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La ministra Teresa Ribera e Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) inaugurarán en marzo la Conferencia Change the Change en San Sebastián

Europa Press.- Una mesa redonda en la que participarán la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el consejero vasco de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, y el economista británico Nicholas Stern, autor del informe Stern sobre el impacto económico del cambio climático y el calentamiento global, inaugurará la Conferencia Internacional Change the Change, que se celebrará del 6 al 8 de marzo en San Sebastián.

La conferencia se convertirá en una de las «principales citas» del año en materia de cambio climático y su organización ha sido posible gracias a un acuerdo entre el Gobierno español y vasco, Diputación de Guipúzcoa y Ayuntamiento de San Sebastián. A esta apuesta pública se ha sumado también el patrocinio privado, liderado por Iberdrola, que confirmó su apoyo a la cita, según los organizadores.

Asteklima, la semana del clima

Iberdrola forma parte de las 50 empresas agrupadas en la Alianza de Directores Generales por el Clima, organizada por el Foro Económico Mundial. Durante 3 días, el Palacio Kursaal de San Sebastián acogerá las experiencias de 50 ponentes «de primer orden», especialistas sobre el cambio climático que debatirán y ofrecerán los últimos avances en este ámbito. Junto a ellos, también intervendrán personas que están actuando de forma relevante ante el cambio climático en sus respectivas áreas de actividad y geográficas.

«La Conferencia Change the Change supondrá el evento más importante de la primera semana de Euskadi por el Cambio Climático que, bajo el nombre Asteklima, se articulará en distintas localizaciones del territorio vasco del 1 al 10 de marzo de 2019, con un amplio calendario de actividades para todos los públicos», destacaron. Iberdrola también será un participante activo en la Asteklima, con diferentes actividades en Bilbao y San Sebastián centradas en uso de la energía y movilidad sostenible, entre otras. El objetivo de la Asteklima es movilizar a la ciudadanía hacia el compromiso personal frente al cambio climático, con la premisa de que toda acción, por pequeña que sea, cuenta.

Bruselas autoriza a Francia a invertir 600 millones en instalaciones solares innovadoras mientras la ONU pide triplicar la lucha climática

Europa Press.- La ONU ha advertido a los países de que deben triplicar sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático y lograr así reducir las emisiones después de que alcanzaran un récord en 2017. Asimismo, la Comisión Europea ha aprobado el plan de Francia para invertir 600 millones de euros de fondos públicos en instalaciones solares eléctricas innovadoras, al concluir que la medida ayudará a la Unión Europea a cumplir con sus objetivos energéticos y climáticos sin distorsionar la competencia.

El esquema está financiado con el presupuesto estatal francés y busca impulsar el despliegue de 350 megavatios adicionales de capacidad de generación. Los fondos están disponibles para instalaciones tanto en edificios como a nivel del suelo con una capacidad de entre 100 kilovatios y 5 megavatios. Los beneficiarios serán seleccionados a través de licitaciones públicas que se celebrarán a lo largo de 2019 y recibirán el apoyo público en forma de tarifas de alimentación o de complemento de remuneración durante un periodo de 20 años.

El Ejecutivo comunitario determinó que este programa de ayudas cumple con las normas europeas sobre ayudas de Estado por estar destinado a impulsar el despliegue de energías solares renovables e innovadoras y evitar que los beneficiarios sean sobre compensados. «Nuestro futuro estará alimentado por energía renovable. La iniciativa francesa que aprobamos promocionará las instalaciones solares innovadoras y contribuirá a la transición de Francia a un suministro de energía bajo en carbón y sostenible», destacó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Las emisiones en niveles récord

Por otro lado, un informe de Naciones Unidas ha concluido que las emisiones globales podrían llegar a estar entre 13.000 y 15.000 millones de toneladas por encima del nivel que se ha estimado como necesario para mantener la temperatura global del planeta por debajo de un incremento térmico global de 2 grados centígrados. El noveno informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la ONU ha analizado en detalle el impacto del cambio climático y confía en que durante la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia) se alcance un manual de normas sobre la implantación del Acuerdo del Clima de París que insta a limitar el aumento global de las temperaturas.

El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ha indicado que las emisiones anuales de gases de efecto invernadero llegaron a 53.500 millones de toneladas en 2017 después de tres años consecutivos de descensos. Sin embargo, las emisiones de GEI en 2030 deberán bajar desde un 25% a un 55% para situar al mundo en el camino para limitar la temperatura global de 2ºC a 1,5 ºC. El aumento de las emisiones y la lacónica acción significa que la brecha para el informe de este año es «mayor que nunca», según el estudio.

Las políticas climáticas actuales deberán acometer un recorte de 6.000 millones de toneladas de CO2 en 2030, para detener el calentamiento a la atmósfera para 2100, aunque sus efectos seguirán más allá de ese horizonte. El estudio advierte también de que si la brecha de emisiones no se cierra en 2030 es muy plausible que el objetivo de limitar el aumento de temperatura global a 2ºC esté también fuera de alcance. Para mantener como posible este reto de los 2ºC los países deberán triplicar sus esfuerzos actuales, mientras que para alcanzar el objetivo de 1,5ºC la ambición se deberá quintuplicar.

En la actualidad, las 20 mayores economías del mundo (G20) no están de forma colectiva en el camino de alcanzar sus compromisos, según la UNEP. Así lo confirma el análisis y la revisión del progreso de los compromisos de los países en este sentido, las también llamadas contribuciones nacionales, que indican que son «insuficientes». A esto se suma el informe del Panel de Cambio Climático de la ONU (IPCC) que advertía de que para mantener la temperatura global del planeta por debajo de un incremento de 1,5ºC se deberá hacer rápidamente un esfuerzo sin precedentes.

Las instituciones locales, nacionales y los gobiernos regionales; las compañías, los inversores, la educación superior y las organizaciones de la sociedad civil están incrementando sus compromisos para la acción climática mundial y están ejerciendo una fuerte presión. Aunque las estimaciones de reducción de emisiones potenciales varían, se prevé que se podría evitar hasta 2030 unos 19.000 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente y con ello se podría alcanzar el objetivo de los 2ºC.

Los océanos están absorbiendo calor en un 60% más de lo estimado inicialmente por las emisiones de los combustibles fósiles

Europa Press.- Los océanos absorben cada año una cantidad de energía térmica que es 150 veces más que la energía que los seres humanos producen como electricidad, un 60% más de lo que se había estimado. El fuerte calentamiento oceánico que encontraron los investigadores de Princeton y la Scripps Institution of Oceanography sugiere que es más sensible a las emisiones de combustibles fósiles de lo que pensaban.

Los investigadores informaron en la revista Nature que los océanos del mundo consumían más de 13 zetajoules (un joule, unidad estándar de energía, seguido de 21 ceros), de energía térmica cada año entre 1991 y 2016. La primera autora, Laure Resplandy, profesora asistente de Geociencias y del Instituto Ambiental de Princeton, confirmó que la estimación es más del 60% superior a la cifra del IPCC en su informe de 2014. «Imagínese si el océano tuviera solo 10 metros de profundidad», señaló Resplandy. «Se habría calentado en 6,5 grados Celsius cada década desde 1991. En comparación, el calentamiento es de solo 4 grados Celsius cada década.»

Los científicos saben que el océano ocupa aproximadamente el 90% de todo el exceso de energía producida a medida que la Tierra se calienta, por lo que saber la cantidad real de energía hace posible estimar el calentamiento que podemos esperar, apuntó el coautor Ralph Keeling, un geofísico de Scripps Oceanography y ex asesor postdoctoral de Resplandy. «El resultado aumenta significativamente la confianza que podemos depositar en las estimaciones del calentamiento del océano y, por lo tanto, ayuda a reducir la incertidumbre en la sensibilidad al clima, eliminando así la posibilidad de una sensibilidad al clima muy baja», indicó Keeling.

La sensibilidad climática se utiliza para evaluar las emisiones permitidas para las estrategias de mitigación. La mayoría de los científicos del clima han acordado en la última década que si las temperaturas medias globales superan los niveles preindustriales en 2 grados Celsius, es casi seguro que la sociedad enfrentará consecuencias generalizadas y peligrosas del cambio climático. Los hallazgos de los investigadores sugieren que si la sociedad debe evitar que las temperaturas suban por encima de esa marca, las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas efecto invernadero producido por las actividades humanas, deben reducirse en un 25% más en comparación con lo que se había estimado anteriormente, según Resplandy.

Los resultados de los investigadores son los primeros en provenir de una técnica de medición independiente del método dominante detrás de la investigación existente, señaló. Los investigadores utilizaron las mediciones de alta precisión de Scripps de oxígeno y dióxido de carbono en el aire para determinar la cantidad de calor que los océanos han almacenado durante el tiempo que estudiaron. Midieron el calor del océano observando la cantidad combinada de O2 y CO2 en el aire, una cantidad que llaman «potencial oxígeno atmosférico» o APO. El método se basa en que el oxígeno y el dióxido de carbono son menos solubles en agua más caliente.

A medida que el océano se calienta, estos gases tienden a liberarse en el aire, lo que aumenta la APO, que está influenciada por la quema de combustibles fósiles y por un proceso oceánico que involucra la absorción del exceso de CO2 del combustible fósil. Al comparar los cambios en la APO que observaron con los cambios esperados debido al uso de combustibles fósiles y al consumo de dióxido de carbono, los investigadores pudieron calcular la cantidad de APO que emanaba del océano para calentarse. Esa cantidad coincide con el contenido de calor-energía del océano.

La OCDE insta a mover las economías hacia una senda baja en carbono para cumplir con el Acuerdo de París

Europa Press.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha advertido a los países de que es necesario que respeten sus compromisos climáticos al tiempo que los riesgos crecen y afea que, 3 años después de sus promesas en la Cumbre del Clima de París, una «aplastante mayoría» de Gobiernos no han tomado las acciones necesarias para contener el aumento de los riesgos climáticos.

Por ello, en un contexto de nuevo crecimiento de emisiones, la OCDE urge a sus 42 miembros que necesitan más seriedad para abordar la cuestión y dirigir a sus países a un modelo bajo en carbono y dejar de invertir en infraestructuras intensivas en carbón. Así lo recomienda la OCDE en el documento de la OCDE Financing Climate Futures: Rethinking Infraestructure. El estudio denuncia que solamente 9 de los 180 países firmantes del Acuerdo del Clima de París se han comprometido con la estrategia baja en carbono de largo plazo para 2050 de la ONU.

Sin embargo, se siguen gastando más de 424 billones de euros anuales en subsidios al petróleo, al carbón o al gas y la mayoría no han roto su dependencia presupuestaria de los ingresos procedentes de los combustibles fósiles. Además, el documento también denuncia que los Gobiernos están fallando a la hora de hacer un suficiente uso del gasto público como palanca para descarbonizar sus economías mediante la inversión en infraestructuras bajas en emisiones e innovación.

«Después de todos los compromisos de París y a pesar de tener en la mano todas las herramientas que se necesitan para avanzar, esta inercia nos pone en el riesgo de perder la guerra contra el cambio climático», alerta el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. Por ello, insiste en que los Gobiernos necesitan implantar sus compromisos por completo y entonces aumentar la acción.

Para alcanzar el objetivo de temperatura de París, las emisiones globales de CO2 necesitan dejar de crecer tan pronto como sea posible y desde ahí iniciar un rápido declive hasta llegar prácticamente a cero durante la segunda mitad de este siglo. La OCDE valora que se han producido algunos progresos en materia de financiación verde, por ejemplo el mercado de bonos verdes, que se ha inflado en un 1.000% en los cinco años antes de 2017 y la transparencia sobre los riesgos climáticos está mejorando.

El informe sugiere también vías para atraer mayores flujos financieros, públicos y privados, a alinearse con los objetivos de París y en particular con la financiación de infraestructuras. El estudio cree que debería hacerse a través de una mejor planificación y previsión, mediante la integración de la preocupación climática en las decisiones presupuestarias y dar ventaja a la compra pública de infraestructuras bajas en emisiones.

El análisis de la OCDE muestra asimismo como el cambio hacia inversiones en infraestructuras hacia opciones bajas en carbono combinadas con reformas estructurales para apoyar esta transición podría en la actualidad aumentar el Producto Interior Bruto como mucho un 5% en 2050, más que situarse como una amenaza para el crecimiento económico. Esta conclusión incluye también los efectos de tener menor riesgo de daños a consecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, ya que el coste de impulsar las infraestrucutras verdes frente a otras podría ser mayor que el balance por los ahorros de combustibles fósiles.

Todavía se ha hecho poco por los gobiernos para nivelar el campo de juego entre las alternativas altas o bajas en carbono, según la OCDE, que pone de ejemplo que las centrales eléctricas que están en la actualidad bajo construcción o en la planificación conducirán casi a duplicar las emisiones procedentes de la generación eléctrica actual. Por ello, la organización admite que todavía son débiles los incentivos para hacer el cambio hacia la energía e infraestructuras verdes y desincentivar las emisiones en todos los sectores.

El análisis de precios de carbono de la OCDE se basa en los impuestos y las emisiones transferibles, que permiten a 42 países que el 46% de las emisiones globales de CO2 no están sujetas a precio y solo el 12% de las emisiones globales de CO2 tienen un precio por encima del coste real estimado para el medio ambiente, que se sitúa en 30 euros por tonelada de CO2. Entiende la organización que con el ritmo de crecimiento anual del precio de las emisiones, los precios del carbón solo llegarán a sus costes reales para el clima en 2095.

Un estudio universitario recuerda que el uso de aire acondicionado supone utilizar combustibles fósiles para enfriar los edificios

Europa Press.- A medida que el cambio climático continúa presionando las temperaturas del verano, el uso creciente de aire acondicionado en los edificios podría agravar los problemas de un mundo en calentamiento al degradar aún más la calidad del aire y agravar la contaminación del aire en la salud humana, según un nuevo estudio.

En un artículo publicado en un número especial sobre cambio climático de la revista Public Library of Science (PLOS) Medicine, un equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, pronostica hasta mil muertes adicionales por año en el este de Estados Unidos solo debido a los niveles elevados de contaminación del aire impulsados por el mayor uso de combustibles fósiles para enfriar los edificios donde los humanos viven y trabajan. «Lo que descubrimos es que la contaminación del aire empeorará», explica el autor principal del nuevo informe, David Abel, estudiante graduado de UW-Madison en el Centro para la Sustentabilidad y el Medio Ambiente del Instituto Nelson de Estudios Ambientales. «Hay consecuencias para adaptarse al futuro cambio climático».

El análisis combina proyecciones de 5 modelos diferentes para pronosticar un mayor uso de energía durante el verano en un mundo más cálido. Jonathan Patz, profesor de UW-Madison de estudios ambientales y ciencias de la salud, advierte que, si el uso creciente de aire acondicionado debido al cambio climático depende de la energía derivada de los combustibles fósiles, afectará a la calidad del aire. «Las olas de calor aumentan y suben en intensidad con el cambio climático. Tendremos más demanda de refrigeración que requerirá más electricidad. Pero si nuestra nación sigue dependiendo de algunas centrales eléctricas de carbón para obtener electricidad, cada vez que encendamos el aire acondicionado, ensuciaremos el aire, causando más enfermedades e incluso muertes», advierte Jonathan Patz.

La experta en calidad del aire, Tracey Holloway, profesora de Estudios Medioambientales y Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de UW-Madison, señala que el estudio contribuye a comprender los efectos de la adaptación al cambio climático simulando el alcance del uso de combustibles fósiles para enfriar edificios en futuros escenarios de cambio climático. Los edificios son los sumideros de energía más grandes en Estados Unidos, responsables de más del 60% de la demanda de energía en el este de Estados Unidos, el alcance geográfico del estudio. El aire acondicionado es un componente importante de esa demanda eléctrica.

«La calidad del aire es un gran problema para la salud pública», explica, y señala que los aumentos en el ozono a nivel del suelo y partículas finas en el aire (subproductos de la quema de combustibles fósiles y peligros conocidos para la salud humana) serán el resultado de consumo de energía con combustibles fósiles. El estudio pronostica 13.000 muertes humanas adicionales anuales causadas por niveles más altos de partículas finas en el verano y 3.000 causadas por el ozono en Estados Unidos a mediados de siglo. La mayoría de esas muertes serán atribuibles a procesos naturales como la química atmosférica y las emisiones naturales, que se ven afectadas por el incremento de las temperaturas.

Sin embargo, alrededor de 1.000 de esas muertes cada año ocurrirían debido a un mayor aire acondicionado impulsado por combustible fósil. «El cambio climático está aquí y tenemos que adaptarnos. Pero el aire acondicionado y la forma en que usamos la energía proporcionarán una retroalimentación que exacerbará la contaminación del aire a medida que las temperaturas continúen calentándose», apuntó Abel.

Los resultados del nuevo estudio, según el equipo de Wisconsin, subrayan la necesidad de cambiar a fuentes de energía más sostenibles, como la energía eólica y solar, y desplegar más equipos de aire acondicionado que ahorren energía. «La respuesta es energía limpia. Eso es algo que podemos controlar que ayudará tanto al cambio climático como a la contaminación del aire. Si no cambiamos nada, ambos van a empeorar», concluyó Abel.

La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) cree que el nuevo objetivo de renovables «carece de ambición»

Europa Press.- La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) recibió con satisfacción el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre la directiva de energías renovables, que fija el objetivo de renovables para 2030 en el 32%, por encima del anterior del 27%, aunque considera que este objetivo «carece de ambición real».

La asociación considera que el acuerdo «da vida» a la primera disposición dedicada a calefacción y refrigeración en la legislación de la Unión Europea» y establece un aumento anual de 1,3 puntos porcentuales en esta materia, con un 40% de flexibilidad en el calor residual. No obstante, el presidente de Avebiom, Javier Díaz, cree que, aunque es un primer paso positivo, el compromiso final en la proporción de renovables en climatización y refrigeración «carece de ambición real, podría ofrecer mucho más y llegar a un sector 100% renovable en 2050«.

Además, la asociación de la biomasa echa en falta que el objetivo no se corresponda con obligaciones vinculantes para los Estados miembros. Así, Díaz subraya que el acuerdo proporciona un marco de acción, pero «no es lo suficientemente ambicioso como para cumplir los objetivos de la Unión Europea a mediados de siglo para limitar el calentamiento global a 1,5° C». A este respecto, pide que el objetivo se complemente «con un marco coherente que evite los subsidios a las tecnologías fósiles y el bloqueo de la infraestructura de combustibles fósiles”.

Compromís propone en el Congreso que la publicidad de las compañías eléctricas informe de sus emisiones de CO2

Europa Press.- Compromís registró una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados por la que insta al Gobierno a exigir que la publicidad de las eléctricas informe sobre la cantidad concreta de emisiones de gases contaminantes y de residuos generados por las mismas el año anterior.

El diputado Ignasi Candela ha defendido el derecho de los ciudadanos a tener toda la información posible respecto a los productos de consumo, como reconoce la Constitución. «Con esta iniciativa queremos garantizar que los consumidores conocen el impacto sobre el calentamiento global», ha señalado. La formación valenciana señala que esta propuesta extiende a las empresas eléctricas una obligación con la que ya cuentan otros artículos de consumo. En este sentido, la etiqueta de eficiencia energética de los electrodomésticos es obligatoria desde 1995, mientras que desde 2013 los inmuebles nuevos, en alquiler o en venta deben informar de la certificación energética.

El partido fundamenta la propuesta en las garantías constitucionales reconocidas como son la protección al consumidor, y el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado. Además, recuerdan que la legislación española permite regular la publicidad en base a la protección de los valores y derechos recogidos en la Carta Magna. Por otra parte, indica que la Eurocámara aprobó en agosto un nuevo marco que simplifica el etiquetado energético, para facilitar la información a los ciudadanos, y que entrará en vigor en enero de 2019.

Las emisiones mundiales se mantienen estables por tercer año consecutivo

EFE.- Las emisiones mundiales de CO2 se mantienen estables por tercer año consecutivo en 2016, en parte gracias a la disminución de gases en China, según un estudio presentado hoy en la cumbre del clima de Marrakech (COP22) por los investigadores del proyecto The Global Carbon Project.

El informe indica que las emisiones mundiales apenas han crecido un 0,2% en 2016 respecto a los niveles de 2015, lo que representa el tercer año consecutivo en el que no se experimenta un incremento significativo, frente a las subidas medias de un 3% anual que se experimentaron durante la primera década de este siglo.

«Estamos ante una señal inequívoca de que el aumento de emisiones se ha desacoplado del crecimiento económico, si bien aún es pronto para afirmar que las emisiones mundiales han tocado techo», asegura Glen Peters, uno de los científicos que ha liderado el estudio.

Y es que, desde la revolución industrial, las emisiones globales de carbono han estado totalmente ligadas al crecimiento económico, una tendencia que la lucha contra el cambio climático ha obligado a romper, explican los autores de este estudio, publicado en la revista científica «Earth System Science Data».

Para Peters, esta estabilidad en las emisiones se debe a la caída de las mismas en China desde 2012, con un aumento de gases de un 0,7 por ciento en 2015 respecto a 2014 y una proyección de un ligero 0,5 de incremento en 2016 respecto al año anterior, debido a «un menor crecimiento económico y menor consumo de carbón».

El gigante asiático representa a día de hoy casi el 30% de las emisiones de CO2 mundiales, por lo que cualquiera de sus datos son determinantes para el balance global.

Los investigadores destacan que está previsto que las emisiones de Estados Unidos desciendan un 1,7% a finales de este año, fundamentalmente por el mismo motivo que China: el menor uso del carbón.

Esta bajada sigue a la caída del 2,5% que tuvo Estados Unidos en 2015 respecto a 2014.

Respecto a estos datos, Peters considera que «las intenciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de revivir la industria nacional del carbón pueden chocar con la propias tendencias de mercado en Norteamérica, que apuntan a que el carbón seguirá cayendo en favor de la energía solar, de la eólica y del gas».

Frente al caso de China, la mayoría de los grandes emisores entre los países en desarrollo ha aumentado sus gases contaminantes, especialmente la India, con un crecimiento previsto del 5% en 2016 respecto a 2015, aún así algo menor que el incremento anual del 6% que venía teniendo la última década.

El calentamiento global comenzó hace 180 años, desvela un estudio de Nature

EFE.- El calentamiento global comenzó hace 180 años, mucho antes de lo que hasta ahora se creía, y se debió al impacto que tuvo en el clima la revolución industrial, según un estudio internacional publicado por la revista científica «Nature».

La Universidad Libre de Berlín, una de las instituciones participantes en la investigación, avanzó hoy que ésta es la principal conclusión de un estudio pionero del «archivo natural del clima» de los últimos 500 años (corales tropicales, núcleos sedimentarios, estalagmitas, anillos en troncos y hielos) en ambos hemisferios.

Además, el estudio -dirigido por Nerilie Abram de la Universidad Nacional de Australia en Canberra- recoge el análisis de distintos modelos de evolución del clima a lo largo de miles de años.

«Las investigaciones muestran que el calentamiento de la Tierra guarda relación desde el principio con el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero consecuencia de la revolución industrial», explicó en un comunicado Jens Zinke, paleontólogo de la Universidad Libre de Berlín y coautor del estudio.

Antes de la revolución industrial la cantidad de gases de efecto invernadero (como el CO2) se encontraban en la atmósfera en una proporción comparativamente baja.

Según el estudio, a partir de 1830, coincidiendo con los primeros pasos de la revolución industrial en Europa Occidental, comenzó a percibirse un aumento de las temperaturas, primero en el Ártico y en las zonas tropicales de los océanos, y posteriormente en Europa, Asia y Norteamérica.

Cincuenta años más tarde comenzó a ser evidente el inicio del cambio climático en gran parte del hemisferio sur, según el equipo científico, que achaca estas diferencias temporales a las corrientes marinas.

El principal aporte de este estudio es la inclusión de gran cantidad de registros del «archivo natural del clima» del hemisferio sur y su comparativa temporal con los del norte.

Los científicos extraen además dos consecuencias de su descubrimiento: la confirmación de la mano del hombre tras el cambio climático y la necesidad de revisar las predicciones sobre el calentamiento global para las próximas décadas teniendo en cuenta que no es un fenómeno iniciado en el siglo XX, sino en el XIX.

Cañete sobre el acuerdo de París: «quizás no sea perfecto» pero tiene puntos para ser un «instrumento fuerte»

Europa Press.- El comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, ha señalado que el acuerdo alcanzado en la Cumbre por el Clima de París, cuyo objetivo era alcanzar un pacto para limitar a dos grados el calentamiento global al final del siglo, «quizás no es el acuerdo perfecto», pero cuenta con «todos los puntos como para ser un instrumento fuerte para luchar contra el calentamiento global».

«Cuando se negocia un acuerdo internacional, uno no consigue el 100% de lo que se pide», ha expresado el comisario en rueda de prensa este lunes, en la que también ha destacado que sí se han conseguido «la mayor parte de los elementos» que perseguía la Unión Europea. «Si me preguntan, estoy satisfecho, estoy feliz, pero sobre todo estoy aliviado», ha apuntado.

En cualquier caso, el comisario ha enfatizado que el acuerdo de París es «el primer verdadero pacto global por el medio ambiente», pero además ha asegurado que es mucho más que eso: «Es diplomacia, es geopolítica, es influencia, y en este contexto París es una gran victoria para Europa y sus aliados».

Incluir a EEUU en el acuerdo

«Teníamos que encontrar una fórmula con un lenguaje suficientemente flexible como para que los Estados Unidos pudieran aprobarlo. En Europa sabíamos que tender puentes para que Estados Unidos estuviera de nuestro lado y hubiera un texto que pudiera apoyar», ha explicado en este sentido.

En relación a la postura de Washington, el comisario ha reconocido que fue una «cierta sorpresa» que se uniera al grupo liderado por la UE que perseguía un acuerdo más ambicioso. Este movimiento, unido al acuerdo de la UE con 79 países de Africa y el Pacífico y a a la unión de Brasil que, según Cañete, «cambió las reglas del juego», encaminaron un futuro acuerdo.

«Claro que no es suficiente, pero si Estados Unidos no estuviera, el aumento (de la temperatura global) sería mayor«, ha apuntado el comisario.