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Juan Sánchez-Calero releva a Borja Prado en la presidencia de Endesa tras la junta de accionistas de la compañía

Europa Press.- Juan Sánchez-Calero asumió la presidencia de Endesa, relevando en el cargo a Borja Prado, que dejó el puesto en la junta de accionistas después de 10 años al frente de la energética. Sánchez-Calero, catedrático de Derecho Mercantil por la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, está considerado como uno de los expertos españoles más reconocidos en Derecho Mercantil en el ámbito nacional e internacional, especialmente en derecho mercantil societario y buen gobierno corporativo.

Asimismo, forma parte, entre otros, de los consejos de dirección, redacción o científicos de Thomson Reuters Aranzadi, Revista del Derecho de Sociedades, Revista de Derecho Bancario y Bursátil, Revista de Derecho Mercantil, Revista General de Jurisprudencia y Legislación o Rassegna Giuridica dell’Energia Elettrica. Participó también en labores prelegislativas en materias tales como la normativa sobre Oferta Pública de Adquisición de Acciones o la propuesta de Código Mercantil y posee una amplia trayectoria internacional acreditada, entre otras actividades, por su participación en la International Academy Law, Comparative Law, la European Model Company Act (EMCA) o su trabajo como co-director del Máster de Derecho de los Negocios Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense.

Presidente no ejecutivo de Endesa

Sánchez-Calero será un presidente no ejecutivo en Endesa, al contrario que hasta ahora era Prado. El poder ejecutivo en la compañía recaerá así en su totalidad sobre el actual consejero delegado, José Bogas, que fue renovado en su cargo. El 19 de febrero, ya se anunció el relevo de Prado en la presidencia de Endesa, después de casi una década al frente de la compañía.

La italiana Enel, máximo accionista de Endesa con un 70,1% de su capital, anunció al consejo de administración de la compañía su intención de proponer una adaptación de la normativa interna a la limitación, por razones de buen gobierno corporativo, del período máximo en que una persona puede ejercer el cargo del presidente de la española. Esta modificación suponía así la no reelección de Borja Prado como presidente de Endesa.

Las compañías eléctricas Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP firman el protocolo con Enresa para el cierre de las centrales nucleares

Europa Press.- Las compañías energéticas Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP y la sociedad Enresa han firmado un protocolo de acuerdo para el cierre de las centrales nucleares entre 2025 y 2035. En concreto, el protocolo incluye un calendario de cierre para el parque nuclear español, contemplando las clausuras ordenadas y escalonadas de los actuales 7 reactores desde 2027 (Almaraz) hasta 2035 (Trillo).

Las discrepancias entre las tres grandes eléctricas respecto a las nucleares surgió en cómo afrontar su cierre. Mientras que Iberdrola y Naturgy defendían no alargar su vida útil más allá de los 40 años, Endesa apostaba por ir más a largo plazo. No obstante, las compañías acordaron a finales de enero un cierre ordenado para las nucleares entre ese horizonte de 2025 y 2035. El Gobierno remitió en febrero a Bruselas su borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en el que prevé que en 2030 todavía haya operativos en el mix eléctrico español algo más de 3 gigavatios (GW) de nuclear y un cierre ordenado de estas plantas por orden cronológico.

Cierre ordenado de las centrales

De esta manera, entre 2025 y 2030 se producirían los cierres de las dos reactores de Almaraz, Ascó I y Cofrentes, llegando al periodo 2030-2035 tan sólo abiertas las centrales de Asco II, Vandellós y Trillo. A este ritmo, la vida útil de las centrales se situará en una media de unos 45-46 años. No obstante, Endesa quiere que el protocolo no recoja un calendario de fechas «definitivas» de cierre para los distintos reactores, sino que sea «flexible» y «orientativo».

Asimismo, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, afirmó que la energética estaba «alineada» con el PNIEC aunque señaló que «nadie sabe lo que va pasar en los próximos años» e indicó que era necesario adoptar decisiones según vaya siendo una realidad en el futuro, ya que se debe ajustar bien la entrada de la nueva potencia de renovables con la salida de fuentes como el carbón y la nuclear. Endesa amortiza sus activos nucleares a los 50 años de vida útil, con un impacto en amortizaciones en sus resultados si se recorta este periodo. El calendario establecido en el protocolo debe servir para fijar la nueva tasa de gestión de los residuos radiactivos y el desmantelamiento de las centrales.

Endesa gana 1.417 millones de euros en 2018 y supera sus objetivos establecidos para el año

Europa Press.– Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.417 millones de euros en 2018, lo que representa una caída del 3% con respecto al ejercicio anterior, aunque por encima de su objetivo de ganancias para el año de 1.400 millones de euros, según indicó la compañía.

La energética indicó que el beneficio neto se vio afectado por la dotación de pérdidas por deterioro para la central de Alcudia, decisión adoptada tras analizar las actuales condiciones regulatorias y de mercado que han afectado a la vida útil de la planta. Excluyendo esta dotación, el beneficio neto ordinario creció un 4%, hasta los 1.511 millones de euros. Los ingresos de la energética en 2018 ascendieron a 20.195 millones de euros, prácticamente en línea con los 20.057 millones de euros registrados el año anterior.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en 2018 en los 3.627 millones de euros, con un crecimiento del 2%, mientras que el beneficio operativo (Ebit) fue de 1.919 millones de euros, un 6% menos. Endesa alcanzó así los objetivos que había anunciado al mercado para el ejercicio 2018 de un beneficio neto en torno a unos 1.400 millones de euros y un Ebitda en torno a los 3.500 millones de euros.

La compañía señaló que ha alcanzado estos resultados en un contexto caracterizado por los elevados precios de las materias primas energéticas y el alza significativa de los precios del CO2, lo que ha dado lugar a altos precios en el mercado mayorista, a pesar de que la generación hidráulica ha alcanzado en España niveles superiores a la media de los 10 últimos años y de que la producción eólica se ha incrementado en un 40%.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que los resultados del ejercicio 2018 demuestran «la capacidad de la compañía para realizar una gestión eficaz de sus negocios». Asimismo, subrayó que Endesa ha puesto en este 2018 «las bases para mantener la solidez de su negocio en el futuro gracias, entre otras cosas, al esfuerzo inversor realizado en capacidad renovable». Además, el grupo intensificará este esfuerzo en 2019, con la puesta en marcha de 879 MW de nueva potencia renovable.

Por otra parte, la compañía propondrá a la próxima junta general de accionistas, prevista para el 12 de abril, el pago de un dividendo bruto con cargo al resultado ordinario neto del ejercicio 2018 de 1,427 euros por acción (payout del 100%), lo que supone incrementar un 3% el dividendo de 1,382 por acción con cargo a los resultados de 2017. Además, esta retribución será un 7% superior al dividendo mínimo de 1,33 euros comprometido.

La matriz italiana Enel relevará a Borja Prado como presidente de Endesa en la próxima junta de accionistas de abril

Europa Press.- Borja Prado dejará la presidencia de Endesa, después de casi una década al frente de la compañía, en la próxima junta de accionistas de la compañía eléctrica, que se celebrará el próximo 12 de abril, día en el que se nombrará a un nuevo presidente.

Según indicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la italiana Enel, máximo accionista de Endesa con un 70,1% de su capital, ha informado al consejo de administración de la compañía de su intención de proponer una adaptación de la normativa interna a la limitación, por razones de buen gobierno corporativo, del período máximo en que una persona puede ejercer el cargo de presidente. Esta modificación supondría la propuesta de no reelección de Borja Prado como presidente de Endesa, tras 10 años en el cargo y 2 más anteriores como consejero, que será llevada al consejo de administración que celebrará la compañía el próximo 11 de marzo, así como la propuesta de los candidatos a consejero.

Enel ha subrayado que valora «muy positivamente la excelente trayectoria que ha seguido Borja Prado Eulate en el ejercicio de sus funciones como presidente de la compañía a lo largo de todo ese periodo». El actual consejero delegado de Endesa, José Bogas, que fue renovado en su cargo el pasado año, seguirá en su puesto. De esta manera, Enel buscará un nuevo presidente para Endesa, que todavía no ha sido decidido y no se sabe si mantendrá o no la condición de ejecutivo, que será nombrado en el consejo de administración que se celebrará en abril, el mismo día de la junta general de accionistas.

Prado, consejero de la compañía desde 2007, accedió a la presidencia de Endesa en 2009, relevando en el cargo a José Manuel Entrecanales, después de que la italiana Enel se hiciera con el 92% de la compañía tras adquirir a Acciona el 25% que poseía. A lo largo de estos años, Prado ha compartido la gestión con Rafael Miranda, consejero delegado en la época ya de Manuel Pizarro, con Andrea Brentan y con José Bogas.

Según adelanta El Confidencial, Borja Prado ha pactado con Enel su salida de Endesa con una indemnización que ascenderá a unos 13 millones de euros. En 2018, Prado percibió como presidente de Endesa 3,18 millones de euros en 2017. Además, el grupo realizó aportaciones por importe de 281.000 euros a sus planes de ahorro a largo plazo, que acumula fondos por 2,29 millones de euros.

Según consta en el informe anual sobre remuneraciones de Endesa, tanto en caso de mutuo acuerdo como de cese por voluntad de la empresa, el presidente de Endesa tendría derecho a recibir una indemnización cifrada en 2,86 veces su último salario anual, al margen de las cantidades acumuladas por pensiones y seguros, más otra de 0,95 veces la retribución anual en concepto de pacto de no competencia por dos años.

Bogas (Endesa) pide a Ribera que el Plan de Energía y Clima no esté «escrito sobre piedra» y pueda adaptarse

Europa Press.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha pedido que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que marca la hoja de ruta de la transición energética, no esté «escrito sobre piedra» y sea adaptable a las circunstancias que se presenten en el futuro.

Bogas indicó que se va «a dar un salto» con la transición energética que ya «no se puede parar» pero subrayó que el Plan debe «tener capacidad de adaptación a las circunstancias con las que nos vamos a encontrar en el futuro». A este respecto, consideró que en España se parte de una situación «envidiable» para afrontar la transición energética ya que existe una sobrecapacidad en el sistema eléctrico que hace que no sea necesario instalar nueva potencia térmica de aquí a 2030, por lo que el principal problema será «como gestionar la incorporación de las renovables y las paradas de las térmicas» que hay.

Sin embargo, afirmó que a partir de 2030 se puede registrar una situación de falta de capacidad, con un déficit de entre 9 y 13 gigavatios (GW), que habrá que cubrir. Así, indicó que la vida de las centrales de carbón no se podrá alargar más ya que «va contra los tiempos actuales». De esta manera, Bogas aseguró que a la capacidad de respaldo existente, principalmente los ciclos combinados de gas natural, hay que darles «un papel fundamental», para lo que serán necesarios los pagos por capacidad. «De esto tiene que ser consciente cualquier regulador; hay muchas formas de hacerlo, lo importante es hacerlo», añadió.

Asimismo, advirtió de que si se produce un recorte retributivo a las eléctricas por sus actividades de redes y transporte, del 6,5% actual al 5,6% propuesto por el Ejecutivo para el periodo 2020-2025, quien tendrá «un problemón será el Gobierno de turno» ya que las compañías «no vamos a hacer nuevas inversiones«. Bogas subrayó que en la transición energética, que es «felizmente irreversible» y que en ella jugarán un papel clave las renovables y la digitalización, el sector eléctrico debe «hacer un esfuerzo», pero también «el resto de sectores», como la industria o el transporte.

Por su parte, la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, consideró que en España existe «un déficit regulatorio» de reconocimiento de la capacidad firme, que será vital para garantizar la transición energética, por lo que pidió que se reconozca el papel que jugarán los ciclos combinados de gas natural. «La capacidad firme en un escenario de 70% de renovables será fundamental y el papel de los ciclos tiene que ser reconocido», afirmó la directiva, subrayando que con pocas horas de funcionamiento al año «es difícil que puedan ser sostenibles».

Santamaría destacó que España está «en una situación inmejorable» para alcanzar los objetivos de la transición energética ya que se cuenta con recursos eólicos y solares y con las empresas para ello. No obstante, indicó que resta «mucho desarrollo por delante». Asimismo, indicó que el objetivo de instalar 5 gigavatios (GW) anuales al año de energía renovable supone «un esfuerzo inversor desconocido» en España, para el cual pidió «la confianza para los inversores para que se haga realidad». «Tenemos una mala historia de seguridad jurídica y hay que revertirla para que sea una realidad«, sentenció.

Mientras, el director general de Gas y Electricidad de Naturgy, Manuel Fernández, defendió que el gas natural jugará «un papel fundamental» en la transición energética hasta 2050. El directivo valoró que en 2030 la penetración de renovables en el mundo será del 14%, por lo que «quedan otros 86 puntos para las demás energías, y la única en todos los escenarios que crece es el gas». Además, Fernández aseguró que cualquier avance debe realizarse «desde la prudencia regulatoria» y afirmó que la transición energética debe también cuidar «el impacto social» y no debe ser «discriminatoria».

Gobierno y eléctricas plantean un cierre escalonado de las nucleares, pero nunca antes de 2025 ni más tarde de 2036

Europa Press.- El Gobierno y las principales compañías eléctricas, Endesa, Iberdrola y Naturgy, están estudiando un cierre «escalonado» para las centrales nucleares en España, que será abordado «central por central», aunque de tal manera que nunca se produzca el cierre para ellas antes de 2025, pero con un horizonte para la clausura de 2035 o 2036, según apuntaron fuentes conocedoras del encuentro.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mantenido una reunión al máximo nivel con los presidentes de Iberdrola y Naturgy, Ignacio Sánchez Galán y Francisco Reynés, respectivamente, y el consejero delegado de Endesa, José Bogas, con el fin de abordar el futuro apagón nuclear. Las mismas fuentes indicaron que la reunión ha sido positiva ya que ha permitido avanzar en diversos temas referentes a cómo se deberá afrontar esta hoja de ruta para las nucleares. En este sentido, la decisión de no abordar el cierre para las nucleares antes de 2025 permitiría a los dos reactores de Almaraz seguir operativos más allá de su periodo de vida útil de 40 años, que se cumplen en 2023 y 2024.

Asimismo, en la reunión se ha puesto sobre la mesa la necesidad de cambiar la normativa actual que obliga en las sociedades que controlan las nucleares, como agrupaciones con la categoría de interés económico (AIE) que son, a tomar las decisiones por unanimidad, lo que ha conducido a una situación de constante bloqueo ante los intereses enfrentados entre las propietarias. A este respecto, se apuesta por hacer imperar para tomar las decisiones las «mayorías razonables».

Además, se estudia que cualquier decisión que se adopte sobre el futuro del parque nuclear sea revisada y supervisada por Enresa, la sociedad pública encargada de gestionar el desmantelamiento de las plantas y sus residuos. Enresa cuenta actualmente con un fondo de algo más de 5.000 millones de euros para afrontar esta labor, aunque esta cifra no será suficiente para cubrir los costes del desmantelamiento de todo el parque nuclear.

El encuentro ha sido el primero en el que el Ministerio se sienta a la vez con las tres principales compañías eléctricas ya que anteriormente se habían mantenido otros encuentros, aunque por separado, para poner sobre la mesa el cierre de las centrales nucleares en España, cuya vida útil expira entre 2023 y 2028. La reunión se ha producido en un momento en el que todavía no se ha desvelado uno de los grandes interrogantes que marcarán los pasos a seguir en los próximos años en el sector energético español: el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que estaba previsto que el Gobierno hubiera presentado su documento a Bruselas antes de finales de 2018.

En el caso de Iberdrola, la compañía energética ha venido proponiendo para la generación nuclear en España varias actuaciones, entre ellas, la planteada al Ministerio de una modificación normativa que permita solicitar la renovación limitada, hasta un plazo de 40 años de funcionamiento, sin perjuicio de eventuales renovaciones en el futuro. Con esta modificación, la compañía considera que el Gobierno dispondrá de mayor margen de maniobra para precisar la política energética y el papel de la energía nuclear durante la transición hacia un mix donde la energía renovable sea mayoritaria.

Por su parte, Endesa ha reiterado su apuesta por mantener la operación de las centrales nucleares a largo plazo, en adecuadas condiciones de rentabilidad y asegurando siempre que estas instalaciones cumplan los más elevados estándares de seguridad establecidos en la regulación nacional e internacional. La eléctrica presidida por Borja Prado defiende así alargar la vida útil de las nucleares más allá de los 40 años para garantizar la transición energética a 2050, ya que no hay otra alternativa que garantice la seguridad de suministro, un precio competitivo de la electricidad y ayude en el cumplimiento de los objetivos de emisiones.

El sector eléctrico pide que el Plan de Energía y Clima defina mecanismos para alcanzar la descarbonización

Europa Press.- El sector eléctrico reclama que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima contemple los mecanismos adecuados para cumplir con esa hoja de ruta hacia la descarbonización. En este sentido, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, advirtió que se debería considerar que durante la transición muchas tecnologías tradicionales, como el carbón o los ciclos combinados de gas natural, necesarias para garantizar la seguridad de suministro, no entrarán en el mercado, por lo que consideró que habrá que compensarlas con mecanismos por capacidad.

«Los ciclos combinados van a caer como moscas ya que funcionan poco», indicó Bogas, quien valoró las oportunidades que abre la transición energética para el sector, aunque subrayó que la seguridad de suministro «será muy importante». El ejecutivo señaló que los objetivos a 2030 de renovables son «perfectamente alcanzables» y suponen «una oportunidad», con la instalación anual de entre 4.000-5.000 megavatios (MW) verdes anuales, aunque indicó que las renovables deben llegar con un «óptimo económico» para evitar repercutir los costes en el ciudadano. A este respecto afirmó que la transición energética debe producirse de manera natural, con el mercado definiendo el escenario, y subrayó que tecnologías como la eólica y la solar ya son «competitivas».

Por su parte, el director del Negocio Liberado de Iberdrola, Aitor Moso, señaló que habrá que estar atentos a la publicación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y subrayó la importancia de que sean definidos esos mecanismos adecuados para transitar en ese camino a la descarbonización. Moso, que además consideró necesario estudiar una revisión del actual mercado eléctrico, insistió en que la transición energética abre una «oportunidad» de nuevas inversiones y debería acabar suponiendo un menor precio de la electricidad para los clientes. «Para España, la transición es una oportunidad económica, ya que cambiar a renovables será más económico para nuestros clientes«, auguró.

Mientras, el consejero delegado de EDP España, Rui Teixeira, destacó que la transición energética debe tener como foco el consumidor y los costes y advirtió del riesgo y el reto que puede suponer la penetración «muy relevante» de generación distribuida y su impacto en la retribución. Por su parte, el director de Operaciones de Red Eléctrica de España (REE), Miguel Duvison, puso el foco en la necesidad de seguir trabajando en las interconexiones ya que son «clave» para la transición.

Endesa solicita el cierre de las centrales térmicas de Andorra y Compostilla e invertirá 1.000 millones en energía solar fotovoltaica

Europa Press.- Endesa ha presentado la solicitud de cierre de las centrales de carbón de Compostilla (León) y Andorra (Teruel). La compañía eléctrica alega que en el actual contexto regulatorio y de mercado es «imposible» abordar las inversiones necesarias para que cumplan los límites de emisiones. Dichos límites, establecidos por la Unión Europea, entrarán en vigor el 30 de junio de 2020.

Endesa subraya que la decisión de cerrar estas plantas está en línea con los objetivos de la política energética nacional avanzados por el Ministerio para la Transición Ecológica para conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en 2050. Según la misma fuente, antes de presentar la solicitud de cierre informó al Ministerio, a las autoridades de Aragón y de Castilla y León, y a las de los municipios en los que se hallan ubicadas las plantas.

Además, ha presentado de manera voluntaria planes de futuro destinados a promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en las zonas de las dos centrales, ha destacado la empresa, que ha subrayado que estos planes están abiertos a incluir nuevas iniciativas viables. En virtud de los planes presentados, Endesa respetará el puesto de trabajo de todos los empleados de las dos centrales: 166 en el caso de Compostilla y 153 en Andorra.

Por lo que se refiere a los empleados de las empresas auxiliares, les dará prioridad en la contratación para acometer los trabajos de cierre y desmantelamiento de ambas plantas, así como en el desarrollo de las nuevas instalaciones renovables que se propone llevar a cabo en las zonas de las dos centrales. Los trabajos de cierre y desmantelamiento se prolongarán durante entre 4 y 6 años y generarán en torno a 130 empleos, con puntas de hasta 200, en cada uno de los dos emplazamientos.

Además, Endesa prevé desarrollar hasta 1.000 megavatios (MW) de nueva capacidad solar fotovoltaica en la zona de la central de Andorra con una inversión de 800 millones. En cuanto a Compostilla, la eléctrica tiene en estudio proyectos fotovoltaicos en la zona de Ponferrada (León) que representarían una inversión de unos 240 millones de euros. Una vez finalice el plazo de aplicación del Plan Nacional Transitorio en junio de 2020, al que están acogidas, las dos centrales térmicas estarán obligadas a dejar de producir. Hasta entonces, irán dando salida progresivamente al carbón que tienen almacenado, así como a las posibles toneladas adicionales que pudieran ir precisando en el futuro según el funcionamiento que les permita la evolución del mercado de generación.

Según el consejero delegado de Endesa, José Bogas, los planes «no compensan la actividad económica que puede tener ahora Endesa en la región» pero sí pretenden «paliar» los efectos del cierre. Así, ha comentado que se valorarán proyectos de energías renovables y crear un centro de excelencia, siempre «algo que sea sostenible y genere empleabilidad». Ha insistido en que se deben buscar medidas sostenibles que «tenemos que ir estudiando». Ha puntualizado que Endesa no se dedica a la producción de paneles solares, pero sí se ha planteado la posibilidad de «tratar de que vengan aquí» empresas de fabricación de componentes.

Insuficiente para el Gobierno aragonés

Por su parte, la consejera de Economía de Aragón, Marta Gastón, ha manifestado que el borrador del plan es «insuficiente» por su falta de «concreción», expresando que en Aragón «no vamos a ser los que digamos ahora que las inversiones en renovables nos parecen algo negativo, pero no nos parece suficiente«. A su juicio, la prioridad es el alargamiento de la vida de la central térmica más allá de 2020, considerando que la normativa contempla «una posibilidad», que es mantener una actividad de 1.500 horas anuales aun sin inversiones, a lo que se sumaría la eliminación del denominado céntimo verde.

Gastón ha avanzado que la autorización del cierre no será «rápida» si el Ministerio no considera suficiente el plan y que en esta decisión contará con el Gobierno de Aragón y los sindicatos, exigiendo «medidas concretas» como poner en marcha una planta de biomasa y otros proyectos que con «la garantía de promotores del territorio» van a llevarse a cabo.

La consejera ha aludido a la creación de un centro «referente» en España de formación e investigación sobre energías renovables, que sería el primero en el país, y que incluiría FP dual, constituyendo un hub de las renovables, lo que daría «posibilidades» al territorio. La colaboración de Endesa en este centro sería «de partida» y «continua», ha agregado. Para Gastón son importantes los empleos pero también «nos preocupa el futuro de la zona», especialmente para la gente joven que quiera quedarse a vivir, en lo que «queremos que Endesa colabore».

La alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, ha advertido de que «no vamos a permitir que se autorice el cierre mientras no se pongan encima de la mesa los puestos de trabajo que se van a destruir». De esta forma Ciércoles ha aludido al «duro golpe» que recibe la localidad de Andorra. Ha exigido que el plan sea más concreto y «flexible». «Es normal» que los sindicatos se sigan movilizando, ha aseverado la alcaldesa, quien ha apostado por ser «más reivindicativos» para no ser «cómplices», recordando que la Térmica ha creado riqueza en la zona y «tenemos que mantener Andorra y su comarca» donde «se merece».

El alcalde de Ariño, Joaquín Noé, ha aludido a los proyectos que están «dando sus frutos» y ha afirmado que «todo suma». A Endesa «le pedimos más», que empuje los proyectos del territorio para ir todos «juntos de la mano» porque «el problema es mucho más grave que el simple cierre de la Térmica». Noé ha recordado que «hemos estado siempre trabajando» y que necesitamos «unidad» política, empresarial y sindical.

Desde UGT, Alejo Gálvez, ha dicho que «no vamos a aceptar lo que nos han venido a vender de energías renovables» y, de hecho, «no estamos nada de acuerdo», a lo que el dirigente local de CCOO, Antonio Planas, ha añadido que «seguimos sin conformarnos con 4 placas solares» y que «no nos vale que nos digan que se van a crear puestos para las contratas durante tres años porque será una patada para adelante«. «Nos planteamos todo, no descartamos nada», tampoco convocar movilizaciones, advirtió.

Endesa instalará 108.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos en 5 años mientras pide “inteligencia” para la transición energética

Europa Press.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, pidió que no «pueda la ansiedad» en el proceso de transición energética y ha llamado a que se realice «con inteligencia», ya que «es inviable» tener un sistema energético 100% renovable de un día para otro. Asimismo, la compañía eléctrica lanzó un macroplan para instalar 108.000 puntos de recarga públicos y privados para vehículos eléctricos en España durante los próximos 5 años, con lo que el grupo quiere promover la electrificación de la economía.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que la movilidad eléctrica «es un pilar estratégico» para el grupo y con el lanzamiento de este plan «muy ambicioso» demuestra que es «un firme creyente» en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía. Este plan se llevará a cabo bajo la marca Endesa X, la nueva línea de negocio de la energética que ofrecerá servicios de valor añadido y soluciones tecnológicas innovadoras en el mundo de la energía. El presidente de Endesa, Borja Prado consideró que la iniciativa lanzada por Endesa supone «el plan más ambicioso» puesto en marcha en España en materia de movilidad eléctrica.

En concreto, se instalarán más de 8.500 puntos de recarga pública entre 2019-2023, cuya inversión ascenderá a 65 millones de euros; así como otros 100.000 puntos privados en parkings residenciales y corporativos. De estos puntos, más de 2.000 se instalarán entre 2019-2020 para dar acceso a la infraestructura al 75% de la población, conectando las principales ciudades (de más de 35.000 habitantes) y carreteras, cubriendo así los 15.000 kilómetros de vías principales y áreas urbanas.

En la segunda fase, entre 2021-2023, se instalarán los otros más de 6.500 puntos de recarga de acceso público para garantizar una cobertura más amplia de las zonas urbanas (centros comerciales, parkings, cadenas hoteleras, áreas de servicio, vía pública…), las principales autopistas y las islas. En paralelo, Endesa impulsará el desarrollo de puntos de recarga en parkings privados, residenciales y de compañías, con el objetivo de alcanzar 100.000 puntos de recarga instalados en el periodo de desarrollo del plan. Este proceso estará acompañado por la entrada de los nuevos modelos de vehículo eléctrico, que tendrán en su mayoría una autonomía de más de 400 kilómetros, según han adelantado los fabricantes.

La electricidad suministrada en estos puntos de recarga de acceso público será 100% certificada de origen renovable, lo que asegura que esta energía procederá de fuentes de generación limpia. Bogas consideró que, una vez que los fabricantes de automóviles consigan incrementar de manera sustancial la autonomía de las baterías y que el precio de los vehículos eléctricos empieza a ser competitivo frente a los de combustión, es necesario superar una última barrera en su desarrollo, la de las infraestructuras, donde Endesa puede ofrecer «su aportación».

Así, destacó que el objetivo del plan lanzado por la energética a 5 años es que cualquier conductor pueda desplazarse por España teniendo un punto de recarga a una distancia máxima de 100 kilómetros. El plan lanzado por Endesa incluye la carga doméstica a 3,7 kW, puntos de carga semirápida de 22 kW, puntos de carga rápida de 50 kW y más de 150 kW de puntos de carga ultrarrápidos.

Hacer transición energética «con inteligencia»

Por otro lado, Bogas afirmó, al ser cuestionado por la voluntad del Gobierno de no alargar la vida de las centrales nucleares más allá de los 40 años, que esa transición energética hay que hacerla «con inteligencia», tal y como recuerdan todos los agentes del sector (eléctricas, gobiernos y otras instituciones). «Hacerlo con inteligencia es gradualmente ir introduciendo más renovables, gradualmente ir cerrando centrales que hoy en día funcionan. Querríamos muchas veces que el sector eléctrico 100% renovable fuera mañana, pero eso es inviable«, afirmó. Así, subrayó que en esta transición energética hay que acompasar la mayor reducción posible de CO2 con unos costes de la electricidad competitivos y, siempre, preservando la seguridad de suministro.

Bogas afirmó que habrá que ir cerrando centrales, pero recalcó que este proceso se debe llevar a cabo de «forma planificada, de forma gradual, que es lo que creo que el Gobierno ha dicho». Por otra parte, el directivo consideró que el reto de pasar de un sistema eléctrico con centrales que emiten CO2 pero ofrecen firmeza al sistema a otro con un desarrollo de las baterías y el almacenamiento para complementar las renovables es «muy grande, pero es viable».

Endesa gana 1.193 millones hasta septiembre, un 10% más, impulsada por el mercado liberalizado y pese al incremento del pool

Europa Press.- Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.193 millones de euros en los 9 primeros meses del año, lo que representa un incremento del 10% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por el buen comportamiento del mercado liberalizado, la estable evolución del mercado regulado y la recuperación del margen del negocio de gas.

Los ingresos de la energética en el periodo de enero a septiembre ascendieron a 15.353 millones de euros, un 4% más que en los 9 primeros meses de 2017. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en 2.791 millones de euros a cierre de septiembre, con un crecimiento de casi el 10%, mientras que el beneficio operativo (Ebit) fue de 1.644 millones de euros, un 11% más.

La compañía registró estos resultados en un contexto de elevados precios de las materias primas energéticas y de alza significativa de los precios del CO2 lo que ha dado lugar, a su vez, a elevados precios en el mercado mayorista, a pesar de que la generación hidráulica alcanzó niveles elevados de los 10 últimos años y de que la producción eólica se incrementó un 3,3%.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que, en este contexto de precios altos, la compañía «ha dado muestras otra vez de su capacidad para realizar una gestión efectiva de sus negocios en un entorno complejo y cambiante». Asimismo, valoró que Endesa ha realizado en el periodo «un esfuerzo inversor muy relevante en nueva capacidad renovable (+37%), lo que se enmarca en los compromisos asumidos por la compañía para impulsar un periodo de transición energética que permita avanzar hacia un sistema energético totalmente descarbonizado en 2050». El grupo anticipó que cumplirá los objetivos comprometidos para 2018, en el que prevé un beneficio neto de unos 1.400 millones de euros y un Ebitda en torno a 3.400 millones de euros.

La evolución del Ebitda se vio impulsada por la estrategia de la compañía en el mercado liberalizado, que ha permitido incrementar el margen de este negocio en un 13%, lo que ha llevado a que el Ebitda del mismo haya crecido un 23%. El margen bruto del negocio liberalizado aumentó en 212 millones de euros, que se convierten en 295 millones de euros una vez eliminados los efectos no recurrentes del año pasado, principalmente el reembolso del bono social eléctrico de los años 2015-2016 contabilizados en el tercer trimestre de 2017, el ajuste a precios de mercado y otros ajustes en el sector del gas y las liquidaciones de años anteriores en territorios no peninsulares.

Elevados precios del mercado mayorista

La compañía presidida por Borja Prado indicó que esta mejora se debe fundamentalmente a la buena gestión del mercado de electricidad, «a pesar de los elevados precios del mercado mayorista, que han aumentado un 10%, hasta situarse en 55,4 euros por MWh». Además, el negocio del gas elevó su contribución al margen bruto de Endesa a 107 millones de euros en el periodo. Excluidos los no recurrentes de 2017, este negocio mejora en un 200%.

Mientras, el negocio regulado incrementó su margen en un 2%, un 5% en términos ajustados, principalmente por la mejora en la retribución de la distribución, lo que ha llevado a un incremento del 3% en el Ebitda regulado, situándose en 1.806 millones de euros, un 6,5% más en términos comparables. Las inversiones brutas del grupo se situaron en 866 millones de euros hasta septiembre, un 37% más, debido, principalmente, a las destinadas a la construcción de la potencia eólica y fotovoltaica, adjudicada a la empresa en las subastas celebradas en 2017, así como a las inversiones efectuadas en la central de As Pontes para su adaptación a la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) europea, que entrará en vigor en 2020.

Por su parte, la deuda financiera neta de Endesa, que se situaba en septiembre en 6.640 millones de euros, aumentó en 1.655 millones de euros con respecto al cierre de 2017 como consecuencia, entre otros factores, del pago de dividendos por importe de 1.470 millones de euros, de las inversiones realizadas en el periodo, de la adquisición de 5 parques eólicos de Gestinver, por 42 millones de euros, y de la compra de la distribuidora y comercializadora Eléctrica de Ceuta, por 83 millones de euros.

En el periodo de enero a septiembre, la producción de Endesa cayó un 4,6% como consecuencia del menor hueco térmico. Las tecnologías libres de emisiones de CO2 representaron el 50,5% de su mix de generación peninsular hasta septiembre, superando el 45,8% alcanzado en el mismo periodo de 2017. Endesa alcanzó unas cuotas de mercado del 24,2% en generación peninsular, del 43,7% en distribución y del 33,6% en ventas de electricidad a clientes del mercado liberalizado. El número de clientes en el mercado liberalizado de la empresa era a cierre de septiembre de 5,67 millones, con un aumento del 1,4% con respecto a 2017. En gas, Endesa alcanzó una cuota de mercado del 16,2% en ventas a clientes del mercado liberalizado.