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Elecciones 28-A: Eficiencia energética, rehabilitación de edificios y medidas de apoyo al consumidor doméstico vulnerable y a la industria electrointensiva

Javier Angulo.- La mejora de la eficiencia energética constituye, junto a la reducción de emisiones y al desarrollo de fuentes de energía renovable, uno de los principales compromisos a nivel europeo dentro de la hoja de ruta para cumplir con el Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático. Una mayor eficiencia supone un ahorro de energía que reduciría las necesidades del consumidor doméstico vulnerable que no puede hacer frente a una factura energética que también afecta a la competitividad industrial.

En estos ámbitos el PSOE presume de las medidas tomadas desde el Consejo de Ministros en los viernes sociales. Los socialistas reivindican que sus 10 meses de Gobierno hayan servido para mejorar el bono social de electricidad y la creación del bono térmico para consumos de calefacción. Todo ello articulado en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, con un renovado bono social que cubre todas las fuentes de suministro (electricidad, gas) y que será de concesión automática. Asimismo, abogan por facilitar el acceso a estos descuentos a las familias con menores de edad.

Esta Estrategia también aboga por ampliar paulatinamente el peso de medidas estructurales frente a las prestacionales como el bono social para permitir abordar el problema de la pobreza energética de forma estructural. Así, se potenciará las rehabilitaciones exprés (cambios de equipos térmicos, modificación de determinados elementos de la envolvente de la vivienda…); a medio plazo se apuesta por articular un parque de vivienda en alquiler social que subvencione los gastos de suministros energéticos para colectivos especialmente vulnerables; y se incentivará la renovación de electrodomésticos, equipos térmicos o calderas. A largo plazo, se apostará por medidas de rehabilitación integral de edificios.

Todo ello para cumplir en 2030 con un compromiso de mejora de la eficiencia energética del 32,5%, conforme a lo comprometido por los Estados comunitarios con la Comisión Europea. Pero los viernes sociales no acaban en la lucha contra la denominada pobreza energética. La industria espera para este viernes 26 de abril la aprobación del Estatuto de Consumidores Electrointensivos, una medida a sumar a la regulación de las redes cerradas de distribución para reducir el coste energético y la prórroga de la vida útil de las instalaciones de cogeneración por 2 años. Curiosamente solo Vox se acuerda junto al PSOE de la industria cogeneradora, para la que augura un papel relevante durante la próxima década.

Las propuestas del PP son más generales en este ámbito y, por qué no decirlo, más comedidas. El programa de los populares habla de reforzar el bono social para mejorar la protección de los consumidores más vulnerables pero no entra en detalles. También apela a un compromiso con la rehabilitación y la promoción de la eficiencia energética en los sectores de la edificación y, en lo que sí suena más novedoso, en la renovación de las instalaciones del sector turístico. Lo que suena a reproche a iniciativas más ambiciosas es el compromiso del PP a que todas estas medidas siempre tendrán en cuenta las capacidades adquisitivas de consumidores y empresas.

Donde el programa del PP se mueve con más soltura es en temas fiscales. En este sentido los de Pablo Casado se comprometen a utilizar los ingresos adicionales que se deriven del aumento de los derechos de emisión de CO2 en los mercados europeos “para modular la fiscalidad de la energía”, rebajando así en cada momento del tiempo la factura energética de la industria. Asimismo, el PP potenciará los mecanismos de ayuda a la industria para compensar los efectos de las políticas medioambientales y energéticas.

Por su parte, la gran apuesta de Unidas Podemos por la eficiencia energética es una vez más su plan para rehabilitar anualmente al menos 500 000 viviendas y conseguir reducir su factura de la luz con medidas de aislamiento térmico, la instalación de sistemas de calefacción y agua caliente eficientes y la iluminación de bajo consumo. Para ello, resulta interesante el compromiso de dar prioridad a los hogares y barrios más vulnerables y a edificios situados en zonas menos pobladas. Según cálculos de la formación morada, las familias podrán llegar a reducir en un 50% su consumo de energía y ahorrar un promedio de 400 euros anuales con las medidas propuestas.

Los de Pablo Iglesias mantendrán las protecciones frente a la pobreza energética pero cimentan su apoyo al consumidor vulnerable en la eficiencia energética. De esta forma aseguran que se crearán miles de empleos “en un sector tan castigado” como es el de la construcción y avanza que las empresas también se beneficiarán de este plan de rehabilitación a través de subvenciones para fomentar la eficiencia. Sin embargo, en materia sectorial, sorprende el silencio de Unidas Podemos sobre la industria electrointensiva.

Todo lo contrario sucede con Ciudadanos, que concentra esfuerzos en mejorar la competitividad industrial con una tarifa eléctrica más predecible. Para ello comprometen su propio Estatuto del Consumidor Electrointensivo, que reconozca las dificultades específicas de este tipo de industrias e introduzca mecanismos que favorezcan su competitividad en el mercado internacional. Un apartado en el que los de Albert Rivera creen que podrían mejorar su situación apostando por los contratos bilaterales de entrega de energía eléctrica (conocidos como PPA). Asimismo, comprometen que las empresas podrán compensar sus costes de emisiones de gases invernadero, con ayudas condicionadas a la implementación de medidas de eficiencia energética e innovación por parte de la industria.

En lo que atañe a los consumidores domésticos, Ciudadanos promete una factura de la luz que premie a los que tengan un consumo más reducido. Al igual que Unidas Podemos, pone cifras a las viviendas que deberían rehabilitarse cada año, aunque se tratan de números menos ambiciosos o más realistas, según el punto de vista. 300.000 viviendas en las que fomentar la eficiencia energética es el compromiso de la formación naranja, que asegura que los nuevos inmuebles y todas las instalaciones públicas se construirán bajo estándares de consumo casi nulo.

Por su parte, el programa de Vox se desmarca de estas propuestas de rehabilitación o medidas pensadas para la industria electrointensiva con una generalidad: afirma que la eficiencia energética es un fin tan importante como la descarbonización, ya que contribuye a la reducción de emisiones, a la competitividad económica de la industria y a incrementar la renta disponible de las familias. Ahora bien, no hay medidas concretas en este sentido.

Sí concreta más al decir que el bono social debe ser financiado a través de los Presupuestos Generales del Estado y no por las compañías comercializadoras, acogiéndose a las tesis de la patronal eléctrica. Más novedosa es la propuesta de establecer bonificaciones proporcionales al número de miembros de las familias en todo tipo de suministros básicos como la luz o el gas. Y único es su apoyo al desarrollo de gas renovable, como combustible clave para procesos industriales de alta temperatura en el largo plazo.

Los hogares españoles ahorrarán 340 millones de euros anuales en costes de calefacción con la transposición de la normativa europea

Europa Press.- Los hogares españoles podrán ahorrar hasta 340 millones de euros en la factura anual de calefacción cuando se trasponga la directiva europea de eficiencia energética que obligará a instalar repartidores de costes de calefacción, esto es, contadores individuales en cada radiador, en las viviendas con calefacción central, de forma que cada usuario pague por lo que consume, según la Asociación Nacional de Instaladores de Repartidores de Costes de Calefacción (Anirca).

En concreto, esta medida afectará a, al menos, 1,7 millones de viviendas en España y supondrá un ahorro de 200 euros al año para el consumidor español, lo que equivale a un 30% de la factura energética del hogar. Al mismo tiempo se evitará el despilfarro energético y la emisión a la atmósfera de 2 millones de toneladas de CO2 al año. El 47% de la energía consumida en el hogar corresponde a la calefacción.

A principios del pasado junio, la Comisión Europea envió un ultimátum a España para que trasponga correctamente esta normativa y no se ha aprobado aún el Real Decreto cuyo borrador se sometió a consulta pública el pasado abril y en el que se anunciaba como fecha límite 2021 para que todos los hogares con calefacción central tengan instalados estos dispositivos.

La mayoría de los países de la Unión Europea ya transpusieron la directiva, por lo que la asociación confía en que el Ejecutivo, en su compromiso de reducir las emisiones de CO2 y promover la eficiencia energética, «incorpore la normativa comunitaria cuanto antes al ordenamiento jurídico español para que puedan empezar a ponerse en marcha las medidas necesarias para reducir el consumo de energía en el sector residencial», señala el presidente de Anirca, Luis Cid-Fuentes.

La Junta de Castilla y León y la Diputación de Palencia colaborarán para impulsar la eficiencia en los municipios mineros

EFE.- La Junta de Castilla y León y la Diputación de Palencia colaborarán para ahorrar costes y mejorar la eficiencia energética en los 21 municipios mineros del norte de la provincia de Palencia. «El objetivo es promover el ahorro energético, reducir sus gastos corrientes y favorecer inversiones en materia de eficiencia», ha asegurado la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, que suscribió un convenio con la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén.

El convenio establece tres ejes de actuación para optimizar el suministro de energía eléctrica en las poblaciones incluidas en el Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros. Según Del Olmo, para empezar se elaborará un inventario de centros de consumo y puntos de suministro eléctrico en esas localidades y se establecerá un sistema de monitorización de su gasto energético. Después se analizarán los contratos vigentes con las comercializadoras para comprobar si las potencias y tarifas contratadas se ajustan a las necesidades y consumos reales de los ayuntamientos y, en su caso, plantear las modificaciones oportunas. Y por último, el convenio prevé el diseño y puesta en marcha de un sistema de seguimiento y mejora continua de las instalaciones energéticas.

Para llevar a cabo estas iniciativas, la Junta va a poner a disposición de los pueblos la herramienta telemática OPTE, que ha sido desarrollada por el Servicio de Informática del Ejecutivo autonómico y gestiona el EREN, organismo adscrito a la Consejería de Economía. El director del EREN, Ricardo González, ha explicado que esta aplicación ofrece un diagnóstico de los hábitos de consumo de cada centro o edificio y propone la solución más óptima para reducir el gasto fijo de facturación eléctrica, hacer un uso responsable de la energía e, incluso, proponer la mejora de los contratos de suministro, lo que redunda en mayores ahorros económicos.

Además la consejera de Economía ha hecho un balance del éxito que ha supuesto ya el uso de esta herramienta que ha analizado 1.830 contratos de luz y gas correspondientes a 1.730 edificios públicos como hospitales, centros de salud, colegios y otras dependencias, y permitió ahorrar 2,5 millones de euros durante 2016 solo en concepto de costes fijos del recibo.

Por último, la presidenta de la Diputación palentina, Ángeles Armisén, subrayó que «si la experiencia es buena» la Diputación solicitará la aplicación de la herramienta en el resto de municipios de Palencia para «mejorar la gestión de los recursos«. En el mismo sentido se colabora con la institución provincial de León, que trabajará con la Junta para poner en marcha mejoras de eficiencia en los municipios mineros de este territorio.

Un programa europeo coordinado por la Cámara de Comercio reduce un 8,2% las emisiones de 108 pymes españolas

Europa Press.- El programa de la Unión Europea STEEEP (Support and Training for an Excellence Energy Efficiency Performance) ha permitido la reducción de un 8,2% de las emisiones de gases invernadero a 108 pymes españolas. El programa, coordinado por Eurochambres a nivel europeo y por la Cámara de Comercio en España, implementado por las Cámaras de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Zaragoza, pretende reducir el consumo de energía de las empresas, mejorar su eficiencia y crear una red de asesores camerales en esta materia.

El resultado de estos trabajos ha sido una rebaja de la factura energética de estas compañías en 441.604 euros, un 6% de media, y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en 1.109 toneladas, un 8,2%. El desarrollo del programa se basa en la formación especializada de técnicos, que posteriormente han visitado las empresas y elaborado para la pyme en cuestión un Plan de Gestión de la Energía, en el que se resume la situación energética de la compañía y se incluyen propuestas para mejorarla. Asimismo, estas actuaciones se han complementado con 45 talleres dirigidos a las empresas participantes, algunos de ellos abiertos al público en general.

Las pymes participantes han incorporado a su actividad mejoras en la iluminación, refrigeración o procesos industriales que les han permitido ahorrar costes. Una de las medidas más comunes ha sido modificar el término de potencia, porque la contratación se hizo de forma incorrecta. En ciertos casos se ha requerido algún tipo de inversión para la adquisición de equipos que sustituyen a otros obsoletos, pero esa inversión, asegura la Cámara «se ha amortizado en plazos de tiempo muy breves gracias al ahorro en la factura energética que han supuesto las renovaciones». En otros, el ahorro provino del cambio de ciertos hábitos de producción, con lo que el coste ha sido cero.

El 45,4% de las 108 pymes españolas que han formado parte de este programa pertenecen al sector industrial, frente al 15,7% que desarrolla su actividad en la actividad comercial y el 9% que se dedica a alojamientos y establecimientos de restauración. Las 33 restantes eran empresas de otros servicios. En cuanto a su tamaño, 52 tenían entre 10 y 49 empleados, 32 entre 1 y 9, y 20 contaban con entre 50 y 249 empleados.

El ahorro llega al 20%

Por ejemplo, las empresas Comercial Sermasa y Dema Gestión han logrado ahorrar un 20% en su consumo de energía gracias al programa STEEEP. Ambas empresas madrileñas, con tradición en el sector de manipulados promocionales y que desarrollan su actividad en tres naves, conforman algunos de los mejores ejemplos de compañías que experimentan un fuerte ahorro de costes. Las medidas implementadas gracias al programa STEEEP se han concentrado en el cambio de iluminación de los centros de trabajo. Si antes las plantas estaban iluminadas durante todo el día con luminarias muy ineficientes, ahora se sustituyeon por paneles que dejan pasar la luz natural y las luminarias se han cambiado por LED.

Este cambio ha permitido mejorar las condiciones de trabajo y reducir el consumo. En concreto, el ahorro gracias a las medidas aplicadas asciende al 20,7% del consumo energético en los nueve primeros meses de 2016 en comparación con 2013. Además, estas empresas han experimentado un descenso de 2,80 y 2,22 en el número de kilovatios hora (kWh) de producción, así como una rebaja de 0,92 euros a la hora de producción a 0,36 euros, según indica la Cámara de Comercio.

Otro caso paradigmático es el de la Farmacia Ramírez de Diego, situada en la localidad costera de San Juan de la Arena, en Asturias, que tenía un problema de refrigeración. Gracias al programa STEEEP, han instalado una bomba de calor y un aerotermo. La inversión necesaria fue de 13.000 euros, pero los propietarios esperan amortizarlos en unos 5 años con el ahorro del 50% en la factura energética. Gracias a ambos aparatos, la temperatura en el interior del local es constante y agradable tanto para el público como para los empleados. La bomba de calor, además, soluciona otro problema, el de la humedad, que afectaba al trabajo en el laboratorio.

El Congreso vota mañana si ordena al Gobierno prohibir los cortes de luz a quien no pueda pagarla

Europa Press.- El Pleno del Congreso votará este martes una moción del grupo de Unidos Podemos en la que se propone instar al Gobierno a prohibir a las empresas eléctricas cortes en el suministro energético sin consultar con los servicios sociales.

Esta moción se deriva de la interpelación que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, dirigió al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, sobre la necesidad de aplicar medidas contra la pobreza energética.

De esta forma, el grupo parlamentario de Unidos Podemos-En Comú-En Marea quiere recabar el compromiso de las fuerzas políticas representadas en el Congreso para evitar que las personas en situación de vulnerabilidad vean interrumpido su suministro energético. La moción contempla que sean las empresas las que asuman el coste en caso de que los servicios sociales justifiquen este impago.

La moción recoge otros siete puntos, entre los cuales destaca la sustitución del actual bono social por una «tarifa social de reducida cuantía» dirigida a familias con bajos niveles de renta, financiada por las compañías eléctricas y proporcional a la renta del hogar.

No más del 10% de los ingresos del hogar

Desde Unidos Podemos reclaman que la energía sea reconocida como «un bien público y común», y a partir de ahí garantizar que todos los hogares puedan mantener unas condiciones adecuadas de temperatura y demás servicios energéticos esenciales, no pudiendo superar este «suministro mínimo vital» el 10% de los ingresos mensuales del hogar.

Esta «tarifa asequible» se dirige, señalan, a todos los consumidores en su primera residencia, y en ella se «debe penalizar el consumo ineficiente» a través de elementos de fiscalidad energética, y considerar la renta como «criterio principal» a la hora de establecer «precios sociales y favorables para las familias en función de los ingresos económicos».

Como parte de estas medidas dirigidas a aminorar el coste de la factura energética, quieren que se aplique a la electricidad, el agua y el gas un tipo de IVA reducido.

Auditoría, Trasparencia y Pago de los CTC’s

Toda esta batería de medidas sobre las que los grupos deberán posicionarse se completan con otros tres puntos dirigidas a las compañías eléctricas, a las que reclama el reconocimiento y la devolución de los Costes de Transición a la Competencia (CTCs), cifrados en más de 3.500 millones de euros.

Asimismo, insta al Gobierno a realizar una auditoría de los costes de todo el sistema eléctrico nacional para determinar «los costes reales de producción de la electricidad con cada tecnología, así como los costes asociados a los servicios de transporte y distribución». También piden auditar el déficit de tarifa, «su origen y su legitimidad».

Por último, el texto sobre el que se pronunciará el Congreso acaba con una exigencia de transparencia: exige a las empresas suministradoras publicar trimestralmente el número de consumidores que no pueden abonar la factura de la luz, agua y gas, así como el número de consumidores que se ven afectados por cortes del suministro.

También reclaman a las empresas «una mayor y mejor información» sobre los conceptos que incluye la factura, los servicios energéticos contratados, medidas de eficiencia energética y la disponibilidad de los bonos sociales.