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Las centrales térmicas tendrán que tomar medidas antes de 2021 para no incumplir ante Bruselas la nueva normativa de emisiones

EFE.- Ninguna de las centrales térmicas españolas de carbón cumple con los nuevos límites de emisiones contaminantes que establece la revisada normativa de la Unión Europea, lo que les obligaría a cerrar en cuatro años si no invierten en una tecnología más limpia, según ecologistas consultados.

El Diario Oficial de la Unión Europea publicó la norma que recoge los nuevos límites de emisiones de gases contaminantes «mucho más estrictos que los anteriores» y que «ahora sí son vinculantes» para las instalaciones de combustión europea. Así lo explicó la directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente y vicepresidenta de la red ambiental de oenegés Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB, por sus siglas), Ana Barreira, quien afirma que la medida servirá como base de las condiciones para la concesión de permisos de las grandes plantas.

A partir de ahora, estas instalaciones disponen de 4 años para rebajar sus emisiones de óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, pequeñas partículas y, por primera vez, también de mercurio, a los niveles aceptados por la actualizada directiva. La decisión surge a partir de las negociaciones entre los Estados miembros de la Unión Europea, y los representantes del sector y las organizaciones que conforman el EEB, quienes consideraron las mejores técnicas disponibles aplicables a estas plantas para ajustar los niveles máximos de emisión con el fin de reducir la contaminación y paliar las consecuencias en la salud y el medio ambiente que derivan de ellas.

Una inversión de cuestionado retorno

Se calcula que el coste de adaptación para las centrales térmicas de carbón españolas, que tendrán que incluir esta mejor tecnología disponible si quieren seguir operando, rondará los 1.119 millones de euros, según un informe de la European Climate Foundation. Muchas de ellas, a juicio de los expertos consultados, no verán justificada la inversión, por lo que optarán por el cierre. «Es poco probable que las inversiones necesarias para que muchas plantas cumplan con los límites revisados representen una buena relación calidad-precio», consideran desde Ecologistas en Acción, y recuerdan que algunas centrales térmicas de carbón ya han anunciado su cese.

Por otro lado, Barreira señala que algunas plantas españolas, como varias de Enel (Endesa) sí se adaptarán, pues ya habían realizado una previa inversión para cumplir con los valores límites de emisión fijados para el 2020 y, por tanto, continuarán con su incorporación de tecnología de desnitrificación y desulfuración. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción Francisco Ramos recuerda que cada vez que se apruebe un documento de esta naturaleza, que tenga en cuenta las mejoras en las técnicas disponibles aplicables al sector, se actualizarán de nuevo los valores límites de emisión y por tanto, las plantas que sí apuesten por adecuarse a los requisitos de 2021 tendrán que continuar invirtiendo para adaptarse a modificaciones futuras.

Jorge Morales, director general de GeoAtlanter, argumenta que, con independencia de que los nuevos límites hagan más difícil que las centrales térmicas de carbón sean competitivas, éstas «ya no lo eran antes» y asegura que «la enfermedad ya estaba diagnosticada». «No tiene sentido hablar de una tecnología del siglo XX en pleno siglo XXI», juzga este experto y reclama que «el carbón es innecesario para el suministro» y que «es prioritaria su sustitución«. En este sentido, Morales opina que esta fuente de energía, «la más contaminante» de todas, se va a sustituir por otra «más barata y que además es renovable», cuyo desarrollo, aduce, se puede conseguir «perfectamente» en poco tiempo; «no en dos días, pero sí en dos años».