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Libia eleva su producción a 500.000 barriles y agita el mercado a la baja tras volver a exportar crudo

EFE.- El buque Ionic Anassa se convirtió en el primer petrolero en llenar sus tanques de petróleo en la terminal libia de Zueitina, cerrada desde noviembre de 2015 por la guerra en el país. El país trata de recuperar la normalidad y ha conseguido elevar su producción de petróleo a 500.000 barriles diarios apenas tres semanas después de que tropas afines al Parlamento de Tobruk conquistaran los principales puertos petroleros del país.

Ibrahim al Awami, de la Compañía Nacional de Petróleo libia (CNP) aseguró, asimismo, que sus previsiones apuntan a que se alcanzarán los 600.000 barriles diarios a finales de mes. La subida de la cuota exportadora de Libia, que ha duplicado su exportación en apenas 15 días, amenaza con impactar los precios a la baja en el volátil mercado del crudo. Los precios experimentaron la semana pasada un alza y superaron el límite de los 49 dólares barril después de la que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llegara a un preacuerdo en Argel para congelar o reducir la producción a finales de noviembre.

Libia, país que por su situación de inestabilidad ha quedado al margen del sistema de cuotas de la OPEP, es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 fuerzas multinacionales ayudaran a los rebeldes a derrocar la dictadura de Muamar al Gadafi. Cinco años después, dos gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando. Antes de la revolución, la producción de Libia rondaba 1,6 millones de barriles diarios de crudo.

Exportación de crudo a China

Mientras tanto, fuentes de la terminal de Zueitina, situada en el golfo que separa las ciudades de Sirte y Bengazi, explicaron que el Ionic Anassa cargó el equivalente a 800.000 barriles de crudo, que serán enviados a China. Zueitina es uno de los puertos petroleros que hace tres semanas tropas fines al Parlamento de Tobruk, el único que aún conserva el reconocimiento de la comunidad internacional. Las tropas, mandadas por el mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este del país, se hicieron también con el control de los puertos vecinos de Sidrá y Ras Lanuf, los más importantes de Libia.

Libia da el primer paso para relanzar su Compañía Nacional de Petróleo

EFE.- Los responsables de la Compañía Nacional de Petróleo libia en Trípoli y en Tobruk, hasta la fecha rivales, cerraron el acuerdo para unificar la gestión y tratar de recuperar la producción en los yacimientos del norte del país. Fuentes oficiales revelaron que ambas partes decidieron que sea Mustafa Sonalah, director de la compañía en Trípoli, el que asuma la dirección de la petrolera y que su colega en Tobruk, Nayi Al Magrebi, se incorpore a la junta general.

La compañía quedará bajo responsabilidad del futuro Parlamento y tendrá su sede en la ciudad de Bengasi, escenario en la actualidad de combates. Para que el pacto funcione y Libia recupere sus niveles de producción previos a la guerra, debe sumarse al mismo Ibrahim Jidram, el jefe de la milicia que protege los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidrá, los más importantes del país.

Ambos puertos tenían capacidad para exportar en torno a 600.000 barriles de crudo diarios, el doble de la producción actual de Libia y un cuarto de la que disfrutaba antes de la caída en 2011 de la dictadura de Muamar el Gadafi. Distintos expertos nacionales e internacionales coinciden en apuntar que pese a la reunificación petrolera, Libia tardará meses en recuperar la producción de 2014 y las cifras de 2011 debido a la inseguridad que aún reina en el país y a los graves daños que han sufrido sus instalaciones, y en particular los oleoductos.

El mercado de petróleo tiende hacia la estabilización en 2016, según la AIE

Europa Press.- El mercado de petróleo tiende hacia la estabilización en la segunda mitad de 2016 como consecuencia de un crecimiento de la demanda y un descenso de la producción inesperados, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), que afirma que en 2017 volverá a haber un exceso de oferta en el mercado.

En su informe correspondiente al mes de junio, la AIE considera que en el conjunto de 2016 el mercado de crudo tiende hacia la estabilización como consecuencia de un crecimiento de la demanda mayor al previsto y de un descenso en la producción inesperado.

En el primer trimestre, el crecimiento de la demanda mundial fue de 1,6 millones de barriles diarios, frente a las previsiones de 1,2 millones, y la producción sufrió un retroceso importante como consecuencia de los incendios de Canadá, los sabotajes a la producción de Nigeria y los descensos de producción de Libia y EEUU.

Esta situación ha provocado que el excedente de petróleo en el mercado durante la primera mitad de 2016 haya sido de 800.000 barriles diarios, frente a los 1,5 millones de barriles diarios previstos.

«A mitad de 2016, el mercado de petróleo parece que se está equilibrando, pero no debemos olvidar que los grandes retrocesos en la producción, principalmente en Nigeria y Libia, volverán al mercado y el crecimiento de la demanda en la primera mitad de año podría no mantenerse«, reza el informe.

Las previsiones para 2017 estiman que la demanda mundial de petróleo se mantendrá plana en 1,3 millones de barriles diarios por lo que estiman que los inventarios mundiales se incrementarán en 100.000 barriles al día.

«En el supuesto de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) incremente moderadamente su producción en 2017, esperamos que los inventarios crezcan ligeramente en la primera mitad de 2017, antes de caer levemente en la segunda mitad del año», señala la AIE, que añade que el «enorme ‘stock'» acumulado después de tres años de exceso en el suministro «amortiguará» el alza de los precios del crudo.

Amenazas del Dáesh obligan a evacuar 4 yacimientos petroleros en Libia

EFE.- Las amenazas y el cerco levantado por la rama libia de la organización yihadista Dáesh, también conocido como Estado Islámico, obligaron a evacuar 4 yacimientos petroleros en el centro del país, según una fuente petrolera. «Los empleados no pueden realizar sus trabajos de manera normal, tienen miedo por posibles ataques del Dáesh», precisó la fuente, que prefirió no ser identificada por motivos de seguridad.

En un quinto campo de extracción de crudo, en Zleten, situado a 55 kilómetros de Merada, emprendieron, por su parte, una huelga para protestar por la degradación de la seguridad en esa zona. «Hay próximos vehículos con banderas del Estado Islámico; por eso hemos decidido dejar de trabajar y regresar a nuestras casas hasta que la seguridad retorne a la cuenca petrolera», indicaron los trabajadores. La producción de petróleo en la cuenca de Merada ha descendido abruptamente a causa de la inseguridad de la zona, con campos como el de Zleten, que apenas produce 30.000 barriles diarios. A principios de mes, comandos asociados al EI lanzaron un ataque contra los campos petroleros en los que murieron al menos tres personas.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi. De la situación han sacado provecho grupos radicales como la rama libia de la organización terrorista Estado Islámico que el último año amplió el territorio bajo su control e incluso establecido un nuevo bastión en la costa del Mediterráneo. Según los expertos, Libia posee las reservas petroleras más importantes del continente africano, estimadas en 48 millones de barriles. Desde 2011, su producción descendió de 1,6 millones barriles diarios anuales a 300.000.

La producción de crudo en Libia recupera la cota de los 500.000 barriles diarios

EFE.- La producción del petróleo en Libia recuperó en los últimos días la cota de los 500.000 barriles diarios, según Mohamed al Harari, portavoz de la Compañía Nacional de Petróleo (CNP), que aseguró que la producción nacional de gas ascendió a los 2.000 millones de metros cúbicos diarios, cifras que comienzan a acercarse a las que Libia manejaba antes de la caída en 2011 del régimen dictatorial de Muamar Gadafi. «La exportación de crudo es similar a la que era habitual», destacó.

La CNP constató que la producción del crudo en Libia, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), experimenta «un aumento constante». Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que la comunidad internacional contribuyera militarmente a derrocar el régimen de Gadafi. Desde hace meses, dos gobiernos, uno considerado rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido establecido en Tobruk, luchan por hacerse con el control del país y de los recursos energéticos. La lucha es aprovechada por grupos yihadistas como la rama libia del Estado Islámico, que cada vez se extiende más desde el este hacia la capital.

Una huelga paraliza la actividad en uno de los principales yacimientos de crudo libios, en el sur del país

Según su relato, los huelguista cerraron el acceso a las instalaciones el domingo en demanda del pago de los salarios atrasados, un retraso que de acuerdo a responsables oficiales se debe a un error de coordinación.

El portavoz de la Compañía libia de Petróleo (CNP), Mohamed al Harari, explicó que el Ministerio de Finanzas transfirió el dinero, y que el retraso fue debido al cambio en las mismas instalaciones de la Guardia de servicio.

Al Fil, que es explotado por una empresa conjunta propiedad de la CNP y la italiana Eni, produce unos 80.000 barriles diarios, una cantidad que le sitúa entre los yacimientos que más producen en el país.

El campo reinició sus actividades este año, paradas desde que milicianos de la región Zintán, que se oponen a un gobierno autoproclamado en Trípoli, lograran bloquear el oleoducto principal.

La industria petrolera libia se ha desmoronado desde que hace cuatro años la OTAN contribuyera a derrocar el régimen dictatorial de Muamar Gadafi y el control de los recursos energéticos del país se convirtiera en el principal punto de conflicto entre los diversos grupos alzados.

En la actualidad, Libia es un estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi.

Desde las últimas elecciones, el poder está dividido entre los gobiernos de Trípoli y de Tobruk, a quienes apoyan distintos grupos islamistas, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de petróleo, armas, personas y drogas.

En medio, se fortalecen grupos yihadistas afines al grupo del EI y a la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la asociación terrorista más fuerte en el norte de África.