Entradas

Las renovables aportaron un 17,5% del consumo final de energía en 2017 frente al 10,7% de 2008, según el IEE

Europa Press.- La proporción de energías renovables en el consumo final bruto de energía alcanzó en España un promedio de 17,5% en 2017, lo que ha supuesto un incremento de 7 puntos porcentuales respecto a 2008 (10,7%), según datos recogidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Este porcentaje coincide justo con la media europea, que también registra una aportación del 17,5%, lo que supone un nuevo avance hacia el objetivo de lograr una media del 20% que se ha fijado para 2020 en la Unión Europea. 11 países europeos ya han alcanzado sus objetivos nacionales. Suecia se sitúa en primera posición como el país donde la energía renovable cuenta con una mayor aportación en el consumo final bruto de energía en 2017, un 54,5%, frente al 45,2% que registró en 2008, año en el que también lideraba la lista. A continuación, superando la aportación del 30%, figuran Finlandia (41,0%), Letonia (39,0%), Dinamarca (35,2%) y Austria (32,5%). Estonia supera el 29%, mientras que Portugal alcanza el 28%.

Croacia (27,3%), Lituania (25,8%), Rumanía (24,5%), Eslovenia (21,5%), Bulgaria (18,7%) e Italia (18,3%) también superan la media europea, que iguala España con una aportación del 17,5%. En el otro extremo, Luxemburgo cierra la lista, con una aportación de únicamente el 3,5%. Le siguen, con una aportación inferior al 10%, Malta (3,7%), Países Bajos (4,7%), el Reino Unido (5,3%), Bélgica (7,5%), Irlanda (7,6%) y Chipre (8,1%).

España e Italia presionan en la Unión Europea para elevar los objetivos en renovables y eficiencia energética para 2030

EFE / Europa Press.- Los nuevos gobiernos de España e Italia presionaron en el consejo de ministros de Energía de la Unión Europea para revisar al alza la posición de los países de la Unión Europea en materia de renovables y eficiencia energética. «Cambiamos de posición. España deja de ser un lastre en materia de cambio climático y se alinea con aquellos países que tienen vocación de progreso, vocación de futuro y progresista en este campo», declaró la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La cita debía servir para que los Estados negociasen sus planteamientos en la revisión de dos directivas europeas sobre energía renovable y eficiencia energética para cumplir con los objetivos adquiridos con el Acuerdo de París. Hasta ahora, la posición consensuada por los países antes de la negociación con el Parlamento Europeo del próximo miércoles en Estrasburgo pasaba por defender una tasa mínima del 27% en renovables en 2030 y un objetivo de mejora del 30% en eficiencia energética. Este objetivo de eficiencia energética podría incrementarse hasta el 33%, según trasladaron desde fuentes diplomáticas. «Vamos a ver cuánto más podemos mover esta posición», indicó Ribera, que cree que el acuerdo debe cerrarse «inmediatamente» para «poder hacer operativa toda la política energética».

La Eurocámara, por su parte, reclamaba como punto de partida el 35% en ambas materias, posición que fuentes parlamentarias desvelaron que podría rebajarse a un 34%, en línea con lo que receta la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA). Sin embargo, existe «una división potente, muy clara entre países» y hay que «evitar las minorías de bloqueo» en la negociación final. Luxemburgo, Suecia, Lituania, Portugal, Italia y España abogan por un objetivo del 35% tanto en renovables como en eficiencia, salvo Lisboa, que en eficiencia pide un 31%. «Creo que las posiciones defendidas en la Eurocámara son las más solventes: un 35% en materia de renovables y un 35% en eficiencia energética», apuntó Ribera.

«El mensaje más relevante que traemos es que España viene a decir que dejamos de arrastrar los pies. Necesitamos alinearnos con los objetivos más ambiciosos en materia de renovables y de eficiencia energética porque es la única manera de hacer viable el Acuerdo de París», señaló Ribera, que elevó la cifra del 30% en renovables y eficiencia que defendía el anterior Ejecutivo. Un segundo bloque de países se sitúa en «más del 30%», entre los que se cuentan Francia, Holanda, Dinamarca o Austria; un tercero con Reino Unido, Irlanda y Estonia pide un 30% y el resto de países no se definen, entre los que se cuentan Polonia o Rumanía.

Ribera agregó que en materia de gobernanza, España intentará que «se refleje una cláusula de revisión al alza de los objetivos». En este contexto, remarcó que «los objetivos de renovables y eficiencia energética no pueden introducirse como un tope sino como un indicador o un referente que anime a esa transición energética». Por eso, ha apuntado que es «fundamental» introducir una «cláusula de revisión al alza». «Probablemente, las curvas de aprendizaje, las tecnologías, la caída de los precios… haga mucho más rentable y eficiente ir más allá de lo que acordemos ahora», señaló la ministra.

Ribera también añadió que España defenderá la «propuesta que introdujo el Parlamento Europeo de eliminar, prohibir, que cualquier Estado introduzca dificultades al autoconsumo de los pequeños productores». Ribera coincidió con el comisario de Energía Miguel Arias Cañete, a quien conoce de etapas previas. Preguntados sobre los procedimientos de infracción en curso contra España, el comisario señaló que trabajara para lograr una «solución concertada» que evite acabar en los tribunales europeos. Por su parte, Ribera ha expresado que forma parte de las «aspiraciones» del Gobierno resolver estos asuntos «cuanto antes y de la mejor manera posible«.

La negociación del miércoles se antoja dura y podría prolongarse hasta entrada la madrugada porque «va a ser un ejercicio muy complicado este trílogo», señaló el comisario de Energía y Clima, quien agregó que «es bueno que haya un cambio de posición de algunos países hacia una mayor ambición», refiriéndose a España e Italia. Asimismo, Arias Cañete es optimista sobre la posibilidad de «alcanzar un compromiso esta semana» en materia de eficiencia energética en la negociación a tres bandas entre Consejo, Parlamento y Comisión Europea. En materia de renovables pidió «un esfuerzo final», si bien precisó que el reto «no es sólo acordar un objetivo, sino también todas las flexibilidades», es decir, los pequeños detalles legislativos que permiten ciertas compensaciones.

«El mensaje que he transmitido a todos los Estados miembros es que estamos en una transición energética irreversible que hay que entender como una oportunidad y no como una carga, que ésta es una ocasión de tener crecimiento económico, creación de empleo, liderazgo mundial energético, reducción de la dependencia energética y que, por lo tanto, hay que analizar a la hora de fijar la ambición todos los efectos positivos que supone una transición energética más ambiciosa», ha manifestado Arias Cañete.

La ministra de Energía búlgara, Temenuzhka Petkova, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno de la Unión Europea, concedió que el acuerdo final sobre ambos puntos se logre «probablemente en la presidencia austríaca», es decir, durante la segunda mitad de 2018. «Hace falta elevar el nivel de ambición tanto de eficiencia como de renovables en línea con la propuesta del Parlamento Europeo. No solo es realista, sino deseable», agregó el delegado italiano. Las dos directivas en cuestión forman parte del paquete de invierno, una extensa revisión de la normativa comunitaria para cumplir con los compromisos de la Unión Europea en el Acuerdo de París y reducir un 40% sus emisiones contaminantes en 2030.

España redujo un 15% el consumo energético entre 2006 y 2016, casi 5 puntos más que la media europea

Europa Press.- España redujo un 15,4% su consumo energético entre 2006 y 2016, un porcentaje que es casi 5 puntos superior a la reducción media del conjunto de la Unión Europea, que fue del 10,8% en el mismo periodo de tiempo, según Eurostat. El recorte registrado en España contrasta con el incremento del consumo energético de la década anterior, entre 1996 y 2006, que fue del 45,5%, mientras que en el conjunto del bloque comunitario creció un 6,1%.

La Unión Europea se ha comprometido a reducir su consumo de energía en un 20% para 2020, es decir, a conseguir un 20% de eficiencia energética al final de la década. Eurostat muestra que entre 1996 y 2006 el consumo de energía aumentó en 19 Estados miembros, algo que únicamente sucedió en la siguiente década para 2 socios, que son Estonia, que creció un 13,4% y Polonia, un 3,2%. En el polo opuesto, las mayores reducciones de consumo energético entre 2006 y 2016 fueron las de Grecia (23,6%), Malta (22,5%) y Rumanía (20,2%), seguidos de Reino Unido e Italia (17,8%), Lituania (17,7%) y Dinamarca (17,2%).

España, entre los países europeos que aún no ha alcanzado su objetivo de energías renovables para 2020, con un 17,3%

Europa Press.- La energía procedente de fuentes renovables representa en España el 17,3% del consumo total, aún por debajo del objetivo del 20% establecido para 2020, lo que sitúa al país en el grupo de Estados miembros de la Unión Europea que todavía no ha alcanzado su meta nacional, según los datos de Eurostat correspondientes a 2016.

Sólo 11 socios comunitarios han alcanzado sus objetivos particulares para 2020 y son Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Croacia, Italia, Lituania, Hungría, Rumanía y Suecia. Es decir, exactamente los mismos que ya lo habían conseguido hace un año. Austria se encuentra ya a menos de un punto de su meta. En el polo opuesto están Países Bajos (todavía a 8 puntos porcentuales de su objetivo), Francia (a 7 puntos), Irlanda (6,5 puntos), Reino Unido (5,7 puntos) y Luxemburgo (5,6 puntos).

En el caso de España, el peso de las energías renovables se ha incrementado desde el 8,3% registrado en 2004 hasta el 17,3% de 2016. Este dato es más de un punto superior al de 2015, cuando la proporción de renovables fue del 16,2%. En el conjunto de la Unión Europea, la proporción de energías renovables sobre el consumo bruto de energía total alcanzó en 2016 el 17%, exactamente 3 puntos por debajo del objetivo comunitario para 2020, del 20%.

Suecia es el único país en el que las energías renovables tienen un peso superior al 50%, concretamente, del 53,8%. Después se sitúan Finlandia (38,7%), Letonia (37,2%), Austria (33,5%) y Dinamarca (32,2%). Por el contrario, Luxemburgo (5,4%), Malta y Países Bajos (6%), Bélgica (8,7%), Reino Unido y Chipre (9,3%) e Irlanda (9,5%), son los Estados miembros con menor proporción de renovables de la Unión Europea.

Un 10,1% de los españoles es incapaz de calentar su hogar adecuadamente, por encima del 8,7% de la media europea

Europa Press.- Un 10,1% de la población española es incapaz de calentar su hogar de manera adecuada, un porcentaje superior a la media europea, que se sitúa en el 8,7%, según datos publicados por Eurostat correspondientes a 2016. El porcentaje más bajo en España se registró en 2008, año en el que el 5,9% de la población no podía calentar adecuadamente su casa. El máximo porcentaje se registró en 2014 con un 11,1%, mientras que en 2015 se situaba en el 10,6%.

A nivel medio, el 8,7% de la población europea no puede calentar su hogar de forma adecuada. Esta tasa ha descendido desde que en 2012 se registrara el dato más alto de la serie, que alcanzó el 11%. No obstante, la situación varía mucho entre los Estados miembros. En 2016, los países comunitarios con mayores porcentajes fueron Bulgaria (39%), Lituania y Grecia (ambos el 29%), Chipre (24%) y Portugal (22%). Por contra, los socios europeos con un menor porcentaje en esta estadística fueron Luxemburgo y Finlandia (1,7%), Suecia y Países Bajos (2,6%), Estonia, Austria y Dinamarca (los tres un 2,7%).

España baja 5 posiciones en el Índice de Acción Climática hasta situarse en el puesto 38 de 56

Europa Press.- España ha bajado 5 posiciones respecto al año pasado en el Índice de Acción Climática (CCPI, en sus siglas) y 16 puestos respecto a 2014, cuando llegó a ocupar el puesto 22. Así, se sitúa actualmente en el puesto 38 de los 56 países analizados, lo que significa que vuelve a entrar en el «listado de países con un grado de acción climática baja», según considera SEO/BirdLife.

Atendiendo a los países de la Unión Europea, España ocupa el puesto 20, sólo por delante de Grecia, Polonia, Hungría e Irlanda, cuando SEO/BirdLife recuerda que es «el país más vulnerable al cambio climático de Europa«. El CCPI es un informe coordinado por Germanwatch, New ClimateInstitute y ClimateAction Network en el que un panel de expertos evalúa las políticas contra el cambio climático de los países que suponen el 90% de las emisiones efecto invernadero.

Como en años anteriores, el informe deja vacantes los tres primeros puestos de la clasificación, dado que para los expertos ninguno de los Estados analizados, en un listado que también incluye a la Unión Europea en su conjunto, muestra un comportamiento adecuado para garantizar que el incremento de las temperaturas no sobrepasará el umbral entre el 1,5 y 2 grados centígrados, objetivo marcado en la Cumbre del Clima de París.

El responsable de Cambio Climático y Energía de SEO/BirdLife, David Howell, afirma que «es de lamentar que España ocupe una posición tan baja en el ránking, no sólo en el contexto internacional sino en el europeo». «Es una muestra más de la tímida posición del Gobierno y del resto de fuerzas políticas en las negociaciones en Bruselas sobre esta cuestión crítica para España», asegura el experto, que menciona la «falta de ambición del actual Ejecutivo» que, a su juicio, «se manifiesta en contra del autoconsumo solar mientras apoya el carbón, que deja para otro momento la cuestión de la ecofiscalidad o que sigue sin resolver la dependencia de los combustibles fósiles del sistema de transporte».

Suecia, Lituania y Marruecos, líderes

De los movimientos en el ránking, destaca que Francia cede el testigo a Suecia como cabeza de lista (cuarta), seguido de Lituania (quinta) y Marruecos. Este último ha pasado, en sólo dos años, del puesto décimo al sexto por su bajo nivel de emisiones y sus ambiciosos objetivos de reducción para 2030, convirtiendo a este país en el líder de la acción climática de África.

Por su parte, Brasil pasa del 40 al 19 puesto, a pesar de la «falta de consistencia» de las políticas emprendidas por el actual Gobierno, beneficiado por la alta presencia de renovables en su mix energético según SEO/BirdLife. China, considerado «el mayor emisor a escala global», también mejora en la lista al escalar hasta el puesto 40, pues antes estaba en el 48, a pesar de que su actuación sigue en nivel «muy bajo» para la organización, que confía en que la perspectiva mejorará por «su empuje en la diplomacia climática y sus planes de futuro, por ejemplo en renovables».

En la parte más baja del Índice se sitúa Arabia Saudí, que ocupa el último lugar, precedido de Irán, Corea del Sur, Australia y Estados Unidos, que baja a los últimos puestos «espoleado por los movimientos de la Administración que preside Trump y su ruptura con el Acuerdo de París». Por su parte, Rusia repite el puesto 53 y sigue recibiendo las críticas de los expertos por su falta de ambición y de acciones concretas.

De todas las cuestiones analizadas, es en la de políticas climáticas donde España se sitúa en peor lugar, en el puesto 41. La organización compara la situación española con la de los países vecinos: Marruecos ocupa el cuarto puesto, Francia el sexto y Portugal el séptimo. El CCPI también suspende a España en relación a sus avances para cumplir el escenario de emisiones previsto por el país para 2030, sobre todo, según SEO/BirdLife, «por las dudas sobre las emisiones asociadas a las centrales térmicas, los sectores de transporte, industria y agrario, y los incendios forestales. No obstante, atisba buenas expectativas para cumplir los objetivos de energía renovables previstos para 2030.

Los países bálticos celebran la interconexión eléctrica con Europa Occidental

EFE.- Los países bálticos celebraron la puesta de largo de las interconexiones eléctricas de Lituania con Polonia y Suecia, dos proyectos que calificaron de «históricos» al unir a la región con Europa Occidental y limitar su dependencia de Rusia.

En una ceremonia celebrada en la capital lituana, Vilna, la presidenta del país, Dalia Grybauskaite, subrayó la importancia de unas interconexiones que garantizarán que la electricidad no siga siento utilizada como una herramienta para influir en el desarrollo económico de la región báltica.

En declaraciones a la radio pública LRT, Grybauskaite acusó a Rusia de haber usado los precios del gas y de la electricidad como «medio de chantaje» y elogió la apuesta de los bálticos y de la Unión Europea para que la región deje de ser una isla energética.

Las conexiones eléctricas con Polonia, LitPolLink, y con Suecia, NordBalt, que comenzarán ahora un periodo de pruebas, se une a la terminal de gas licuada inaugurada hace un año en el puerto lituano de Klaipeda.

En declaraciones a la televisión pública recogidas por los medios locales, el ministro lituano de Energía, Rokas Masiulis, denunció que Rusia intentó en cuatro ocasiones bloquear el tendido del cable submarino del proyecto NordBalt entre Lituania y Suecia con una embarcación.

A la ceremonia fueron invitados también los primeros ministros de Estonia, Taavi Roivas, y de Letonia, Laimdota Straujuma, que mantuvieron una reunión previa junto a su homólogo lituano, Algirdas Butkevicius.

«La compleja situación geopolítica exige que nuestros países se mantengan unidos para poner en marcha decisiones estratégicas para la defensa nacional, la prosperidad económica y la independencia energética», subrayó Butkevicius en un comunicado tras esa cumbre trilateral.

Los primeros ministros suscribieron una declaración en la que ratificaron su compromiso de seguir trabajando de forma coordinada y completar la sincronización de la red eléctrica báltica con la europea para 2025. Reiteraron además su apuesta por el proyecto «Rail Baltica» para la conexión ferroviaria con Europa Occidental, respaldado también con fondos comunitarios.

El estonio Roivas se mostró convencido de que la independencia energética y las buenas conexiones con Europa reforzarán la seguridad de la región.

La UE firma su primera interconexión gasística entre Polonia y Lituania

EFE.- La Unión Europea (UE) firmó hoy un acuerdo para la construcción de su primera conexión gasística entre Polonia y Lituania dirigida a acabar con el aislamiento energético de los países del Báltico y reducir la dependencia de las importaciones de Rusia.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, recibieron hoy en Bruselas a la primera ministra de Polonia, Ewa Kopacz, y a la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaité para formalizar la firma.

También suscribieron el acuerdo la primera ministra de Letonia, Laimdota Straujuma, y el primer ministro de Estonia, Taavi Rõivas.

«Acaban de ser testigos de un punto de inflexión importante, de un hecho histórico: el primer proyecto de infraestructura energética que va a conectar directamente los estados del Báltico con el resto del mercado europeo», dijo Juncker en rueda de prensa tras la firma.

El presidente de la CE destacó que este acuerdo supone mucho más que conectar dos países: «han conseguido acabar con el aislamiento energético del Báltico y con la dependencia de un único suministrador», una de las cuestiones que más ha preocupado en los últimos años a Europa, que depende fuertemente de las importaciones a Rusia.

«Hemos invertido 300 millones de euros, el mayor esfuerzo en un proyecto de este tipo», continuó, al tiempo que explicó que es una inversión «que va a pagar dividendos: el flujo libre de la energía en Europa».

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaité, por su parte, reconoció que hace 11 años esta interconexión era «un sueño» que «no habría sido posible sin buena voluntad política, sin un consenso y sin el apoyo financiero de la UE».

La primera ministra de Polonia, Ewa Kopacz, afirmó que el acuerdo permite «romper con el aislamiento histórico del tránsito de gas» y proporciona a los países del Báltico un posición «más fuerte y sólida en las negociaciones con terceros estados en el ámbito energético».

Un elemento central de la estrategia de Bruselas para crear una verdadera unión energética en la UE es establecer las conexiones que faltan en sus infraestructuras para que el gas pueda llegar a todos los socios comunitarios.

El Ejecutivo comunitario se marcó como objetivo que todos los Estados miembros tengan acceso a al menos tres fuentes de energía.

«Construir las conexiones que faltaban entre la región del Báltico y el resto del mercado energético de la UE es una prioridad para la Comisión», destaca la institución en un comunicado.