Entradas

Ya son historia: las bombillas halógenas dejan de fabricarse desde este sábado

EFE / Europa Press.- Las bombillas halógenas dejarán de fabricarse a partir de este 1 de septiembre en cumplimiento con la legislación comunitaria, según ha explicado el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que depende del Ministerio para la Transición Ecológica. En concreto, dejarán de fabricarse las bombillas halógenas no direccionales, que se suman así a las direccionales, que ya dejaron de producirse desde septiembre de 2013. Con todo ello, desde el 1 de septiembre dejarán de fabricarse las bombillas halógenas como tal.

Una vez que entre en vigor esta medida, que inicialmente se había fijado para septiembre de 2016 pero que se aplazó dos años ante la imposibilidad de llevarse a cabo en tiempo y forma, las halógenas serán sustituidas por las bombillas de tecnología LED, que pueden ahorrar hasta un 80% del consumo energético. No obstante, el IDAE ha explicado que aunque las bombillas halógenas dejarán de fabricarse, la legislación comunitaria permitirá vender todas aquellas unidades que haya como excedente y que hayan sido fabricadas antes de 2016, cuando se retiraron del mercado los focos halógenos.

La Comisión Europea ha indicado que las bombillas de halógeno «intensivas e ineficientes» dejan de ser fabricadas en toda la Unión Europea con el fin de reducir el consumo de energía y el precio de las facturas de la electricidad en los hogares, así como las emisiones de efecto invernadero, tras la ratificación en 2015 del acuerdo alcanzado entre la Eurocámara y los estados miembro. Según indicó Bruselas, esta medida supondrá un ahorro de energía equivalente al consumo de electricidad de Portugal durante cinco años ya que, gracias a la innovación, las bombillas LED son más «seguras, asequibles y eficientes».

150 euros de ahorro energético

Por su parte, el director general del portal Kelisto.es ha destacado que las bombillas LED pueden suponer un ahorro de más de 150 euros al año en la factura. Desde la entrada en vigor de la normativa europea en 2009 se han ido eliminando del mercado las bombillas incandescentes, en primer lugar, seguidas de las de 100 vatios. Más tarde se retiraron las bombillas de 75 y 60 vatios, las de 40 y 25 vatios, y por último, los focos halógenos, que fueron sustituidos en 2016; una medida que prosigue ahora con las bombillas halógenas.

El calendario de prohibición que maneja la Unión Europea es parte de su compromiso con la reducción de emisiones de CO2 y la huella de carbono implícita, según ha destacado el IDAE. Además, el objetivo para los futuros diseños de luminarias es establecer requisitos de eficiencia energética en la clase A, lo que garantiza la compatibilidad de las luminarias puestas en el mercado con las nuevas lámparas de alta eficiencia.

El mercado actual está preparado para asumir la sustitución de las luminarias menos eficientes, ya que existen tecnologías capaces de superar los mínimos exigidos, como por ejemplo las bombillas LED. Además, destaca que el desarrollo de nuevos productos y la mejora de los ya existentes jugarán un papel fundamental en los próximos años, todo ello en un sector en «continuo avance». En Europa, el 30% del consumo energético proviene del sector doméstico, de donde el 16% corresponde con la iluminación.

Por ello, el IDAE recomienda elegir la lámpara idónea que se adapte a las necesidades de consumo. Por ejemplo, recomienda elegir las lámparas que cuenten con una etiqueta de eficiencia energética A. También indica que los usuarios deben valorar el tono de la luz, blanco frío, puro o cálido, o los lúmenes de las bombillas en vez de los vatios. Asimismo, recomienda tener en consideración el ángulo de las lámparas, ya que las de ángulo menor (40 grados) conseguirán un foco para iluminar un espacio menor y más localizado, mientras que las que cuentan con un ángulo más abierto (120 grados, por ejemplo), aportan más capacidad para iluminar más espacio.

Las bombillas halógenas no se podrán fabricar ni vender a partir de mañana, día 1 de septiembre de 2018

EFE. – Las bombillas halógenas no se podrán fabricar ni vender a partir de mañana, día 1 de septiembre de 2018, cuando entre en vigor una normativa europea que tiene como objetivo favorecer el uso de tecnologías LED más eficientes y sostenibles, una medida que ha sido acogida con satisfacción por parte de ecologistas y científicos en España.

Así, el responsable de Energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz ha indicado que la aprobación de esta medida implica «un gran paso». Sin embargo, a pesar de que asevera que es «una gran noticia», cree que en una vivienda la iluminación es un factor «pequeño» de consumo porque hay otros aparatos «más contaminantes» como grandes electrodomésticos o contar con varios televisores. «Si coges la factura total de una casa, contamina más la lavadora o la calefacción que una bombilla», afirma.

Asimismo, el responsable de Energía ha asegurado que una medida alternativa pasa por contar con propias fuentes renovables en cada casa, como paneles solares «para reducir el impacto energético y el cambio climático».

Por otro lado, el investigador del CSIC en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona Xavier Perpiña, considera que los principales beneficios de este cambio están en el consumo y en el tiempo de vida. En este sentido, el investigador ha explicado que aunque el funcionamiento no es muy distinto a las incandescentes, el tipo de material que utilizan las LED es diferente, ya que tienen un gas halógeno en su interior, principalmente yodo o bromo, que permite que el desgaste del filamento sea mucho menor. Además el tiempo de vida es mayor que en el de las incandescentes.

Perpiña ha apuntado que hay más ventajas, como la contribución a un menor consumo energético, al aumento de un uso más eficiente de la energía y la redución de la generación de residuos.

 

Los consumidores desconocen la prohibición

A pesar de esta prohibición, según un estudio realizado por Ledvance, uno de cada dos consumidores en Europa desconoce esta prohibición y el 67% ignora cuáles son sus consecuencias. De hecho, hasta un tercio de los encuestados todavía incluye en sus listas de la compra viejas tecnologías de iluminación como bombillas halógenas (un 29%) o bombillas incandescentes (un 27%).

La despedida de las bombillas halógenas implica un gran número de alternativas LED disponibles en el mercado, cuyo aspecto es similar al de las halógenas, pero más eficientes.