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Iberdrola prevé duplicar su inversión en México

EFE.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, anunció que la firma prevé duplicar sus inversiones en México para el final de la década, que se sitúan entre los 4.000 y los 5.000 millones de dólares desde su llegada al país en 1999. Así lo hizo en el Foro Económico Mundial sobre América Latina, en el que los empresarios apuestan por una revolución energética, basada en la regulación del mercado y la potenciación de las renovables, lo que será clave para hacer crecer Latinoamérica.

«Hemos invertido entre 4.000 y 5.000 millones de dólares y deseamos, por lo menos, duplicar esta inversión para el fin de la década», anunció Sánchez Galán. Actualmente, la compañía tiene inversiones en marcha por 1.000 millones de dólares, según recordó. Para llevar a cabo las inversiones, el presidente de Iberdrola destacó la necesidad de un marco legal y regulatorio estable.

En este sentido, valoró la reforma energética impulsada en 2012 por el gobierno de Enrique Peña Nieto, que permite la entrada de la iniciativa privada al sector tras casi ocho décadas de control estatal. «En México han intentado hacer algo muy difícil para liberalizar, pero el país lo ha lanzado desde un punto muy positivo, porque cuenta con la seguridad legal», opinó. Además, México respeta «los términos legales» y ello es de gran importancia cuando se tarda «entre 40 y 60 años en recuperar la inversión inicial», explicó Sánchez Galán.

En el panel Perspectivas regionales en materia energética, Sánchez Galán afirmó que «Latinoamérica puede convertirse en un líder mundial en energías limpias», y recordó que la región cuadriplicará su demanda energética en los próximos 25 años. Por ello, el directivo de Iberdrola destacó la necesidad de realizar una planificación energética fundamentada y apostar a gran escala por las tecnologías maduras.

Iberdrola está presente en México desde 1999 y, en la actualidad, dispone de una capacidad instalada de 5.000 megavatios (MW) en centrales de ciclo combinado y 230 MW en parques eólicos, cuya capacidad de producción es dar servicio a 20 millones de mexicanos. Actualmente, la eléctrica construye dos nuevos ciclos combinados, uno de 300 MW de potencia en Ensenada, en el estado noroccidental de Baja California, para la estatal Comisión Federal de Electricidad. Y la quinta unidad de generación en la central de ciclo combinado en Dulces Nombres, de 300 MW, en Nuevo León, que es propiedad de la compañía.

Iberdrola firmó recientemente un contrato con la empresa del sector petroquímico Dynasol para construir una central eléctrica de cogeneración y, en el área de renovables, comenzó la construcción de dos parques eólicos; uno en el estado sureño de Oaxaca y otro, que se encuentra en su primera fase, en Puebla, en el centro del país. La cartera de proyectos eólicos de Iberdrola en el país asciende a casi 900 MW.

«Una revolución energética» en Latinoamérica

Una revolución energética, basada en la regulación del mercado y la potenciación de las renovables, será clave para hacer crecer Latinoamérica en las próximas décadas, según señalaron los líderes del sector en el Foro Económico Mundial sobre América Latina. Respecto a la reforma energética de México, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, destacó que el país busca «aumentar la producción», aunque reconoció los retos para la compañía estatal al tener que establecer alianzas con firmas privadas. Pemex, que este año afronta un recorte de 4.046 millones de dólares en el presupuesto, busca «mitigar riesgos» con «socios mundiales», para «no rebasar los presupuestos establecidos para construcción» de infraestructura, comentó.

Según el presidente ejecutivo de la firma ingeniera Amec Foster Wheeler, Samir Brikho, reformas energéticas como la mexicana o la colombiana deben gozar de un «marco regulatorio muy fuerte» que «exista más allá del mandato político». Brikho consideró que el petróleo, que se ha desplomado cerca del 50% desde 2014, va a subir a mediano plazo, aunque de forma muy gradual. Asimismo, identificó el cambio de paradigma existente en el mundo con la extracción de gas y petróleo de esquisto, que permitió a Estados Unidos garantizar prácticamente su independencia energética.

A pesar del bajo precio de este combustible fósil, la región y el mundo no deben perder de foco el uso de energías renovables, coincidieron los especialistas. Por ello, Iberdrola convocó recientemente a 40 líderes de negocio para reducir sus emisiones al 30%, una cifra que ampliarían al 50% para 2030, dijo Sánchez Galán. El ministro de Minas y Energía de Colombia, Tomás González, recordó que las energías, para ser exitosas, deben competir «a base de méritos y sin subsidios».

Para 2030, Brikho estimó que el carbón seguirá siendo el energético más utilizado, representando el 25%, mientras que el petróleo se mantendrá en el 20% y el gas aumentará, especialmente por el uso del licuado para el transporte. Sin embargo, resaltó el potencial de las energías renovables, que pasarán del 2% al 8%. Por último, seguirá habiendo alrededor de 400 centrales nucleares en el mundo, pues mientras algunos países cerrarán sus instalaciones otras como China o Rusia seguirán con construcciones.

Por su parte, el presidente del comité ejecutivo de la firma de derecho internacional Baker & McKenzie, Eduardo Leite, resaltó la brecha en infraestructuras en Latinoamérica, que imposibilita el desarrollo regional. El copresidente del consejo de administración de la firma mexicana de telecomunicaciones América Móvil, Carlos Slim, resaltó la necesidad de una agenda para promover el desarrollo «a través de las tecnologías y la información».

Industria autoriza el primer cierre de una planta de ciclo combinado de gas, la central de Iberdrola en Castellón

Tras la autorización de Industria, Iberdrola dispondrá a partir de ahora de tres meses para decidir si cierra la instalación, según consta en una resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas publicada en el BOE. Industria emite la resolución tras recibir sendos informes favorables de Red Eléctrica de España y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en los que se indica que el eventual cierre no afectará ni a la seguridad del suministro ni al mercado eléctrico.

Una vez que este cierre se haga efectivo, se procederá a cancelar la inscripción del grupo 3 de la planta de Castellón en el registro correspondiente. El grupo 3, para el que se solicitó el cierre, tiene 800 megavatios (MW) de potencia instalada de los 1.600 MW del complejo. En el plazo de tres meses, el grupo «quedará declarado indisponible» y «en su caso» Iberdrola perderá los derechos de pagos por capacidad reconocidos hasta ahora.

De esta forma, da cumplimiento a una solicitud realizada por Iberdrola el 24 de noviembre, después de que la eléctrica hubiese recabado informes también favorables de la Dependencia del Área de Industria y Energía de la subdelegación del Gobierno en Castellón. En el caso de que la eléctrica no haya procedido al cierre en el plazo de tres meses, se producirá la caducidad de la autorización. Además, el plazo máximo en el que la eléctrica deberá proceder al desmantelamiento parcial de la central es de cuatro años a partir de la fecha de la resolución.

Iberdrola justificó el cierre de la central ante la situación actual de sobrecapacidad en el sistema eléctrico español, «que ha provocado una infrautilización de las centrales de ciclo combinado que impide tener un valor adecuado de estos activos». La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ya anunció que tenía previsto recolocar dentro del mismo complejo a los trabajadores que pudiesen resultar afectados por este cierre. La decisión afecta solamente al grupo 3 del complejo, en producción desde 2002 y que es la instalación de mayor tamaño que tiene Iberdrola en España con una potencia de más de 1.600 megavatios (MW).

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, explicó que la decisión acerca de «si se cierra o no» una central se tomará «función de la evolución de la demanda», que está comenzando a aumentar. Sánchez Galán indicó además que el efecto del cierre de las plantas podría oscilar entre 80 y 100 millones de euros por la depreciación del cierre de cada instalación, si bien estas cifras «dependen del momento y de cada situación«. «En todo caso, no se ha tomado una decisión definitiva», señaló.

Contra esta resolución podrá interponerse recurso de alzada ante el secretario de Estado de Energía en el plazo de un mes. Fuentes de Iberdrola señalaron que sus técnicos están analizando la resolución y que «ahora disponemos de un plazo de tres meses para tomar la decisión» de cierre. Esta es la primera autorización de cierre concedida por el Gobierno para una central de ciclo combinado, después de que varias solicitudes hechas anteriormente hubieran sido rechazadas porque el operador del sistema considerara que esa potencia era necesaria para garantizar la seguridad.

Las eléctricas habían solicitado cierres para algunas de estas centrales ante su escaso funcionamiento derivado de la crisis económica y del amplio desarrollo de otras tecnologías, como las renovables. Paralelamente, el Gobierno anunció un plan para hibernar y cerrar temporalmente parte del parque de centrales de ciclo combinado, una medida planteada con la reforma energética del verano de 2013 que aún no se ha desarrollado.