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Ecologistas en Acción vela por una “auténtica” ruta de descarbonización de la economía que limite el incremento de la temperatura

Europa Press.- Ecologistas en Acción ha reclamado una «auténtica» ruta de descarbonización de la economía mundial que garantice limitar el incremento de la temperatura global en 1,5 grados, en el marco de las negociaciones internacionales para avanzar en el desarrollo de las estrategias previstas en el Acuerdo de París, que tendrán lugar esta semana en Bangkok (Tailandia).

Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, la ONG se encargará del seguimiento de las negociaciones, por lo que ha hecho público un dossier con los principales retos a abordar en Bangkok con el fin de elaborar tres informes con indicadores sobre la lucha climática, el análisis de las conclusiones de la próxima COP24 (a celebrar en la ciudad Polaca de Katowice) y el mix energético para el Estado español. Este encuentro viene precedido por la dimisión del director del Fondo Verde para el Clima, Howard Bamsey, en julio.

«Los anuncios de Trump de suspender la financiación climática, la pasividad de los países más responsables en incrementar la financiación y no alcanzar la financiación pactada pueden suponer un enorme bloqueo en la cumbre de Katowice que dilate de nuevo la acción climática», indicó el coordinador de clima y energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz que añade que «el informe de 1,5ºC previsto para octubre mostrará con contundencia que nos quedamos sin tiempo y que necesitamos incrementar los esfuerzos”. Además, la ONG recalca que la ciudadanía está demostrando «mayor preocupación» por el cambio climático respecto a muchos líderes internacionales.

En diciembre de 2015 se cerraba el Acuerdo de París, que tenía como objetivo definir las medidas legislativas necesarias para la reducción global de las emisiones invernadero. Los países en aquel momento parecían dispuestos a limitar el incremento de la temperatura global en 2 grados y, a ser posible, por debajo de 1,5 grados, tal y como estipula el artículo 4 del Acuerdo de París.

Las negociaciones para reducir las emisiones de gases invernadero se iniciaron en 2016 en la Cumbre de Marrakech, cuando se abrió por primera vez la Convención Marco de Naciones Unidas bajo el Acuerdo de París, donde se recogió que la evaluación de los compromisos presentados se dirigían a un calentamiento global superior a 3,5 grados, por lo que se hacía necesario incrementar los compromisos. Esto impulsó la realización de un proceso de diálogo paralelo que permitiese unificar posturas, conocido como Diálogo de Talanoa. Ecologistas en Acción denunció durante la pasada cumbre de Bonn que las decisiones apenas habían avanzado en su tramo político, lo que forzó a la realización de esta sesión adicional en Bangkok.

Las organizaciones ecologistas ven «peligrosamente» poco ambicioso el nuevo objetivo de renovables para 2030 pese a la apuesta por autoconsumo

Europa Press.- Las ONG ambientales consideran que el nuevo objetivo europeo de energías renovables, que fija un 32% para 2030, es «demasiado conservador» y «peligrosamente poco ambicioso» aunque celebran la apuesta por el autoconsumo en la Unión Europea, que supondrá a partir de 2021 el fin del llamado impuesto al sol en España y otras penalizaciones en el resto de los Veintiocho.

Para el responsable de clima y energía de Amigos de la Tierra, Héctor de Prado, mientras otras regiones mundiales apuestan «decididamente» por un futuro renovable, Europa sigue «sin hacer los deberes» y necesita cambiar su concepción sobre la energía.

«Celebramos que finalmente los decisores hayan empezado a allanar el camino que permitirá a la ciudadanía aportar su granito de arena a la transformación total del sistema para mediados de siglo», ha manifestado.

Pese a que consideran «insuficiente» el objetivo para afrontar su responsabilidad climática, estima «muy positivamente» los avances para empoderar a los ciudadanos europeos como nuevos actores energéticos en el sistema.

Además, el portavoz clima y energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha lamentado que el nuevo objetivo rebaja en dos puntos la propuesta del Parlamento, del 34% al 32%, lo que supone una producción de la energía primaria de Austria y Portugal juntas.

De hecho, ha asegurado que «falta bastante más» para cumplir el Acuerdo de París y estima que el objetivo debería situarse, seguro por encima del 40%, y preferiblemente por encima del 45%.

Por otro lado, ve «muy preocupante» que la propuesta permita seguir quemando aceite de palma como combustible y advierte de criterios «bastante laxos» al respecto, lo que permite incluir a grandes centrales de biomasa, que pueden llegar a quemar grandes toneladas de bosques y a empeorar la calidad del aire.

En todo caso, ve como noticia «positiva» que se imponga la «necesidad» de proteger el derecho de quien produce su propia energía. «Valoramos que se está ganando una batalla en el horizonte energético en el que está más cerca que cada uno pueda producir su propia energía más allá de los grandes nodos eléctricos y las grandes empresas», ha concluido.

Por su parte, Greenpeace celebra que la Unión Europea haya declarado «ilegal» el impuesto al solpor lo que urge al Gobierno a «suprimir todas las barreras» al autoconsumo renovable, que será incompatible con la nueva norma europea.

Para la ONG un 32% es «todavía insuficiente» para luchar contra el cambio climático y cree que el Ejecutivo debe poner fecha para alcanzar un sistema 100% renovable en su Plan Integrado de Energía y Clima y en la Ley de Cambio climático y Transición energética.

La nueva directiva de renovables, que entrará en vigor en 2021, reconoce el derecho de los ciudadanos al autoconsumo y a compartir energía e impide que la penalización con impuestos o cargas económicas extra o con barreras administrativas gravosas.

Para la responsable de la campaña de energía de Greenpeace, Sara Pizzinato, el fin del impuesto al sol es «una victoria de la ciudadanía» que ha «presionado» durante años. «Es más fácil liberarse del poder de las grandes eléctricas», prevé.

Sin embargo, advierte de que tendrán que seguir demandando objetivos de renovables más ambiciosos para luchar contra el cambio climático y conseguir que las eléctricas «estén obligadas a desengancharse de los combustibles fósiles y otras falsas soluciones».

En su opinión, el objetivo «mínimo» se queda «peligrosamente corto respecto al necesario para prevenir un cambio climático catastrófico» y coincide con el resto de ONG en que se debería alcanzar el 45%.

Para Pizzinato, el «giro de última hora» en la posición de los Gobiernos de España e Italia ha hecho posible «algo que parecía perdido». «Ahora es el momento de plasmar a nivel nacional esa ambición y encarrilar decididamente la transición energética hacia un sistema 100% renovable para proteger a la ciudadanía del cambio climático», ha añadido.

En la misma línea, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, cree que este «es un paso pero no es suficiente» porque la Unión Europea debe ser un acicate a los países que están en la cola, pero también ante los que están siendo más ambiciosos.

Así, añade que es preciso «empujar más para cumplir el objetivo que el planeta necesita para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados centígrados», para lo que al menos debería establecerse un 45% de renovables en esa fecha. Sin embargo celebra las medidas que se toman respecto al autoconsumo que permitirán el fin del impuesto al sol y otras trabas.

Por último, la responsable de clima y energía de WWF, Mar Asunción, ha manifestado que las nuevas normas son «buenas» en lo que se refiere al autoconsumo, por lo que llama al nuevo Gobierno y a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para que «quite las barreras de una vez» al conocido como el impuesto al sol, ahora que la Directiva europea lo respalda.

En cuanto al objetivo del 32% también opina que «no es suficientemente ambicioso» sino que está «lejos del 45%» que reclama WWF.

Sin embargo, ha añadido que para la ONG lo «más preocupante» es que la Directiva no establece objetivos por países y aunque «de cualquier modo es mejor que el 27% anterior», se trata de un paso adelante «tímido y que hay que reforzar».

Finalmente, denuncia que la bioenergía es «el principal escollo» porque los objetivos y requisitos son en su opinión «bastante laxos» de modo que no garantizan que la biomasa que se produzca emita menos que si se hubiera producido esta energía con combustibles fósiles.

La Ley de Cambio Climático debe ser «corta» y «blindarse» ante los cambios de Gobierno, según la Generalitat de Cataluña

Europa Press.- La futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que prepara el Gobierno debe ser «corta, directa y blindarse ante posibles cambios del signo político”, según el director del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible de la Generalitat de Cataluña, Arnau Queralt, que ha participado en la elaboración de la misma normativa catalana. Así lo ha expresado durante su intervención en la comisión para el Estudio del Cambio Climático en el Congreso de los Diputados.

Queralt ha incidido en que una Ley «demasiado larga, que luego no se pueda aplicar, no serviría de nada», al tiempo que ha destacado que otro elemento «fundamental» es que la norma tenga consenso político y social y «que la participación pública no se reduzca a colgar un texto en la web para que la gente opine». Asimismo, señaló que la normativa debería señalar un plazo de validez, una estructura para inspirar las políticas, cómo modificar la planificación sectorial, territorial y urbanística e incorporar un sistema de fiscalidad “que premie a quien lo hace bien».

Por otro lado, el experto ha puesto varios ejemplos de otros países como Suecia, que todos los años, junto a los Presupuestos, presenta un informe sobre cómo afecta el cambio climático a la economía, además de haber fijado «de forma clara» un objetivo de emisiones netas cero «e incluso negativas«. Además, Queralt ha puesto encima de la mesa un debate, que después han continuado los parlamentarios en el turno de réplica, sobre cómo se coordinan las diferentes comisiones y a dónde van todos los temas y propuestas que se plantean.

Por su parte, el director de la Cátedra de Cambio Climático y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, Manuel Pulido, que ha hecho un repaso sobre las causas y efectos del cambio climático en el mundo, ha señalado que España debe descarbonizar la economía, hacer una «apuesta clara» por renovables, realizar una reordenación del territorio y potenciar el I+D+i para luchar contra este fenómeno.

Por último, el responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha pedido el cierre de las centrales nucleares y de las «ayudas encubiertas» al carbón, así como el fin del sistema tarifario actual y una auditoria al precio de la luz. En cuanto a transporte, han señalado la necesidad de una Ley de movilidad sostenible que reduzca los coches privados, que recoge también una reordenación urbana. Andaluz también ha lamentado que la participación ciudadana para elaborar la normativa está siendo «insuficiente» porque la consulta pública «son preguntas cerradas de orden jurídico», mientras que la comisión de expertos creada no incorpora organizaciones civiles.

España redujo sus emisiones un 3,5% en 2016 gracias a la hidroeléctrica

EFE.- España emitió 323,8 millones toneladas de CO2 en 2016, un 3,5% menos que en 2015, debido a un notable descenso de gases por parte del sector eléctrico, fruto de una caída del 29% en el uso del carbón y un incremento de la generación hidroeléctrica del 25,5% respecto al año anterior.

Así lo indica el avance de emisiones de gases de efecto invernadero del año 2016 recién enviado por el Gobierno a la Comisión Europea.

El documento del Gobierno pone de manifiesto que las emisiones globales de España en 2016 fueron un 13% superiores respecto a 1990 (año de referencia para el sector industrial), pero un 26% inferiores a las de 2005 (año de referencia para el sector difuso, que incluye agricultura, transporte, edificación o residuos y cuyas reducciones dependen, en parte, de las políticas estatales).

En esa línea, España se ha comprometido internacionalmente a que, en 2020, las emisiones de su sector industrial hayan descendido un 21% respecto a 1990 y las de los sectores difusos un 10% respecto a 2005.

Los gases de la industria (cemento, papeleras, química, siderurgia y otros minerales), que supusieron el 38% del total en 2016, cayeron un 10%, mientras que las de los sectores difusos crecieron un 0,9% respecto al año anterior.

Los datos hablan de que el principal factor que influyó en que los gases contaminantes cayeran un 3,5% el pasado año fue la disminución de las emisiones del sector eléctrico en cerca de un 20%, motivado por la sustitución del carbón por la energía hidroeléctrica en un año que fue un 5% más húmedo de lo normal.

Sin embargo, el transporte, la actividad tras la industria que más contamina en España representando un 27% del total de gases, aumentó sus emisiones un 3,1% respecto a 2015, debido a un incremento de las del transporte por carretera (del 3,2%), y del aéreo (4,6%), mientras que en el ferrocarril y la navegación doméstica cayeron un 2 y un 4,9%, respectivamente.

Por su parte, los ecosistemas del territorio español absorbieron 38 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera en 2016, una cifra un 2% inferior a la de 2015 debido principalmente a los incendios, y a que hubo menos repoblaciones.

En cuanto al tipo de gas de efecto invernadero, el 80% de lo emitido fue dióxido de carbono (CO2), el 12% metano (un gas unas veinte veces más potente que el CO2 en su contribución al cambio climático), el 5% dióxido de nitrógeno (N2O) y el 3% gases fluorados, que han caído desde que pesa sobre ellos un impuesto ambiental.

La directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Gobierno, Valvanera Ulargui, ha indicado que «el descenso de emisiones del 3,5%, en el contexto de un año en el que el PIB creció un 3,2%, muestra un año más que España está desacoplando las emisiones del crecimiento económico«.

En opinión de Javier Andaluz, portavoz de cambio climático de Ecologistas en Acción, «la abundante producción hidroeléctrica de 2016, impensable en un año seco como este, enmascara un continuo crecimiento de las emisiones del estado español y la falta de apuestas estructurales ambiciosas para luchar contra el cambio climático».

Andaluz ha destacado que «no ha habido un cambio de modelo energético que permita vislumbrar una apuesta seria por combatir el cambio climático», y que 2016 estuvo marcado por «la falta de instalación de nueva potencia renovables y el incremento del gas en la producción eléctrica«.

El portavoz de Ecologistas ha concluido que «las metas de reducción de emisiones comprometidas por el Gobierno español están muy por debajo de su capacidad real» para disminuir gases contaminantes y «muy por debajo de los compromisos adquiridos por los países del entorno».