EFE.- El consejero de Empresa y Empleo del Gobierno catalán, Felip Puig, apostó por replantear la financiación pública que se destina al impulso de las renovables, de tal modo que se sustituya el actual sistema por una dotación fija en los presupuestos generales. «No nos podemos basar en un sistema de primas artificiales», indicó Felip Puig durante la inauguración de un seminario sobre la utilización del biogás organizado por la Fundación Gas Natural Fenosa.
El consejero precisó que un sistema con aportaciones públicas estables favorecería que la industria actuara como tractora en la implementación de energías renovables, biomasa o biogás, ya que les permitiría observar todo el sistema productivo que hay detrás de estas fuentes energéticas. «Sólo tendrán un desarrollo eficaz en la medida que la industria y la economía sean quienes produzcan la tracción para su introducción», subrayó Puig, que insistió en que el impulso no puede venir eficazmente de ninguna otra forma.
El consejero lamentó que el actual marco regulador energético «está muy alejado de la economía productiva y de las necesidades de este país», y lo atribuyó a la falta de autonomía de Cataluña en este sentido. «La energía requiere una visión y un planteamiento estratégico que no ha habido en España con la regulación eléctrica», señaló. Puig destacó la eficiencia energética como uno de los pilares de la competitividad de las empresas en el futuro ya que no pueden basar su ventaja sobre otras compañías extranjeras en la «contención salarial».
El director general de la Fundación Gas Natural Fenosa, Martí Solà, resaltó dos ventajas del biogás respecto a otras energías renovables: su producción no depende de las condiciones climatológicas y permite reutilizar los residuos. El biogás es un gas combustible generado a través de procesos de degradación de la materia orgánica; se puede generar con residuos o cultivos agrarios. En Europa existen 15.000 plantas de biogás, si bien tan sólo el 10% están conectadas a la red de energía, mientras que el resto utilizan el biogás para procesos industriales propios.
Biogás contra la dependencia energética
Diversos expertos energéticos defendieron el uso del biogás para reducir la dependencia energética exterior de España, con un uso combinado del biometano con el gas natural que permitiría contribuir a los objetivos medioambientales de la Unión Europea. Desde Gas Natural Distribución, Raúl Font apuntó a la inyección de biometano en la red de gas natural, aunque cumpliendo los requerimientos técnicos y de seguridad. Añadió que debe existir un marco regulatorio que establezca las reglas para cada uno de los actores involucrados, así como un régimen económico que promueva su implantación.
Representantes de la Generalitat y la Universitat Autònoma de Barcelona explicaron su propuesta de una biorefinería en Cataluña que produzca biometano para la red de gas natural, además de otros biocombustibles y compuestos químicos, a partir de residuos de diversos orígenes, desde agrarios a urbanos e industriales. También se expusieron proyectos de su uso como combustible para vehículos ligeros y pesados, así como las ventajas e inconvenientes de las diferentes tecnologías disponibles para producir biometano.
Según un informe del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (Idae), España es el séptimo productor europeo de biogás y tiene un potencial de energía disponible equivalente al consumo anual térmico y eléctrico de los hogares de Barcelona. España cuenta actualmente con 15 plantas de biogás procedente de residuos sólidos urbanos que, juntamente con la producción de las plantas de purines, podrían generar energía para mover una flota de 750.000 vehículos, según indicó el Institut Català d’Energia (Icaen).
