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Manuel Pulgar-Vidal, director internacional de cambio climático de WWF, considera que la lucha climática solo será posible con apoyo ciudadano

Europa Press.- El director internacional de cambio climático de WWF, Manuel Pulgar-Vidal, exministro de Medio Ambiente de Perú y hombre clave en las negociaciones que condujeron al Acuerdo del Clima de París, ha advertido de que la lucha contra el cambio climático solo será posible si los ciudadanos son «capaces de asumir y apoyar» la acción y ha vinculado este problema a los objetivos de la Agenda 2030 para frenar la pobreza y favorecer la equidad social.

Pulgar-Vidal ha expuesto la relación entre clima y lucha contra el hambre, la pobreza, la desigualdad y el desarrollo sostenible. Pulgar-Vidal ha advertido de que no se puede alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 sin ser capaces de afrontar las consecuencias del cambio climático y ha añadido que esto debe hacerse en base al concepto de la transición justa que pasa por «planificar las consecuencias» positivas y negativas de la transformación que se busca.

Así, considera necesario planificar las consecuencias negativas de lograr una economía descarbonizada sin combustibles fósiles, sin dejar de pensar que hay «mucha gente involucrada», tanto en su extracción como en su uso para distintos fines. «Todavía somos muy dependientes de los objetos que usan estas fuentes de energía y a su vez hay otras regiones que son altamente dependientes de la extracción de estos recursos», comentó. Por tanto, Pulgar-Vidal insiste en la necesidad de buscar fuentes de empleo alternativas a las personas que dependen de los combustibles fósiles. «Hay que lograr que los salarios de estas personas no se vean perjudicados y, al mismo tiempo, transitar hacia energías limpias», manifestó.

Al respecto de la transición justa, puso de ejemplo la «lección» dada por la crisis de los chalecos amarillos en Francia que se originó por el incremento de precios de los combustibles en el marco de las decisiones climáticas del Gobierno de Francia, y que generó un encarecimiento que la población «no estuvo dispuesta a soportar». «Una acción climática que es definitivamente deseada tiene que considerar ese tipo de respuestas», subrayó el exministro peruano, que opina así que no se puede perder el apoyo ciudadano porque la acción climática «es posible solo si los ciudadanos son capaces de asumir y apoyar ese tipo de acción«.

Pulgar-Vidal ha explicado asimismo las reticencias al cambio por parte de distintos países, sobre todo por los más dependientes de los combustibles fósiles, que requieren que el cambio sea más gradual, o bien, de los países productores, que no desean que su economía quede afectada de forma rápida. Si bien, ha advertido de que a pesar de la dependencia económica de actividades no sostenibles como el carbón o el petróleo, «no cambiar a tiempo puede generar mayores perjuicios económicos«. Por otro lado, se ha referido también a la competencia entre países por no perder competitividad por lo que celebra la existencia de coaliciones, como la Unión Europea, al anunciar su compromiso de alcanzar una economía neutra en emisiones en 2050.

Retrasos con la eficiencia energética

Otro de los pilares de la acción para el negociador climático es el sector privado, los mercados y los inversores a los que pide que se fijen metas sectoriales basadas en la ciencia para poder cambiar conductas. Si bien, ha celebrado la «gran acción climática» del sector de la energía, lamenta por el contrario el retraso y la falta de avances de lo relativo a la eficiencia energética, que «representa el 32% de la solución y que «no avanza tan rápido» como las energías limpias.

Por otro lado, sobre el mix energético ideal cree que en España, como cada país, debe responder a su realidad sobre los porcentajes de acceso a la energía, su nivel de dependencia de una u otra fuente o su capacidad para transitar hacia una economía descarbonizada en 2050. En concreto, ha recordado que la mayor fuente de emisiones contaminantes en España es el transporte, que representa en torno al 25% y su receta, en este caso, es fomentar la electrificación del transporte algo que considera que «no se está desarrollando aún de la manera necesaria».

En segundo lugar, opina que España debe modificar su generación eléctrica, que es la segunda fuente de emisiones de CO2 y, en tercer lugar, debería favorecer las ciudades sostenibles y la eficiencia energética. En cuanto al mix energético, explicó que las principales resistencias ante la energía nuclear, «que no tiene que ver con lo climático», se deben a sus condiciones de seguridad. Si bien, asegura que de lo que se trata es de «buscar una reducción real de emisiones», es decir intervenir en aquellas fuentes de emisiones y «no buscar otras alternativas» que desvíen del objetivo. «Hay que concentrarse en reducir realmente las emisiones», apostilló.

Finalmente, el exministro de medio ambiente de Perú ha calificado de «interesante» el caso del presidente estadounidense, Donald Trump, quien anunció su salida del Acuerdo de París sabiendo que no podrá solicitarlo hasta 2019 y, mientras tanto, en las negociaciones internacionales Estados Unidos «no ha mostrado obstrucciones» en el proceso sino que, al contrario, ha mostrado colaboración para permitir avances. «Espero y confío en que Trump no se vaya del Acuerdo de París. Creo que perjudicaría a sus propios ciudadanos pero si se materializase, estoy seguro que más pronto que tarde, Estados Unidos volvería a la negociación climática. Nadie sabe qué puede ocurrir», ha concluido.

WWF reclama “más audacia” a España y pide aprovechar la Ley de Transición Energética para dejar atrás los combustibles fósiles

Europa Press.- Mientras Amigos de la Tierra critica el «estancamiento» de los compromisos climáticos y la persistencia en el uso de carbón, la organización WWF ha reclamado «mucha más audacia» e innovación para ganar al cambio climático y destaca los avances para aumentar la ambición climática hasta 2020 a nivel internacional y, en este contexto, cree que España tiene una oportunidad en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para dejar atrás los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables.

El director del programa mundial de clima y energía de WWF, Manuel Pulgar-Vidal considera que éste es un año marcado por desastres climáticos extremos y es el primer año de incremento de emisiones después de cuatro años estancadas. «La paradoja entre lo que estamos haciendo y lo que debemos hacer es clara: Los países deben actuar con mayor ambición climática pronto para ponernos en el camino hacia un futuro incremento de la temperatura limitado a 1,5 grados centígrados», ha reclamado. Por ello, WWF cree que queda mucho trabajo por hacer y que 2018 será determinante para que los países demuestren claramente su compromiso para avanzar y mejorar sus planes climáticos.

Respecto a España, la responsable de Clima y Energía de WWF España, Mar Asunción, ha señalado que la ley de Cambio Climático y Transición Energética es una oportunidad para un cambio de modelo que aproveche la ventaja competitiva que tiene España en recursos renovables y favorezca la creación de empleo en «tecnologías del siglo XXI en vez de seguir apoyando un modelo obsoleto, basado en combustibles fósiles, que tiene sus días contados si se hace realidad el Acuerdo de París».

Mientras tanto, resuenan aún las palabras de la jefa de Gobierno de uno de los países más ricos del mundo, la alemana Angela Merkel, en la Cumbre del Clima celebrada el mes pasado en Bonn, en la que advertía de la dificultad de cerrar las contaminantes plantas de energía de carbón. Hay «cuestiones sociales y puestos de trabajo» involucrados, según ha explicado. «Solo les quiero decir que hay considerables conflictos sociales también en un país rico como el nuestro. Y que tenemos que resolver«, asegura.

El objetivo principal de la Cumbre de Bonn fue dar un nuevo impulso a la implementación del acuerdo de París 2015 sobre la reducción de las emisiones de CO2 después de la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirarse del acuerdo histórico. Así, la cumbre tenía como meta reunir una miríada de documentos en los que están plasmadas las posturas de cada país para la puesta en marcha concreta del Acuerdo de París. Esto se deberá condensar para convertirse en el manual de reglas en el que, por ejemplo, una tonelada de dióxido de carbono deberá ser igual en un país que en otro.

Dejar el carbón en 2030

Según el acuerdo de París, las naciones signatarias se han comprometido a reducir el calentamiento global a más largo plazo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Por otro lado, Siria se convirtió en la nación número 196 en adoptar formalmente el Acuerdo de París, dejando a Estados Unidos como el último miembro de la ONU que se opone. Unos 23.000 delegados asistieron a la conferencia de Bonn. Asimismo, destacó la iniciativa en la que Gran Bretaña, Canadá, Costa Rica, México y otros Estados unieron fuerzas para formar una coalición destinada a abandonar el carbón como fuente de energía. Entre los firmantes no se encuentran España ni Alemania.

En este sentido, Amigos de la Tierra ha criticado la «falta de ambición» de España por haber «rechazado formar parte de la Alianza Global para Eliminar el Carbón». «La Unión Europea continúa diciendo que lidera la lucha contra el cambio climático, pero la realidad es que sigue anclada a una economía basada en los combustibles fósiles. De hecho financiará 90 nuevas infraestructuras de gas, algo completamente incompatible con el Acuerdo de París«, denuncia la organización ambiental, que señala que estos países actúan «como si el cambio climático se pudiese postergar».

Por ello, ha elogiado el apoyo de organizaciones de la sociedad civil al compromiso con los objetivos del acuerdo contra el Cambio Climático y ha recordado a los países europeos que «la urgencia por actuar es irrefutable«. En este sentido, un informe de Amigos de la Tierra también resalta «el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero después de un período de estancamiento» y adelantaba que «2017 será uno de los tres años más cálidos jamás registrados». Según Amigos de la Tierra, el uso de combustibles fósiles (incluido el gas) en el sistema energético europeo durante un periodo superior a 9 años más es «incompatible» con el objetivo de limitar el calentamiento global.

Por su parte, Greenpeace demandó liderazgo climático a los países y llamó a los líderes a atender con urgencia la transformación de sus modelos energéticos y los usos del suelo hasta abandonar totalmente las energías sucias. La organización ecologista recuerda que es necesario un plan de acción urgente. «Exigimos al Gobierno de España que avance en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para que esté alineada con los compromisos internacionales para luchar contra el cambio climático. Exigimos un sistema energético renovable al 100% y el abandono de las energías sucias», aseveró Tatiana Nuño.