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La inversión global en energía se estabiliza por encima de los 1,6 billones de euros y crece en combustibles fósiles

Redacción.- La inversión en energía se estabilizó en 2018, terminando con tres años consecutivos de disminución, ya que el gasto de capital en el suministro de petróleo, gas y carbón se recuperó, mientras que la inversión se estancó en eficiencia energética y renovables, según la última revisión anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Los hallazgos del informe World Energy Investment 2019 señalan un desajuste creciente entre las tendencias actuales y los caminos para cumplir con el Acuerdo de París. La inversión global en energía totalizó más de 1,6 billones de euros en 2018, un nivel similar al de 2017. Por tercer año consecutivo, el sector eléctrico atrajo más inversiones que la industria del petróleo y el gas. El mayor crecimiento en la inversión total de energía se produjo en Estados Unidos, que se vio impulsada por un mayor gasto en el suministro de crudo (Upstream), especialmente shale, pero también por las redes eléctricas. Este aumento redujo la brecha entre Estados Unidos y China, que sigue siendo el mayor destino de inversión del mundo.

Aún así, incluso cuando las inversiones se estabilizaron, las aprobaciones para nuevos proyectos convencionales de petróleo y gas no alcanzaron lo que se necesitaría para satisfacer el sólido crecimiento continuo de la demanda energética mundial. Al mismo tiempo, hay pocos signos de la reasignación sustancial de capital hacia la eficiencia energética y fuentes de suministro más limpias que se necesitan para alinear las inversiones con el Acuerdo de París y otros objetivos de desarrollo sostenible.

«Las inversiones en energía ahora enfrentan incertidumbres sin precedentes, con cambios en los mercados, políticas y tecnologías», señaló Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE. “Pero la conclusión es que el mundo no está invirtiendo lo suficiente en los elementos tradicionales de suministro para mantener los patrones de consumo actuales, ni está invirtiendo lo suficiente en tecnologías de energía más limpia para cambiar el rumbo. Así que estamos acumulando riesgos para el futuro», advirtió Birol.

El mundo está presenciando un cambio en las inversiones hacia proyectos de suministro de energía que tienen plazos más cortos. En la generación de energía y en el sector de petróleo y gas, la industria está trayendo capacidad al mercado más de un 20% más rápido que a principios de la década. Esto refleja que la industria y los inversores buscan gestionar mejor los riesgos en un sistema de energía en transición, y también mejoraron la gestión de proyectos y disminuyeron los costes de los activos de ciclo más corto, como la energía solar fotovoltaica, la energía eólica terrestre y la lutita de Estados Unidos.

A pesar de que las decisiones de invertir en centrales eléctricas de carbón disminuyeron a su nivel más bajo en este siglo y sus cierres aumentaron, la potencia global térmica con carbón continuó expandiéndose, particularmente en los países asiáticos en desarrollo. Las inversiones en plantas de carbón parecen estar dirigidas a llenar la brecha entre la creciente demanda de energía y el estancamiento de las tecnologías bajas en carbono (renovables y nucleares). Sin tecnología de captura de carbono o incentivos para cierres anticipados, las centrales térmicas seguirán siendo parte del sistema energético mundial durante muchos años. Para cumplir los objetivos de sostenibilidad, la inversión en eficiencia energética debería acelerarse, mientras que el gasto en energía renovable se duplicará para 2030.

Entre los principales países y regiones, la India tuvo el segundo mayor crecimiento en inversión en energía en 2018 después de Estados Unidos. Sin embargo, las regiones más pobres del mundo, como el África subsahariana, enfrentan riesgos financieros persistentes. Solo recibieron alrededor del 15% de la inversión en 2018, aunque representan el 40% de la población mundial. Mucho más capital debe fluir a los países menos desarrollados para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.

El informe también encontró que el gasto público en investigación y desarrollo (I+D) vinculado a la energía aumentó moderadamente en 2018, liderado por Estados Unidos y China, su participación en el producto interno bruto se mantuvo estable y la mayoría de los países no aumentó su gasto en investigación energética. «Las tendencias actuales de inversión muestran la necesidad de decisiones más audaces para que el sistema energético sea más sostenible», apuntó Birol, que cree que “el liderazgo gubernamental es fundamental para reducir los riesgos para los inversores en los sectores emergentes que necesitan urgentemente más capital para que el mundo vaya por el buen camino».

BP prevé que las renovables sean la mayor fuente de energía eléctrica de todo el mundo en 20 años

Europa Press.- BP pronostica que las energías renovables se convertirán en el año 2040, bajo un escenario base, en la mayor fuente de generación eléctrica en todo el mundo, lo que supondrá la penetración más rápida de la historia de cualquier otro combustible. El informe anual de perspectivas de BP apunta a un doble desafío: la necesidad de producir más energía para respaldar el crecimiento mundial a la vez que existe la necesidad de impulsar una transición ecológica con menos emisiones de carbono.

No obstante, pese al crecimiento que se espera respecto de las energías limpias, el escenario base también prevé que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) sigan aumentando, lo que expone la necesidad de ejecutar un conjunto de acciones políticas «integrales» para lograr una reducción de las mismas. El rápido crecimiento de las economías en desarrollo, en especial China, India y el conjunto de Asia, supondrá que la demanda mundial de energía crezca un tercio más, de la cual un 75% procederá del sector industrial y la edificación, mientras que la aportación del transporte se reducirá «considerablemente» debido a la mayor eficiencia en los vehículos.

Transición rápida para cumplir París

Entre el resto de escenarios, destaca el que prevé una transición más rápida, en la que se incorporan todas las medidas políticas necesarias para reducir las emisiones en los sectores de la industria, la edificación, el transporte y la electricidad. Al hacerlo, se produciría una disminución de alrededor del 45% de las emisiones de carbono para el año 2040, algo que estaría en línea con los estudios que actualmente estiman alcanzar los compromisos adquiridos en el Acuerdo climático de París.

Las medidas para hacer esto posible pasan por la descarbonización casi completa del sector eléctrico, que requiere un mayor uso de las renovables y del gas natural, junto con una mayor electrificación de las actividades de consumo final, incluido el transporte. Para el resto de consumos, serían «cruciales» otras energías bajas en carbono, que incluirían el hidrógeno o la bioenergía.

Siemens Gamesa suministrará 567 MW a ReNew Power para dos proyectos de parques eólicos en la India para el 2020

Europa Press.- Siemens Gamesa Energy ha alcanzado un acuerdo en India con ReNew Power, una productora independiente de energía del país. La compañía instalará 270 aerogeneradores del modelo SG 2.1-122, con una capacidad de 567 megavatios (MW) en dos parques eólicos, según ha indicado Siemens, que tiene el objetivo de que ambos parques entren en funcionamiento durante el primer trimestre de 2020.

Siemens se encargará de la infraestructura necesaria para instalar y operar ambos parques eólicos. En concreto, suministrará, instalará y pondrá en marcha 127 turbinas en un parque ubicado en Bhuj y 143 en otro, ubicado en Davanagree, en el Estado de Karnataka. Con este acuerdo, Siemens ha cerrado contratos por más de un gigavatio (GW) de capacidad eólica con ReNew Power. El consejero delegado, Ramesh Kymal, resaltó que «seguir recibiendo pedidos de esta magnitud con empresas como Renew demuestra la confianza que los clientes depositan en nuestras capacidades». India se clasifica como el cuarto país del mundo con mayor capacidad eólica instalada. Actualmente cuenta con 35 gigavatios, aunque el Gobierno tiene el objetivo de alcanzar los 65 GW para 2022.

La AIE fija en 1,4 millones de barriles diarios el aumento del consumo mundial de petróleo en 2019

Europa Press.– La demanda global de petróleo aumentará en 2019 en 1,4 millones de barriles diarios (mb/d), ligeramente por encima del incremento de 1,3 mb/d previsto para 2018, ya que la ralentización de la economía mundial anticipada para este año se verá compensada por la relajación de los precios en comparación con 2018, según los pronósticos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

«En muchos países en desarrollo, los menores precios del crudo coinciden con un dólar más débil al desvanecerse por el momento la probabilidad de subidas de tipos en Estados Unidos», señala la AIE. Los países emergentes serán los principales impulsores de este aumento del consumo de crudo durante 2019, con un incremento de la demanda de 1,15 mb/d, frente a los 0,875 mb/d de 2018, con China e India acaparando alrededor del 62% del total.

Respecto a los países de la OCDE, el crecimiento previsto del consumo de petróleo se frenará a unos 280.000 barriles diarios en 2019 desde los 390.000 estimados en 2018. Estados Unidos será responsable del 82% de la demanda de los países más desarrollados. En cuanto a la oferta de petróleo, el suministro global disminuyó en 950.000 barriles diarios en diciembre, después del acuerdo de la OPEP para ajustar su producción, mientras que los países ajenos al cártel se prevé que el crecimiento del suministro se moderará a 1,6 mb/d desde los 2,6 mb/d de 2018.

Las emisiones globales de CO2 crecen a medida que el carbón avanza y a pesar de que las renovables aumentan

Europa Press.– Las emisiones globales de combustibles fósiles van camino de aumentar por segundo año consecutivo por el creciente consumo energético, según nuevas estimaciones del Proyecto Global de Carbono, una iniciativa liderada por Rob Jackson, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).

«Pensamos, tal vez esperábamos, que las emisiones habían alcanzado su punto máximo hace unos años», afirma Jackson, profesor de Ciencias del Sistema de la Tierra en la Escuela de Energía y Ciencias del Medio Ambiente de Stanford. «Después de dos años de crecimiento renovado, eso fue una ilusión», añade. El informe del Proyecto Global de Carbono, El crecimiento global de la energía está superando la descarbonización, se publica en Environment and Precourt Institute for Energy.

El equipo estima que las emisiones globales de dióxido de carbono procedentes de fuentes de combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 90% de todas las emisiones de las actividades humanas, alcanzarán un nivel récord de poco más de 37.000 millones de toneladas en 2018, un aumento del 2,7% sobre la producción de emisiones en 2017, frente al 1,6% de crecimiento del año anterior. «La demanda mundial de energía está superando el poderoso crecimiento de las energías renovables y la eficiencia energética», lamenta Jackson, quien también es miembro principal del Instituto para el Medio Ambiente de Stanford y del Instituto de Energía Precourt. «El reloj no se detiene en nuestra lucha por mantener el calentamiento por debajo de 2 grados», advierte.

En Estados Unidos, se proyecta que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán un 2,5% en 2018 después de una década de declives. Los culpables del aumento incluyen un clima que incrementó las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración, así como un creciente apetito por el petróleo frente a los bajos precios del gas. «Estamos conduciendo más millas en coches más grandes, cambios que están superando las mejoras en la eficiencia de los combustibles de los vehículos», explica Jackson. En general, el uso de petróleo en Estados Unidos va a aumentar más del 1% este año en comparación con 2017.

Sin embargo, el consumo de un combustible fósil ya no sigue aumentando: el carbón. El estudio muestra que el consumo de carbón en Canadá y Estados Unidos ha disminuido en un 40% desde 2005. «Las fuerzas del mercado y el impulso por un aire más limpio están empujando a los países hacia el gas natural, la energía eólica y solar. Este cambio no solo reducirá las emisiones de CO2, sino que también salvará vidas perdidas por la contaminación«, celebra Jackson.

Sin embargo, el estudio muestra que las energías renovables están en gran medida como complementos a las fuentes de energía de combustibles fósiles, en particular el gas natural, en lugar de reemplazarlas. «No es suficiente para que las energías renovables crezcan. Necesitan desplazar los combustibles fósiles. Hasta ahora, eso está sucediendo con el carbón, pero no con el petróleo o el gas natural«, apunta Jackson.

Los investigadores advierten que el aumento en el uso del carbón en regiones donde grandes partes de la población carecen de acceso a una electricidad fiable podría superar los fuertes recortes en el uso de carbón en otros lugares. Se proyecta que las emisiones de India, por ejemplo, crezcan un 6% este año a medida que el país compite por construir nuevas plantas de energía para las necesidades industriales y de los consumidores. «Están construyendo todo, eólico, solar, nuclear y carbón, muy rápido«, describe Jackson.

La demanda de energía está aumentando en todo el mundo. «Es la primera vez en una década que las economías de prácticamente todos los países están creciendo», señala Jackson. Según el estudio, el mayor cambio en las emisiones de carbono de este año en comparación con 2017 es un aumento sustancial tanto en el consumo de energía como en las emisiones en China. Después de 4 años de emisiones estables en medio de la presión para mejorar la calidad del aire, ahora pisa el acelerador.

El crecimiento económico mundial ha aumentado la demanda de hierro, acero, aluminio y cemento fabricado en China. Mientras tanto, una reciente desaceleración en la propia economía de China hizo que el país cambiara su enfoque hacia el desarrollo energético. «China está impulsando proyectos de carbón que estaban en suspenso», apunta Jackson. Como resultado, se espera que sus emisiones aumenten un 5% en 2018, en comparación con un incremento de aproximadamente un 3,5% el año anterior.

Las estimaciones de este año de alguna manera marcan un retorno a un viejo patrón, en el que las economías y las emisiones suben más o menos en sincronía. Sin embargo, la historia reciente sugiere que los dos pueden desacoplarse. Desde 2014 hasta 2016, las emisiones se mantuvieron bastante constantes a pesar del crecimiento del producto interno bruto mundial, en gran parte gracias al reducido uso de carbón en Estados Unidos y China, la mejora de la eficiencia energética y la expansión de la energía renovable en todo el mundo.

«Podemos tener un crecimiento económico con menos emisiones», afirma la científica climática Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia (Inglaterra) y autora principal del artículo en Datos del Sistema Terrestre de la Tierra. «No hay duda sobre eso», añade. Durante la última década, al menos 19 países, incluidos Dinamarca, Suiza y Estados Unidos, redujeron las emisiones de dióxido de carbono de fuentes fósiles mientras sus economías crecieron. En 2019, a menos que haya una recesión económica mundial, los investigadores anticipan que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán aún más a pesar de la urgencia de revertir el curso. «Necesitamos emisiones para estabilizar y una tendencia rápida hacia la línea cero», afirma Jackson.

El peso del petróleo sobre el consumo energético mundial apenas retrocederá del 31,5% al 28% en 2040, según la OPEP

Europa Press.- La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha estimado que el petróleo representará el 28% del consumo energético mundial en 2040, frente al 31,5% de 2015, debido al auge del gas natural y de las energías renovables, según su informe Perspectivas mundiales del petróleo 2018. «El petróleo se va a mantener como el mayor contribuidor al mix energético», ha subrayado el cártel, resaltando que se mantendrá por encima de otros combustibles fósiles, como el gas natural o el carbón.

«A pesar de unas tasas de crecimiento relativamente bajas, especialmente para el carbón y el petróleo, los combustibles fósiles se mantendrán como el principal componente del mix energético mundial en 2040, con una cuota del 75%», asegura la OPEP. En 2015 los combustibles fósiles representaron el 81% del consumo mundial de energía. La caída en el uso de este tipo de combustibles se debe, según el cártel, a un incremento en la eficiencia energética y a cambios en la transformación, la generación y el transporte. Además, el auge de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, cortará «desproporcionadamente» la demanda de energías contaminantes.

Por otro lado, la OPEP estima que el consumo de carbón en China, uno de los países que más incrementará sus necesidades energéticas, caerá entre 2015 y 2040. Así, el carbón pasará a representar el 47,5% del consumo total de energía del país asiático, frente al 65,6% de 2015. En India, en cambio, el uso de energías fósiles va a aumentar. De esta forma, hasta 2040 el país reducirá el uso de la biomasa en favor del petróleo y del carbón, que pasarán a representar el 25,2% y el 46,4% del consumo total de energía.

La industria petrolera necesitará invertir 9,3 billones hasta 2040 para cubrir una demanda mundial de 111,7 millones de barriles diarios

Europa Press.- La demanda mundial de petróleo subirá hasta 111,7 millones de barriles al día en 2040, un incremento de 14,5 millones de barriles diarios con respecto a 2017, según el informe Perspectivas mundiales del petróleo 2018, publicado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En este sentido, la OPEP estima que la industria petrolera necesitará inversiones por valor de 11 billones de dólares (9,365 billones de euros) hasta 2040.

El sector upstream, centrado en la exploración, producción y extracción, necesitará 8,3 billones de dólares (7 billones de euros) hasta 2040, mientras que el sector midstream, que engloba el transporte y el almacenamiento, necesitará un billón de dólares (850.000 millones de euros) en inversiones. De su lado, el sector downstream, que abarca el refinamiento, el procesamiento, la comercialización y la distribución, requerirá 1,5 billones de dólares (1,277 billones de euros), de acuerdo a las previsiones del cártel radicado en Viena.

Las necesidades de inversión del sector downstream se deben, fundamentalmente, a mantenimiento y repuestos, que necesitarán 895.000 millones de dólares (762.000 millones de euros) entre 2018 y 2040. Por otro lado, el cártel petrolero asegura que el 72% de las inversiones a medio plazo, y hasta el 58% a largo plazo, tendrán lugar en el conjunto de países de la OCDE, especialmente en Estados Unidos.

111,7 millones de barriles diarios

Respecto a la demanda de crudo prevista para 2040, los países que componen la OCDE reducirán su consumo diario de oro negro en 8,7 millones de barriles entre 2017 y 2040, hasta un total de 38,7 millones de barriles por jornada. No obstante, ese descenso se verá compensado por el incremento de un millón de barriles diarios en la región de Eurasia y de 22,2 millones de barriles en los países emergentes, entre los que la OPEP cuenta los de Latinoamérica, África, Oriente Próximo y, sobre todo, China e India.

El cártel ha explicado que esta evolución en el consumo de petróleo se debe a que en los países emergentes habrá un aumento de la clase media, un mayor crecimiento de la población y un potencial de crecimiento económico más «fuerte». Asimismo, la reducción en el consumo en los países de la OCDE vendrá motivada por el decrecimiento de la población, la ralentización del crecimiento económico y por políticas energéticas que fomenten el uso de energías renovables y coches eléctricos.

Debido al mayor consumo mundial de oro negro, las exportaciones de esta materia prima también van a experimentar un incremento en las próximas dos décadas. Según las estimaciones de la OPEP, avanzarán en 5,5 millones de barriles diarios, hasta totalizar 44 millones de barriles por jornada en 2040. Las mayores ventas al exterior de barriles de crudo se verán motivadas por una mayor oferta de los países de Oriente Próximo y Rusia, así como una mayor demanda de los países de la región de Asia-Pacífico.

Por otro lado, hasta 2020 Estados Unidos y Canadá acumularán la mayoría del crecimiento en las exportaciones de crudo, hasta un total de 3,5 millones de barriles diarios de los cuatro millones a nivel global. Sin embargo, el cártel con sede en Viena ha asegurado que entre 2020 y 2040 los países de Oriente Próximo incrementarán en 5 millones de barriles diarios sus exportaciones, mientras que las de Estados Unidos y Canadá descenderán en 1,1 millones de barriles por jornada.

En esta misma línea, la OPEP ha previsto que los mercados de petróleo tenderán a volverse más regionales hasta 2040. Así, Oriente Próximo se convertirá en el principal suministrador de crudo de Asia-Pacífico, mientras que los países norteamericanos se convertirán en la principal fuente de petróleo para Latinoamérica y Europa tenderá a abastecerse de oro negro en Rusia y África.

La OPEP también ha estimado que, en barriles equivalentes de petróleo, la demanda energética total a nivel mundial crecerá hasta los 364,7 millones en 2040. No obstante, la demanda de energía variará mucho entre unas regiones y otras. Mientras que, en 2015, los países de la OCDE representaron el 39,7% de la demanda total, en 2040 su participación en la tarta energética caerá hasta el 30,1%. Los países emergentes, que ya consumían el 52,1% de la energía mundial en 2015, pasarán a demandar el 62,6% en 2040, y los países de Eurasia se mantienen y pasarán del 8,2% al 7,4%.

Más del 50% del crecimiento de la demanda energética del mundo entre 2015 y 2040 corresponderá a India y China, que consumirán 22 y 21 millones de barriles diarios de petróleo equivalentes más, respectivamente. No obstante, aunque el consumo de petróleo aumentará en las próximas dos décadas, la OPEP prevé que los mayores incrementos en el consumo energético sean de gas natural y de renovables.

La OCDE advierte de que pocos países tienen un precio del CO2 suficientemente caro para cumplir el Acuerdo de París

Europa Press.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que pocos países han elevado el precio de emitir dióxido de carbono (CO2) lo suficiente como para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático.

En este sentido, la OCDE advierte a los Gobiernos que tiene que incrementar el precio del CO2 «mucho más rápido» si quieren alcanzar sus compromisos de recortar las emisiones y reducir el impacto del cambio climático bajo el Acuerdo del Clima. El estudio concluye que aunque los precios de la tonelada de CO2 están subiendo poco a poco, todavía su impacto es demasiado bajo como para provocar un impacto significativo luchando contra el cambio climático.

El estudio muestra que la brecha del precio del carbono, que compara los precios actuales con el coste real del clima que se estima en unos 30 euros por tonelada de CO2, fue del 76,5% en 2018.Esta comparación mejora el 83% de diferencia entre estas dos variables que había en 2012 y también la brecha del 79,5% de 2015.

Sin embargo, el estudio sugiere que a este ritmo, el precio del carbono solo llegará a ser equivalente a su coste real en 2095. Por ello, la OCDE insiste en que se necesita una acción más rápida para incentivar a las empresas a innovar y enfrentarse al reto de completar una economía baja en carbono y estimular a las familias y consumidores a adoptar estilos de vida bajos en carbono.

Se esta “perdiendo el tiempo”

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha denunciado que el «abismo» existente en la actualidad entre el precio del carbono y el actual coste de las emisiones del planeta es «inaceptable». «Establecer un precio correcto del carbón es una forma efectiva para frenar el cambio climático. Estamos perdiendo una oportunidad de conducir a las economías a una senda de crecimiento baja en carbono y perdiendo el tiempo cada día que pasa», ha sentenciado.

El informe compara los precios del CO2 de acuerdo con criterios como la tasa efectiva del carbono, que es la suma de tres componentes: los impuestos específicos a los combustibles fósiles, las tasas al carbono y los precios que permite el comercio de emisiones. Estos tres instrumentos aumentan el precio del carbono y al mismo tiempo bajan los precios de las tecnologías de los combustibles bajos o cero emisores de CO2, por lo que impulsa a que los usuarios de energía apuesten precisamente por las opciones bajas emisoras de CO2.

Por países, la OCDE encuentra que los precios del CO2 en 2015 presentaban grandes diferencias que van desde el 27% en Suiza y de más del 90% en algunas economías emergentes. Asimismo, Francia, India, Corea, México y Reino Unido redujeron sustancialmente la brecha entre estos dos factores (el precio del CO2 y su coste real) entre 2012 y 2015. La OCDE pone de ejemplo algunas nuevas iniciativas sobre precio del CO2 puestas en marcha en países como Canadá, China o Francia y considera que podrían contribuir a reducir significativamente estas diferencias. La intensidad de CO2 en los países en desarrollo es frecuentemente más baja en los países con menor diferencia en el precio del CO2.

Goldman Sachs asegura que Siemens Gamesa se verá afectada por la paralización del mercado eólico indio

EFE. – La compañía Siemens Gamesa puede verse afectada por la desaceleración del mercado eólico indio, según un informe del banco de inversión Goldman Sachs.

De esta manera, el Gobierno indio ha cancelado y reducido el tamaño de sus dos últimas subastas eólicas, una medida que, según la entidad financiera, puede afectar al 20% de los ingresos de la empresa.

Así, los títulos de Siemens Gamesa están cerrando, estos días, en torno al 11,45 euros, si bien en lo que va de año la compañía se mantiene en zonas de ganancias, con una revalorización del 0,26%.

En este sentido, tras la pasada fusión, hace poco más de un año, de la española Gamesa con la división eólica de Siemens se comunicó un beneficio neto recurrente para el tercer trimestre de su año fiscal, que arranca el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre, de 135 millones de euros, un resultado que se vio afectado por la paralización del mercado indio por la falta entonces de subastas.

Asimismo, el grupo Siemens Gamesa, con sede en Zamudio, es el mayor proveedor de turbinas en India, con un 30% del negocio, y Goldman Sachs prevé que la compañía intente compensar el descenso en ese mercado en cualquier otra parte, lo que podría volver a presionar los precios de los aerogeneradores.

El elevado precio de la gasolina empieza a pasar factura al Gobierno de India con manifestaciones y cortes de carretera

EFE.- El elevado precio de la gasolina ha comenzado a pasar factura al Gobierno indio, con muestras de indignación en toda la India con manifestaciones y cortes de carreteras, mientras que el Ejecutivo culpó de los precios a la fuerte caída de la producción internacional de crudo.

«El precio del diesel y la gasolina están más allá de las manos del Gobierno porque los países productores de petróleo han tenido una producción limitada«, afirmó en Nueva Delhi el ministro de Justicia indio, Ravi Shankar Prasad.

En la capital india los precios de la gasolina y el diesel se incrementaron en 23 y 22 céntimos de rupia por litro, respectivamente, fijando el precio en 80,73 (1,12 dólares) rupias por litro para la gasolina, y 72,83 (1,01 dólares) para el diesel.

Además en estados como el norteño Bihar, uno de los que experimentó las mayores protestas, han visto cómo los precios rozaban la barrera de las 90 rupias (1,25 dólares) por litro de gasolina, un 14% más respecto al año anterior.

El exmandatario indio Manmohan Singh, miembro del opositor partido del Congreso y padre del boom económico en la India a principios de la década de 1990, responsabilizó al Ejecutivo de la subida de los precios de combustibles y urgió durante una protesta en la capital a la necesidad de «cambiar» el gobierno.

El valor de los combustibles en la India, un país federal muy descentralizado, está determinado no solo por el comportamiento de los mercados internacionales y los productores, sino también por el valor de la rupia, que continúa cayendo frente al dólar estadounidense y que amaneció en las 72,44 rupias por dólar.