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Teresa Ribera apunta a ministra de Transición Energética y Medio Ambiente con el cambio climático en el punto de mira

Europa Press / EFE.- La ex secretaria de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático, Teresa Ribera, ha aceptado la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para encargarse del área de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático del nuevo Gobierno, según han confirmado fuentes de la dirección socialista.

Este nuevo gran Ministerio aglutinará las áreas de Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático. Falta por perfilar el nombre definitivo de la cartera ministerial; se barajan dos alternativas: o bien Transición Ecológica o bien Transición Energética y Medio Ambiente. Teresa Ribera fue directora de la Oficina Española de Cambio Climático desde 2004 a 2008 y ocupó la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático desde 2008 hasta 2011. En la actualidad, Ribera es directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), con sede en París, desde junio de 2014 y es una gran conocedora de las negociaciones internacionales en materia de cambio climático y medio ambiente.

Las organizaciones ecologistas valoran a Teresa Ribera como una persona adecuada para este puesto. Así, las principales organizaciones como Ecologistas en Acción, WWF o SEO/BirdLife han acogido con agrado la propuesta para esta cartera. Entre otros, el coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, destaca que Teresa Ribera es «sensible» a los temas ambientales y «muy competente«. «Con ella, aunque no está claro que la correlación de fuerzas en el Congreso permita grandes cambios, al menos la cosa no iría a peor«, ha manifestado.

Desde WWF, su secretario general, Juan Carlos del Olmo, ha valorado su experiencia como secretaria de Estado; su visión internacional «única en España» y el hecho de que ha trabajado con Pedro Sánchez en el diseño de la transición energética. «Es respetada por todos los sectores y creo que sería un buen comandante para este barco. Es idónea para dar un giro y cuenta con el suficiente apoyo para hacer cambios necesarios con gran respaldo«, sentencia. Finalmente, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha destacado su «capacidad de sobra para trabajar en cambio climático».

Más renovables y mayor eficiencia

Por su parte, la Fundación Renovables ha pedido al nuevo Ejecutivo que haga avanzar a España hacia un cambio de modelo energético en el que las energías renovables y la eficiencia deben tener el papel protagonista. La Fundación declara que la situación energética del país es «insostenible«. Según sus datos, ha afirmado que España padece un 83% de dependencia exterior de la demanda final energética, que registra un aumento del 20% de las toneladas métricas equivalentes de dióxido de carbono (MtCO2) entre 1990 y 2015 y ha sufrido un parón en la instalación de potencia renovable entre 2013 y 2018.

Fundación Renovables resalta que estos datos muestran cómo España «no sólo ha perdido el liderazgo que mantuvo hasta el 2010», tanto en el desarrollo de las energías renovables como en la creación de un tejido industrial del sector. Por ello, la organización aseguró que sería imprescindible que España se sume a la «senda» de los Estados miembros que están liderando la transición energética en la Unión Europea y apruebe la Ley de Cambio Climático, alcanzando un pacto político que permita al sector renovable «recuperar la legalidad y la seguridad jurídica».

Asimismo, Fundación Renovables ha instado a llevar a cabo una reforma real del sistema eléctrico que permita reducir el coste de la electricidad, eliminando y modificando las distintas partidas que lo forman con racionalidad y transparencia, como por ejemplo haciendo desaparecer el impuesto del 7% para la generación de electricidad con fuentes de energías renovables. Además, ve necesaria la puesta en marcha de una política fiscal activa con herramientas que favorezcan aquellas prácticas que aceleren y faciliten un cambio de modelo energético y penalicen las que lo ralentizan u obstaculizan.

De la misma forma, la Fundación defiende un cambio de modelo energético que ha de ser también social y económico y que conlleva la democratización de la energía, colocando al ciudadano como actor principal. En este sentido, ha declarado que para llegar a la descarbonización consensuada a nivel mundial para 2050, es «imprescindible» plantearse ya metas a 2030 y actuar «de forma prioritaria» sobre la demanda. En cuanto a la oferta, la Fundación Renovables insiste en que la tecnología renovable está lista para asumir el papel que le corresponde en un modelo sostenible y que «nadie tiene dudas sobre su competitividad», tras el «espectacular» descenso de costes que ha experimentado..

El sector renovable espera cambios

En este sentido, el Clúster de la Energía de Extremadura ha expresado la «esperanza» que tiene depositadas el sector de las renovables en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, para que las impulse con un cambio de rumbo, y ha pedido medidas contundentes que lleven a su desarrollo. Según expone su presidente, Vicente Sánchez, el sector tiene puestas sus miras en la promulgación de una ley que ponga en valor las energías renovables, para que éstas sean un motor económico, tal y como acontece en la mayoría de países occidentales.

A tenor de lo que han venido diciendo los partidos políticos en relación con este sector durante los últimos meses, cree que el PSOE no debería tener problemas para encontrar la mayoría suficiente para impulsar las energías renovables y el autoconsumo, ámbito este último que generaría una gran riqueza y puestos de trabajo en la comunidad extremeña. En su opinión, si se tiene en cuenta que el PSOE buscará algunas leyes de impacto durante este tiempo, y a tenor de las dificultades con las que se encontrarán los socialistas en otros ámbitos, las energías renovables debieran ser uno de sus objetivos, a juicio de Sánchez.

Por este motivo, el sector extremeño estará «expectante» e instará a la Junta de Extremadura, que ha mostrado en múltiples ocasiones su apoyo a las renovables, a que ponga este tema sobre la mesa en sus reivindicaciones al nuevo Gobierno. Sin embargo, Sánchez ha reconocido que al inicio de la legislatura de Mariano Rajoy también se pensaba que se abría una nueva etapa en el ámbito de las renovables y luego se «quedó en nada».

El temor a que se repita la situación, unido a la «inestabilidad» del nuevo Gobierno, hace que el sector extremeño sea «prudente», según Sánchez, aunque «es verdad que el PSOE posee más interés que el PP, que tiene cero en este ámbito». «Pese a las trabas puestas hasta ahora, el sector que más empleo genera en España hoy son las renovables y la eficiencia energética, y por este motivo es fundamental que se impulse», insiste.

Un total de 23 países, que representan apenas un 1% de la emisiones de CO2, han ratificado el Acuerdo del Clima de Paris

Europa Press.- El Acuerdo del Clima de París está aún lejos de su entrada en vigor, ya que desde que se abrió para firma y ratificación el 22 de abril hasta el 23 de agosto ha sido ratificado por un total de 23 países, cuyas emisiones de CO2 suman el 1,08 por ciento del total.

Sin embargo, se necesita la ratificación de al menos 55 países, o bien, la suma del 55 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, para que el histórico acuerdo entre en vigor, justo 30 días después, según consta en el primer párrafo del artículo 21 del Acuerdo.

Según la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, en la ceremonia de alto nivel celebrada en Nueva York el pasado 22 de abril en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el documento fue firmado por un total de 174 Estados, entre ellos España, y la Unión Europea y en esa misma jornada, 15 de esos países depositaron también sus respectivos instrumentos de ratificación.

Los más amenazados por el cambio climático

Se trata de Barbados, Belice, Fiji, Granada, Maldivas, Islas Marshall, Mauricio, Nauru, Palau, Samoa, Somalia, San Kits y Nevis, Santa Lucía, Palestina, Tuvalu, que firmaron y ratificaron el mismo 22 de abril en Nueva York.

Aunque también firmaron el documento en abril, posteriormente han ratificado el Acuerdo Seychelles, 29 de abril; Guyana, 20 de mayo; Noruega, 20 de junio; San Vicente y Granadinas, 29 de junio; Perú, 25 de julio; Camerún, 29 de julio; Corea del Norte, 1 de agosto y, el último en hacerlo ha sido Bahamas, el pasado 22 de agosto.

Para la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), Teresa Ribera, el acuerdo de París es «fantástico, pero si va adelante», lo que en su opinión supone «acción y voluntad política». En este sentido, ha puntalizado, que se han producido gestos «muy interesantes» en la realidad política y económica pero «queda mucho por hacer».

La exsecretaria de Estado de Cambio Climático cree que a pesar de que hay «grandes» países que anunciaron una rápida ratificación están a la espera de que otros den pasos, como China o Estados Unidos, pendiente de los resultados de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.

En este contexto, ha apuntado que esto podría llegar en la próxima cumbre del G-20, que se celebrará a mediados de septiembre, en la que ambos países podrían «ir de la mano» y hacer algún anuncio conjunto en esta materia.

Para Ribera, otras de las piedras en el camino que «no facilitan» la ratificación es la situación de Brasil o los posibles efectos del ‘Brexit’ en el proceso de la Unión Europea.

«Si yo fuera parte del Ejecutivo de España impulsaría una ratificación unilateral, pero no he oído a ningún miembro del Gobierno en funciones nada que apunte a prisas por ratificar. Hay más margen. Me encantaría oír a Rajoy hablar en el debate de investidura sobre objetivos de desarrollo sostenible y cambio climático», ha manifestado.

La exsecretaria de Estado admite que la situación política en España es «anómala» y que «limita» el margen de acción, pero aún así, insiste en que se puede hacer más.

Por otro lado, el hecho de que la mayor parte de los países ratificadores sean pequeños Estados se debe, en su opinión, a que son de los más afectados por los efectos del cambio climático y, sobre todo, a que están «reivindicando» su capacidad de luchar y actuar porque sus sociedades son mucho más conscientes «de lo que se juegan» con el paquete de clima. «Es bastante lógico que los que se sienten más vulnerables se quieran reivindicar», ha añadido.

Sin embargo, confía en las posibilidades de la próxima cumbre del G-20 en la que «últimamente» uno de los elementos de discusión es la transformación el sistema financiero hacia un sistema compatible con el desarrollo sostenible.

Teresa Ribera reclama que España recupere una agenda de descarbonización energética para cumplir los objetivos comunitarios de reducción de emisiones

EFE.- La directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de Francia, Teresa Ribera, considera que «España debe recuperar la agenda de la descarbonización energética», ahora que la Comisión Europea anunció su propuesta de reducción de emisiones de CO2.

Ribera, ex secretaria de Estado de Cambio Climático con el PSOE, ha señalado que la propuesta de la Comisión Europea de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para España de un 26% es «seria», aunque está «por debajo de lo que se necesita y por debajo de lo que se esperaba«. Según Ribera, está por debajo de los que se necesita porque la Unión Europea ha asumido en París (COP21) una senda complicada en la que es importante ir marcando unos objetivos en el tiempo porque el mundo avanza a una «descarbonización de la economía» y la senda que propone la Comisión Europea es «como bien definía el comisario Arias Cañete en su intervención, realista más que ambiciosa«.

Para España, supone que hay que recuperar la agenda de un proceso de descarbonización del sistema energético en su conjunto, es decir, replantearse muy seriamente las opciones y propuesta de movilidad, el paquete de eficiencia energética y renovables y un sistema fiscal que incentive todo este cambio. Además, explicó, en la propuesta se introduce una referencia a las denominadas «actividades LULUCF» o posibilidad de descontar emisiones por actividad de cambios de uso del suelo, lo que facilita los procesos de descarbonización de los sistema agrarios, algo que en principio se había dejado fuera. Se trata, indicó, de «un incentivo interesante» en el contexto de la próxima reforma de la Política Agraria Común (PAC) que se empezará a abordar en 2017.

La directora del IDDRI ha insistido en que se trata de una «propuesta seria», una declaración política y que «ahora, además de negociarse y aprobarse, necesita un papel legislativo importantísimo». «Las cifras que se han anunciado son las del reparto del esfuerzo en los sectores no incluidos en el sistema de comercio de derechos de emisión, que requiere una transformación de cuatro sectores: transporte y movilidad, vivienda (consumos de los ciudadanos y sector residencia), residuos y el sector agrario, donde habrá que poner en práctica cambios muy importantes», remarcó Ribera.

Para la Comisión Juncker, que calificó de «anodina», requerirá de un paquete normativo que debe marcar la agenda del curso 2016-17 y supone una oportunidad para el desarrollo de medidas regulatorias de gran calado que marcarán el perfil de la competitividad, de la innovación, del bienestar y la relación con la energía de los ciudadanos europeos en los próximos años.

El Brexit obliga a adaptar el Paquete Europeo de Clima 2030 y el proceso de ratificación del Acuerdo de París

Europa Press.- La salida del Reino Unido de la UE precipita la necesidad de aclarar «cuanto antes» los criterios para que la UE aborde ahora sus compromisos a escala internacional en materia de lucha contra cambio climático y los criterios de distribución a escala europea en los objetivos del clima.

Así lo ha explicado la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) y ex secretaria de Estado de Cambio Climático Teresa Ribera, que ha recalcado que el ‘brexit’ es un «desafío importante» al que urge responder con claridad» respecto al paquete comunitario a 2030 y el proceso de ratificación del Acuerdo del Clima de París.

A su juicio, ahora deberá analizarse cómo se atribuyen los compromisos de reducción de emisiones en los sectores difusos, cómo integrar el desarrollo tecnológico, la Política Agrícola Común, los planes de desarrollo. «Todo tiene que readaptarse de forma importante ante la presencia de un país menos», ha admitido.

Concretamente, asegura que hay que aclarar «cuanto antes» si la cuota o compromiso de reducción de emisiones que le correspondería al Reino Unido se reparte entre los Veintisiete restantes o bien, si este esfuerzo se suma.

Complejidad

En ese caso, valora que sería «una oportunidad para sumar» aunque considera que lo más probable es que se haga una excepción sobre la parte del objetivo al que la UE se había comprometido. «Esto tiene su complejidad», ha admitido.

En cuanto a las repercusiones para la acción climática mundial, ha recordado que el Reino Unido fue «un actor pujante e importante» por su visión «estratégica» pero ha confirmado que todo esto «se ha quebrado» por una interpretación torpe y cortoplacista en el contexto británico.

Aunque ha calificado el resultado de «malo» para el Reino Unido y para la UE, pero ha añadido que los Veintiocho ya se habían ido acostumbrando poco a poco a la pérdida progresiva de peso.