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Los informes de los precios de la energía y Regreso al Futuro

Con dos días de diferencia se han presentado dos informes referidos a la evolución de los precios de la electricidad para el consumidor en España. Uno a cargo de David Robinson, senior research fellow en The Oxford Institute for Energy Studies, en el que detalla la evolución de los precios de la electricidad en comparación con los países de la Unión Europea, resultando que los precios eléctricos españoles al consumidor han tenido una evolución alcista en los últimos seis años, muy superior a los países de nuestro entorno.

Además, Robinson estudia los componentes de dicho crecimiento; ante una evolución favorable y semejante en nuestro mercado de generación en términos de precios, colige que esta evolución alcista superior en España es fruto de las decisiones regulatorias que han incrementado lo que él denomina la cuña regulatoria: primas, impuestos y otros conceptos ajenos al suministro que encarecen el recibo. Además señala la cantidad de subsidios cruzados que soportan los consumidores domésticos españolesa la hora de pagar el suministro eléctrico.

Respecto al presentado por la asociación de consumidores Facua, su informe realiza una comparación longitudinal temporal en 30 años entre el precio final pagado  por el consumidor y la evolución del  salario medio en estos 30 años, resultando que la evolución del precio de la electricidad ha experimentado un incremento mucho mayor que el correspondiente a los salarios, como también lo ha hecho el IPC en general. El informe se centra en los distintos suministros energéticos para realizar también esta misma comparativa referida al precio del butano, carburantes y gas natural realizando una comparación intergeneracional del tipo Regreso al Futuro.    

Respecto a la electricidad, esta correlación salarios-precios sigue la estela de la política de Rodrigo Rato de asociar la evolución del IPC al kilowatio, como bien recordará José Folgado de cuando fue secretario general de Energía. Además, la elección de la comparativa sugiere la idea de asociar la administración de precios políticos para distintos bienes y servicios, con independencia de los comportamientos de los mercados o con el propio mecanismo de formación de precios de cada sector. ¿Cuál es la razón para que la formación de los precios de la energía siga el comportamiento del IPC o de los salarios, o de cualquier otro tipo de indicador, teniendo en cuenta sus propias dinámicas, impuestos, componentes y mercados que lo determinan?

Evidentemente, las conclusiones de los dos informes no son contradictorias, sino que incluso pueden ser complementarias, y una guía para abordar esta cuestión de forma no demagógica para las elecciones que se avecinan. Además, a las propias asociaciones de consumidores les puede aportar una orientación hacia otras vías de reclamación en los costes de la electricidad que afectan al bolsillo de los usuarios para enfocarse a ellos, como son los componentes de la cuña y los subsidios cruzados que soportan.

De cara al devenir político inminente en el que la energía será un elemento encima de la mesa, es positivo comprender que la evolución de los precios de la electricidad en nuestro país ha sido creciente fruto de absorber decisiones políticas en el coste del suministro, lo que nos debería hacer evitar los discursos antisistema, antimercardo, antiempresariales o intervencionista, sino más bien todo lo contrario.

En ese marco es en el que se ha desarrollado tradicionalmente este debate en España. Eso sí que sería regresar al futuro.

Análisis comparativo de los precios de la electricidad en la Unión Europea y en Estados Unidos: Una perspectiva española, por David Robinson

El precio de la electricidad en los hogares españoles aumentó un 52 % entre el segundo semestre de 2008 y el mismo periodo de 2014, lo que supuso un incremento de 81 euros en el megavatio por hora (MWh), casi el doble de los 42 euros por MWh de la media de la Unión Europea. Según un informe comparativo entre los precios de la luz en Europa y los de Estados Unidos, elaborado por el experto en electricidad David Robinson, esta subida ha llevado a España a ocupar el cuarto puesto en la lista de países europeos donde la luz ha sido más cara para los hogares en el último semestre de 2014, por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda.

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España es el país de la UE donde más ha subido la luz entre 2008 y 2014

EFE.- El precio de la electricidad en los hogares españoles aumentó un 52 % entre el segundo semestre de 2008 y el mismo periodo de 2014, lo que supuso un incremento de 81 euros en el megavatio por hora (MWh), casi el doble de los 42 euros por MWh de la media de la Unión Europea.

Según un informe comparativo entre los precios de la luz en Europa y los de Estados Unidos, elaborado por el experto en electricidad David Robinson, esta subida ha llevado a España a ocupar el cuarto puesto en la lista de países europeos donde la luz ha sido más cara para los hogares en el último semestre de 2014, por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda.

Sin embargo, según el documento, el precio medio de la luz para la industria ha aumentado a un ritmo mucho menor: un 9 % para las empresas de tamaño medio y un 7 % para las grandes compañías, porcentajes cercanos a la media de la UE.

«Las decisiones del Gobierno están afectando más a los consumidores que a la industria. Los consumidores más pequeños han sido más castigados», advierte Robinson.

El experto ha achacado la mayor parte del incremento de la luz a la «cuña gubernamental»: impuestos, tasas y otras regulaciones en materia energética que impone el Estado, y que explicarían casi tres cuartas partes (73 %) del incremento del recibo eléctrico para el consumo residencial desde el inicio de la crisis.

Para la industria media, la cuña gubernamental ha supuesto el 28 % del precio total, mientras que para las grandes empresas ha sido el 20 %.

El experto ha destacado que los costes asociados a la intervención pública representaron en el segundo semestre de 2008 un 32 % del precio de la electricidad en los hogares, mientras que de julio a diciembre de 2014 supusieron el 46 %.

No obstante, el experto ha resaltado que el peso de la cuña gubernamental ha descendido ligeramente tras la reforma energética aprobada en 2013 por el Gobierno.

«La cuña es un símbolo de intervención del estado, ineficiente y costoso. Si quieres un mercado liberalizado, hay que dejar de intervenir tanto en energía», ha apostillado.

Para reducir esta cuña gubernamental, Robinson ha recomendado al Gobierno español abrir el debate sobre el paso de la financiación de algunos de estos costes públicos mediante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y no a través del recibo de la luz.

Entre estos costes propuestos, Robinson aboga por pasar a presupuestos los costes extrapeninsulares o algunas partidas de subvención a las renovables.

Por último, Robinson ha apuntado en su estudio que los precios de la luz en la Unión Europea han aumentado el 34 % entre 2008 y 2014, frente al 18 % en Estados Unidos. En el caso de la industria, el aumento ha sido del 22 % en Europa y el 6 % en territorio estadounidense.

Esta diferencia en el encarecimiento se debe en gran medida a una mayor regulación y un mayor aumento de la cuña gubernamental en la Unión Europea respecto a Estados Unidos.

«No hay mucha diferencia entre las tendencias de los costes de producción, la diferencia tiene que ver con el aumento de la cuña gubernamental», ha explicado Robinson.