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Europa, China y Estados Unidos insisten en que el pacto de París sea vinculante mientras los países subdesarrollados exigen financiación

EFE.- La Unión Europea, China o Estados Unidos, entre otras partes de la cumbre del clima de París, reclaman un pacto de lucha contra el cambio climático «legalmente vinculante«, aunque esta expresión tiene un sentido distinto para cada uno de ellos. Mientras, representantes de los países menos desarrollados piden a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia en la COP21.

Las delegaciones de los 195 países centran sus intensas negociaciones en el carácter legal del acuerdo, entre otros temas y, según diversas fuentes, se busca una fórmula cercana a lo que persigue Estados Unidos. Las fuentes también apuntaron a que esa expresión tiene un sentido distinto para cada una de las partes. El comisario de Acción por el Clima de la Unión Europea, Miguel Arias Cañete, reitera que quieren que el acuerdo y los 185 compromisos nacionales de reducción de emisiones presentados para el mismo sean jurídicamente vinculantes internacionalmente o quedarán en papel mojado. China y Estados Unidos también persiguen un pacto vinculante, pero, a diferencia de la Unión Europea, no lo quieren en su totalidad sino hasta cierto punto.

Estados Unidos busca un acuerdo por el que los países estén obligados a remitir compromisos de reducción de emisiones periódicamente, a tomar medidas internas para asegurar que cumplen lo prometido y a rendir cuentas regularmente, pero no pretende que los objetivos nacionales ofertados sean vinculantes. La legislación estadounidense dice que todo acuerdo vinculante con «objetivos» o cifras de cumplimiento obligatorio debe ser remitida al Senado, lo que el Gobierno Obama quiere eludir ante la posibilidad de que la mayoría republicana lo rechace. Esa delegación argumenta que su propuesta contentaría a países como China o India que no quieren «atar» las cifras de reducción de emisiones ofrecidas con esa fórmula legal.

Preguntado al respecto, Yvo de Boers, una de las personas que mejor conoce las negociaciones, de las que fue jefe como secretario de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) entre 2006 y 2010, quita peso al hecho de que el futuro pacto sea «legalmente vinculante». Muchos países piden que lo sea a nivel internacional, «pero ¿qué significa? ¿Que si alguien no cumple lo llevas a la corte penal internacional? Eso nunca ocurre», señaló De Boers.

A su juicio tendría más sentido que fuera legalmente vinculante a nivel nacional, pues argumenta que «la promesa que has hecho en París, la llevas a tu Parlamento y la transformas en una ley que recoja el procedimiento para cumplirlo». De Boers vaticina que si hay un acuerdo final con todos los compromisos recogidos «y se dice que los países los implementarán en sus legislaciones y cada 5 años los revisarán y renegociarán la ambición, la Unión Europea lo aceptará» aunque no sea vinculante internacionalmente.

El embajador mexicano y miembro de la delegación de este país, Luis Alfonso de Alba, comparte la visión de que un acuerdo bien atado «en el que todas las partes pasan por un proceso de revisión del cumplimiento de sus obligaciones» es lo fundamental. Además, recuerda que el pacto prevé que cuando los países renueven en el futuro sus contribuciones nacionales no pueden prometer menos de lo ofrecido en 2015, lo que garantiza que irán revisando al alza aunque las promesas no sean jurídicamente vinculantes.

Determinará la fuerza legal del acuerdo «su contenido, no su nombre ni si es o no vinculante internacionalmente», subrayó por su parte la experta en temas legales del World Resources Institute, Eliza Northrop, quien augura que el resultado será una combinación de textos vinculantes y no vinculantes muy similar a lo que busca Estados Unidos. Northrop explicó que el acuerdo en sí será un pacto legal internacionalmente, por lo que para formar parte del mismo los países deberán ratificarlo posteriormente.

En cualquier caso, esa fórmula se sigue discutiendo en París, donde hay un nuevo texto de negociación con cinco páginas menos (50 en lugar de 55) pero con más paréntesis (1.400 frente a 1.250). El documento cuenta con 250 opciones abiertas que afectan fundamentalmente a las cuestiones más peliagudas: la financiación, mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo y la diferenciación entre países ricos y pobres respecto a cumplir los compromisos.

Piden a Occidente más responsabilidad

Representantes de los países menos desarrollados pidieron a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia. «Es responsabilidad de todos, colectivamente. Pero tienen una mayor responsabilidad nuestros socios desarrollados, que son los que tienen la responsabilidad histórica de acudir con objetivos muy ambiciosos», afirmó el ministro de Medioambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju, que lidera el grupo de países menos desarrollados en las negociaciones climáticas y alertó de que, si no se resuelven estas diferencias, será difícil llegar a acuerdos.

«Somos diferentes, tenemos diferentes capacidades y tenemos que asegurar que hay un acuerdo que refleja esto», dijo. En este sentido, señaló que es justo que la India defienda que tiene una posición diferente a la de otras grandes economías, debido al alto nivel de pobreza del país, por lo que consideró «justo» que trate de proteger a esta población. WWF pidió también que se tenga en cuenta la diferenciación en las negociaciones sobre el clima, de modo que se pongan sobre la mesa los conceptos de «responsabilidad y capacidad» a la hora de decidir qué esfuerzos deben hacer las partes.

Asimismo, Ousman Jarju hizo hincapié en la necesidad de que el acuerdo incluya un reconocimiento explícito sobre la ayuda ante los daños y pérdidas ocasionados por los efectos del cambio climático en los países más vulnerables. «Si la cuestión de las pérdidas y daños no se tiene en cuenta de manera adecuada, no habrá un resultado en París», resaltó. También consideró esencial asegurar que el paquete de medidas que salga de la COP21 incluya «financiación nueva, adecuada y predecible». En este sentido, aplaudió  la cooperación sur-sur anunciada por China, pero avisó de que ello «no sustituye» a las aportaciones que, a su juicio, los países ricos deben hacer y que no han de incluirse en ese paquete créditos a devolver.

Ban Ki-moon no se moja

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, apremió a todos los países, ricos y pobres, a ser flexibles y demostrar su compromiso para alcanzar en París un acuerdo para combatir el cambio climático. «Todavía queda mucho trabajo por hacer. Siguen sin resolverse asuntos esenciales y no queda mucho tiempo», dijo Ban, que instó a los países desarrollados a «reconocer su responsabilidad de encabezar» el proceso y a las naciones en vías de desarrollo a «hacer más en línea con sus crecientes capacidades». En ese sentido, recordó que dentro de los países en desarrollo hay distintos niveles de riqueza y posibilidades y puso como ejemplo los fondos de cooperación prometidos por China.

El diplomático coreano, mientras tanto, evitó pronunciarse sobre una de las cuestiones esenciales de las discusiones: si el acuerdo que salga debe ser jurídicamente vinculante o no. Ban dijo que, por ahora, «se discuten muchas ideas» en ese ámbito y subrayó que lo importante es que haya un pacto que sea firme y universal. «El mundo ha estado demasiado tiempo sin un acuerdo climático universal que incluya a todos los países como parte de la solución. No podemos retrasarlo más», insistió Ban. El responsable de la ONU recordó que no hay «un acuerdo perfecto», pero dejó claro que el resultado de la negociación debe situar al mundo en el camino correcto para «una prosperidad a largo plazo, estabilidad y paz».

La India bloquea las negociaciones del acuerdo climático de París y la Unión Europea empieza a flexibilizar su postura

EFE.- Las negociaciones de cerca de 200 países para lograr un acuerdo universal contra el cambio climático están en punto muerto por el bloqueo de India, que presiona para que el acuerdo diferencie claramente las responsabilidades entre naciones desarrolladas y en desarrollo en los puntos clave. Mientras, la Unión Europea mantiene su exigencia de que el acuerdo climático perseguido incluya objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, algo que rechaza Estados Unidos, por lo que reconoció estar considerando opciones para llegar a un consenso.

Pese a que el presidente de India, Narendra Modi, subrayó en la inauguración de la cumbre del clima que su país «no quiere quedar fuera» del pacto global que se prevé aprobar en París, India no ha defraudado las expectativas de quienes vaticinaban que se convertiría en el Estado que más iba a complicar el acuerdo. La jefa del equipo negociador español, Valvanera Ulargui, explicó que India se opone a que la diferenciación entre países ricos y pobres, en que se basa el Protocolo de Kioto (1997), «se vaya diluyendo».

India persigue que las contribuciones de reducción de emisiones para el futuro acuerdo sean de cumplimiento «voluntario» para los países en desarrollo, entre los que se incluye, y sólo sean jurídicamente vinculantes para los países que un anexo de la ONU de 1992 consideró «ricos». Esa división entre ricos y pobres de 1992 dista mucho de la realidad actual y de ella no quieren ni oír hablar ni Estados Unidos ni la Unión Europea, que se oponen a que los compromisos de los países en desarrollo sean de cumplimento voluntario.

La negociación no sólo permanece paralizada en ese punto, también lo está en todos los párrafos más importantes del acuerdo, cuyo cumplimiento India quiere condicionar a la recepción de financiación por parte de los países desarrollados. La propia contribución presentada por India, el tercer mayor emisor tras China y Estados Unidos, de reducir la intensidad de sus emisiones entre un 33-35% para 2030 respecto a 2005 y que el 40% de su electricidad provenga de renovables, está condicionada a la recepción de 206.000 millones de dólares de la comunidad internacional.

Transferencia sin coste de conocimientos

India quiere, además, que el acuerdo recoja la obligatoriedad de los Estados desarrollados de transferir, sin coste, conocimiento en tecnologías bajas en carbono a los países en desarrollo, un asunto regulado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y que no puede ser tratado en esta convención. El país asiático no está solo: un buen número de naciones en desarrollo que se beneficiarían de que las contribuciones sean voluntarias le secundan en silencio. «Tememos que China, que oficialmente se presenta como facilitador, sea más bien un apoyo», indicó un negociador de la delegación británica.

Para los negociadores más optimistas el bloqueo de India forma parte de una postura táctica y esperan que la próxima semana, cuando los ministros acudan a París a ultimar el acuerdo, la India ceda si se les asegura la financiación y parte del lenguaje que desean en transferencia tecnológica. Hay quien va más allá y cree que el bloqueo se debe a un conflicto de «orgullo país» mal gestionado: países como Estados Unidos no han dejado de repetir en los últimos meses lo «cooperante» que estaba China para alcanzar un acuerdo internacional, frente a «lo problemática» que estaba siendo India.

«India se ha podido sentir herido como país porque no se haya reconocido su recorrido», indicó la ex secretaria de Estado española de cambio climático Teresa Ribera. La realidad es que el mix energético de India es cada vez más limpio y que, aunque el carbón es la fuente de energía más barata y abundante del país, cada vez más caro y complicado de extraer.

«La mayoría de los bancos ven más potencial en financiar proyectos solares que nuevas plantas de carbón», aseguró un delegado de India en la cumbre, al tiempo que consideró que su país «no puede aceptar limitar duramente sus emisiones cuando todavía estamos tratando de alumbrar a gran parte de la población, el 20% de nuestros habitantes no tienen acceso a la electricidad». Apuntó a que los países ricos son los principales responsables del cambio climático, y que aún «un estadounidense medio emite 10 veces más al año que la media de un habitante en India».

La única manera de acercar posturas, por ahora, cuando ninguna delegación quiere ceder en sus líneas rojas, sería que los más ricos aporten fondos para ayudar a financiar el recorte de emisiones de los que están en desarrollo. Las «diferencias en la negociación en estos momentos son sanas, no se está debatiendo en contra de nadie», dijo la secretaria de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueras, quien insistió en que «queremos un acuerdo con todo el mundo a bordo, nadie se quedará en el camino».

La Unión Europea busca consensos

Bruselas mantiene su exigencia de que el acuerdo climático incluya objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, según afirmó Elina Bardram, negociadora de la delegación comunitaria. «Abogamos con fuerza por objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, y al mismo tiempo, como en toda negociación, tenemos que escuchar a todas las partes y considerar las circunstancias que nos permitan llegar al acuerdo más general, inclusivo y dinámico«, aseguró Bardram.

La negociadora europea recalcó que, en cualquier caso, la «fortaleza y la credibilidad» del acuerdo que se espera que salga de París «no se va a juzgar en función de una sola cuestión, sino del nivel de ambición de varios elementos del acuerdo». Apuntó a cuestiones como el establecimiento de un sistema de transparencia y rendimiento de cuentas a la hora de mostrar los esfuerzos hechos por cada país para cumplir con sus objetivos, así como el modo en que se fija la mitigación y cómo se formulan los compromisos que van a ser aplicados.

«Las negociaciones están en marcha, no ha habido ninguna concesión por parte de la Unión Europea, pero, como otros, estamos mirando soluciones que nos lleven a un acuerdo», manifestó Bardram. La negociadora instó también a todas las partes a acelerar los trabajos para poder alcanzar un consenso para el día 11, cuando finalizará la cumbre. «El trabajo duro acaba de comenzar ahora, hemos empezado esta sesión final con un texto de 51 páginas y claramente demasiadas opciones sobre la mesa. Las negociaciones tienen que ponerse a trabajar seriamente, para acortar y pulir el texto», apuntó.

«La gente se está reservando las balas como si fuéramos a estar en París tres semanas, en vez de dos», afirmó por su parte Karsten Sach, una de las negociadoras de la delegación alemana. Sach mostró su pesar porque las conversaciones no están avanzando tan rápido como desearía y consideró que los políticos deberían poner presión sobre los técnicos para que aceleren su trabajo. En la misma línea, Bardram afirmó que es necesario que se busquen ya puntos en común entre las diferentes partes y apuntó que la Unión Europea está dispuesta a actuar como una «constructora de puentes», así como a «comprometerse en negociaciones sustanciales» para lograr que la temperatura global permanezca por debajo de los dos grados Celsius.

China promete reducir un 60% sus emisiones invernadero del sector energético en 2020 y WWF cree que puede cumplir

Mientras diversas urbes de todo el planeta se comprometieron durante la conferencia medioambiental de París (COP21) a destinar el 10% de sus presupuestos anuales a mitigar el cambio climático, el gobierno de China anunció que reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético en un 60% de aquí a 2020 y que las emisiones anuales de CO2 disminuirán en 180 millones de toneladas.

El país vive esta semana una crisis de contaminación del aire que ha provocado que se emitiera un alerta naranja, el segundo nivel más alto, que conlleva el cierre de autopistas y la paralización de obras de construcción y recomendaciones a los ciudadanos para que permanezcan en sus casas. El Ministerio de Protección Medioambiental indicó que las emisiones se disparan durante el invierno por los sistemas de calefacción y la baja ventilación natural. Por su parte, el delegado de China en París, Su Wei, subrayó con «preocupación» lo que considera que es una «falta de compromiso de las naciones más ricas para recortar drásticamente sus emisiones de CO2 y ayudar a los países en desarrollo a abordar el calentamiento global.

Tras el anuncio y también desde París, la ONG WWF apuntó que los compromisos expresados por China «no solo son posibles, sino también económica y técnicamente viable». El informe Future Generation 2.0 de WWF concluye que China dispone de potencial técnico para generar el 84% de sus necesidades energéticas con fuentes renovables en 2050 y a un coste mucho más bajo» que dependiendo del carbono.

El análisis del Instituto de Investigación de Transición Energética en el que se basa el informe de WWF sobre China revela que el país podría cumplir con los compromisos internacionales expresados antes de la COP de París para que las emisiones lleguen a su límite y se reduzcan significativamente y se genere el 20% de su energía mediante fuentes de combustibles no fósiles en 2030, por lo que podría prescindir del carbón en su mix energético en 2050 o antes.

La líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF, Samantha Smith, destacó que China tiene una «gran oportunidad» en las negociaciones del clima de Naciones Unidas para «promover más apoyo» de cara a lograr un «sólido acuerdo». «Nuestra información muestra que los objetivos que China ha establecido no solo son ambiciosos, sino que son totalmente realistas», ha subrayado, al tiempo que ha añadido que el informe publicado por la ONG demuestra que el futuro de bajas emisiones está al alcance y a una fracción del coste de la trayectoria actual de China.

Para el director de WWF en China, Lo Sze Ping, el informe demuestra que «es posible» y que para lograr un futuro «altamente eficiente y alimentado por renovables, la voluntad política es un elemento clave». «Mientras más rápido el gobierno de China envíe señales claras para la transición energética, más pronto podemos garantizar un crecimiento sostenible para nuestra economía», alentó.

Presupuestos contra el cambio climático

Cali, México, Río de Janeiro, Santa Fe y otras 15 urbes de todo el planeta se comprometieron  en la COP21 a destinar el 10% de sus presupuestos anuales a mitigar el cambio climático. Esa promesa representa un compromiso de 5.200 millones de dólares que afectará a 33 millones de personas, señaló la Fundación Rockefeller, que impulsa la iniciativa junto con el grupo «100 ciudades resilientes». Forman también parte de ese compromiso capitales como Accra, Ammán, Atenas, Kigali y París, así como otros los municipios estadounidenses de Berkeley, Boulder, Nueva Orleans, Oakland, Pittsburgh y Tulsa, la británica Bristol, la libanesa Biblos, la china Huangshi, la holandesa Rotterdam o la japonesa Toyama.

China está aprobando este año construir 4 plantas de carbón por semana pese a que baja su consumo

EFE.- China aprobó la construcción de 155 plantas de carbón en lo que va de año, cuatro a la semana, pese a la saturación del sector y a la bajada del consumo de esta fuente de energía. De entrar en funcionamiento tendrán un gran impacto en el medio ambiente del país, según Greenpeace.

Las emisiones de CO2 de estas plantas supondrán el 6% de las actuales emisiones de China, o, lo que es lo mismo, las emisiones totales de Brasil, señala Greenpeace. Además, las emisiones de partículas tóxicas de estos nuevos proyectos serán mayores que las emisiones de todos los vehículos juntos de Pekín, Tianjin, Shanghái y Chongqing, las grandes ciudades chinas. Su puesta en funcionamiento provocará, alerta la ONG, que aumenten los casos de asma y bronquitis crónica en la población, así como que ascienda el número de muertes relacionadas con la contaminación en 6.100 por año.

Greenpeace que la aprobación de estas nuevas plantas parece deberse a la decisión de China de descentralizar la autoridad para dar luz verde a este tipo de proyectos. Esto ocurre cuando la producción de electricidad por la quema de carbón no ha crecido desde 2011 y «no tendrá espacio» para hacerlo hasta 2020, según los objetivos del Gobierno para impulsar energías verdes.  «Al mismo tiempo que el consumo de carbón baja y China redobla sus compromisos con el clima, las empresas estatales están invirtiendo ciegamente en carbón», consideraron desde Greenpeace.

La organización pide una «inmediata prohibición» de nuevas plantas de carbón, uno de los principales factores de la grave contaminación que sufre el país. Según datos de Greenpeace, estas 155 plantas suponen una inversión de alrededor de 70.000 millones de dólares y aumentarán en un 40% la deuda actual de las compañías estatales involucradas. En este contexto, las firmas estatales bloquearán las reformas encaminadas a construir un sistema energético más verde en el país, considera Greenpeace, que ve la situación como «una burbuja de carbón» muy peligrosa para China, tanto a nivel económico como social.

La inversión china relanza la energía nuclear en Reino Unido apoyando la primera central que construirán en dos décadas

EFE.- El presidente de China, Xi Jinping, confirmó tras reunirse en Londres con el primer ministro británico, David Cameron, que la compañía estatal china CGN sufragará un tercio de la construcción de la primera central nuclear en el Reino Unido desde 1995.

Pekín invertirá cerca de 6.000 millones de libras (8.160 millones de euros) en el reactor de Hinkley Point C, en el condado de Somerset (suroeste de Inglaterra), un proyecto que lidera la francesa EDF, que mantendrá una participación del 65,5%, y que aspira a generar a partir de 2025 el 7% de la electricidad del Reino Unido. El capital aportado por China impulsará el plan de Londres para relanzar las nucleares como fuente de energía y permite a Pekín situar en el escaparate global su capacidad industrial en el sector.

Xi se reunió con Cameron en Downing Street durante la segunda jornada de su visita de Estado de cuatro días al Reino Unido, en la que se espera que se cierren acuerdos por valor de 30.000 millones de libras (40.800 millones de euros). El «histórico acuerdo» para construir la central de Hinkley Point servirá para «proveer al Reino Unido de energía asequible y dará empleo a más de 25.000 personas, que trabajarán juntas para construir un futuro de bajas emisiones», dijo Cameron, que cuenta con un plan para dar un nuevo impulso a la energía nuclear, un propósito que puso por primera vez sobre la mesa el ex primer ministro laborista Tony Blair en 2005.

Xi, por su parte, anunció una «era dorada» para los negocios entre ambos países y subrayó que el plan para construir Hinkley Point C es el primer paso para «más cooperación práctica de este tipo» en el futuro. La compañía estatal china CGN poseerá el 33,5% de la participación en Hinkley Point C. Además, el trato sobre la central en Somerset incluye asimismo un acuerdo inicial para otros dos proyectos entre CGN y EDF en el Reino Unido, la central Sizewell, en Suffolk, en la que la firma china aportará el 20% del capital, y la de Bradwell, al este de Londres, que se convertirá en el primer reactor nuclear diseñado por China en Occidente.

Ante la preocupación que han expresado diputados de la oposición laborista sobre los problemas de seguridad que podría representar el uso de tecnología china en centrales nucleares en el Reino Unido, el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, negó cualquier riesgo y aseguró que «la seguridad nacional depende de la seguridad económica«. Por su parte, el sindicato GMB afirmó que Reino Unido necesita la energía nuclear para crear empleo y rebajar las emisiones contaminantes, si bien aseguró que continuará «haciendo campaña en contra de dar luz verde al uso de tecnología china en Bradwell». «La tecnología nuclear china no está probada y ningún Gobierno debería ni siquiera considerar utilizarla en una nueva planta situada a 96 kilómetros de Londres», indicaron.

La producción de crudo en China sube un 2,5% interanual hasta septiembre

EFE.- La producción de crudo en China alcanzó los 160 millones de toneladas en los primeros tres trimestres del año, lo que supone un aumento interanual del 2,5%, según anunció el Gobierno de la segunda economía mundial. China refinó 355 millones de toneladas de crudodurante ese periodo, un 3,2% más, añadió la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo.

El consumo de petróleo refinado, que se calcula sumando la producción a las importaciones y restando las exportaciones, aumentó un 2,7% hasta septiembre en comparación con el año anterior, hasta alcanzar las 207 millones de toneladas.

Por otro lado, el organismo oficial chino señaló que la producción natural de gas natural alcanzó los 96.600 millones de metros cúbicos entre enero y septiembre, un 3,7% más que en el mismo período de 2014. A su vez, la importación de gas natural experimentó entonces un incremento interanual del 2,9%, hasta los 43.600 millones de metros cúbicos, mientras el consumo del mismo fue de 132.000 millones de metros cúbicos.

Un investigador del Instituto de Investigación Tecnológica y Económica de la CNPC (Corporación Nacional del Petróleo de China), Chen Rui, pronosticó el pasado mes que la demanda de petróleo en China alcanzará su pico en 2030, cuando llegue a los 680 millones de toneladas. Chen también señaló que en 2020 China aumentará su dependencia de las importaciones de petróleo del actual 60% a un 67,1%, hasta que ocupe el 70,6% en 2030.

España pierde una posición y cae al puesto 25 en el ranking de atractivo inversor en renovables de EY

Europa Press.- España ha caído al vigésimo quinto puesto, perdiendo un lugar, en el ranking de países con atractivo inversor para las energías renovables, elaborado por EY. El ranking pasa a estar liderado por Estados Unidos, que desbanca así de lo más alto a China, que cae al segundo puesto, mientras que la India sube al tercero, en detrimento de Alemania, que se ve desplazada al cuarto lugar.

Por tecnologías, España se sitúa en decimotercer lugar para las instalaciones termosolares, mientras que ocupa el puesto 28º para eólica terrestre, donde se cuenta con algunos de los principales promotores mundiales, y el 26º en eólica marina, tecnología sin apenas presencia en el país. Del ranking destacan los avances de Chile (9º) y los Países Bajos (10º), que ascienden hasta el top-ten de la lista.

China planea reanudar la construcción de 31 centrales nucleares en el interior del país

EFE.- Los planes de construir hasta 31 centrales de energía nuclear en zonas del interior de China, que se habían bloqueado en el último lustro tras la catástrofe de Fukushima (Japón), se podrían reanudar en el periodo 2016-2020, según varios expertos. Diez divisiones administrativas en zonas no costeras del país manejaban planes de desarrollo de reactores nucleares, aunque el accidente nuclear de 2011 en Japón detuvo muchos proyectos atómicos en China, especialmente en el interior, donde el riesgo de seísmos suele ser mayor que en la costa.

El desbloqueo de estas obras se podría confirmar oficialmente con la publicación del XIII Plan Quinquenal, la «hoja de ruta» económica para China entre 2016 y 2020, que se presentará en el próximo plenario del Partido Comunista, posiblemente en octubre, y debería aprobarse en la sesión anual del Legislativo, en marzo. La segunda economía mundial, que en lo que va de siglo ha emprendido una amplia estrategia de diversificación de sus fuentes energéticas, planea que sus centrales nucleares tengan una capacidad instalada de producción eléctrica de 58 millones de kilovatios.

Informes de la Academia China de Ingeniería, ligada al Gobierno, ya han recomendado la reanudación de los proyectos en zonas centrales del país, argumentando que el rápido crecimiento económico en ellas exige un mayor abastecimiento energético. Junto a la reanudación, y para atender el aumento de la preocupación por la seguridad de la energía nuclear que provocó el desastre de Fukushima, se creará un equipo nacional de emergencia y rescate, compuesto por unos 320 efectivos, con el fin de hacer frente a posibles accidentes. China ya reanudó en enero la construcción de la central nuclear de Shidao, que será la mayor del país asiático, paralizada desde el desastre de Fukushima.

China planea construir en Inglaterra su primera planta nuclear en Occidente

EFE.- El Reino Unido y China ultiman la firma de un acuerdo para construir en Bradwell (Inglaterra) la primera planta nuclear en Occidente diseñada y operada por el país asiático. Ambos gobiernos esperan cerrar los detalles del plan durante la visita al Reino Unido que el presidente chino, Xi Jinping, tiene previsto hacer el próximo octubre. La construcción del reactor de Bradwell forma parte de un acuerdo más amplio respecto a infraestructuras nucleares entre el Reino Unido, China y Francia.

Pekín obtendrá el permiso para operar la planta como contrapartida a su inversión en dos proyectos de la francesa EDF en Inglaterra, las plantas de Hinkley Point y Sizewell. El reactor chino tendrá capacidad para producir un gigavatio de energía, suficiente para dar servicio a cerca de un millón de hogares. La compañía EDF participará como inversor minoritario en el proyecto de Bradwell y asesorará a los ingenieros chinos sobre los requisitos de seguridad en el Reino Unido y la Unión Europea. La nueva hornada de plantas nucleares que prepara el Gobierno de Cameron forma parte de un plan para reducir la dependencia del Reino Unido de los combustibles fósiles.

El precio del petróleo se estabiliza tras el recorte de los tipos de interés en China

EFE.- El precio del petróleo se estabilizó hoy gracias a los estímulos económicos en China y a que su bajo precio, que continúa en niveles de principios de 2009, animó las operaciones en los mercados de futuros.

Tras el desplome del lunes, motivado por las dudas sobre la economía del gigante asiático, el precio del crudo Brent recuperó hoy en Londres un 1,21 % de su valor, hasta 43,21 dólares, mientras que el Texas (WTI) avanzó en Nueva York un 2,80 % y se negociaba al cierre por 39,31 dólares el barril.

La decisión de Pekín de recortar los tipos de interés por quinta ocasión desde noviembre calmó durante la jornada a los mercados y contribuyó a detener la caída en picado los precios del crudo, que ayer perdieron un 6,09 % en Europa y un 5,46 % en Estados Unidos. Con todo, algunos analistas consideran que el repunte de hoy está más ligado a los intereses financieros a corto plazo que a la confianza en un cambio de rumbo de la economía china.

«Estamos viendo una enorme volatilidad en los mercados del petróleo y de las materias primas en general. Está ligada a la situación en China, pero también hay un elemento de especulación financiera», afirmó a Efe David Elmes, jefe de la Red de Investigación Global en Energía de la universidad británica de Warwick. «Los mercados pueden responder rápidamente a una señal concreta, pero hay que ver si esa respuesta es sostenida, y para ello los inversores tienen que ver pruebas materiales de que las cosas realmente están cambiando», sostuvo Elmes.

La rebaja de tipos animará a los bancos chinos a prestar más dinero y contribuirá a acelerar la economía del país, si bien los expertos consideran que el Gobierno de Pekín continuará teniendo problemas para mantener su nivel de crecimiento y, con él, su actual demanda de crudo.  «Está claro que China sigue desacelerándose y que las decisiones que se han tomado hasta ahora no han sido suficientes para evitar el colapso de su industria. El movimiento de hoy es un paso en la buena dirección, pero no es suficiente para darle la vuelta a la situación», consideró Anna Stupnytska, economista de la firma Fidelity Worldwide Investment.

Las dificultades en Pekín han añadido nueva presión a los mercados del petróleo, que desde el verano de 2014 atraviesan una crisis provocada por un exceso de oferta y la negativa de algunos de los mayores productores de crudo a reducir su bombeo.

El precio del crudo ha retrocedido un 61 % desde julio de 2014, una tendencia que podría agravarse si el segundo consumidor mundial rebaja su gasto energético y su nivel de importaciones de crudo, ya que los países productores encontrarían aún más dificultades para dar salida a su oferta.

El camino más directo hacia la recuperación de los precios sería la reducción de la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pero Arabia Saudí ha presionado hasta ahora para mantener invariable su techo de bombeo en 30 millones de barriles diarios. Algunos países miembros de la OPEP, como Venezuela y Nigeria, se han visto obligados a recortar su gasto en los últimos meses como consecuencia del bajo precio del crudo, una de sus principales fuentes de ingresos, si bien los analistas no ven signos de que Arabia Saudí, con un peso decisivo en el grupo, vaya a dar su brazo a torcer a corto plazo.

Para Elmes, «todavía estamos en una situación de exceso de producción, sin ninguna señal a la vista de que se vaya a reducir esa producción y sin visos de que la demanda global vaya a aumentar». Ese escenario afecta de forma negativa a las economías de países como Estados Unidos, un productor de crudo cada vez más potente cuyos márgenes de beneficio han sufrido una drástica reducción en los últimos meses, si bien puede resultar beneficioso para países importadores de petróleo.

«En este momento hay países que pueden comprar petróleo a precios bajos en los mercados internacionales. El coste de la energía es menor para ellos y eso supone un estímulo económico», resaltó el economista británico. «Para un país individual como España, que no produce demasiado petróleo ni gas, puede parecer una situación bastante atractiva. Aún así, los bajos precios son un problema a nivel global y eso probablemente lo notarán todos los países en algún grado», afirmó