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Cañete no ve contradictorios los cargos al autoconsumo con la normativa europea y plantea limitar los pagos por capacidad

Europa Press / EFE.- El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha reconocido que los pagos por capacidad a las centrales térmicas son «subsidios» a los combustibles fósiles, y ha abogado por redefinirlos y ponerles límite a nivel europeo. Asimismo, Cañete manifestó que no cree que el llamado impuesto al Sol sea contradictorio con la regulación europea pues en el momento de aprobarse no existía normativa comunitaria sobre autoconsumo.

Sin embargo, el comisario sí que ha reconocido que existe «un diálogo» abierto entre ambas instituciones al respecto de esta norma por la aplicación de esta regulación. «Desde el punto de vista procedimental estamos en un diálogo con el Gobierno español«, ha dicho. Ante la Comisión Mixta del Senado y el Congreso, a la que ha acudido para dar cuenta del nuevo paquete de medidas energéticas impulsado por la Comisión Juncker, Arias Cañete ha destacado que es la primera vez que se regula, desde el ámbito comunitario, el autoabastecimiento energético.

«Regulamos por primera vez el derecho a autoproducir, a vender y a que los consumidores se conviertan en agentes activos», ha dicho. En esta directiva, ha defendido, los costes que se reclamarán serán «proporcionados» y «tendrán una lógica desde el punto de vista de la eficiencia«. Para el comisario de Energía, la proporcionalidad en los costes «es uno de los puntos fundamentales» de la nueva directiva. Asimismo, ha avanzado que se prohibirá la retroactividad en el sistema de apoyo a las renovables pues «afecta a los efectivos de los inversores».

Respecto al fomento de las energías renovables, Arias Cañete se mostró contrario a los subsidios, “que acaban en la tarifa de los consumidores», ha apostillado. Asimismo, subrayó la importancia de apoyar la innovación, tanto en la generación de energía como de almacenamiento. En este punto, ha mencionado la importancia de tomar la delantera en baterías pues, a su juicio, «no tiene sentido que las baterías estén hechas en Corea, Japón y China». Por otro lado, reivindicó el impulso de incentivos para potenciar las energías limpias tanto en el lado de la oferta como de la demanda, con infraestructuras de carga.

Cañete también se refirió al objetivo marcado de descarbonización para la economía en 2050, para el cual rechazó la instalación de objetivos por plazos y para lo que se estudiarán las consecuencias económicas y sociales que podrá tener para todos los sectores afectados.  Al mismo tiempo, ha apuntado que la Unión Europea invitará a todos los países de la región a que hagan sus estrategias y análisis de descarbonización a 2050 para el año 2019 aunque ha reconocido que la Comisión no puede decidir qué energía debe generar un país.

Subsidios a los combustibles fósiles

En este sentido, Cañete reconoció que los pagos «por capacidad» a las centrales térmicas, que los reciben por estar disponibles, son «subsidios» a los combustibles fósiles y aboga por redefinirlos y ponerles límite a nivel europeo ya que “no tienen sentido tal cual están planteados en el proceso de descarbonización por el que apostamos”.Por ello, Cañete plantea que las nuevas instalaciones térmicas no deben de beneficiarse de estas compensaciones.

El comisario ha admitido que «en España no somos conscientes de que estamos en una transición energética sin precedentes», ya que el recién ratificado Acuerdo de París «supone que en 2050 se genere prácticamente toda la electricidad con renovables y no emitir CO2«.Ese acuerdo implica «una revolución del sistema energético y económico», así como «una oportunidad histórica de liderar esta revolución que va a traer mucho empleos», aunque «nos queda mucho trabajo por delante» para lograr ese liderazgo.La quema de carbón «será inconcebible en 2050 sin tecnologías de captura y secuestro», indicó el comisario, quien ha incidido en que la Unión Europea está invirtiendo mucho en esas técnicas.

Después de que el comisario afirmara estar «convencido de que hay que luchar contra el cambio climático, y que eso implica cambiar la política energética y desarrollar las renovables», la diputada de Podemos Rosa López le ha tildado de «convertido», al proceder de un Gobierno en España que «no ha apostado» por esas materias y que ha legislado para que «no se haya instalado ni un megavatio renovable desde 2011″.

Cañete remarcó que cree que las renovables serán «las ganadoras» de una transición energética «que ha venido para quedarse». No obstante, matizó que “descarbonizar totalmente la economía es muy fácil de decir» y argumentó que hasta que las energías renovables no cuenten con capacidad de almacenamiento “suficiente”, el gas seguirá siendo necesario y, por tanto, habrá emisiones. Las críticas parlamentarias a Cañete también le llegaron desde Ciudadanos. Toni Cantó le acusó de pertenecer a un partido que «legisla a favor de las grandes compañías eléctricas».

Galán (Iberdrola) confía que la nueva hoja de ruta de la UE impulse las inversiones

EFE.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha valorado hoy la nueva hoja de ruta energética presentada esta semana por la Comisión Europea y que espera «impulse» las inversiones «en innovación y tecnología necesarias para un sistema energético más sostenible».

En declaraciones, Galán ha valorado este paquete normativo que supone «un avance muy importante» para la transformación del modelo energético en Europa, y «sienta las bases para acelerar la descarbonización del sector y crear un verdadero mercado único competitivo».

Iberdrola, subraya, apoya esta iniciativa que espera anime a acometer las inversiones en innovación y tecnología necesarias para crear un sistema energético sostenible, «basado en la generación de electricidad limpia, el desarrollo de redes inteligentes y un mayor papel del consumidor».

«Iberdrola lleva realizando esta transformación en las últimas dos décadas y ha logrado ser la primera productora de energía renovable y situarse entre las utilities europeas integradas con menores emisiones», explica Galán.

La Comisión Europea (CE) presentó el miércoles una propuesta legislativa sobre eficiencia energética, renovables y mercados eléctricos que la Unión Europea (UE) deberá aplicar entre 2020 y 2030 para cumplir con sus compromisos climáticos del Acuerdo de París.

El objetivo es reducir en 2030 un 40% las emisiones contaminantes respecto a 1990, garantizar que al menos el 27% del consumo energético de los Veintiocho provenga de energías renovables y mejorar en un 30% la eficiencia energética.

Y, para ello, se requerirá una inversión anual de 379.000 millones de euros a partir de 2021, según el comisario de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete.

Más de 20 países presentan planes de descarbonización para atraer inversores

EFE.- Más de una veintena de países presentaron hoy en la cumbre del clima de Marrakech (COP22) sus estrategias nacionales con los pasos a dar para descarbonizar sus economías en 2050 y así dar confianza a los inversores, entre ellos tres de América Latina: México, Perú y Costa Rica.

El Acuerdo de París adoptado el pasado año invitaba a los países a elaborar y presentar a Naciones Unidas sendas de descarbonización a largo plazo (2050) para que les sirvieran de guía para saber si lo que se hacen a corto plazo va por buen camino.

En menos de un año, ya son cuatro los grandes emisores que han entregado a Naciones Unidas esas estrategias: Alemania lo hizo el lunes, Estados Unidos ayer y Canadá y México hoy, al tiempo que otros 16 países ultiman las suyas.

Las estrategias están siendo elaboradas por equipos científicos de cada país con el apoyo de sus gobiernos, y para compartir conocimiento entre ellos lanzaron hoy la Plataforma 2050, a la que han invitado a sumarse a más países, regiones y ciudades.

En la presentación de las mismas participaron una decena de ministros de los países que están desarrollando estas estrategias entre ellos el titular costarricense de Medio Ambiente y Energía, Edgar Gutierrez, quien señaló que contar con un plan con objetivos de descarbonización a largo plazo y con objetivos claros «envía un signo claro a los mercados y da seguridad a los inversores «.

En la misma línea se pronunció la ministra de Medio Ambiente de Perú, la economista Elsa Galarza, quien incidió en que los mercados necesitan certidumbres como las que da una estrategia a largo plazo para cumplir el objetivo que se han propuesto los países en el Acuerdo de París de descarbonizar sus economías a mediados de siglo para que la temperatura del planeta se mantenga por debajo de dos grados.

Aunque al evento de presentación de la plataforma no asistió ningún representante de México, este país latinoamericano fue el tercero en presentar a la ONU su estrategia a 2050 en la que explica las medidas que piensa llevar a cabo para reducir sus emisiones un 50% a mitad de siglo.

El comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, señaló por su parte que la Unión Europea tiene un objetivo de reducción de emisiones de un 80 % para 2050, y aunque no cuenta aún con una estrategia de descarbonización, va a apoyar la plataforma.

Arias Cañete dijo que está a la espera del informe que el panel gubernamental de expertos en cambio climático (IPCC por sus siglas en inglés) presentará en 2018 diciendo qué deben de hacer los países para mantener la temperatura por debajo de los 1,5 grados para desarrollar esta estrategia.

La exsecretaria de Estado española de cambio climático Teresa Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), institución que presta apoyo científico a los países para la elaboración de estas estrategias, consideró que la UE «no debe retrasar este ejercicio» si quiere abanderar la acción climática.

«Sin un plan a largo plazo trabajas a ciegas cuando te fijas objetivo de reducción de emisiones a corto plazo, tienes que decir a las empresas dónde quieres estar en 2050 para que sepan dónde colocar el dinero», añadió Ribera.

Asimismo, la directora del IDDRI indicó que la futura ley española de cambio climático debe ir acompañada de esta estrategia para dar la posibilidad al Parlamento de que cada dos años revise si las medidas que se toman están en consonancia con la senda para alcanzar el objetivo previsto.

Entre los países que apoyaron hoy esta plataforma están Canadá, Estados Unidos, México, Italia, Costa Rica, Perú, Brasil, Sudáfrica, Reino Unido, Francia, Alemania, Noruega, Suiza, Suecia, China, India, Indonesia, Corea del Sur, Rusia, las Islas Marshall y Etiopía.

Las renovables superan por primera vez al carbón en capacidad instalada, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

Europa Press / EFE.- El año 2015 representó un «punto de inflexión» para las energías renovables, responsables de más de la mitad de la nueva capacidad de generación de energía en todo el mundo, con un crecimiento del 15% hasta un nuevo récord de 153 gigavatios (GW), lo que permitió a este tipo de energías convertirse por primera vez «en la mayor fuente mundial de energía por capacidad instalada», superando al carbón, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

De este modo, la AIE ha revisado un 13% al alza su proyección de crecimiento para las energías renovables entre 2015 y 2021, periodo en el que confía en que el sector pasará a cubrir desde el 23% al 28% de la demanda eléctrica mundial. «Durante los próximos cinco años, las renovables seguirán siendo la fuente de generación de electricidad de mayor crecimiento», subraya la agencia, que calcula que este tipo de energías serán responsables de más del 60% del aumento de la capacidad mundial de generación a medio plazo. Además, la AIE calcula que la energía solar fotovoltaica y la eólica representan unidas el 75% del crecimiento de la capacidad renovable a medio plazo.

Las mejores expectativas para las renovables se explican por el fuerte apoyo recibido en países como Estados Unidos, México, China e India, así como en la reducción de costes, que para 2021 podrían bajar un 25% en el caso de los paneles solares y un 15% en el de la energía eólica terrestre. También destaca el papel desempeñado por el mayor apoyo político en mercados clave, así como las mejoras tecnológicas. Asimismo, junto a la preocupación por mitigar el impacto del cambio climático, en muchos países la apuesta por las renovables se explica por la necesidad de diversificar fuentes energéticas para ganar seguridad de suministro.

Según la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), durante 2015 se instalaron alrededor de medio millón de paneles solares diariamente, lo que permitió incrementar la capacidad de generación en 49 gigavatios en 2015. De hecho, la AIE estima que la generación de energía a través de renovables excederá de 7.600 teravatios hora (TWh) para 2021, un volumen de generación equivalente a la suma de Estados Unidos y la Unión Europea en la actualidad.

El calor y el transporte

«Estamos siendo testigos de una transformación de los mercados energéticos globales encabezada por las renovables y, como es el caso de otros campos, el centro de gravedad del crecimiento de este tipo de energía se está desplazando hacia los países emergentes», indicó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. No obstante, a pesar de lo excepcional del 2015, la AIE subraya la necesidad de mantener la prudencia ante la «persistencia de incertidumbres normativas en demasiados países», lo que conlleva la ralentización de inversiones, mientras que los avances de las renovables en sectores como la calefacción y los transportes siguen siendo lentos y requieren esfuerzos más fuertes de las regulaciones.

El desarrollo de calor a partir de renovables, no obstante, sigue siendo un desafío, y la cuota de biocombustibles en la demanda de fueles para el transporte se espera que solo pase del 3% al 4% en ese periodo hasta 2021. Además, la AIE resaltó que cumplir los objetivos marcados en la COP21 requiere tasas de descarbonización más fuertes. Abordar el diseño del mercado para mejorar la integración de las renovables, poner en marcha políticas estables y sostenibles que fomenten la certidumbre en las inversiones y desarrollar mecanismos para reducir los costes de financiación son, según indicó, claves para conseguirlas.

“Insuficiente” acelerón de transición energética

Por otro lado, la AIE considera que la transición hacia las energías renovables ha experimentado una aceleración, pero advirtió de que todavía es insuficiente para alcanzar objetivos ambiciosos contra el cambio climático. «Hay señales de cambio», indicó el jefe de la división de renovables de la AIE, Paolo Frankl, quien advirtió de que crear el marco necesario para atraer inversión depende de políticas adecuadas. Se requiere, añadió, una visión a largo plazo. Su organismo calcula que la capacidad eléctrica global a partir de este tipo de energía crecerá un 42% hasta 2021, una perspectiva mucho más optimista que la efectuada en 2015, y que debe a Estados Unidos más de la mitad de esos cálculos.

Un menor crecimiento de la demanda eléctrica, legislación pendiente sobre el diseño del mercado o incertidumbre de las políticas al respecto en algunos mercados de la Unión Europea explican que su avance en el bloque comunitario sea menor que antes. China, por otra parte, se mantiene como «líder global indiscutible» de la expansión de las renovables, tanto por la preocupación por la contaminación del aire como por políticas medioambientales favorables.

Teresa Ribera reclama que España recupere una agenda de descarbonización energética para cumplir los objetivos comunitarios de reducción de emisiones

EFE.- La directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de Francia, Teresa Ribera, considera que «España debe recuperar la agenda de la descarbonización energética», ahora que la Comisión Europea anunció su propuesta de reducción de emisiones de CO2.

Ribera, ex secretaria de Estado de Cambio Climático con el PSOE, ha señalado que la propuesta de la Comisión Europea de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para España de un 26% es «seria», aunque está «por debajo de lo que se necesita y por debajo de lo que se esperaba«. Según Ribera, está por debajo de los que se necesita porque la Unión Europea ha asumido en París (COP21) una senda complicada en la que es importante ir marcando unos objetivos en el tiempo porque el mundo avanza a una «descarbonización de la economía» y la senda que propone la Comisión Europea es «como bien definía el comisario Arias Cañete en su intervención, realista más que ambiciosa«.

Para España, supone que hay que recuperar la agenda de un proceso de descarbonización del sistema energético en su conjunto, es decir, replantearse muy seriamente las opciones y propuesta de movilidad, el paquete de eficiencia energética y renovables y un sistema fiscal que incentive todo este cambio. Además, explicó, en la propuesta se introduce una referencia a las denominadas «actividades LULUCF» o posibilidad de descontar emisiones por actividad de cambios de uso del suelo, lo que facilita los procesos de descarbonización de los sistema agrarios, algo que en principio se había dejado fuera. Se trata, indicó, de «un incentivo interesante» en el contexto de la próxima reforma de la Política Agraria Común (PAC) que se empezará a abordar en 2017.

La directora del IDDRI ha insistido en que se trata de una «propuesta seria», una declaración política y que «ahora, además de negociarse y aprobarse, necesita un papel legislativo importantísimo». «Las cifras que se han anunciado son las del reparto del esfuerzo en los sectores no incluidos en el sistema de comercio de derechos de emisión, que requiere una transformación de cuatro sectores: transporte y movilidad, vivienda (consumos de los ciudadanos y sector residencia), residuos y el sector agrario, donde habrá que poner en práctica cambios muy importantes», remarcó Ribera.

Para la Comisión Juncker, que calificó de «anodina», requerirá de un paquete normativo que debe marcar la agenda del curso 2016-17 y supone una oportunidad para el desarrollo de medidas regulatorias de gran calado que marcarán el perfil de la competitividad, de la innovación, del bienestar y la relación con la energía de los ciudadanos europeos en los próximos años.

Repsol inicia la pugna post-París: Brufau considera «falso» que el coche eléctrico sea «cero emisiones» al generarse parte con carbón

Si bien el consenso internacional expresado en la COP21 de París ha fijado la meta a largo plazo en la lucha contra el cambio climático, la discusión se centra ahora en cómo alcanzar la descarbonización de la economía. En este contexto se enmarca el llamamiento a la reflexión expresado ante los accionistas por el presidente de Repsol. Con los combustibles fósiles en el punto de mira, Antonio Brufau reivindicó el futuro de las petroleras y cargó contra el coche eléctrico.

En este sentido, Brufau cuestionó que el coche eléctrico «sea cero emisiones», dado el peso que tiene el carbón en el mix de generación eléctrico actual, así como algunas de las políticas de subvenciones aplicadas a estos vehículos. «Lo hay que ver es quién produce la electricidad», indicó antes de arremeter contra las subvenciones anunciadas por el Gobierno alemán para el coche eléctrico. “Cuando veo que un Gobierno tan serio como el alemán dice que va a subvencionar los coches eléctricos y en Alemania el 45% de la electricidad se genera con carbón, tengo que pensar que la subvención no es al coche eléctrico sino al sector del carbón o del automóvil alemán», señaló Brufau.

«Subvencionando el coche eléctrico en Alemania no se consigue reducción de CO2″, concluyó. Por ello, Brufau pidió que «no se distorsione la realidad» al abordar temas como éste del vehículo eléctrico. Así, ha explicado que si se tiene en cuenta todo el proceso, desde la fabricación del vehículo hasta su desguace, un coche de combustión interna emite el mismo CO2 que uno eléctrico en Alemania, donde el carbón mantiene un papel protagonista en la generación. Asimismo, recordó que «una parte importante» del uso del petróleo no genera emisiones de CO2 ya que el 40% se deriva a usos industriales en las que no se consume y, de momento, es insustituible.

También subrayó que el sector eléctrico recibió 23.000 millones de euros en subvenciones entre 2008 y 2013, con los que se ahorraron 100 millones de toneladas de CO», lo que sitúa el coste por tonelada en 230 euros. Frente a esto, aseguró que las medidas puestas en marcha por Repsol redujeron sus emisiones en 9 millones de toneladas, a razón de aproximadamente 7 euros por tonelada. “Y se logró con nuestro dinero”, remarcó Brufau. Además, cuestionó que las subvenciones a las energías renovables hayan servido para «crear desarrollo industrial o «retornos económicos y sociales», al tiempo que apuntó que estas ayudas públicas «han servido para mejorar la cuenta de resultados» de aquellos que las recibieron. «A eso no jugamos», dijo.

Eso sí, Brufau destacó el compromiso de Repsol en la lucha contra el cambio climático y su compromiso en el cumplimiento de los acuerdos de París. En esta línea, defendió que «no podemos trabajar en ningún otro escenario que no sea cumplir el objetivo de que no se incremente en dos grados la temperatura del planeta» aunque continúe creciendo el consumo de energía. Para ello, consideró necesarias aportaciones por todas las fuentes de energía y avanzar también en materia de eficiencia. En el campo de los hidrocarburos, explicó que en el horizonte de 2035 se producirá un descenso en el uso del petróleo que se verá compensado por un incremento del uso del gas natural.

Lo que tiene que subir

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quiso llamar la atención sobre el hecho de que el precio del diésel en España sólo se haya incrementado un 11% desde los mínimos de febrero a pesar de que el crudo se ha encarecido un 75%. A este respecto, recordó que más de la mitad del precio de los carburantes se corresponde con impuestos y que otra parte son costes de transporte, lo que reduce el impacto del crudo a un tercio del total. Esto supone, según Imaz, que si se produce una bajada de entre el 60 y el 75% del precio del crudo, los carburantes podrían bajar un máximo del 20%.

En la misma línea, defendió que el mercado de los carburantes en España «es muy competitivo y muy complejo», algo que según el consejero delegado de Repsol queda demostrado por el hecho de que «casi todas las multinacionales se han ido». De hecho, sostuvo que las únicas compañías que entran ahora en el mercado son aquellas que apuestan por «modelos low cost«, que intentan conseguir la rentabilidad prescindiendo de personal.

El grupo francés Engie venderá negocios de carbón y petróleo por importe de 15.000 millones de euros

EFE.- El grupo energético francés Engie (GDF-Suez) venderá por un importe de unos 15.000 millones de euros sus negocios relacionados sobre todo con el carbón y el petróleo en los próximos tres años, en previsión del final en este siglo de las energías fósiles.

Ésta es una de las principales directrices anunciadas por la directora general de Engie, Isabelle Kocher, que asumió sus funciones en el relevo de Gérard Mestrallet, que seguirá como presidente no ejecutivo, y se convirtió así en la primera mujer al frente de una empresa del selectivo CAC-40 de la Bolsa de París. Kocher, que fue refrendada por la junta, destacó que «la energía sin carbono y la tecnología digital son los dos pulmones de Engie para el futuro» y prevé destinar 1.500 millones de euros a estas nuevas tecnologías en los tres próximos años.

Reconoció que implicará pérdida de empleos en algunas instalaciones, pero consideró que se crearán en otros. Engie que tiene una plantilla de 155.000 personas en todo el mundo, y la nueva responsable ejecutiva dijo que quiere «simplificar el funcionamiento de la empresa para adaptarla a un nuevo entorno”. Engie perdió el pasado año 4.600 millones de euros y en el primer trimestre de 2016 su facturación cayó un 14,3%, hasta los 18.900 millones de euros, mientras el resultado bruto de explotación (ebitda) retrocedió en ese mismo período un 1,7%, hasta los 3.500 millones de euros.

Cañete apela a las renovables para descarbonizar las economías europeas

EFE / Europa Press.– El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, subrayó el «papel fundamental» de las energías renovables en el proceso ya activo de descarbonización para las economías europeas. En la jornada Energías renovables, competitividad, regulación y mercados, organizada por APPA, Arias Cañete recalcó sobre la descarbonización que se trata de un «proceso irreversible» ante la «evidencia científica e incuestionable» del cambio climático y el efecto invernadero.

Para el comisario europeo la «inacción» ante estos fenómenos tendría «consecuencias terribles» y puntualizó que descarbonización y crecimiento económico «no son antagónicos». Para demostrar este razonamiento, Cañete indicó que la media del PIB de los 28 estados miembros de la Unión Europea creció un 46% entre 1990 y 2014, mientras que las emisiones agregadas se redujeron un 23% en ese mismo periodo. También ha asegurado que los países de la Unión Europea cumplirán en 2020 el objetivo de reducción de emisiones, por debajo del 24%, que debe alcanzar el umbral entre el 80% y 95% en 2050. Sobre este último plazo, ha admitido que se trata ya de «palabras mayores».

Antes de finales de 2016, Cañete confirmó que la Unión Europea presentará la propuesta de revisión de las energías renovables, que ahora se encuentra en análisis de impacto, con la que se pretende la adopción de medidas que faciliten alcanzar los objetivos comprometidos. La energía suministrada por las renovables en 2014, según el comisario, representó el 16% del total del consumo en el entorno de la Unión Europea. El propósito es que alcance el 27% en 2030. Cañete también comentó la «necesidad» de incentivar el uso de las energías renovables en calefacción y refrigeración, no solo en solar o eólica. Aquellas representan, según indicó, la mitad del consumo de energía total, pero cuya generación por renovables es «apenas» del 18%.

El comisario europeo, en el cierre de su intervención, ha recordado que todos estos procesos requieren «innovación y mucha financiación». Por ello y dentro del programa marco de innovación y desarrollo Horizonte 2020, Cañete ha señalado que la Unión Europea va a invertir 30.000 millones de euros en desarrollar servicios y tecnologías bajos en emisiones de carbono. También, por los Fondos de Cohesión europeos para el periodo 2014-2019, 38.000 millones irán a inversiones que apoyen la descarbonización; 40.000 millones para investigación y desarrollo; y 33.000 millones de destinarán a potenciar la competitividad de las pymes.

Renovables: «campo de negocio mundial»

Cañete apuntó que cumplir con los objetivos de reducción de CO2 para 2050 supondrá un «campo de negocio mundial» para las renovables, con unos compromisos de inversión multimillonaria. De estos objetivos de inversión, apuntó que el mayor esfuerzo corresponderá al sector privado, por lo que indicó que será necesario establecer unos marcos jurídicos que «hagan atractivas las inversiones». Asimismo, el comisario destacó la necesidad de un mercado europeo «interconectado» en el que sea más fácil exportar la energía renovable y subrayó el “logro histórico” que la COP21 supondrá en la lucha contra el cambio climático.

Para conseguir estos objetivos, Cañete afirmó que es «fundamental» un nuevo diseño del mercado de la electricidad. «Queremos avanzar hacia un mercado más flexible. Dejar atrás el mosaico de 28 mercados, un mercado más flexible que rompa las barreras nacionales», dijo. Además, consideró también necesario eliminar barreras administrativas que aumentan los costes y retrasan el desarrollo de las renovables y establecer unos objetivos «más ambiciosos» en materia de eficiencia energética.

APPA critica la improvisación regulatoria

Por su parte, el presidente de APPA, José Miguel Villarig, pidió una «mejora» en los marcos normativos que permitan corregir la inseguridad jurídica para un sector en el que es necesario realizar inversiones a largo plazo. «Se ha resuelto el déficit de tarifa, que era un problema de Estado, pero desde la improvisación. En la planificación energética ha faltado coordinación y en un sector en el que hay que invertir tan a largo plazo no se debe improvisar tanto», dijo Villarig. El presidente de la patronal renovable destacó que, a pesar de que hay una política energética europea para impulsar las renovables, en España «no se ve cuál es el incentivo», y aseguró que hay un mercado que «no funciona».

España necesitará invertir 385.000 millones para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, según Deloitte, que recomienda mantener nucleares

Europa Press / EFE.- España necesitará invertir entre 330.000 y 385.000 millones de euros, unos 10.000 millones de euros anuales, para cumplir con los objetivos de reducción de CO2 establecidos por la Unión Europea para el año 2050, entre un 80% y un 95%, según el informe Un modelo energético sostenible para España en 2050 de la consultora Deloitte.

De este importe total, entre 185.000 y 251.000 millones de euros, deberán destinarse a la generación eléctrica libre de emisiones, fundamentalmente a las renovables, entre 50.000 y 59.000 millones de euros a redes de transporte y distribución energética, entre 38.000 y 73.000 millones de euros a eficiencia energética y conservación y entre 29.000 y 39.000 millones de euros al cambio de vector energético. En la presentación del informe, el socio de Deloitte, Alberto Amores, destacó que estas cifras «son asumibles» ya que están en línea con la cantidad anual media invertida por el sector eléctrico durante la época de crecimiento.

Según Deloitte, para alcanzar ese compromiso de reducir las emisiones de carbono entre el 80% y el 95%, será necesario que el peso de la producción renovable alcance en el horizonte de 2050 más del 90% del total, frente al 38% actual. Esto quiere decir que de los actuales 52 gigavatios (GW) de renovables instalados en la actualidad se deberá pasar a entre 161 y 216 GW en 2050. Esta implantación de renovables requeriría además una capacidad de respaldo de unos 40 o 63 GW.

Además, la consultora considera necesario que se mantengan en funcionamiento tanto las plantas térmicas como las nucleares durante el periodo transitorio, ya que «para un mundo descarbonizado la nuclear tiene todo el sentido porque no emite y permite hacer un balance adecuado de aquí al 2030», señaló Amores. Así, el estudio advierte de que el cierre prematuro de las centrales térmicas convencionales instaladas, de carbón y ciclos combinados, requerirá nuevas centrales de gas natural a partir de 2020, ya que en ese momento es previsible que todavía no estén disponibles las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía necesarias para el respaldo del sistema, lo que significaría nuevas inversiones por valor de 3.500 millones de euros.

«Prescindir prematuramente de determinadas tecnologías o combustibles, como la nuclear, el carbón, el petróleo o el gas, pondría en riesgo el cumplimiento de estos objetivos y en definitiva la seguridad de suministro del modelo energético», señala Deloitte. Asimismo, apunta que el cierre de las plantas nucleares cuando cumplan 40 años supondría un incremento de las emisiones de CO2 y una subida del precio del mercado diario de electricidad de hasta 8-10 euros por megavatio-hora (MWh).

Electrificación progresiva de la demanda

Deloitte también señala que para alcanzar estos objetivos medioambientales será necesario limitar los productos petrolíferos a usos en los que no hay alternativa, como el transporte aéreo, y sustituirlos en otros usos por electricidad o por gas natural. En este sentido, supone que en España prácticamente todos los vehículos deberían ser eléctricos en 2050, para lo que se deberían vender en 2030 ya unos 750.000 vehículos, mientras que en 2015 apenas se vendieron 2.300 unidades en España; que entre el 40% y el 60% del transporte pesado se tendría que realizar por ferrocarril, cuando actualmente el 95% es por carretera, y que el 90% de los consumos de cocina, calefacción y agua caliente en viviendas y empresas debería ser eléctrico.

El informe también apunta a una serie de objetivos de «transición» para 2030: los coches eléctricos deberían suponer para ese año entre el 7% y el 10% del total, entre el 20% y el 25% del transporte de mercancías se tendría que hacer por ferrocarril eléctrico o entre el 34% y el 46% de los camiones deberían usar gas natural. Otras medidas tendrían que ver con la eficiencia energética a partir de la rehabilitación de edificios existentes, actuaciones en nueva edificación y nuevos procesos industriales.

Junto a estas recomendaciones, el informe apunta una serie de medidas que ayudarán a cumplir con esos objetivos como cambios en la fiscalidad de CO2, inversiones públicas en el transporte ferroviario, apoyo al vehículo eléctrico, promover el aislamiento en los hogares, extender la vida útil de las centrales nucleares hasta los 60 años o eliminar de la factura eléctrica los sobrecostes derivados de políticas energéticas que distorsionan el precio final.

Según Deloitte, la descarbonización permitiría rebajar en un 42% el precio medio de la electricidad que pagan los consumidores, al pasar de los actuales 120 euros por megavatio hora (MW) a entre 65 y 75 euros por MWh. Este descenso se debe principalmente al aumento de la demanda, que se duplicaría por su electrificación, y a la desaparición ya en ese horizonte del déficit del sistema y de la retribución actual a las renovables, que estará ya amortizada. Además, habrá una menor dependencia energética, ya que estima que en 2050 serán necesarios entre 7 y 15 millones de barriles de petróleo, frente a los 416 millones de barriles de 2013, con lo que bajaría la millonaria factura petrolera de España.