemos más que obligar», pidió. Aires se refirió así a la intención de prohibir la matriculación y la venta de cualquier vehículo que no fuera 100% eléctrico en 2040, ya que «una medida de ese tipo no va en el camino de la neutralidad tecnológica y manda una señal muy delicada a la industria del automóvil y del refino, así como a la población, que no sabe qué coche comprar», indicó.

Asimismo, criticó la obligación a las gasolineras de cierto tamaño de contar con un punto de recarga eléctrico «ya que va en contra de la libertad de empresa y puede obligar a hacer inversiones que no son coste-eficientes«, así como la revisión de los incentivos que puedan favorecer el consumo de combustibles fósiles «porque no va a ayudar a la renovación de la flota de vehículos, que es el gran problema de la calidad del aire en las ciudades», añadió.

En esta línea, la directora general de Negocios Comerciales y Química de Repsol, María Victoria Zingoni, afirmó que para abordar el desarrollo de la tecnología que permita proseguir ese camino hacia la descarbonización y mejorar la eficiencia energética es necesario contar «con un marco regulatorio estable» y el respaldo de la neutralidad tecnológica. La directiva, que consideró que la descarbonización se trata de «un esfuerzo que debe ser realizado por todos», defendió que el gas natural es una fuente que debe jugar «un rol importante en toda la transición energética» ya que se puede integrar muy bien con las renovables.

Zingoni también valoró la estrategia de las petroleras tradicionales de convertirse en «proveedores de toda la energía que puedan necesitar los clientes», tanto en movilidad como en consumo doméstico, en la que enmarcó la adquisición por Repsol de los activos no regulados de Viesgo y la apuesta por «seguir creciendo en renovables, tanto en fotovoltaica como en eólica«. «El objetivo es producir esa energía de la forma más eficiente», añadió.

Mientras, el director de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Cepsa, Héctor Perea, incidió en que todas las fuentes de energía «serán necesarias» para garantizar esa transición energética «ordenada» si se quiere alcanzar ese doble objetivo de hacer frente al crecimiento de la demanda global de energía y reducir las emisiones de CO2. Perea señaló que en el horizonte de 2030 la demanda global de petróleo sufrirá una ralentización, aunque se mantendrá en niveles parecidos a los actuales debido al incremento de la demanda asiática.

De cara a 2030, vaticinó un crecimiento global de las renovables de en torno al 500%, un negocio en el que señaló que las petroleras ya están activas con unas inversiones en 2018 en el sector que ascendieron a unos 7.000 millones de euros, aproximadamente el 15% del total de la cifra inversora. No obstante, indicó que la demanda global de gas crecerá en torno a un 35%, relevando en la generación eléctrica al carbón, y que la nuclear también lo hará en un 45%, por lo que subrayó que es «fundamental contar con todas las fuentes de energía disponibles«.

A este respecto, señaló que Europa está liderando la transición energética, aunque advirtió que se trata de «un camino de largo recorrido, y liderar en solitario no nos acercará a ese objetivo», ya que adoptar un marco regulador «más exigente» que en otras áreas geográficas tiene el riesgo de que haya deslocalizaciones. «No vaya a ser que cerremos industrias y acabemos importando esas emisiones de productos de otras regiones», advirtió.

Repsol aplicará tecnología de Google Cloud en su refinería de Tarragona para mejorar sus márgenes en 17 millones de euros

EFE.- Repsol y Google Cloud han puesto en marcha un proyecto pionero a nivel mundial para optimizar la gestión de una refinería en el complejo industrial de Tarragona utilizando potencia de computación, big data y su algoritmo de inteligencia artificial, que puede suponer para la instalación petrolera unos 20 millones de dólares anuales (17 millones de euros) en mejora de márgenes, con una significativa evolución al alza en caso de que se lograsen todos los objetivos de optimización, según la petrolera.

Google Cloud pondrá a disposición de Repsol su potencia de computación, la experiencia de su equipo de proyecto y su herramienta de machine learning Cloud ML Engine, que utilizará el algoritmo de inteligencia artificial TensorFlow. Los objetivos, tanto en consumo energético como en el del resto de recursos, son aumentar el rendimiento y la eficiencia de una refinería, en las que cuentan 400 variables en su gestión avanzada, lo que exige capacidad de computación y un control ingente de datos. Hasta ahora, las funciones digitalizadas abarcan como máximo 30 variables. Asimismo, se espera aumentar 30 céntimos de dólar el margen.

De las 6 refinerías que opera Repsol en España y Perú, se ha escogido ésta porque la configuración en línea de su esquema productivo facilita el despliegue de esta gestión digital. Esta instalación tiene una capacidad de destilación de 186.000 barriles de petróleo al día y es la tercera del Grupo Repsol en volumen. Ocupa más de 500 hectáreas, una superficie equivalente a la del centro urbano de Tarragona, el refino procesa unas 9,5 millones de toneladas de materia prima al año y los tanques de almacenamiento tienen un millón de metros cúbicos de capacidad.

Las refinerías ya aplican otras herramientas digitales como Siclos, con la que se conoce en tiempo real la traducción económica de la forma de operar o Nepxus, que aumenta la planificación y la agilidad en las decisiones en la sala de control. La directora general de Downstream de Repsol, María Victoria Zingoni, destaca que el proyecto con Google ayudará a «reducir el consumo energético, que es el principal coste de una refinería, y a incrementar la fiabilidad de las unidades». Asimismo, la directora general de Google en España y Portugal, Fuencisla Clemares, señala que el «big data representan una grandísima oportunidad para aumentar la eficiencia».

Repsol busca conquistar el mercado de combustibles en México tras su liberalización abriendo 1.200 gasolineras en 5 años

EFE.- Repsol inauguró sus primeras 10 gasolineras en México dentro de un ambicioso plan para llegar a 1.200 estaciones de servicio en 5 años y conquistar paulatinamente el mercado de gasolinas en México aprovechando la apertura en el sector con la reforma energética.

Son ahora «10 estaciones de servicio, y en los próximos 5 años se ha propuesto contar con cerca de 1.200 estaciones de servicio en el país, para posicionar su marca en el naciente mercado de gasolinas y diesel» en el país, avanzó el secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, en el acto oficial de inauguración de la estación Siete banderas, en Ciudad de México. Con este evento, la petrolera escenificó su interés por entrar en este mercado de venta al detalle de hidrocarburos en México, que arrancó en 2017 aprovechando la reforma energética, que abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.

Coldwell resaltó que Repsol aportará «experiencia» en este creciente mercado, pues tiene 4.700 estaciones de servicio en todo el mundo. Además de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), unas 30 marcas como el coloso angloholandés Shell o petrolera la británica BP han entrado al mercado de estaciones de servicio en los últimos dos años, tomando el control del 21% de ellas, apuntó el titular de Energía.

Para la directora general de Downstream (refinación y comercialización) de Repsol, María Victoria Zingoni, esta inauguración es «la concreción de una apuesta firme» de la petrolera con México, con el que reiteró el compromiso a largo plazo de Repsol. Dicha empresa la acomete «con visión de futuro, de desarrollo, voluntad de crecimiento, inversión y creación de empleo», apuntó. Aseguró que México siempre ha estado en la «hoja de ruta» de expansión internacional de la firma y consideró que este es solo un «primer paso«. «Queremos invertir, crecer en México con visión a largo plazo», apuntó.

Zingoni dibujó un plan de crecimiento claro. Este 2018 la firma abrirá unas 200 estaciones, 40 de ellas en las próximas semanas, y continuará con un ritmo de inauguraciones de entre 200 y 250 por año hasta 2022, apoyándose en una inversión de alrededor de 8.000 millones de pesos, unos 430 millones de dólares. Con ello, espera asumir una cuota de mercado de entre un 8% y un 10% en cinco años. De estas gasolineras, entre el 20% y el 30% serán propias, mientras el resto serán terminales ya existentes en las que se ejecutará un cambio de marca, mejorando el servicio y el producto.

En un inicio, la apertura de gasolineras será en Ciudad de México y el Valle de México, la zona metropolitana más poblada del país, pero la compañía espera ir abarcando de manera paulatina más territorio. La inversión dada a conocer será solo en adquisición y construcción de terminales de servicios. Es decir, no contempla el mercado de infraestructura (oleoductos, terminales de almacenamiento y transporte) al que la compañía aspira a entrar cuando este se abra definitivamente. El combustible que dispensarán será nacional en tanto no se logre la importación de sus propios productos refinados. Pero al hidrocarburo autóctono se le añadirán aditivos con la tecnología Neotech, con la que se alarga la vida del motor, explicó la representante de Downstream.

La marca española, con presencia en 37 países y venta de productos en 90 naciones, considera que en México el mercado ha de aumentar de manera exponencial por dos factores; el país crece y hay un déficit de estaciones de servicio. Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ofrecidos, el país cuenta con unas 11.800 gasolineras, lo que supone una terminal por cada 10.560 mexicanos, una cifra mucho menor a otros grandes países como Estados Unidos, Alemania o Brasil. Además, el 40% de los municipios carecen del servicio.

La firma, que tuvo en 2017 un beneficio neto de 2.121 millones de euros (2.600 millones de dólares), un 22,2% más que en 2016, está presente en México desde 1999, cuando se asoció con compañías locales como Grupo Kuo, con la que fabrica caucho sintético. El sector de refinación y comercialización no es el único en el que Repsol tiene sus ojos puestos en un México abierto a la inversión privada en energía como nunca antes. En el área de exploración y producción de hidrocarburos ganó cuatro contratos en las últimas rondas mexicanas de licitación, junto con socios locales, tanto en aguas profundas como someras.