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El consejo de administración de Abengoa recomienda a sus accionistas rechazar el split para desdoblar acciones y estudia medidas legales

EFE.- El Consejo de Administración de Abengoa recomienda a los accionistas que voten en contra de la propuesta de desdoblamiento de acciones (split) planteada por los antiguos accionistas de control, vinculados a la familia Benjumea, fundadora del grupo, entre otros inversores, y avanza que no descarta medidas legales.

La compañía advierte sobre la gravedad de esta situación y anuncia que, en el caso de que prosperen estas propuestas, «se verá obligado a valorar la adopción de las medidas legales a su alcance en defensa del interés social«, tal y como señala a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Abengoa coincide con la CNMV en que esta operación podría tener efectos negativos en la formación adecuada de los precios y en la liquidez de la acción, y subraya su preocupación por mantener una negociación ordenada de los valores de la sociedad, a raíz de la ampliación de capital realizada en marzo de 2017.

Asimismo, insiste en que «por iniciativa propia y sin que mediara requerimiento del regulador», sometió a la Junta General celebrada el 30 de junio de 2017 una propuesta contraria de contra-split en las dos clases de acciones de la sociedad.

«Lamentablemente no pudo siquiera ser sometido a votación de los accionistas por no haber reunido dicha Junta el quorum legalmente necesario para modificar los estatutos», señala Abengoa.

Abengoa considera que este contra-split habría facilitado una negociación ordenada de las acciones de la sociedad y habría evitado probablemente que el grupo se viera afectado por las medidas anunciadas por Bolsas y Mercados Españoles el pasado 30 de julio.

La compañía insiste, además, en que la convocatoria del pasado 29 de agosto de la Junta General para pronunciarse sobre el split «no fue realizada por voluntad propia», sino en estricto cumplimiento de la normativa.

«El Consejo ni hizo suyas las medidas planteadas por Inversión Corporativa IC, ni por Finarpisa y Blanca de Porres Guardiola ni las valoró positivamente», subraya.

Inversión Corporativa IC es un vehículo que agrupa a unos 300 accionistas liderados por Felipe Benjumea, y otros accionistas minoritarios que juntos suman una participación del 3%.

Por ello, el Consejo ha acordado formular una recomendación de voto en contra de las medidas propuestas en los puntos 1 y 2 del orden del día de la Junta, convocada para su celebración los próximos 1 y 2 de octubre.

Adicionalmente, y para el supuesto de que la Junta finalmente llegara a aprobar estas medidas valorará adoptar las medidas necesarias.

La Junta, cuya solicitud fue presentada por Inversión Corporativa y otros accionistas minoritarios, entre ellos la mujer del expresidente del grupo de ingeniería, recoge en su orden del día aprobar el desdoblamiento de las acciones clase A y B de la compañía a razón de diez nuevas por cada una antigua.

Según los accionistas solicitantes de la Junta, estas medidas deben llevarse a cabo antes del 28 de septiembre, fecha en la que entrará en vigor la norma que implica la modificación del precio mínimo de cotización de los valores negociados en el mercado continuo a 0,001 euros respecto del valor de 0,01 euros vigente hasta la fecha.

Esta medida, sostienen los solicitantes, representaría una dilución de la acción del 90% que, sumada a la dilución del 95% ya sufrida en 2016 durante el proceso de restructuración, supondría en la práctica la desaparición total de las inversiones realizadas.

La CNMV advierte a Abengoa que el split que abordará en junta extraordinaria de accionistas podría ser manipulación de mercado

Europa Press.- La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha advertido a Abengoa que si prospera el split (desdoblamiento de acciones) que planteará en su junta general extraordinaria de accionistas, convocada el próximo 2 de octubre para abordar la propuesta realizada por algunos accionistas minoritarios como la familia Benjumea, estudiará si esta medida «pudiese constituir un supuesto de manipulación de mercado«.

En un carta remitida por el supervisor bursátil al presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, y puesta a disposición de los accionistas mediante un hecho relevante, la CNMV señala que valorará la posibilidad de ejercer las competencias que la ley otorga para garantizar «la libre formación de precios y la integridad de la negociación, entre ellas la suspensión o exclusión de la negociación de los valores correspondientes, así como la impugnación de los pertinentes acuerdos societarios».

Abengoa ha convocado junta general extraordinaria de accionistas para abordar la propuesta realizada por Inversión Corporativa (IC), sociedad en la que se integran las participaciones de la familia Benjumea y de otras de las familias fundadoras de Abengoa, de aprobar un split de 10 títulos nuevos por cada uno antiguo ante el temor a una futura nueva dilución de su participación ante el cambio de mínimo de cotización realizado en julio por Bolsas y Mercados Españoles (BME), y que entrará en vigor el próximo 28 de septiembre. En concreto, esta norma implica la modificación del precio mínimo de cotización de los valores negociados en el mercado continuo a 0,001 euros, respecto del valor de 0,01 euros vigente hasta la fecha.

Según explica la CNMV, el organismo presidido por Sebastián Albella considera que la decisión anunciada por la Sociedad de Bolsas es «positiva y necesaria para promover la liquidez de los valores, asegurar su ordenada negociación, la correcta formación de sus precios y la protección de los inversores«. Asimismo, subraya que responde al nuevo marco normativo establecido por la directiva MIFID II y permite evitar la formación de precios «en niveles artificiales y la negociación desordenada».

Para la CNMV, esta propuesta de split para contrarrestar el efecto de la medida de BME supone iniciativas cuyo objetivo sería que el valor por acción se aproxime al límite mínimo de precio por acción, «lo que neutralizaría los efectos de la reforma» y podrían prolongar «la actual situación de negociación desordenada y la fijación de precios en niveles artificiales«. Por ello, si finalmente prosperara, el supervisor bursátil subraya que valorará «en su momento» si esta conducta «pudiese constituir un supuesto de manipulación de mercado».

IC y estos accionistas minoritarios, que actualmente representan el 3% del capital del grupo, temen que el cambio de mínimo de cotización, realizado recientemente por BME, provoque una dilución del 90% en las acciones del grupo, «con un grave perjuicio para los inversores«, según indicaron. Además, IC recuerda que la dilución de la acción del 90% se sumaría a la dilución del 95% ya sufrida en 2016 durante el proceso de restructuración, lo que «supondría en la práctica la desaparición total de las inversiones realizadas».

Asimismo, en el orden de la junta se incluye a petición de estos accionistas la propuesta de instar al consejo de administración a solicitar de forma urgente a BME la suspensión temporal de cotización de ambos tipos de acciones de la compañía hasta que pueda hacerse efectivo el split. En su petición, IC consideraba de «máxima importancia» poder discutir con el consejo de administración tratar estas medidas y sus consecuencias y advertía que, de no celebrarse la junta y si no se adoptaba una solución, el órgano rector de la compañía «sería responsable de la pérdida patrimonial que esta medida de BME pudiera ocasionar en el valor de la acción«.

El acuerdo de reestructuración de Abengoa, alcanzado en 2016 y que permitió a la compañía esquivar la amenaza del que hubiera sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, supuso una quita del 97%. Así, los entonces accionistas de la empresa mantuvieron un máximo del 5% de la Nueva Abengoa. Inversión Corporativa, que poseía más de un 50% del capital, vio reducida su participación a un 2,5%.

La Audiencia Nacional absuelve al expresidente Benjumea y la excúpula de Abengoa por cobrar indemnizaciones millonarias siguiendo las exigencias legales

Europa Press.- La Audiencia Nacional ha absuelto a la excúpula de Abengoa por las indemnizaciones que recibieron en 2015 el expresidente Felipe Benjumea y el que fuera consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, de cerca de 11,5 millones y 4,5 millones respectivamente, ya que estas se adecuaron a la normativa legal y por tanto no se produjo administración desleal en la multinacional sevillana.

Los magistrados de la sección cuarta de la Sala de lo Penal exponen en una sentencia que no ha quedado acreditado que los contratos mercantiles de consejeros ejecutivos de 23 de febrero de 2015 fueran elaborados para favorecer «improcedentemente» al que fuera presidente de la compañía desde 1991 ni a su número dos puesto que venían impuestos por reforma legal, de acuerdo con lo que los absueltos expusieron durante la celebración de la vista oral.

El Ministerio Público solicitó 5 años de cárcel para Benjumea, 4 años y 3 meses para el que fuera consejero delegado y 4 años de prisión a los miembros de la Comisión de Nombramientos y Remuneraciones Mercedes Gracia Diez, Alicia Velarde Valiente y Antonio Fornielles Melero por el delito de administración desleal. El fiscal José Perals expuso en la vista oral que no tenían derecho a las indemnizaciones que cobraron a su salida de la entidad debido a la mala situación económica de la misma y acusó a Benjumea de aparentar su marcha como si fuera una condición impuesta por los bancos que iban a inyectar al menos 650 millones de euros para la ampliación de capital del grupo andaluz.

Esos contratos, según el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, fueron confeccionados con los debidos asesoramientos técnicos internos y externos, sin que conste que los principales directivos de la compañía intervinieran en la redacción de los mismos. Respecto a los miembros de la comisión, la Sala entiende que tampoco ha quedado acreditado que actuaran «torticeramente» al informar favorablemente. La Sala va más allá descartando «cualquier modo de confabulación» para que la marcha de la compañía de los acusados fuera favorable a sus intereses económicos y por tanto no queda probado que los contratos para la alta dirección de 2015 «se suscribieran con el designio de servir de cobertura para el cobro de las remuneraciones».

En relación a Felipe Benjumea, se determina que su cese como presidente de la entidad y renuncia como consejero «obedeció a razones objetivas y externas a él», en referencia a la condición «indispensable» impuesta por las entidades bancarias lideradas por el Banco de Santander para proceder a la ampliación de capital de 650 millones de euros, versión que él mismo defendió como acusado asegurando que «fueron lentejas» y que el Consejo de Administración no pudo sino cesarle como presidente el 23 de septiembre de 2015.

Esta versión fue defendida por el resto de acusados que declararon en la vista oral y por el exministro socialista Josep Borrell, quien en calidad de testigo por ser miembro del consejo de administración dijo que se exigió el cese de Benjumea y que Abengoa era una empresa en fuerte expansión, pese a que se acogió a preconcurso de acreedores dado su situación de endeudamiento.

En el caso de Sánchez Ortega, que aseguró que renunciaba a su cargo porque buscaba un cambio de vida, la sentencia recoge que su salida se debió a razones «internas y subjetivas» y, por tanto, no cobró los 3 millones de euros acordados en su contrato en calidad de bonificación por permanencia y tampoco lo estipulado en el plan de prejubilación. Ambos siguieron vinculados a la energética como asesores y supuestamente sin percibir remuneración. Los magistrados también explican que tras la salida de este gobierno corporativo no se reexpresaron ni reformularon los estados contables de la empresa, hecho utilizado por los acusados para defender su gestión al frente de Abengoa.

Abengoa logra la homologación judicial para su plan de salvación mientras su filial británica inicia movimientos para reestructurar su deuda

EFE / Servimedia.- Abengoa ha anunciado que su filial británica, Abengoa Concessions Investments Limited (ACIL), ha iniciado un proceso en Reino Unido para la reestructuración de su deuda, en el marco del plan de viabilidad de la compañía. El anuncio se produce después de que el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla dictase un auto en el que declara la homologación judicial del acuerdo de reestructuración de Abengoa, según comunicó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El acuerdo, que cumple los requisitos formales y materiales exigibles y los porcentajes necesarios, se extiende a todos los acreedores de pasivos financieros de Abengoa, aunque no lo hayan suscrito o hayan mostrado su disconformidad con el mismo. El juez asume las conclusiones a las que llega el informe de un experto independiente, que mantiene que el plan de viabilidad preparado por la dirección de la compañía «es razonable y realizable«. Abengoa presentó al juez el plan reestructuración con apoyo del 86% de la deuda, más del 75% de los acreedores financieros que exigía la ley. Una vez publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se abre un plazo de 15 días para la impugnación del auto.

Con este paso, Abengoa logra el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores que pidió hace un año y para aplicar su plan de reestructuración, lo que se materializará en la junta general extraordinaria de accionistas el 22 de noviembre. Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento de más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, en lo que hubiera sido la mayor quiebra de la historia de España. En estos meses, Abengoa ha reducido su plantilla en 9.000 personas, al pasar de 26.000 empleados en todo el mundo a los 17.000 actuales, y ha realizado importantes desinversiones.

El pasado agosto, el grupo logró cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus principales acreedores, que prevé la inyección de 1.170 millones de euros, quitas a la deuda y una nueva estructura de capital. Con el visto bueno del juez, el acuerdo se someterá a la junta extraordinaria, de la que saldrá una nueva Abengoa presidida por Gonzalo Urquijo. También se votarán las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores tendrán el 95% restante. La presencia de los Benjumea se quedará alrededor del 1,5%.

La filial británica también actúa

La compañía también explicó que su filial británica inició un proceso conocido como Company Voluntary Arrangement (CVA) conforme a lo previsto en la Ley Inglesa de Insolvencias. La finalidad del CVA es comprometer las obligaciones de ACIL como garante bajo los préstamos y los bonos frente a los acreedores garantizados que no se adhieran al contrato de reestructuración antes del final del periodo de adhesiones complementario. De este modo, se entregó a los acreedores de la filial británica de Abengoa una copia de los documentos del CVA, entre ellos la convocatoria de la asamblea de acreedores, que se celebrará el 24 de noviembre en Londres, y la propuesta de CVA.

Los préstamos afectados que la filial de Abengoa en el Reino Unido garantiza tienen un importe total de 1.552,9 millones de euros. Se trata de un contrato de préstamo sindicado de fecha 30 de septiembre de 2014 por 1.397,9 millones de euros; uno de financiación corporativa del 6 de julio de 2015 por 125 millones y uno de financiación corporativa de fecha 30 de julio de 2015 por 30 millones.

En cuanto a las emisiones de bonos afectadas que ACIL garantiza, hay 7 en euros por un importe de 2.840 millones y otras 4 en dólares por un importe de 1.679 millones. Se trata de dos emisiones de bonos convertibles no garantizados de Abengoa, una por importe de 250 millones de euros a un tipo de interés del 4,5% y vencimiento en 2017 y otra por 400 millones al 6,25% y vencimiento en 2019; una emisión de bonos sénior de Abengoa por 500 millones al 8,5% y vencimiento en 2016 y una de bonos sénior garantizados de la filial Abengoa Greenfield por 265 millones al 5,5% y vencimiento en 2019.

Además, ACIL garantiza tres emisiones de bonos sénior garantizados de Abengoa Finance, una por 550 millones al 8,875% y vencimiento en 2018, otra por 375 millones al 7% y vencimiento en 2020 y otra por 500 millones al 6% y vencimiento en 2021. En dólares, ACIL garantiza una emisión de bonos canjeables de Abengoa por 279 millones al 5,125% y vencimiento en 2017, una de bonos sénior garantizados de Abengoa Greenfield por 300 millones al 6,5% y vencimiento en 2019 y dos de bonos sénior garantizados de Abengoa Finance, una por 650 millones al 8,875% y vencimiento en 2017 y otra por 450 millones al 7,75% y vencimiento en 2020.

Abengoa logra «holgadamente» las adhesiones a su plan de reestructuración y evita el concurso de acreedores

Redacción / Agencias.- El plan de reestructuración financiera diseñado por el grupo energético y tecnológico Abengoa y sus principales acreedores ha sumado adhesiones de bonistas y entidades bancarias tenedoras de más del 75% de la deuda, de modo que la empresa podrá evitar el que habría sido el mayor concurso de acreedores hasta la fecha en España. Según un recuento provisional, la compañía ha superado «holgadamente» el objetivo de lograr la adhesión de los titulares de más del 75% de su deuda a su plan de reestructuración.

Abengoa señala que, una vez que los auditores de la sociedad confirmen este dato, se cumplirán las mayorías requeridas por ley para la presentación en el juzgado mercantil número 2 de Sevilla de la solicitud de homologación judicial, lo que se hará «en los próximos días». De esta forma, a la espera de la aprobación judicial, Abengoa logra el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores en la que se encuentra actualmente, así como la luz verde para aplicar el plan de reestructuración financiera y de viabilidad empresarial, lo que se materializará en la junta de accionistas del 22 de noviembre.

De la junta de accionistas, saldrá una nueva Abengoa presidida por Gonzalo Urquijo y con un consejo de administración renovado. Las fuentes explican que la adhesión ya contaba con apoyo suficiente de los acreedores bancarios, de modo que los bonistas determinaron el éxito del proceso. El grupo andaluz, que tuvo que recurrir en noviembre del año pasado al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento, situado en aquel momento en más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, logró cerrar en agosto un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus principales acreedores, que prevé la inyección de 1.170 millones de euros.

Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97% en el valor nominal, manteniéndose el 3% con su vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70% del nominal de la deuda existente a cambio del 40% del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30% nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de sénior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,5% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización antes mencionada, en caso de que por materialización de contingencias el importe de la deuda antigua refinanciada, tras la capitalización del 70% anteriormente referida, excediese de 2.700 millones de euros.

En la junta también se votarán las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores tendrán el 95% restante. Es decir, los actuales accionistas verán ostentarán sólo el 5%, mientras que los inversores que inyecten dinero nuevo se quedarán con el 55% del capital. La presencia de los Benjumea y otras familias históricas de la compañía se quedará en alrededor del 1,5%. Para esquivar de manera definitiva el concurso de acreedores, la compañía necesitaba obtener el visto bueno de los tenedores de al menos un 75% de la deuda durante la presente semana.

Vende Inabensa a CEN Solutions

Por otro lado, la compañía dio un paso más en su plan de desinversiones con la firma de un acuerdo para vender los activos y pasivos del centro de producción de Abengoa Inabensa en Sevilla a CEN Solutions. El acuerdo, cuyo importe no se reveló, contempla que las instalaciones se mantendrán en el Centro Industrial y Logístico Torrecuéllar, situado en la zona franca de Sevilla. CEN Solutions subrogará los contratos de los 73 trabajadores de esta unidad de producción. Abengoa destacó que, de esta forma, se mantiene «dentro del tejido industrial sevillano la capacidad productiva de esta actividad de referencia».

El centro de producción de Sevilla pertenece a la línea de Abengoa Inabensa, dedicada al diseño y fabricación de equipos eléctricos para los mercados de generación, transporte y distribución de energía eléctrica. La operación forma parte de la estrategia de desinversiones de Abengoa y supone un nuevo paso en el proceso para garantizar la viabilidad del grupo andaluz. En los últimos meses, Abengoa ha acordado la venta de su filial Abentel a Ericsson y de sus participaciones en la planta termosolar Shams-1, situada en Emiratos Árabes; en el parque eólico Campo Palomas, en Uruguay; y en Yoigo, entre otros activos.

Abengoa cierra el acuerdo definitivo con sus acreedores para su rescate

Europa Press.- Abengoa ha cerrado finalmente su acuerdo de rescate con sus bancos acreedores y los fondos para la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización, que supondrá una inyección de dinero nuevo al grupo de casi 655 millones de euros.

Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el importe total del dinero nuevo que se prestará al grupo asciende a 1.169,6 millones de euros, aunque esta cantidad incluye los importes refinanciados de los préstamos recibidos por el grupo en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016 –unos 515 millones de euros–.

Esta financiación acordada entre la compañía y sus acreedores, tras un acuerdo sellado sobre las 1.30 horas de la madrugada después de maratonianas sesiones de negociación a lo largo de las últimas semanas, tendrá un rango superior a la deuda preexistente y se dividirá en distintos tramos.

En concreto, un primer tramo asciende a 945,1 millones de euros, con vencimiento máximo de 47 meses que contará con garantías reales sobre determinados activos, incluyendo entre otros el proyecto A3T en México y las acciones de Atlantica Yield propiedad del grupo de ingeniería y energías renovables. Las entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 30% del nuevo capital social de Abengoa tras su reestructuración.

El segundo tramo corresponde a 194,5 millones de euros, con vencimiento máximo de 48 meses garantizado con, entre otros, determinados activos del negocio de ingeniería. Las entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 15% del nuevo capital social de la nueva Abengoa.

Un tercer tramo, incluye una línea de crédito contingente que asciende a un importe máximo de 30 millones de euros, con vencimiento de 48 meses que contará con garantías reales sobre determinados activos incluyendo, entre otros, el proyecto A3T en México y las acciones de Atlantica Yield propiedad de la compañía y la finalidad exclusiva de asegurar financiación adicional para la finalización de la construcción del proyecto A3T. Las entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa.

307 millones de nuevas líneas de avales

Además, el importe de las nuevas líneas de avales asciende a 307 millones de euros, cuyas entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa.

El acuerdo supone para los acreedores aceptar una quita del 97%, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. Los que participen en el rescate podrán capitalizar un 70% del importe de los créditos, recibiendo a cambio un 40% de la nueva Abengoa.

Por su parte, los actuales accionistas, donde destacan los Benjumea con un 51%, se quedarán con una participación del 5% del capital. Esta participación podría elevarse en un 5% adicional si en el plazo de ocho años las cantidades adeudadas se pagan según lo acordado.

Gonzalo Urquijo, Asesor independiente

Asimismo, se ha designado a Gonzalo Urquijo, presidente de ArcelorMittal España, como asesor independiente, sin funciones ejecutivas, del consejo de administración en asuntos relacionados con el plan de viabilidad y el seguimiento del cumplimiento de las condiciones precedentes.

El acuerdo ha sido suscrito finalmente por las firmas Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Capital Advisors, Centerbridge Partners, the D. E. Shaw group, Elliott Management, Hayfin Capital Management, KKR Credit, Oaktree Capital Management y Värde.

Por su parte, los bancos acreedores que han participado en el rescate han sido Banco Popular, Banco Santander, Bankia, Credit Agricole y CaixaBank. Lazard, para Abengoa; KPMG, para las entidades financieras; y Houlihan Lokey, para los bonistas, han actuado como entidades asesoras.

 

Abengoa y sus acreedores acercan posturas ante un acuerdo que se presume inminente

EFE.- Abengoa y sus principales acreedores afrontan una semana clave tras desbloquear los principales escollos de la negociación, alrededor del expresidente Felipe Benjumea, buscando un acuerdo que se precisa inminente para poder cumplir con los plazos que eviten el concurso de acreedores. Con el 28 de marzo como fecha límite y tras bastantes días en los que las negociaciones parecían estancadas, se despeja algo más el camino para esa «solución global» que dé futuro a la ingeniería andaluza.

El escollo, según señalan fuentes conocedoras de la negociación, estaba en la participación que Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea y otros socios fundadores, buscaba mantener tras el proceso de reestructuración y que, finalmente, podría diluirse hasta el 5% desde el 51% actual. Hasta ahora, Inversión Corporativa se negaba reducir su participación por debajo del 12%, algo que era inaceptable para los acreedores.

Tras esto, el plan de reestructuración de Abengoa debería estar terminado de forma «inminente» para poder llegar al 28 de marzo con un acuerdo definitivo que evite el concurso. Una vez plasmado el acuerdo, deben ponerse las garantías y dar plazo para que se puedan sumar más acreedores, explican fuentes conocedoras de la situación. «Si no hay avances muy significativos esta semana se complica muchísimo poder cumplir los plazos», subrayan.

El plan de reestructuración de Abengoa prevé la reducción a un tercio de la duda mediante diversas opciones, entre ellas la capitalización de préstamos, que daría a los acreedores el control de la compañía. Abengoa, que tuvo unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores en noviembre asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.

La Audiencia Nacional embarga los bienes a Benjumea y Ortega, exdirectivos de Abengoa, para avalar sus fianzas

EFE.- La Audiencia Nacional ha ordenado el embargo de las propiedades y las cuentas bancarias del expresidente de Abengoa Felipe Benjumea y el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega para avalar sus fianzas civiles de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente.

Según han informado fuentes jurídicas, la juez Carmen Lamela ha tomado esta decisión tras comprobar que ninguno de ellos ha pagado las fianzas, cuyas cantidades se corresponden a las indemnizaciones que recibieron al salir del grupo.

Hace unos días, Lamela rechazó aceptar las pólizas de seguro que presentaron como manera de abonar estas fianzas.

En el caso de Benjumea, la juez le ha prohibido disponer de varias viviendas y parcelas de su propiedad: seis en Sevilla, dos en Cádiz y dos en Soria -en este caso, con propiedad parcial-, así como de cinco coches -dos Mercedes Benz, un BMW, un Chrysler y un Ford- y un ciclomotor Piaggio. También ha bloqueado su dinero en doce cuentas bancarias, incluyendo productos como fondos de inversión, planes de pensiones o imposiciones a plazo fijo.

En cuanto a Sánchez Ortega, la juez ha iniciado el proceso de embargo de una vivienda de su propiedad en Las Rozas (Madrid), un vehículo Jaguar y el bloqueo de una cuenta a su nombre.

Lamela les investiga a raíz de una querella presentada por dos bonistas y considera que pudieron incurrir en un delito de administración desleal y, en el caso de Sánchez Ortega, otro de información privilegiada tras su fichaje por el fondo Blackrock.

En una rueda de prensa, los abogados de los bonistas han anunciado que ampliarán el proceso tanto al consejo de administración como al comité de retribuciones de Abengoa al considerarlos «cooperadores necesarios» del supuesto delito de administración desleal.

La ampliación de las responsabilidades a los consejeros se debe a los pagos por valor de 16 millones de euros, calificados de «inaceptables» por los letrados, a ambos exdirectivos en «agradecimiento» a su labor al frente de la empresa en los últimos años.

Además, se ampliarán los delitos «por falseamiento de documentación y estafa», aunque, han matizado, esperarán a que Abengoa remita a la juez instructora la documentación financiera y las actas de las reuniones antes de emprender tal medida.

Abengoa presentó el pasado 25 de noviembre el preconcurso de acreedores lastrada por su alto endeudamiento, ya que suma más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. La empresa negocia ahora con sus acreedores la búsqueda de una solución que evite el que sería el mayor concurso de la historia de España.

Abengoa reducirá el valor nominal de sus acciones antes de la ampliación

Redacción / Agencias.- Abengoa reducirá el valor nominal de sus acciones antes de abordar la ampliación de capital de 650 millones de euros, según consta en el orden del día de la junta de accionistas extraordinaria del próximo 10 de octubre, en la que aprobará el plan acordado con la banca. La empresa española disminuirá el valor nominal de sus acciones para tener «mayor margen para fijar el tipo o precio de emisión efectivo de las nuevas acciones» de la ampliación.

Las acciones de tipo A, las que tienen mayores derechos políticos, pasarán de tener un valor nominal de 1 euro a 0,02 euros; mientras que las de tipo B, de mayor liquidez y que cotizan en el Ibex, pasarán de 0,01 euro a 0,0002 euros. Con este cambio, el capital social quedará en 1,8 millones de euros. Por tipo de acciones, hay 83,6 millones de acciones de clase A y 837,2 millones de tipo B.

Abengoa anunció recientemente el respaldo de la banca para ampliar capital en 650 millones, una operación que lleva aparejada medidas estratégicas para reducir su endeudamiento, entre ellas la suspensión del dividendo y mayores desinversiones. Supondrá la pérdida de la mayoría accionarial de la familia Benjumea. El acuerdo incluye el compromiso de HSBC, Banco Santander y Credit Agricole de asegurar 465 millones de euros de la ampliación de capital, de Inversión Corporativa, sociedad de los Benjumea, de invertir al menos 120 millones y de Waddell&Reed Investment, de participar con 65 millones.

Fitch confirma su calificación crediticia

La agencia de medición de riesgo Fitch confirmó la calificación crediticia de Abengoa en «B» tras anunciar el lanzamiento de una ampliación de capital así como diversas medidas para reducir su endeudamiento y mejorar su gobierno corporativo. Fitch señaló que su decisión «refleja» las medidas anunciadas, que pretenden responder a las dudas sobre la capacidad de la compañía para captar fondos. Para Fitch, la ampliación de capital sostendrá las necesidades de capital a corto plazo, aunque persisten riesgos en su capital circulante y en su capacidad para ejecutar las desinversiones.

Abengoa aprobará una ampliación de 650 millones que dará el control a los bancos y restará poder a los Benjumea

Europa Press / EFE.- El consejo de administración de Abengoa aprobó convocar una junta general extraordinaria de accionistas, que tendrá lugar el 10 de octubre, para aprobar un aumento de capital de al menos 650 millones de euros, que dará el control a un grupo de bancos, el HSBC, Banco Santander y Credit Agricole, y restará poder a los Benjumea, según anunció la compañía, que desarrollará otras medidas estratégicas, entre ellas más ventas de activos, límites a las inversiones o la suspensión del dividendo.

El orden del día de la junta incluye otras cuestiones, como la reducción del número de miembros del consejo de administración a 13, la aprobación de restricciones en nuevos compromisos de inversiones en capital (capex) a un máximo de 50 millones anuales y la creación de una Comisión de Inversiones, formada por consejeros independientes, para «controlar y monitorizar» el cumplimiento de las nuevas directrices. Asimismo, el consejo de administración acordó el nombramiento de Felipe Benjumea como presidente de honor y su sustitución, como presidente no ejecutivo, por José Domínguez. Después de 25 años con Felipe Benjumea como presidente, Abengoa inicia una «nueva era con este plan y los cambios anunciados».

«Los mercados nos han estado diciendo que ven falta de independencia porque nuestro principal accionista controla Abengoa», apuntó el consejero delegado de la firma, Santiago Seage, que según señaló se centrará en desarrollar proyectos que no requieran inversión de capital propio. «No solo anunciamos una ampliación de capital sino un plan para reforzar nuestra estructura de capital, nuestra liquidez y fortalecer la gobernanza», indicó Seage. La compañía iniciará el lunes una ronda de encuentros con inversores en Estados Unidos y Europa para explicar su plan.

Más poder para los bancos

En concreto, HSBC, Banco Santander y Credit Agricole han suscrito un acuerdo con la compañía en virtud del cual se han comprometido a asegurar 465 millones de euros en acciones clase B a emitir en el aumento de capital, sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones incluyendo, entre otras, la obtención de las autorizaciones regulatorias, aprobación de la junta general, la conclusión del due diligence en curso sobre, entre otros aspectos financieros, la firma de un contrato de aseguramiento definitivo y el cumplimiento de los compromisos de suscripción de los accionistas.

Por su parte, Inversión Corporativa, sociedad controlada por la familia Benjumea que ostenta el 57,33% de Abengoa, se ha comprometido irrevocablemente a invertir al menos 120 millones de euros de fondos nuevos en nuevas acciones clase A y clase B a ser emitidas en la ampliación de capital, mientras que Waddell & Reed Investment se ha comprometido, en nombre de algunos de sus fondos, a invertir 65 millones de euros en nuevas acciones clase B en la ampliación de capital.

De esta forma, Inversión Corporativa se comprometió a limitar sus derechos de voto, directos o indirectos, al 40% una vez se complete la ampliación de capital, con independencia de los derechos de voto que le correspondan en función de su participación en el capital. La composición del consejo de administración reflejará esta limitación de derechos de voto reduciendo el número de consejeros a 13, quedando en 5 el número de consejeros dominicales de Inversión Corporativa y en 6 el de consejeros independientes. Se nombrarán además dos consejeros independientes con «sólida» formación y experiencia en el ámbito financiero y corporativo global.

Medidas estratégicas contra el endeudamiento

Asimismo, el consejo de administración aprobó un conjunto de «medidas estratégicas» con la finalidad de reducir el endeudamiento corporativo, mejorar la posición de liquidez de la compañía y fortalecer su gobierno corporativo. «La reducción de deuda será un objetivo clave», subrayó Abengoa, que espera repagar 375 millones de euros del Bono 2016 antes de final de año. Asimismo, los fondos obtenidos de la combinación de las medidas anunciadas se utilizarán para seguir reduciendo deuda y mejorando la posición de liquidez, así como para financiar los actuales compromisos de capex. Según indicaron, las medidas de reducción de deuda «priorizarán los vencimientos a corto plazo, con el objetivo de reequilibrar el perfil de vencimiento de su deuda».

Asimismo, dentro del plan de medidas estratégicas, Abengoa continuará con el refuerzo del actual programa de desinversiones de activos para obtener hasta finales de 2016 aproximadamente al menos 1.200 millones. Dentro de estas desinversiones se incluye la venta de parte o de toda su participación (o de sus derechos económicos) en Abengoa Yield, la sociedad que agrupa sus activos terminados y de la que controla un 40%, una participación que a precios actuales rondaba los 744 millones de dólares, unos 664 millones de euros al cambio. Abengoa cifra en 400 millones de euros lo que puede obtener por esa vía.

Además se incluye el plan de desinversión por valor de 500 millones de euros que está ya en marcha y que comprende la venta de diversos activos incluyendo centrales de ciclo combinado, plantas solares y de bioetanol. Adicionalmente, Abengoa espera desinvertir 300 millones de euros en activos durante 2016 como parte de su estrategia de rotación de activos. «El proceso de desinversiones está muy avanzado en algunos activos, tenemos ofertas sobre la mesa; estamos seguros de que va a ir bien», subrayó el consejero delegado.

Por otro lado, según explicaron, los nuevos compromisos de capex (adicionales al equity capex ya comprometido) se limitarán a un máximo de 50 millones de euros anuales hasta que Abengoa alcance un rating de BB– por S&P o Ba3 por Moody’s, o el ratio de apalancamiento de deuda bruta corporativa sobre el Ebitda corporativo sea inferior a 3,5 veces. Hasta entonces Abengoa acordó revisar su actual política de dividendos suspendiendo el pago de los mismos.