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El Gobierno no hará «una barbaridad» con el cierre del carbón y nucleares en 2028 sin analizar el escenario climático

Europa Press / EFE.- La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el Gobierno tiene «claros» sus compromisos pero también sabe qué es «lo mejor» para la economía, por lo que «no va a hacer una barbaridad» en cuanto a las fechas de cierre de las centrales térmicas de carbón y apuntó que la fecha de 2028 para el fin de la energía nuclear en España “dependerá de los escenarios climáticos”.

La ministra ha culpado al anterior Gobierno de falta de anticipación y de «irresponsabilidad» porque no se ha encontrado «nada» respecto al futuro del carbón, ni escenarios planteados ni sobre los sectores afectados. «No había nada. No sabemos los escenarios que se manejaban; una cosa de absoluta irresponsabilidad», ha apostillado la ministra, que ha añadido que las fechas de cierre del carbón «no han sido acompañadas» del proceso previo necesario, al tiempo que recordó que en los próximos 18 meses las principales centrales nucleares deberán presentar su solicitud de renovación de permiso o de cierre.

«Tenemos un problema antipático y nos encontramos que el calendario avanza y no se ha solucionado el problema», ha explicado la ministra, quien asegura que «me hace gracia el concepto de transición acelerada del que se nos acusa», pues «precisamente por no ser acelerados estamos donde estamos». En su opinión, se tenía que haber hecho esa evaluación con suficiente capacidad de anticipación y «este es un Gobierno que tiene claro sus compromisos internacionales y sus desafíos, pero también que quiere lo mejor para los ciudadanos».

En cuanto al carbón, subrayó que el actual marco estratégico se verá reflejado en la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética así como en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, pero ha asegurado que la «segunda prioridad» es la del empleo nuevo en un mundo en auge pero en el que se debe hacer un «acompañamiento solidario» del empleo «en retiro».

Ribera entiende que se generen «tensiones» en las zonas donde se destruye empleo y precisamente es el carbón «el primer caso en el que esto se materializa», pero ha dejado entrever que la cuestión no es nueva sino que se debe a una falta de anticipación de la que responsabiliza no solo al anterior Ejecutivo sino también a consejeros de comunidades autónomas, patronales y sindicatos, que firmaron los planes y acuerdos anteriores. Ahora defiende que es «prioridad» del presidente del Gobierno apostar por «identificar oportunidades en cada uno de estos espacios» y acometer un plan de desarrollo local. «Si no hacemos esto, es normal que a la gente le preocupe su futuro inmediato», ha comentado.

En materia de energía nuclear, preguntada por la fecha de cierre final del parque nuclear español en 2028, la ministra tampoco encontró «ni un papel» sobre la cuestión, ni un plan nacional de residuos con el que acompañar las decisiones que permitan «transitar por sendas sólidas». Por ello, no ha descartado que 2028 sea la fecha definitiva, de acuerdo con el programa del PSOE del que forma parte y que señala el cierre de las centrales nucleares cuando estas cumplan 40 años de vida tecnológica.

Eso sí, Ribera ha dejado entrever que esa fecha dependerá de la planificación energética y de los estudios sobre las distintas sendas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero así como del futuro Plan Nacional de Residuos que ahora debe elaborar el Gobierno. «Habrá que evaluar la combinación de las distintas sendas por lo que será mejor tener ese debate cuando tengamos los escenarios y el análisis de las distintas herramientas», ha concluido.

El futuro según las compañías

Por su parte, la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, considera viable cerrar las centrales nucleares cuando cumplan 40 años, mientras que el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ve dificultades «técnicas» para parar cualquiera antes de 2027-2028. Santamaría, ha manifestado que es posible cerrar las centrales nucleares españolas cuando cumplan los 40 años de vida para los que fueron diseñadas (6 centrales en total que suman 8 reactores y que cerrarían entre 2020 y 2028) «sin gran afección». Añadió que la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) será la que tendrá que liderar el estudio y el análisis de cómo proceder al cierre, pero ella cree que es «viable».

El consejero delegado de Endesa ha manifestado que cualquier sustitución de la energía nuclear tendrá que conllevar un sistema que garantice una «potencia firme» (actualmente la potencia nuclear aporta 7.700 megavatios). Además, ha señalado que se debería tener hecho un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares, después de paralizarse la construcción del de Villar de Cañas (Cuenca), con capacidad para manejar 70 contenedores anuales, y ha señalado que hasta que no haya uno puede haber dificultades técnicas para parar cualquier central antes de 2027-28.

En cuanto al cierre de las centrales térmicas, Santamaría ha dicho que estas instalaciones tienen ya un papel limitado y no están «alineadas» con las políticas medioambientales de la Unión Europea. Ha recordado que Iberdrola pidió hace un año la autorización para cerrar sus 2 últimas centrales de carbón en el mundo, Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), y ha afirmado que es viable clausurar las que hay en España manteniendo la garantía de suministro eléctrico. Ha admitido que estos cierres tendrán impacto en el tejido industrial y el empleo, por lo que habrá que mitigar esos efectos con ayudas europeas como las que ya utilizan países como Polonia y Alemania para crear alternativas en comarcas afectadas por la transición energética.

José Bogas opina también que el carbón cerrará, pues al final la legislación y el coste de las emisiones de CO2 harán que no tenga encaje en el mix eléctrico (combinación de diferentes fuentes de energía que cubren el suministro). También el presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, considera que «el carbón está encaminado a llegar a su fin de vida», aunque ha dicho que ese final tiene que ser justo.

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que la partida de la descarbonización se juega en Asia, y ha destacado que el que haya gas natural a bajo precio será lo que reduzca el consumo de carbón en ese continente, donde las proyecciones de crecimiento del consumo eléctrico son muy grandes. En el mismo sentido, la consejera delegada de Engie, Loreto Ordóñez, destacó que su compañía ha desinvertido en la generación con carbón, aunque admitió que la ecuación económica carbón-gas no funciona porque el coste marginal de producir con carbón sigue siendo más barato.

El Gobierno y las compañías ven conveniente desligar la tarifa regulada PVPC del precio de cada hora del mercado eléctrico

EFE / Europa Press.- El precio de la luz en el mercado mayorista sigue en niveles más elevados de lo habitual. En este sentido, el Gobierno y las compañías eléctricas ven conveniente iniciar una reflexión sobre la formación de precios, pero de manera «pensada«.

Entre los factores que están detrás de la subida de los precios en el mercado mayorista destaca el encarecimiento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) y del gas natural y el carbón en los mercados internacionales. En concreto, el precio del CO2 se ha multiplicado por más de tres: entre mayo y agosto de 2017 era de 5,1 euros por tonelada y en el mismo periodo del presente año ha sido de 16,3 euros. También ha contribuido a estos elevados precios una reducción de la participación de la energía eólica, una producción nuclear inferior a lo habitual debido a operaciones de mantenimiento y un incremento de la demanda, motivada por las altas temperaturas estivales.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en un foro organizado por Cinco Días, ha negado, no obstante, que se estén alcanzando estos días máximos históricos en los precios de la subasta eléctrica con los 74,58 euros/MWh registrados, ya que en el pasado reciente los hubo más altos, como los que se registraron en enero de 2017, en plena ola de frío. Ese mes se registró un precio medio diario máximo de 91,88 euros/MWh, cifra por debajo de los 103,76 euros de media diaria que hubo el 11 de enero de 2002. En este sentido, el Gobierno está trabajando en las políticas necesarias que permitan una evolución “racional” de los precios de la electricidad.

Las perspectivas sobre la evolución de los precios tanto de materias primas para generación de electricidad (gas y carbón) y de derechos de emisión de CO2 indican que podrían seguir subiendo según la ministra, que comparecerá el próximo 19 de septiembre en el Congreso de los Diputados. Ribera ha avanzado que hay que adoptar medidas para asegurarse de que esos incrementos no incidan ni en la economía ni en los sectores sociales más vulnerables y, en este sentido, subrayó que la atención a los 4,6 millones de personas que están en situación de pobreza energética “debe ser prioritaria”, aunque paralelamente se inicie una «reflexión más profunda» sobre los componentes que hacen aumentar la factura eléctrica.

En este contexto, Ribera aseguró que el Ejecutivo está trabajando sobre un paquete de medidas para ver cómo puede operar en el corto plazo sobre cada uno de los componentes de la factura, algunos «muy alejados» de su capacidad de acción. «Hay que generar consensos en cada uno de los bloques de los operadores. Hay componentes fiscales, de coste regulado, de mercado… Estamos trabajando en ello y el Gobierno presentará su reflexión el 19 de septiembre en el Congreso», apuntó. Así, Ribera comparecerá para explicar el incremento en el precio de la electricidad registrado en los últimos meses, que se ha agudizado en agosto con un encarecimiento del 35,5% con respecto a agosto del 2017.

De este modo, para la responsable de la cartera para la Transición Ecológica está «bien» que se refleje el hecho de que generar energía de manera «sucia» es caro. «No podemos permitirnos el lujo de que en este proceso de cambio a un sistema enteramente limpio se vean afectados los colectivos con menos recursos», subrayó. El precio de la luz en el pool supone en torno al 35% de la factura para los consumidores con tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) (unos 11 millones de usuarios frente a los más de 16 millones que hay en el mercado libre), mientras que el 65% restante depende de los peajes que fija el Gobierno y de los impuestos.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, asegura que no está habiendo ningún «abuso» por parte de las compañías eléctricas, que no se están beneficiando de esta subida. «Lo que está ocurriendo en el mercado mayorista es una consecuencia del CO2», indicó Bogas, que ha manifestado que ya les gustaría a las compañías que los precios de los derechos de emisión y de las materias primas como el gas y el carbón «fueran más baratos«.

No obstante, ha apuntado que podría plantearse la revisión del mecanismo por el que se fija el PVPC, mientras que la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, ha manifestado que no es razonable que la tarifa PVPC sea «un espejo de los precios del mercado mayorista», ya que es la que usan los consumidores con menor poder adquisitivo, que necesitan tener más certidumbre, y ha apostado por un modelo que evite que las volatilidades del mercado les afecten. Eso sí, ha reivindicado que las reformas en el sistema de fijación de precios deben hacerse de manera pensada y «no guiadas por la presión y las noticias» de la prensa.

Por su parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) denuncia el «elevadísimo» y «desproporcionado» encarecimiento energético habido en los últimos dos años y ha instado a implantar medidas que abaraten este gasto como, por ejemplo, el autoabastecimiento energético. La organización ha puesto ejemplos prácticos como el de una pequeña cafetería donde contratan 9,9 kilovatios y consumen 37.000 kilovatios anuales. En esta situación, el precio aumenta de los 4.900 euros en 2016 a 6.500 euros en 2017 y llegará a una factura de 8.450 euros en 2018, un aumento del 72,45% en dos años.

Además, el secretario general de UPTA, Eduardo Abad, avanza que el precio de los mercados futuros no indica mejoría sobre la situación actual y se ha mostrado pesimista. Desde UPTA proponen a los autónomos vigilar que las facturas sean correctas, revisar que el contrato es el adecuado para las necesidades tanto en consumo como en precios, buscar alternativas en el mercado y comparar las ofertas, evaluar si las necesidades de consumo actuales responden a criterios de negocio y estudiar posibles inversiones que reduzcan el consumo.

Unidos Podemos también pide explicaciones

Mientras el grupo parlamentario de Ciudadanos ya presentó una pregunta para saber qué medidas planea llevar a cabo el Gobierno ante el incremento de los precios de la electricidad, el diputado de Unidos Podemos-En Comú, Joan Mena, ha registrado un escrito en el Congreso en el que pide explicaciones al Gobierno sobre lo que denomina un «aumento desmesurado» del recibo de la luz, que cifra en un 12,4% más en agosto respecto a agosto del 2017, lo que supone la cuarta factura eléctrica más alta de la historia en España.

También denuncia situaciones de desatención a los usuarios y de falta de mantenimiento de las instalaciones por parte de las empresas eléctricas. Unidos Podemos, cuyas respuestas por parte del Ejecutivo las recibirá por escrito, ha calificado de «lamentables» las averías eléctricas durante el verano y se ha referido en concreto a la sufrida en el barrio de Torre-romeu de Sabadell (Barcelona). La formación que lidera Pablo Iglesias ha preguntado al Gobierno sobre los mecanismos que tiene previstos para garantizar el reconocimiento de estas averías por parte de Endesa, la compañía suministradora en este barrio barcelonés.

Endesa gana 752 millones en el primer semestre, un 15% más, y ve imposible cerrar las nucleares a medio plazo

Europa Press.- Endesa obtuvo un beneficio neto de 752 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 15% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por el buen comportamiento del mercado liberalizado. Respecto al futuro de las centrales nucleares, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha considerado «imposible» que se pueda cerrar todo el parque nuclear español cuando expire la vida útil de diseño de 40 años ya que tendría impactos negativos.

En este sentido, Bogas advierte que el «temprano cierre» de las nucleares entre 2023 y 2028, tal y como desea el Gobierno socialista cuando las centrales operativas actualmente en España cumplan los 40 años desde su entrada en funcionamiento, afectaría a la seguridad de suministro, supondría un mayor precio de la electricidad y tendría un impacto negativo en términos de emisiones. Además, consideró que alargar la vida de las centrales nucleares hasta los 50 años permitiría solucionar el problema del agujero de Enresa, la empresa estatal que tiene asignada la función de desmantelar las nucleares y gestionar los residuos atómicos.

Impulsada por el mercado liberalizado

Respecto a otras cifras de Endesa, sus ingresos en el periodo de enero a junio ascendieron a 9.934 millones de euros, prácticamente en línea con los 10.004 millones de euros obtenidos en el primer semestre de 2017. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en 1.804 millones de euros a cierre de junio, con un incremento del 12%, mientras que el beneficio operativo (Ebit) en el primer semestre fue de 1.053 millones de euros, un 17% más.

Así, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, consideró que, a mitad de ejercicio, el grupo puede afirmar que está «en la senda de alcanzar los objetivos comprometidos para 2018», en el que prevé un beneficio neto de unos 1.400 millones de euros y un Ebitda en torno a los 3.400 millones de euros. La evolución del Ebitda se vio impulsada por la estrategia de la compañía en el mercado liberalizado, que ha permitido a la compañía eléctrica incrementar un 19% el margen de este negocio, lo que ha llevado a que el Ebitda del mismo haya crecido un 42%.

Este aumento se ha producido en un escenario en el que los precios de la electricidad en el mercado mayorista cayeron un 2,3%. Además, el negocio del gas experimentó una mejora significativa que le ha permitido aportar 65 millones de euros al margen bruto de Endesa durante el primer semestre. Así, teniendo en cuenta el Ebitda en términos ajustados, sin contar con los elementos no recurrentes, el resultado bruto de explotación liberalizado de la energética creció un 26%. Mientras, el negocio regulado incrementó su margen en un 0,4%, un 4% en términos ajustados, principalmente por la mejora en la retribución de la distribución, lo que ha llevado a un incremento del 1,4% en Ebitda regulado.

Endesa dispara un 47% su beneficio hasta marzo, con 372 millones, y plantea mejorar la rentabilidad de las centrales nucleares

Europa Press / EFE.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, indicó que la rentabilidad económica que se obtiene de las centrales nucleares debe mejorar de cara a la próxima década, si se quiere extender su vida útil y seguir contando con ellas. La compañía eléctrica obtuvo un beneficio neto de 372 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un incremento del 47% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por el buen comportamiento del mercado liberalizado.

Los ingresos de Endesa en el periodo de enero a marzo ascendieron a 5.169 millones de euros, prácticamente en línea (-1%) con los 5.223 millones de euros obtenidos en el mismo periodo de 2017. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en 880 millones de euros a cierre de marzo, con un crecimiento del 25%, mientras que el beneficio operativo (Ebit) en el primer trimestre fue de 508 millones de euros, un 49% más. La evolución del Ebitda de la eléctrica se vio impulsada, principalmente, por la estrategia de la compañía en el negocio liberalizado, que ha permitido incrementar en un 38% el margen, lo que provocó que el Ebitda de este negocio haya crecido un 113%.

Además, el negocio regulado incrementó su margen en un 1%, principalmente por la mejora en la retribución de la distribución, mientras que la evolución de los gastos fijos de explotación se mantuvo en línea con 2017 y, en términos homogéneos, se redujo un 4% como consecuencia, principalmente, de la reducción de los gastos de personal en un 3,2%. Las inversiones brutas crecieron un 18%, hasta los 197 millones de euros. La deuda financiera neta aumentó en 1.062 millones de euros respecto a 2017, debido al excepcionalmente bajo flujo de caja que hubo en el trimestre y al pago en enero de un dividendo a cuenta de 2017, que le supuso a la compañía el desembolso de 741 millones de euros.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que la «exitosa gestión integrada del margen, unida a la normalización de las condiciones de mercado, la mejora significativa del margen del gas, la buena evolución del negocio regulado y la reducción de los costes fijos de la compañía, fruto de los planes de eficiencia aplicados en los últimos años, han sido la clave de los excelentes resultados alcanzados en este primer trimestre». Así, Bogas consideró que el grupo está «en el buen camino para alcanzar los objetivos comprometidos para 2018«, en el que prevé un beneficio neto de unos 1.400 millones de euros y un Ebitda de 3.400 millones de euros.

La producción total en el periodo fue de 18.512 gigavatios hora, un 2,5% menos que en el primer trimestre de 2017, con un fuerte incremento de la hidráulica y renovable, del 35% y el 22% respectivamente, mientras que la producción con gas natural y la de origen nuclear cayeron un 13% y un 7% con respecto al primer trimestre del 2017. En volumen, las ventas de Endesa en el mercado liberalizado disminuyeron un 1,6% y en el regulado un 1%, mientras que las de gas se incrementaron un 4% y la electricidad distribuida, un 2,6%.

Mejorar rentabilidad de las nucleares

Por su parte,Bogas ha recordado que no hay alternativa a la energía nuclear tanto por la garantía que aporta a la seguridad del suministro como por su papel en los precios y en el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones.En este sentido, ha asegurado que los activos de generación nucleares tienen un flujo de caja positivo aunque su rentabilidad es, desde su punto de vista, «muy baja«.Bogas precisó que los costes fijos son superiores a 40-41 megavatios hora (MWh), a los que hay que añadir 24 euros/MWh costes variables, de los que un 50% son impuestos, 12 euros por MWh.

Por ello, ha explicado que, aunque la rentabilidad de las nucleares no será un problema en los próximos tres o cuatro años, en la próxima década será necesario que tengan una remuneración más alta ya que también hay que tener en cuenta que la extensión de la vida útil de las centrales nucleares traerá algunos costes, que estarían en torno a un euro el megavatio.

Bogas también se ha referido al déficit de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), cuyo fondo para desmantelar centrales nucleares se nutre de las aportaciones de las empresas propietarias y que el Gobierno quiere ahora traspasarles para que sean ellas las que se encarguen de la gestión, y ha dicho que ese déficit bajará.En su opinión, el riesgo de que el fondo quebrara quedará superado si se extiende la vida útil de las centrales nucleares a 50 años.

Endesa apuesta por alargar la operación de las centrales nucleares a los 50 o 60 años en la transición energética

Europa Press.- Endesa ha defendido su apuesta «clara, propia y diferenciada» por operar las centrales nucleares a largo plazo, hasta alcanzar los 50 o 60 años, en la transición energética para poder cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático.

En este sentido, el presidente de Endesa, Borja Prado, expresó la posición «clara, propia y diferenciada» en materia de transición energética de la empresa que pasa por buscar oportunidades de inversión para aumentar en el corto plazo el parque renovable y que considera que la generación térmica continua siendo un elemento «indispensable» en la transición de fuentes emisoras de CO2 a renovables. Además, indicó que junto con los organismos reguladores competentes se están «planteando esquemas que permitan extender la vida útil» de las centrales nucleares a las que ha calificado de «pilar fundamental» para garantizar la seguridad de suministro eléctrico a medio plazo. Otro de los compromisos manifestados tiene que ver con la investigación de sistemas de almacenamiento de electricidad.

Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha precisado que la empresa estima que para cumplir con los Acuerdos de Clima de París es «imprescindible» extender la operación de las centrales nucleares hasta los 50 o 60 años «al igual que han hecho diversos países» del entorno. Por ello, ha informado de que en el marco del Plan Industrial 2018-2020 se dará un «fuerte impulso» al compromiso con la descarbonización para alcanzar un «mix» de generación 100% neutro de emisiones en 2050.

Recursos “indispensables” para las térmicas

De ese modo, ha añadido que centrarán las nuevas inversiones de generación en renovables y en las actuaciones «necesarias» para extender la operación de las centrales nucleares. Por el contrario, sobre las térmicas, Bogas ha indicado que a estas solo se dedicarán los recursos «indispensables» para asegurar su compatibilidad ambiental «durante el tiempo en el que sean necesarias» y para mantener la seguridad del suministro en los sistemas no peninsulares.

Endesa produjo 78,6 TWH, lo que supone un incremento del 13% respecto a 2016, porque la escasa disponibilidad de energía hidráulica condujo a un fuerte incremento de la producción térmica, según ha apuntado el consejero delegado. De esta producción, ha añadido que las tecnologías libres de emisiones de CO2 (es decir, hidroeléctrica, eólica, solar y nuclear) representaron el 44% de la generación total de Endesa.

Respecto al Informe sobre Transición Energética presentado por la Comisión de Expertos al Gobierno, ha dicho que varios de sus ejes tienen una «amplia coincidencia» con las posiciones de Endesa. Entre esos puntos coincidentes se ha referido en particular a la extensión de las centrales nucleares, a la electrificación de la demanda, a la actuación sobre las emisiones de los sectores difusos, a la sustitución progresiva de generación térmica por generación renovable, a la promoción de los vehículos eléctricos y a la importancia de compartir entre todos los sectores los costes de la política energética.

Endesa pide que el esfuerzo de la descarbonización recaiga en otros sectores como el transporte más allá del sistema eléctrico

Europa Press.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha pedido repartir el esfuerzo de la descarbonización entre otros sectores, como el transporte o la climatización de edificios, y que no se cargue solo sobre el sector eléctrico, lo que ha contribuido «de manera decisiva» a que la tarifa española se encuentre entre las más caras de Europa «cuando los costes de generación y distribución de España están entre los más baratos«.

Bogas pidió «una mayor implicación» de estos sectores en la transición energética para alcanzar los objetivos fijados de reducción de emisiones. Así, señaló que estos sectores, que representaron el 58% de las emisiones de CO2 en el año 2015, son dos ámbitos en los que «la electricidad puede reducir drásticamente las emisiones no solo de CO2, sino también de otros contaminantes, mejorando así la calidad del aire de nuestras ciudades«.

Asimismo, Bogas señaló que el reciente informe sobre transición energética presentado por la Comisión de Expertos constituye «un importante punto de referencia» y destacó que varios de los ejes esenciales del documento «muestran una amplia coincidencia con las posiciones de Endesa«. A este respecto, Bogas se refirió a la importancia de «compartir entre todos los sectores» los costes de la política energética, unos costes que, actualmente, «recaen mayoritariamente en el sector eléctrico, a pesar de que solo representa el 19% de las emisiones de CO2».

«La meta es conseguir un futuro sostenible. Y lo primero que hemos de hacer sostenible es la propia transición energética. Creo que es posible la implantación progresiva de las medidas adecuadas para hacerla realidad a través de un calendario razonable, conocido y sostenible», indicó. Dentro de la transición energética, Bogas apuntó que es «importante» que todas las tecnologías de generación necesarias «tengan una rentabilidad razonable», ya que en caso contrario, se podría crear «un grave problema de seguridad de suministro a corto y medio plazo».

Además, indicó que la descarbonización de la economía requiere la sustitución «progresiva» de las centrales térmicas por instalaciones de renovables aunque señaló que, para evitar situaciones de riesgo de suministro y presiones sobre los precios, esta sustitución se debe realizar de «manera ordenada». De esta manera, pidió «replantearse la elevada carga fiscal» que existe sobre la actividad de generación eléctrica desde 2013, una vez solucionado el problema del déficit de tarifa eléctrico. «Es momento de desarrollar una reforma fiscal energética que permita equilibrar las cargas sobre las distintas fuentes de energía y reduzca la carga impositiva que penaliza a las centrales eléctricas«, añadió al respecto.

Además, defendió la extensión de la operación de las nucleares hasta los 50 o 60 años, «al igual que han hecho diversos países de nuestro entorno», y pidió una reforma de las tarifas, «a fin de que el sistema muestre las necesarias señales económicas a consumidores y productores para la utilización óptima de la red y para ofrecer un terreno de juego equilibrado a nuevos consumos, como el vehículo eléctrico, a los sistemas de almacenamiento y a la generación distribuida». «Estamos convencidos de que el impacto de este conjunto de medidas permitiría una reducción importante de la tarifa eléctrica», añadió.

Por otra parte, Bogas recordó el esfuerzo inversor de Endesa, que con más de 11.000 millones de euros invertidos en el sistema eléctrico español desde 2010 es «la empresa eléctrica que más invierte en España». «También somos los que más invertimos en la red de distribución, con unas inversiones brutas de más de 5.700 millones de euros en estas infraestructuras durante el mismo periodo», subrayó.

Prado (Endesa) considera que es momento de planificar el futuro para determinar “las inversiones necesarias en los próximos años”

Europa Press.- El presidente de Endesa, Borja Prado, considera que es el momento de «planificar el futuro«, para lo que es «imprescindible contar con una hoja de ruta que señale el destino y la cuantía de las inversiones necesarias en los próximos años». De esta manera, subrayó que, «por muy claros que estén los objetivos», hay que decidir «cuál es el camino más adecuado y beneficioso para todos», una decisión «crucial» que compete al Congreso y al Gobierno.

Asimismo, Prado requirió a las fuerzas políticas «sabiduría, determinación y habilidad» para lograr «consensos» con el fin de ser capaces de encontrar una solución al conflicto en Cataluña. En su discurso ante los accionistas de la compañía, Prado señaló que el horizonte político del país continúa «afectado por la compleja situación» en Cataluña, que supone «una amenaza y una brecha en la convivencia». «Más allá de los acontecimientos, que no me corresponde juzgar, la situación que hemos alcanzado supone una amenaza y una brecha para la convivencia tan extraordinarias”, afirmó.

Prado valoró el balance macroeconómico de España en 2017, que supone «un verdadero orgullo para nuestro país», con un crecimiento de la economía del 3,1%, alcanzando un crecimiento acumulado del 10% en los tres últimos años, «muy por encima de la media de la Unión Europea y de los países de nuestro entorno«. Asimismo, consideró que el objetivo de crecimiento del 2,8% para este año «sigue siendo ambicioso», aunque subrayó que permitirá a España «seguir acortando distancias con los socios europeos, y se mostró convencido de que se alcanzará el objetivo del Gobierno de 20 millones de empleos en 2019.

Predisposición al dialogo y entendimiento

Por otra parte, el presidente de Endesa mostró al Gobierno y al Ministerio de Energía su predisposición «al diálogo y al entendimiento» para afrontar los retos que tiene el sector energético. «El Gobierno y el Ministerio de Energía saben que coincidimos en numerosas cuestiones de la política energética, sobre todo, en las esenciales», señaló Prado, quien subrayó que, cuando no se produce tal coincidencia, «saben que cuentan con nuestra predisposición al diálogo y al entendimiento«. Así, ante los «retos y dificultades» que plantean los objetivos energéticos y económicos; y la regulación del sector, subrayó que Endesa trata siempre de «encontrar y ofrecer propuestas constructivas como empresa, pero sin abandonar una visión global de las cuestiones».

Por otra parte, Prado valoró los «excelentes» resultados logrados por la compañía en 2017, con un beneficio neto de 1.463 millones de euros, un 3,7% más, que refuerzan la política de dividendos de Endesa, «que establece el reparto del 100% del beneficio ordinario neto en los ejercicios 2017 a 2020. La propuesta de dividendo para 2018 del grupo asciende a 1,38 euros por acción, un 4% más que el repartido con cargo al ejercicio 2016.

A este respecto, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, indicó que el plan del grupo para el periodo 2017-2020, en el que prevé un aumento del beneficio neto a razón de un 6% anual, hasta alcanzar los 1.600 millones de euros al final del periodo, permitirá mantener «una atractiva remuneración» para los accionistas, con un payout del 100% y un mínimo de 1,33 euros brutos por acción para 2018.

Endesa gana 1.463 millones de euros en 2017, un 3,7% más, y supera sus objetivos para el ejercicio

Europa Press / EFE.- Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.463 millones de euros en 2017, lo que representa un incremento del 3,7% con respecto al ejercicio anterior, según indicó la compañía eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los ingresos de la energética el año pasado ascendieron a 20.057 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,7%, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 3.542 millones de euros, un 3,2% más.

El Ebitda del grupo se vio impulsado por la contribución de Enel Green Power España por importe de 181 millones de euros, frente a los 75 millones obtenidos en 2016, así como por el margen bruto del negocio regulado, que creció un 8%, hasta los 3.284 millones de euros, y el ingreso por la devolución del bono social de los años 2014-2016 registrado tras la ejecución de las sentencias favorables, que ha tenido un impacto positivo de 222 millones de euros. También redujo sus costes fijos un 4%. En este sentido, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que, «una vez más», el grupo «ha cumplido con sus compromisos alcanzando unos resultados mejores que los objetivos presentados al mercado».

«Hemos conseguido estos resultados a pesar del complicado escenario del primer semestre del año, con un alza extraordinario de los precios mayoristas, lo que no se esperaba en el momento en que se fijaron los objetivos de 2017», añadió. Asimismo, Bogas señaló la consolidación en Endesa de Enel Green Power España, así como la contribución del negocio regulado y de los distintos planes de eficiencia en costes que se desarrollaron durante los últimos tres años como «claves para el éxito».

Estos factores compensaron el «significativo» descenso del margen del negocio liberalizado de la compañía eléctrica, que bajó un 18% debido al «fuerte» incremento de los costes variables producido por la «extraordinariamente» baja producción hidroeléctrica del ejercicio. Así, los costes de las compras de energía subieron un 21,6%, consecuencia, principalmente, del aumento de los precios de electricidad del mercado mayorista, cuyo precio se situó en 52,2 euros por MWh, un 31,6% más. El aumento en los consumos de combustibles (38,9%) se debió a la mayor producción térmica del periodo, por la menor disponibilidad de la generación hidráulica, y el mayor precio en los combustibles, junto con el consecuente incremento en el impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica.

El resultado financiero arrojó un saldo negativo de 145 millones de euros, inferior en un 29,6% al registrado en el ejercicio anterior (206 millones), según Endesa. En lo que se refiere al cash flow operativo, se redujo en 557 millones de euros debido, fundamentalmente, a la reducción en los cobros netos de las compensaciones por los sobrecostes de la generación en los territorios extrapeninsulares. Mientras, la deuda financiera de Endesa aumentó apenas 47 millones de euros respecto a diciembre de 2016, hasta situarse en los 4.985 millones de euros. Las inversiones brutas del grupo en 2017 se situaron en 1.175 millones de euros, lo que representa una caída del 3,8% con respecto a los 1.221 millones de euros del 2016.

En 2017, las ventas de electricidad en el mercado regulado bajaron un 6%, hasta los 12.919 gigavatios hora (GWh) y subieron un 5% en el liberalizado, hasta los 83.594 GWh. La producción de Endesa creció un 13%, hasta los 78.648 Gwh, por la escasa disponibilidad de energía hidráulica, que condujo en consecuencia a incrementar la producción de las centrales térmicas. En el conjunto del año, la energética alcanzó unas cuotas de mercado del 27,3% en generación peninsular, del 44,1% en distribución y del 35,4% en ventas a clientes del mercado liberalizado. El número de clientes en el mercado liberalizado era de 5,59 millones a cierre de 2017, con un incremento del 3,1% respecto al 2016.

Por otra parte, el consejo de administración de Endesa propondrá a la junta general de accionistas de la compañía un dividendo de 1,382 euros por acción con cargo a los resultados de 2017. Esta cifra supone un incremento del 4% sobre el dividendo repartido con cargo a los resultados del 2016 y un 5% superior al mínimo comprometido al mercado. En enero, la compañía ya repartió un dividendo a cuenta de 2017 por un importe bruto de 0,7 euros por acción, cuyo pago supuso un desembolso de 741 millones de euros. Así, el dividendo complementario ascenderá 0,682 euros por título.

Endesa seguirá destinando todo su beneficio a dividendos para repartir unos 5.900 millones de euros entre sus accionistas hasta 2020

Europa Press.- Endesa prevé repartir unos 5.900 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2017-2020, el 100% del beneficio, a pesar de que augura unos próximos años complicados por las adversas condiciones del mercado, según la actualización del plan estratégico de la compañía remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La eléctrica, cuyo principal accionista es la italiana Enel con una participación del 70% y que percibirá así más de 4.100 millones de euros en dividendos, mantiene para el periodo su política de un pay out (parte del beneficio que se destina a dividendo) del 100%, aunque empeora su previsión de beneficios para los próximos ejercicios y, por tanto, la de dividendo. En concreto, para este año prevé que la retribución total para su accionista se sitúe en un mínimo de 1,32 euros por título, ligeramente por debajo de los 1,33 euros que abonó en 2016 en concepto de dividendo.

Para 2018, la compañía estima un dividendo mínimo de 1,33 euros brutos por acción, por encima del previsto para este ejercicio pero más de un 6% inferior de los 1,42 euros que preveía en su hoja de ruta anterior como retribución para el accionista. El grupo no da estimaciones en su plan de dividendo para los ejercicios 2019 y 2020, aunque sí que lo hace de beneficios para esos años, destinando el 100% de estas ganancias a retribución al accionista.

A este respecto, la energética señala que promueve una estrategia económico-financiera que procura un nivel de generación de caja significativo que, por un lado, permite mantener sus niveles de endeudamiento y, por el otro, posibilita la maximización de la remuneración de los accionistas, lo que permite cumplir «el objetivo de asegurar la sostenibilidad del proyecto empresarial desarrollado por Endesa». Además, recuerda que la capacidad de distribuir dividendos entre sus accionistas depende de numerosos factores, incluyendo la generación de beneficios y la disponibilidad de reservas distribuibles, «y no puede asegurarse los dividendos que, en su caso, vayan a pagarse en los ejercicios futuros ni cuál será el importe de los mismos».

Así, el nuevo plan de Endesa estima un crecimiento medio anual en el periodo de en torno al 6% de su beneficio, pasando de los 1.400 millones de euros para este año a unas ganancias de 1.600 millones de euros en 2020. No obstante, esta nueva hoja de ruta empeora las previsiones de ganancias para los dos próximos años del grupo con respecto al plan anterior. Para 2018 Endesa prevé un beneficio de unos 1.400 millones de euros, frente a los 1.500 millones de euros del plan anterior, y de unos 1.500 millones de euros para 2019, frente a la estimación anterior de 1.700 millones.

En lo que respecta al resultado bruto de explotación (Ebitda), Endesa también se muestra más conservadora que en su anterior plan, aunque vaticina un crecimiento medio anual del 4% de 2017 a 2020, desde los 3.400 millones de euros para este año hasta los 3.700 millones para 2020. No obstante, el grupo retrasa en un año sus objetivos debido a las condiciones de mercado y estima alcanzar para 2019 un Ebitda de 3.500 millones de euros y de 3.700 millones de euros para 2020, cifras que previa conseguir en los ejercicios 2018 y 2019, respectivamente.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, explicó respecto a esta revisión a la baja de la estimación de Ebitda del grupo para los próximos años que se debe a un menor margen del previsto en el negocio del gas, aunque expresó su confianza en que se equilibrará en años posteriores. En lo que respecta a su plan inversor, el grupo destinará 5.000 millones de euros a capex en el periodo 2017-2020, un 6,4% más. De esta cifra, el 56% (2.800 millones de euros) se dedicará a crecimiento, frente al 44% en el plan anterior. Asimismo, la energética prevé unas inversiones por valor de unos 1.300 millones en digitalización hasta 2020 que supondrán unos ahorros de 250 millones de euros.

Las renovables será otro de los pilares de la inversión del grupo, con un total de 900 millones de euros para el desarrollo de 939 megavatios (MW) de capacidad renovable adicional, incluidos los 879 MW ya adjudicados en las subastas de este año. De esta manera, la capacidad verde instalada de Endesa pasará de los 6.388 MW en 2017 hasta los 7.353 MW, con la instalación de 399 MW solares y 540 MW eólicos. El grupo estima que estas nuevas inversiones en renovables tengan una contribución de en torno a 80 millones de euros de Ebitda a partir de 2020.

La energética espera que la sólida generación de flujo de caja, que en el periodo 2017 a 2020 prevé que ascienda a 6.700 millones de euros, respalde este crecimiento futuro y la política de dividendos. Además, Endesa reafirma su apuesta por la descarbonización total de su mix para 2050, aunque defiende la operación de la energía nuclear a largo plazo para garantizar la seguridad del suministro y la preservación del carbón eficiente para evitar mayores emisiones y costes del sistema. A este respecto, llevará a cabo inversiones por 400 millones de euros hasta 2020 destinadas a la seguridad y operación a largo plazo de su capacidad nuclear y de 300 millones de euros para las inversiones medioambientales en sus térmicas.

En lo que se refiere a su cartera de clientes, Endesa prevé que se mantenga estable a lo largo del periodo, situándose en los 10,9 millones en el caso de la electricidad a final de 2020, con un importante crecimiento del mercado liberalizado, hasta los 6,9 millones, mientras que para el gas estima un crecimiento del número de clientes hasta 1,7 millones. Asimismo, apuesta por promover la movilidad eléctrica a través de soluciones de recarga y el desarrollo de la red de recarga y prevé unas 600 estaciones de carga públicas al final del periodo.

Endesa ganó un 17% menos hasta septiembre por el mercado liberalizado pero mantiene objetivos anuales

Europa Press.- Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.085 millones de euros en los nueve primeros meses, lo que supone un descenso del 17% respecto a los 1.305 millones del mismo periodo del año anterior por las «difíciles» condiciones del mercado liberalizado en los primeros meses del año, informó la compañía.

En concreto, la energética presidida por Borja Prado explicó que el impacto de los elevados precios del mercado mayorista, que aumentaron un 47,9% en el periodo, afecta desfavorablemente a la comparación con el año anterior, si bien apunta que el negocio liberalizado se ha «normalizado» durante el tercer trimestre.

La compañía destacó la positiva contribución a los resultados de la consolidación de la actividad de Enel Green Power España, así como los distintos planes de eficiencia en costes que se pusieron en marcha durante los últimos años, que «ya están dando resultados».

«El escenario de mercado para el último trimestre, así como el impacto positivo de las acciones puestas en marcha, nos permiten asegurar que estamos en condiciones de cumplir los objetivos anunciados al mercado para 2017«, señaló el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en un comunicado.

La energética reafirma así sus objetivos de cerrar este año 2017 con un beneficio neto de 1.400 millones de euros y un Ebitda de 3.400 millones de euros.

La compañía atribuyó el fuerte aumento de los precios del mercado mayorista a la «extraordinariamente baja producción hidroeléctrica y eólica de este año», lo que ha provocado un aumento considerable de la producción térmica para satisfacer la demanda final.

Por ello, a pesar de que los ingresos aumentaron un 5,1% en el periodo, hasta los 14.824 millones de euros, el margen bruto se redujo un 7,7%, hasta los 4.006 milones de euros.

Caída del 11,2% del Ebitda

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 2.548 millones de euros tras disminuir un 11,2%, debido a la caída del 18% en el margen del negocio liberalizado, a pesar de la positiva contribución de Enel Green Power España (152 millones de mayor margen bruto), del aumento en un 1% del margen bruto del negocio regulado, hasta los 2.348 millones, hasta representar ya el 59% del margen total, y de la reducción en un 3% de los costes fijos.

Además, hay que tener en cuenta un menor gasto por el reintegro de las cantidades abonadas por Endesa en concepto del bono social de los años 2015 y 2016 (142 millones de euros), tras la sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a la devolución de dichas cantidades.

El resultado de explotación (Ebit) cayó un 18,5% en el periodo, hasta los 1.476 millones de euros.

En cuanto al ‘cash flow’ operativo, se redujo en 1.179 millones de euros, un 46,2% menos, debido, fundamentalmente, a los menores resultados del periodo, así como a la reducción en los cobros netos de las compensaciones por los sobrecostes de la generación insular.

La deuda financiera neta aumentó en solo 815 millones de euros con respecto a 31 de diciembre de 2016, a pesar del pago a sus accionistas de un dividendo por un importe de 1,333 euros brutos por acción, lo que supuso un desembolso de 1.411 millones de euros.

Las inversiones bajan un 14%

Las inversiones brutas de Endesa bajaron un 14% en el periodo, hasta situarse en 632 millones de euros.

En el periodo enero-septiembre, la demanda de energía eléctrica peninsular creció un 0,5%, un 1% si se corrigen los efectos de laboralidad y temperatura. La generación renovable del periodo ha cubierto apenas un 35,7% de la demanda eléctrica peninsular total por la escasez de recursos hidráulicos y eólicos, cuando durante el mismo periodo del ejercicio anterior había representado el 45,7%.

Por lo que se refiere a la producción eléctrica peninsular en régimen ordinario de Endesa, creció un 13,4% hasta septiembre por la escasa disponibilidad de energía eólica e hidráulica, que ha conducido a la necesidad de incrementar la producción de las centrales térmicas.

Las tecnologías nuclear e hidroeléctrica (libres de emisiones de CO2) representaron el 52,7% del ‘mix’ de generación peninsular de Endesa en régimen ordinario, frente a un 64,8% en el mismo periodo de 2016. De su lado, la producción de la compañía en las islas fue de 9.821 gigavatios hora (GWh) (+3,9%). A su vez, la producción de Endesa con tecnologías renovables distintas de la hidráulica fue de 2.533 GWh.

En el conjunto de los nueve primeros meses de 2017, Endesa alcanzó unas cuotas de mercado del 38,6% en generación peninsular ordinaria, del 44,3% en distribución y del 35,5% en ventas a clientes del mercado liberalizado y del 3,5% en generación de tecnologías renovables (sin incluir la generación hidroeléctrica).

El número de clientes en el mercado liberalizado era de 5.577.599 a 30 de septiembre, con un aumento del 2,9% respecto del 31 de diciembre de 2016.