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Las instalaciones nucleares españolas notificaron al CSN 31 sucesos en 2018, un 22% menos que en 2017

Europa Press.- Las instalaciones nucleares españolas comunicaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a lo largo de 2018 un total de 31 sucesos, todos ellos calificados con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES). La cifra es un 22,5% menor que los 40 sucesos notificados durante 2017, un año en el que 39 de ellos fueron clasificados como nivel 0 y uno, en Cofrentes, se clasificó como nivel 1 en la escala INES, lo que supuso una anomalía de funcionamiento.

Concretamente, fueron las centrales nucleares de Ascó II y Vandellós II, ambas en Tarragona, las que más incidencias comunicaron al regulador, con 6 sucesos cada una. A esta le siguieron la central cacereña de Almaraz, cuya unidad II notificó 5 sucesos y la unidad I otros 3. Además, la central nuclear de Cofrentes (Valencia) notificó 3 sucesos y Ascó I informó de otros 2. Por su parte, la planta de Trillo (Guadalajara) solo notificó 1.

Más allá de las centrales nucleares de generación eléctrica, la fábrica de combustible de uranio de Juzbado (Salamanca) notificó 5 sucesos. A lo largo del año todos los sucesos que se notificaron fueron calificados por el regulador con nivel 0 en la escala INES, lo que supone que todos estuvieron por debajo de la escala y que no tuvieron significación para la seguridad, ni generó impacto a los trabajadores, el público ni en el medioambiente.

Javier Vallejo sustituye a Aquilino Rodríguez en la dirección de la central nuclear de Trillo tras 16 años en el cargo

Europa Press.– El director de la central nuclear de Trillo (Guadalajara), Aquilino Rodríguez, dejó su puesto y ha sido relevado por el ingeniero industrial Javier Vallejo. Rodríguez llegaba a la central alcarreña en 2002, procedente de Unión Fenosa Generación, y bajo su dirección la instalación ha obtenido «excelentes resultados» en una etapa «marcada por la estabilidad».

El encargado de sustituirle, Javier Vallejo, está especializado en técnicas energéticas por la Universidad Politécnica de Madrid. Inició su carrera profesional como ingeniero de proyecto de instalaciones y participó como ingeniero de Garantía de Calidad en la puesta en marcha de las centrales nucleares de Cofrentes y Trillo. Se incorporó en 1988 a la central nuclear de Trillo en el departamento de garantía de calidad en explotación, y posteriormente ha sido jefe de esa sección.

Las centrales nucleares buscan en sus propios almacenes individualizados ATI una salida a sus residuos tras el frenazo al ATC

EFE.- El parón en la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) potencia el papel de los depósitos individualizados, una solución provisional para solventar el problema de almacenamiento de residuos de alta actividad en las centrales nucleares que, como la valenciana de Cofrentes con un 90% de ocupación, rozan la saturación.

Estos Almacenes Temporales Individualizados (ATIs) fueron un remedio provisional aportado por Enresa (empresa pública encargada de la gestión de los residuos radiactivos), a la espera del cumplimiento del dictamen del Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) de 2006, que contemplaba la existencia de un ATC en 2010.

Pero a día de hoy, el futuro del ATC en Villar de Cañas(Cuenca) no tiene visos de construcción inmediata tras la decisión tomada por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), por la cual se supedita la ejecución del mismo a partir de 2019, cuando se acometa la actualización del PGRR.

En la actualidad, el número de elementos combustibles almacenados en las nucleares españolas es de 15.362, de los que 13.897 se encuentran en las piscinas de las centrales.

Otros 1.465 elementos radiactivos de alta actividad están en almacenes individualizados, con un gasto que sólo entre 2010 y 2016 ascendió a 1.326 millones de euros, según datos del Foro Nuclear, que además señala que el coste subirá a los 1.525 millones, en el periodo 2018-2021.

La producción eléctrica con fuentes libres de emisiones de CO2 fue de un 55% en 2017, contribuyendo la nuclear con casi el 40% de la misma, y la aportación al mix eléctrico de esta energía fue del 21,17%.

Las piscinas de las nucleares (grandes tanques de refrigeración del combustible atómico) sufren diverso grado de saturación, con una oscilación entre el 97% en Ascó I y el 84% en Vandellós II ambas en Tarragona).

De todas ellas, sólo dos centrales operativas, Trillo (Guadalajara) y Ascó, y una en desmantelamiento, José Cabrera (Guadalajara), cuentan con ATIs en sus instalaciones, mientras que el ATI de Cofrentes (Valencia) sigue a la espera de que salga a información pública el proyecto.

El ATI de la planta de Almaraz (Cáceres), instalación en la que se han invertido 24 millones de euros, ya está operativo, por lo que albergará antes de noviembre, según previsiones de la propia central, las primeras 32 elementos de combustible gastado.

Con datos de 2017, la central de Trillo tiene un almacén individualizado con 32 contenedores y 672 elementos combustibles, que suman una ocupación del 40%, mientras que Ascó tiene 6 contenedores con 192 elementos de la unidad I y 7 contenedores con 224 elementos de la unidad II.

La nuclear José Cabrera, cuyo desmantelamiento está muy avanzado, alberga desde 2009 doce contenedores en seco, con los 377 elementos irradiados generados durante toda la vida operativa de la central.

En cuanto al ATI de la nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), se prevé que será durante los próximos meses cuando comience la carga del primer contenedor con el combustible gastado de la central, una de las tareas previas al desmantelamiento de la misma.

Para los residuos de baja y media radiactividad, el sector dispone del El Cabril (Córdoba), un ATI al 80% de su ocupación, aunque previsiblemente se terminará de llenar cuando concluya el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña, ha explicado el físico nuclear e investigador del Ciemat, Francisco Castejón.

A su juicio, resulta «imprescindible» buscar una solución para estos residuos de media y baja actividad, ya que este ATI no debería ampliarse por los graves inconvenientes de su emplazamiento tales como una ubicación en una zona de alto valor natural y con relativa alta actividad sísmica.

Para Castejón, España puede prescindir de un ATC debido a que los ATIs pueden servir como método de almacenamiento de emergencia para el desmantelamiento de las centrales, una vez establecido el calendario de cierre y hasta que se encuentre algo mejor.

En la misma línea, se ha manifestado Raquel Montón, portavoz de Greenpeace para temas nucleares, quien ha asegurado que los ATIs son una solución «que hay que hacer sí o sí».

Por ello, ha demandado un nuevo Plan de Residuos Radiactivos, un marco legal para la financiación del desmantelamiento e invertir en la revitalización de las comarcas donde se encuentran los emplazamientos nucleares.

10 municipios del entorno del ATC nuclear recibieron de Enresa 275.000 euros para proyectos de desarrollo local en 2017

EFE.- La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) destinó 275.820 euros en 2017 a convenios de colaboración para proyectos de desarrollo local con 10 municipios conquenses situados en el área de influencia del proyecto de Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares.

La cantidad asignada en 2017 fue 11.070 euros superior a la del año precedente en la que se consignaron 264.750 euros a seis municipios de la zona, según se refleja en los informes anuales de 2017 y 2016 de ENRESA, en los que detalla que la principal partida, de 150.000 euros correspondió al municipio de Villar de Cañas. Villar de Cañas fue la localidad elegida por el Gobierno de Rajoy en 2011 para albergar esta instalación, cuyo futuro está ahora supeditado a la presentación de un nuevo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) en 2019.

Tras Villar de Cañas en 2017, recibieron asignaciones los ayuntamientos de: Villares del Saz, 39.200 euros; Villarejo de Fuentes, 26.550; Montalbanejo y Montalbo, 18.570 euros cada uno. El ayuntamiento de Zafra de Zancara recibió 11.900 euros; el de Cervera del Llano 6.000 y 3.270 euros el de San Lorenzo de la Parrilla. La lista la cierran los ayuntamientos de La Hinojosa con 900 euros y Olivares de Júcar con 850 euros. Estas partidas se cargan al Fondo para la financiación de las actividades del PGRR.

En el caso del los municipios del ATC este apoyo se realiza «a través de la suscripción de convenios de colaboración con los municipios con derecho a asignación para aquellas nuevas instalaciones para las que se haya solicitado autorización de construcción» hasta el año en que comiencen a percibir las asignaciones que determina la orden, detalla la memoria de ENRESA.

Tiene derecho a recibir asignación aquellos municipios que tienen parte de su territorio incluido en el área definida por un círculo de radio 10 kilómetros desde el centro de la instalación. También las pueden percibir los no considerados en el apartado anterior, siempre que tengan algún núcleo de población, sea o no principal, incluido en el área definida por un radio de 20 kilómetros desde el centro de la instalación.

Para instalaciones de categoría 2, el caso del ATC, la partida consignada como término fijo es de 6 millones de euros anuales, si bien detalla que se empezarán a recibir una vez se realice el primer envío de residuos radiactivos y entre tanto se pueden suscribir convenios para cofinanciación de proyectos de desarrollo local. En la orden IET/458/2015, se argumenta la marcada dependencia económica de las instalaciones nucleares y se explica que para las instalaciones de categoría 2 como el ATC, se establece un término fijo, al objeto de evitar grandes oscilaciones en las percepciones anuales a lo largo de la vida de la instalación.

Además, en 2017 ENRESA destinó 2.442.667 euros a cofinanciar proyectos en 39 municipios en el área de influencia de las centrales nucleares españolas con cargo al Fondo para la financiación de las actividades del PGRR. En el caso de la nuclear de Almaraz en Cáceres (Extremadura) incluye cuatro municipios: Almaraz 111.900 euros; Casatejada 30.940; Belvis de Monroy 11.589 y Toril 1.618 euros. En Ascó (Cataluña) fueron seis municipios: Ascó 111.900; Flix 26.157; Vinebre 47.562,20; Mora D’Ebre 23.443; La Palma D’Ebre 15.507 y Mora La Nova 7.441. Los cuatro municipios de la nuclear de Cofrentes (Valencia) con proyectos cofinanciados fueron: Jarafuel 100.479; Cofrentes 100.000; Cortes de Pallás 87.689 y Jalance 14.898.

Los tres municipios del entorno del almacén de residuos de baja y media actividad de El Cabril, en Sierra de Hornachuelos (Córdoba) son: Hornachuelos 241.704 euros: Fuenteobejuna 123.172 Navas de la Concepción 117.661. Respecto a Santa Maria de Garoña en Burgos (Castilla y León) nueve localidades: Valle de Tobalina 111.900; Valdegobia 82.134; Frías 57.127; Partido de la Sierra en Tobalina 50.000; Bozoó 30.825; Pancorbo 22.547; Oña 19.336; Jurisdicción de San Zadornil 11.363 y Miracheve 13.931.

Respecto al entorno de la nuclear en desmantelamiento José Cabrera en Guadalajara (Castilla-La Mancha) los municipios con proyectos cofinanciados fueron: Almonacid de Zorita 111.900 euros; Pastrana 98.304; Zorita de los Canes 45.711; Buendía 35.136; Valle de Altomira 10.910 y Valdeconcha 4.252 euros. También en Guadalajara se cofinanciaron proyectos en dos municipios del entorno de la nuclear de Trillo: Pareja 37.542 y Mantiel 35.024. Respecto a la nuclear Vandellós en Tarragona, Enresa cofinanció proyectos en: Vandellós Mont-Roig del Camp 137.000 euros; Tivissa 122.489; Vandellos-L Hospitalet del Infant 111.900 y Pratdip 60.441.

El PSOE reclama un plan de transición energética con alternativas económicas para Cofrentes ante el posible cierre de la nuclear

Europa Press.- El grupo socialista en Les Corts ha presentado una Proposición No de Ley en la que insta al Consell y al Gobierno de España a diseñar y aprobar «un programa plurianual de actuaciones de transición energética en el área de influencia de la central nuclear de Cofrentes» que tenga como objetivo «anticiparse y evitar los posibles efectos negativos» que podrían conllevar el cierre de la misma previsto para 2021, cuando finaliza su permiso de explotación.

Así, el PSOE ha pedido que este plan sirva para «dotar de alternativas industriales y económicas en una zona cuyo empleo y actividad económica depende en gran medida de la central».

La diputada socialista Noelia Hernández ha señalado que «ni España ni la Comunidad Valenciana cuentan con un programa que garantice una transición justa en los territorios más vulnerables» por lo que «sería conveniente alcanzar un acuerdo que implicase a todos los organismos y administraciones implicados para conseguir anticiparse y evitar cualquier efecto no deseable de la transición energética».

En esta línea ha recordado que el área de influencia de esta central tiene una alta dependencia económica de la misma, ya que la zona carece de alternativas industriales y gran parte de los empleos están ligados de forma directa o indirecta a la central.

«Es muy importante que las administraciones se pongan en marcha para que de forma coordinada aborden desde ya y se anticipen al cierre fomentando alternativas para la diversificación de la economía en la zona«, ha señalado Hernández.

Por todo ello la iniciativa presentada desde el grupo socialista recoge establecer incentivos para «favorecer la inversión privada en este área» así como medidas específicas de I+D+i «tanto ligadas al cambio climático o que fomenten la diversificación a la transición energética». También se señala la «aplicación de fondos europeos y programas de financiación del Banco Europeo de Inversión para fomento del emprendedurismo como alternativa a la transición energética».

Otra de las políticas que se reclama en la PNL es establecer «una planificación energética sustitutiva que sea equiparable a la capacidad de producción eléctrica de la central nuclear», que 2017 produjo el 3% de la producción eléctrica nacional y el 13’19% de la producción eléctrica de origen nuclear, «así como implantar las medidas que faciliten y agilicen las instalaciones renovables».

Por último, desde el grupo socialista proponen «solicitar al Gobierno de España su participación financiera y estratégica» y «derogar normas que dificulten la transición energética hacia un modelo más sostenible».

En este sentido, la diputada socialista ha recordado que la Ley del Sector Eléctrico que aprobó el Gobierno del PP en 2013 «no supuso ningún avance en materia de cambio climático y tuvo consecuencias nefastas» como fue la pérdida de unos 70.000 empleos en el sector de las energías renovables así como las pérdidas cuantiosas de muchos pequeños inversores.

La central nuclear de Almaraz logra récord de producción de electricidad y ya tiene listo su ATI de combustible gastado

EFE / Europa Press.- La central nuclear de Almaraz, participada por Iberdrola (52,7%), Endesa (36%) y Gas Natural Fenosa (11,3%), obtuvo en 2017 sus mejores cifras de producción eléctrica a lo largo de su historia, con 16.986 millones de kWh brutos, y este año ya tendrá operativo su Almacén Temporal Individualizado (ATI), instalación destinada a guardar el combustible gastado.

Las dos unidades de la central nuclear de Almaraz generaron una producción bruta conjunta de 16.986 millones de kWh y una neta de 16.347, lo que constituyen los mejores resultados anuales logrados desde que la planta inició su actividad comercial en 1983. La producción de energía eléctrica bruta correspondiente a la Unidad I fue de 8.048 millones de kWh, y de 8.937,9 por lo que respecta a la Unidad II. Equivale al 27% de la producción eléctrica de las centrales nucleares en España. Los datos han sido aportados por el hasta ahora director de la planta, José María Bernaldo de Quirós, cargo que ha asumido el ingeniero industrial especializado en energía nuclear Rafael Campos, procedente de la central de Cofrentes.

En 2017 se realizó la vigésimo quinta recarga de combustible de la unidad I, una actividad que precisó de una parada de 34 días. En esta recarga se ejecutaron más de 9.000 actividades en las que participaron en su realización 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla, la mayoría de Extremadura. Por lo que respecta a la unidad II, operó de manera estable durante este periodo hasta junio, cuando se efectuó una parada programada de 3 días de duración para la realización de las pruebas de operabilidad del generador diesel 4DG.

El 9 de abril se inició la recarga número 24 de la unidad II, operación que durará 34 días, y en noviembre está prevista la recarga número 26 de la unidad I, ha explicado Bernaldo de Quirós. En este sentido, la próxima recarga de la unidad I obligará a inaugurar el propio ATI de Almaraz, instalación destinada a guardar el combustible gastado. Será la recarga número 26, la número 50 en el conjunto de las dos unidades de Almaraz, la que estrene este ATI, cuyas obras ya están finalizadas, por lo que, una vez se reciba la autorización correspondiente para su uso, ya estará operativo.

«La obra está finalizada completamente, el almacén está listo, las pruebas del contenedor está también finalizadas», ha explicado Bernaldo de Quirós, que indicó que se está «en el trámite de la autorización final de puesta en marcha» de la instalación. Según ha relatado, en la actualidad está en curso la autorización final por parte del Ministerio de Energía y para la que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) deberá emitir un informe previo. Por eso, la central nuclear maneja la previsión de que se pueda cargar el primer contenedor en el verano de este 2018.

Por ello, la previsión de la dirección de Almaraz es extraer 32 unidades de combustible gastado antes del mes de noviembre, según explicó Rafael Campos. Aunque en cada recarga se introducen 64 nuevos elementos de combustible, la piscina de combustible gastado de la unidad I, que presenta un índice de saturación del 92%, aún permite guardar 32, por lo que los otros 32 restantes serán introducidos en un contenedor de almacenaje que será depositado en el ATI. En el caso de la Unidad II, el grado de ocupación es del 87,43% y su año de saturación está previsto para 2021.

El ATI de Almaraz, cuya construcción ha supuesto un desembolso de unos 24 millones de euros, se ubica sobre la zona norte de los terrenos de Almaraz a partir de un estudio pormenorizado de numerosos factores, tanto geológicos como medioambientales, así como de seguridad. El ATI puede albergar hasta 20 contenedores de almacenaje y transporte, cada uno de ellos con una capacidad de albergar 32 elementos de combustible gastado. Cada contenedor es de acero forjado, de blindaje biológico y presenta dos tapas, una exterior y otra interior, y un espacio presurizado con helio entre ambas. El ATI de Almaraz es similar al construido en la central nuclear José Cabrera, en Zorita de los Canes (Guadalajara).

Preguntado por la solicitud de renovación de la licencia de explotación de Almaraz, la cual finaliza en 2020, Campos ha explicado que en junio presentaron la documentación preceptiva. Sin embargo, la solicitud como tal de la renovación se deberá elevar, si así lo consideran las propietarias de la central por los años que decidan, hasta 2 meses después de la publicación del Plan de Energía y Clima, aunque la fecha tope será marzo de 2019.

Campos admitió que «hay una cierta incertidumbre» por este asunto, tras lo que ha reiterado que el objetivo de Almaraz es «seguir operando de una forma totalmente segura y totalmente fiable, listos y preparados para el futuro». Campos ha destacado que Almaraz es «la primera central española que se va a aproximar al hito de renovar la autorización de explotación», y el resto de las plantas del país van detrás, lo que supone un «reto muy importante» para la instalación cacereña, que «desde luego va a ser una referencia«, auguró.

A lo largo del pasado año, la Unidad I notificó 3 sucesos, y 5 la Unidad II, todos ellos de escasa incidencia. Campos ha aseverado que la central cacereña cuenta con los instrumentos, herramientas, procesos y planes más innovadores en materia de seguridad, ya no solo laboral sino también medioambientalmente. Ha recordado que recientemente el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) subrayó el «compromiso» de la dirección de la central nuclear con la seguridad a largo plazo de la planta y la voluntad de mejora continua en esta materia.

Expertos adscritos al Programa de Grupos de Examen de la Seguridad Operacional de la OIEA evaluaron numerosos aspectos de la central contrastando procesos, actividad, funcionamiento y fiabilidad de la planta bajo estándares internacionales de seguridad. Este grupo de especialistas internacionales han reconocido y valorado «los importantes avances realizados» por la central de Almaraz «para situar la seguridad como la prioridad principal de la planta«. Esta misión OSART ha sido la número 200 desde que este organismo internacional iniciara este tipo de evaluaciones en 1982. Según las previsiones, los expertos volverán a Almaraz dentro de 18 meses para completar esta labor.

Además, a final de año se realizará en la Central de Almaraz la evaluación de cultura de seguridad, un aspecto en el que la planta sigue «queriendo mejorar» para «seguir creciendo en este aspecto». Campos resaltó que además de la producción de la planta, «también está el valor social» por su generación de empleos directos e indirectos, así como colaboraciones, apoyos y contribuciones al entorno, a través de los impuestos.

A partir de ahí, el «principal reto» que se ha marcado Rafael Campos es «estar preparados para el futuro», con varios «hitos importantes» en 2018, como la llegada de la Guardia Civil a la planta para su vigilancia. La Guardia Civil contará con un cuartel en el interior de la planta y su llegada está prevista para «el último cuatrimestre del año«, ya que todavía se está «trabajando en ello, en contacto» con la Benemérita.

El CSN investiga el hallazgo de sustancias radioactivas en un pozo de la central nuclear de Ascó I

Europa Press / EFE.- El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí Scharfhausen, ha reconocido que se han encontrado sustancias radioactivas en un pozo de la central nuclear de Ascó (Tarragona), cuyo origen están investigando. Sin embargo, le ha quitado importancia a la presencia de estas sustancias y, a su juicio, «sólo hay que saber por qué ha ocurrido».

Durante su intervención en la comisión de Energía del Congreso, a petición de los portavoces en esta materia de PSOE y Unidos Podemos, Pilar Lucio y Josep Vendrell, respectivamente, acerca de una emergencia ocurrida el pasado mes de febrero en Ascó, Martí Scharfhausen apunta que, durante una inspección alrededor de la central de una serie de pozos de los que se recogieron varias muestras, se halló una en la que se encontraron niveles anómalos de cesio y otras sustancias. «Lo que encontramos en ese pozo es una cosa peculiar», indicó el presidente del regulador, tras ser cuestionado por Vendrell por no hacer públicos estos datos.

Martí Scharfhausen ha señalado que el CSN cuenta con un documento en el que se detalla este problema pero, a su juicio, se trata de un tema complicado porque «hay mucha tierra y mucho hormigón» y la explicación, según ha indicado, se dará cuando se haya analizado lo hallado en el pozo. Aún así, ha trasladado a los diputados el informe realizado de este incidente.

El propio presidente ha indicado que estos sucesos «puede pasar» como, por ejemplo, durante las limpiezas en las que los operarios cojan líquidos y los echen en un pozo. «No sabemos cómo puede haber llegado allí», insistió, para asegurar que cuando tengan los resultados se informará sobre ello. El documento del CSN sobre este hallazgo precisa que el estudio de estos pozos se realizó entre finales de febrero y principios de marzo. El texto apunta, además, que estos sucesos no han tenido consecuencias para la seguridad, la salud de las personas o del medio ambiente.

“Una coincidencia” de incidentes nucleares

Por otro lado, Martí considera una coincidencia en el tiempo el elevado número de incidencias nucleares que han tenido lugar en los últimos meses en las centrales de Cofrentes (Valencia), Vandellós (Tarragona) y Ascó. En este sentido, Martí ha reconocido que «es verdad que ha habido muchas incidencias recientemente», que «se han agrupado un gran número en los últimos cuatro meses», pero son el «resultado de la conjunción de muchos factores» y, a su juicio, se han atajado pronto. Martí reivindicó que las empresas que operan las centrales han informado correctamente de las incidencias para que este organismo las revisara.

La central que más incidentes ha acumulado ha sido Cofrentes: 10 en 2017 y 3 en lo que va de año. En la central tarraconense de Vandellós, se produjo una fuga en la barra de presión el 13 de febrero, y la central siguió funcionando con ese fallo hasta el 2 de marzo sin ser comunicado, han denunciado los portavoces de Energía del PSOE, Pilar Lucio, y Podemos, Josep Vendrell. Martí ha respondido que el CSN comunica lo que les informan «desde la central» y ha argumentado que hay cuestiones que por ser «muy técnicas», como el incidente en Vandellós, no se informa de ellas.

La central nuclear de Cofrentes cifra en 12 los sucesos notificados al CSN y permanecerá parada esta semana por mantenimiento

Europa Press.- El director de la central nuclear de Cofrentes, Tomás Lozano, explicó que la instalación comunicó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) 10 sucesos notificables en 2017 y 2 en enero de 2018 que «no han afectado a personas, a la instalación, ni al medio ambiente» e indicó que la planta permanecerá parada esta semana para el mantenimiento de algunos accionadores de las barras de control.

Así lo indicó Lozano en una comparecencia en las Cortes de la Comunidad Valenciana para explicar los incidentes ocurridos durante los últimos 10 meses en la central nuclear, en donde ha restado importancia al número de sucesos registrados en la planta porque ha puntualizado que entran dentro de la «normalidad». «Notificar no significa que exista anomalía ni que haya algún incidente», explicó antes de reivindicar que Cofrentes es «absolutamente segura».

En este sentido, detalló que de los 10 sucesos de 2017, 9 se calificaron con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos (INES) del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), mientras que uno de ellos fue nivel 1 (anomalía), el más bajo de la escala en importancia y se produjo por defectos en una válvula del sistema de agua de alimentación, lo que provocó la parada de la planta.

Lozano explicó que esta única anomalía de nivel 1 obligó a parar la producción para inspeccionar las líneas y las válvulas del lazo A del sistema de agua de alimentación al observar un desequilibrio de caudales de agua entre el lazo A y el lazo B, que aportan agua a la vasija para producir el vapor necesario para mover la turbina. Señaló que fue entonces cuando se inició un proceso de inspecciones «exhaustivas» hasta que se determinó que la anomalía se debía al desprendimiento de fragmentos de dicha válvula en el sistema de agua de alimentación, que finalmente fueron recuperados.

Respecto a la situación actual de la central, indicó que se encuentra realizando una parada de una semana de duración para completar trabajos de mantenimiento preventivo en algunos de los accionadores hidráulicos de las barras de control, dado que han observado que en dos de ellos las juntas «no ofrecen un perfecto sellado y hay un leve goteo en la parte inferior». Ante esta situación, Lozano ha avanzado que se ha adoptado la decisión de cambiar no solo estas piezas, sino todas las juntas de la pasada recarga por si hubiera «un problema de fabricación«.

En este sentido, ha remarcado que la prioridad absoluta en la central es la seguridad por lo que pararán cuantas veces sea necesario para llevar a cabo labores de mantenimiento. «La prioridad de Cofrentes es la seguridad y si hay que parar y dejar de ingresar se hace. La seguridad prima frente a la producción y los ingresos», aseveró. El máximo responsable de la instalación también ha insistido en que todos los indicadores que miden la seguridad en la planta apuntan a que Cofrentes está «al mejor nivel de seguridad». Por tanto, ha reivindicado que la central es «absolutamente segura».

Por otro lado y respecto al proyecto para el licenciamiento y construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) en el emplazamiento de la central, el director de la planta ha indicado que todo avanza según lo previsto y ha insistido en que es una instalación «totalmente segura», «extendida en la mayoría de países» y que será necesaria en cualquier escenario futuro.

Lozano ha destacado que Cofrentes es una de las instalaciones energéticas más importantes de España y de la Comunidad Valenciana, que en 2017 generó 7.340 millones de kWh, cerca de un 3% de la demanda eléctrica a nivel nacional. Ha señalado que desde 2009 la instalación valenciana ha mantenido factores de funcionamiento medios superiores al 90%, lo que la sitúa dentro de las centrales con mejor fiabilidad a nivel internacional.

El Senado rechaza pedir el cierre de la nuclear de Cofrentes en 2021 porque el PSOE ve necesario el ATI

Europa Press.- La Comisión de Energía del Senado ha rechazado con los votos en contra del PP, la abstención del PSOE y los votos a favor de Unidos Podemos y Compromis, una moción de Unidos Podemos para instar al Gobierno a cerrar y posteriormente desmantelar la central nuclear de Cofrentes (Valencia) cuando termine su actual permiso de funcionamiento en marzo de 2021.

Además, la moción también pedía al Gobierno que no autorizase la construcción del almacén temporal individualizado (ATI) de residuos radiactivos al considerar que es «innecesario» puesto que la central tiene capacidad de almacenaje suficiente hasta su fecha de cierre. La propuesta reclamaba asimismo la aprobación de un Plan de cierre de centrales nucleares y su progresiva sustitución por fuentes renovables. En su argumentación, la formación morada repasa los sucesos notificados de la planta valenciana y asegura que Cofrentes está envejecida y es propensa a incidentes, además de ser «absolutamente prescindible».

Respecto al ATI, considera la moción que se trata de una «palpable demostración del fracaso en la gestión de los residuos nucleares» en España y asegura que la instalación es «innecesaria«. Asimismo, el senador de Esquerra Republicana, Xavier Castellana, reclamó la transferencia de las competencias nucleares al «País Valenciá» y la creación de una oficina de seguridad nuclear dependiente de la Generalitat Valenciana que supervise «cualquier» central en ese territorio.

Por su parte, el senador del PSOE, Ángel Manuel Mato, justificó la abstención de su grupo parlamentario porque «estando de acuerdo en el fondo» y a pesar de coincidir en su voluntad de cierre de la central nuclear valenciana, discrepa de la moción en cuanto a que considera imprescindible y urgente construir el ATI de residuos nucleares de la planta.

Varias organizaciones ecologistas piden el cierre de la central nuclear de Cofrentes para no asistir a “un Fukushima 2″

Europa Press.- El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), la plataforma Tanquem Cofrents y Ecologistas en Acción han exigido el cierre definitivo de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) antes de su renovación en 2021, tras los tres incidentes registrados y notificados al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Una «acumulación» de averías que, para los ecologistas, pone en duda tanto la seguridad de la instalación como la supervisión del CSN: «Estamos jugando con fuego. Podemos asistir a un Fukushima 2».

Así lo han advertido el portavoz del MIA, Francisco Castejón, y el de Tanquem Cofrents, José Juan Sanchis, a raíz de los últimos incidentes comunicados por la central al CSN. «Un accidente en Cofrentes pondría patas arriba todo el turismo y la industria del Mediterráneo», ha alertado Castejón. La primera incidencia tuvo lugar en octubre de 2017, después de la última parada para recarga, al constatar una irregularidad en las medidas de caudales de los dos lazos de enfriamiento. El Consejo estableció una parada no programada y calificó el suceso en nivel 0 al no constatar impacto en los trabajadores.

Las organizaciones denuncian que, por el contrario, se decidió poner la central en funcionamiento y esto tuvo como resultado un nuevo incidente el 8 de noviembre: la rotura de una válvula de uno de los lazos y la parada forzosa de la central, en lo que ven «falta de rigor del CSN y dejadez del titular» de las instalaciones. Según los antinucleares, el procedimiento de extracción de esta válvula fue «extremadamente complicado» y los trabajadores recibieron «dosis radioactivas extra a pesar de que la recuperación se realiza con un robot». Cofrentes se puso en marcha nuevamente el 10 de diciembre tras reparar la pieza dañada, un incidente reclasificado como nivel 1 (anomalía) por el Consejo.

Finalmente, en enero, la central tuvo que parar de nuevo por una fuga en los accionadores de las barras de control, elevadores hidráulicos que actúan como los «frenos» de la central en los elementos combustibles del reactor, piezas que «ya se tuvieron que sustituir en 2005 por corrosión». Las plataformas señalan que esta fue una parada programada porque los titulares de Cofrentes avisaron al CSN con 48 horas de antelación.

Sin embargo, aseguran que los responsables de la central «habían observado la existencia de las fugas y anunciaron con antelación que pararían para anticiparse así a una parada no programada» que habría supuesto «un nuevo incidente a comunicar públicamente». La causa de este incidente, según las organizaciones, es que en las operaciones de mantenimiento «no se apretaron correctamente los tornillos de los accionadores». Un error «de parvulitos de ingeniería», ha ilustrado el portavoz de Ecologistas.

El 13 de enero se produjo otro suceso al poner la central en marcha: una vibración anómala en una pieza de la turbina que obligó a una nueva «parada forzosa» y de la que «tampoco se sabe la causa». El Consejo lo clasificó en nivel 0 al no constatar ningún impacto. Los ecologistas subrayan que esta «acumulación» de incidentes se produjo «tras un mes de inspecciones», durante la parada para recarga, y cuando el titular de la central está «a punto» de pedir la renovación del permiso de explotación por 10 años al CSN, que entraría en vigor en 2021.

Aunque reconocen que «sería improbable», las plataformas consideran que los elementos que han fallado ahora podrían hacerlo en el futuro al mismo tiempo y «no habría forma humana de pararlo». De esta forma, ha advertido en este punto el portavoz de Ecologistas, «podemos asistir a un Fukushima 2». Denuncian que, al mismo tiempo, las incidencias han supuesto «un aumento de la exposición a la radiación» para los trabajadores y ponen de relieve 3 cuestiones: «el envejecimiento y degradación de la central, la baja o nula cultura de seguridad nuclear por parte de la empresa y la falta de rigor y de medidas serias del CSN».

En cualquier caso, remarcan que no cuestionan el trabajo de los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), sino «la dirección política de los consejeros». «El PP es claramente pro-nuclear y por eso prepara, desde el Gobierno central, un decreto ley para evitar la discrecionalidad en el cierre», ha subrayado el portavoz de Tanquem Cofrents. Las organizaciones defienden que la central «ya está sobradamente amortizada» y agregan que la energía que produce Cofrentes «se vende al triple de su precio» y supone «un millón diario de beneficios antes de impuestos».