Entradas

Rusia y Arabia Saudí firman un convenio de cooperación en energía nuclear

EFE.- Rusia y Arabia Saudí firmaron un convenio de cooperación intergubernamental en materia de energía nuclear para usos pacíficos, en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, indicó que los precios de los hidrocarburos se mantendrán en los niveles actuales en los próximos uno o dos años, situación que calificó de «conveniente» para Rusia, uno de los principales exportadores mundiales de gas y petróleo.

En materia nuclear, por primera vez en la historia de las relaciones entre Rusia y Arabia Saudí se han sentado las bases jurídicas para la cooperación en un amplio espectro de actividades. En este sentido, ambos países podrán cooperar a partir de ahora en la construcción y explotación de centrales nucleares, servicios y mantenimiento a este tipo de instalaciones, reciclaje de material radiactivo, producción de radioisótopos y su uso civil, así como la formación de especialistas en energía nuclear. El convenio prevé la formación de un consejo coordinador y de grupos de trabajo para estudiar y ejecutas proyectos concretos, organizar semanarios y simposios, cooperar en la formación de personas científico y técnico, e intercambiar información.

Respecto al crudo, Putin auguró que los precios de los hidrocarburos se mantendrán en los niveles actuales en los próximos uno o dos años. «Ya está relativamente claro cómo se va a desarrollar el mercado de los hidrocarburos: si no ocurre nada extraordinario, creo que se mantendrá en este nivel de precios en los próximos uno o dos años», dijo Putin, que añadió que los presupuestos del Estado y la economía ya se han adecuado a esta situación, lo que se manifiesta en los tipos de cambio del rublo frente al dólar y al euro, así como a otras divisas.

La OPEP se adapta a los precios moderados y mantiene su nivel de producción de petróleo sin cambios

EFE / Europa Press.- La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió mantener, tal y como esperaban los mercados, el tope máximo de su producción, fijado en 30 millones de barriles de petróleo al día (mbd), durante los próximos seis meses. Esta decisión, idéntica a las adoptadas desde 2012, envía esta vez el mensaje de que es capaz de vivir con precios en torno a los 60 dólares el barril.

No obstante, la oferta procedente de la OPEP ha superado este umbral durante los últimos meses, alcanzando los 31,2 mbd en mayo, su mayor nivel en los tres años. La declaración final confirma que «la conferencia resolvió mantener en 30 mbd su cuota e instó a los países miembros a adherirse a la misma». Alude así a algunos productores que están bombeando de más, de forma que la producción total supera la cuota, al situarse entre los 30,3 y 30,9 mbd, según diversas estimaciones. Entre los que incrementaron su oferta en los últimos meses destaca Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo en el mundo, que llegó a un récord de producción de 10,5 mbd.

El ministro saudí del Petróleo, Ali al-Naimi, expresó su satisfacción con la decisión adoptada y confirmó que el cártel, que vende un tercio del petróleo en el mundo pero controla la mayoría de las reservas de crudo que existen en el planeta, no volverá a reunirse para decidir sobre esta cuestión hasta el próximo 4 de diciembre. El ministro saudí, cuyo país es con diferencia el mayor productor del grupo petrolero, aseveró que se mantiene «el mismo techo de producción».

Su homólogo venezolano, Asdrúbal Chávez, se mostró satisfecho al salir del encuentro. Indicó que esta cita «marcará lo que va a hacer el mercado de aquí a final de año», si bien no especificó en qué forma. «Seguimos vigilando el mercado, trabajando juntos, muy unidos. Hay una solidaridad total de todos nuestros países«, subrayó Chávez. Por su parte, el representante de Emiratos Árabes Unidos, Suhail bin Mohammed al-Mazroui, afirmó que «la decisión adoptada en noviembre fue la correcta«, aunque advirtió de que los mercados necesitarán de más tiempo para reequilibrarse.

Después de que la OPEP decidiera en noviembre no recortar su producción, los precios del crudo sufrieron una fuerte caída por el exceso de oferta en el mercado. Con promedios en torno a los 100 dólares/barril en los últimos años, atrajeron cada vez a más competidores al sector y el exceso de oferta creado ha provocado un pronunciado abaratamiento que comenzó en junio del año pasado, cuando el barril se vendía a más de 110 dólares, y toco su suelo en enero, a 45 dólares. Desde entonces se recuperaron parcialmente: en mayo oscilaron entre 60 y 70 dólares. «Tenemos que vivir con ello. Tenemos que adaptarnos», dijo el secretario general de la OPEP, Abdalá El-Badri.

Según los analistas, los países de la OPEP quieren lograr con la bajada de los precios que la producción de petróleo de esquisto deje de ser rentable en Estados Unidos y Canadá. Al mismo tiempo, la caída de los precios significa una fuerte reducción de los ingresos de los productores, lo que ha puesto en apuros a varios gobiernos. Según Chávez, esta situación «genera una involuntaria guerra de precios» que amenaza a las economías de los países productores y a las inversiones en el sector petrolero en todo el mundo.

Perspectivas de más oferta OPEP

Persisten los problemas de producción en Libia, por las destrucciones causadas por el conflicto interno, e Irán, debido a las sanciones internacionales en su contra. Libia, según su delegación, está produciendo unos 450.000 barriles diarios, lejos de los 1,7 mbd que llegó a bombear antes de la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, pero tendría el potencial de recuperar ese nivel si las partes implicadas acceden a negociar. Irán da por sentado que incrementará sus suministros de crudo este año, pues cuenta con que se complete hasta el 30 de junio un acuerdo con Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, que implicaría un levantamiento total o parcial de las sanciones.

Estas perspectivas de posibles aumentos de los suministros mundiales se plantean en un escenario marcado por un exceso de la oferta de crudo, frente a una demanda moderada por la lenta recuperación de la economía mundial. Pero es el petróleo de esquisto de Estados Unidos lo que más preocupa a la OPEP, que en 2014 comenzó a perder puntos del tercio de participación en el mercado. Ello se debe a que el citado crudo estadounidense, explotado mediante la tecnología de fractura hidráulica, comenzó a sustituir en el importante mercado estadounidense los barriles de algunos países de la OPEP, obligándolos a buscar nuevos clientes y mercados.

Imaz (Repsol) augura una subida de precios del crudo a un año vista

Europa Press / EFE.- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, cree que los precios del crudo subirán en los próximos meses por el incremento de la demanda y la falta de rentabilidad en la oferta a los niveles actualesde precios del barril. Así se expresó en un debate del Círculo de Economía sobre Nuevos riesgos económicos y geopolíticos.

Imaz destacó que ni los bancos de inversión ni los analistas fueron capaces de prever hace un año que se iba a producir una caída del precio del petróleo como la que se ha vivido. «Ha sido absolutamente silenciosa, sin que nos hayamos enterado«, señaló Imaz, que recordó que no es la primera vez que pasa ya que en los últimos 25 años acontecimientos como la guerra del Golfo, la crisis de Irak o la Primavera Árabe dieron lugar a descensos del precio del crudo.

En esta ocasión, en su opinión, lo que ha llevado a esta «burbuja» del precio del crudo ha sido que la demanda creció menos de lo previsto, mientras que la producción de hidrocarburos no convencionales creció en Estados Unidos más de lo que se esperaba. «Estamos en una situación de sobreproducción sobre la demanda que el mundo necesita», apuntó. No obstante, comentó el primer ejecutivo de Repsol, ahora la demanda está creciendo y la producción de no convencionales ha dejado de hacerlo, lo que lleva a un cambio de paradigma.

En este sentido, Imaz consideró que la OPEP y Arabia Saudí pueden hacer subir los precios a niveles razonables hasta unos 80 dólares o añadir más barriles al mercado para mantener los bajos precios «durante seis meses, nueve meses o un año» y hacer caer la producción no convencional en Estados Unidos. De hecho, resaltó que la producción no convencional de Estados Unidos empezó a bajar en las últimas semanas porque no es rentable con los precios actuales del petróleo, y las empresas de yacimientos convencionales están reduciendo sus inversiones por el mismo motivo, lo que tendrá efectos a medio plazo en la producción mundial.

Todo ello, en un contexto de recuperación económica, puede provocar un «tensionamiento entre oferta y demanda que puede llevar a una subida abrupta de precios» aunque, en cualquier caso, unos precios del petróleo a 70 dólares el barril no son sostenibles a largo plazo, según advirtió, porque los países productores tradicionales también necesitan una subida para equilibrar sus finanzas públicas.

Respecto al negocio de Repsol, Imaz celebró que su apuesta por la integración permite que, mientras se resiente el negocio de exploración y producción, mejora el de distribución, lo que les hace «más resilientes» a las variaciones de precio del crudo. Además añadió que hay un riesgo «inferior al pasado en términos generales» en las inversiones energéticas en América Latina, donde percibe más estabilidad y más respeto a la economía de mercado que hace años, y auguró que Europa va a seguir teniendo costes energéticos altos por su dependencia exterior.