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Rosa María Sanz (Naturgy) releva a Antonio Peris en la presidencia de Sedigas

Europa Press.- Rosa María Sanz ha tomado el relevo a Antonio Peris en la presidencia de Sedigas, en representación del Grupo Naturgy, cuyo mandato se extiende hasta la Asamblea General de 2020, según indicó la patronal gasista. Sanz era ahora responsable del negocio de Infraestructuras España & EMPL-Medgaz, que incluye los negocios de redes de gas y electricidad de España y los gasoductos del Magreb, dentro de la reorganización que acometió Naturgy en su estructura a finales de mayo.

Peris, actual director corporativo de Recursos de Naturgy, fue elegido presidente de Sedigas por primera vez en mayo de 2008 y reelegido en dos ocasiones (2012 y 2016), por lo que deja el cargo después de 10 años al frente de la patronal. Según los estatutos de Sedigas, cada 4 años se eligen las personas jurídicas que regirán la vida de la asociación, y que deberán designar una persona física que las represente. El actual mandato comenzó en mayo de 2016, por lo que expirará en 2020, y el nuevo nombramiento será ratificado por el consejo directivo de la asociación que ya ha sido convocado.

La nueva presidenta de Sedigas es ingeniera Superior Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y cuenta con 26 años de experiencia en el campo energético. Entre otras responsabilidades, es miembro del comité de dirección de Naturgy y del consejo de administración de Global Power Generation, Ghesa, OMIE y OMIP. También fue responsable de las ventas internacionales de gas y GNL del Grupo Naturgy y del desarrollo e implantación del Centro de Control Eléctrico y las mesas de Trading. Trabajó en Red Eléctrica de España (REE) y el OMEL, donde ocupó diversos cargos en áreas de operación de la red y mercado eléctrico de generación.

El sector energético pide estabilidad para abordar con éxito la descarbonización y el gas pretende ser parte de la solución

EFE / Europa Press.- El presidente de Sedigas, Antonio Peris, consideró que el gas tiene que ser «parte de la solución» en el camino hacia la transición energética, ya que sustituye a fuentes «más contaminantes». Peris participaba en una jornada organizada por Enerclub en la que el sector energético español exigió nuevamente estabilidad para poder afrontar con garantías la futura transición energética ante la próxima aparición del informe del comité de expertos analizando diferentes escenarios de cara a la futura ley sobre la materia.

La presidenta de la patronal eléctrica (Unesa), Marina Serrano, recordó que en 2017 la demanda de electricidad aumentó un 1,1% respecto a 2016. Serrano ha indicado que 2018 será un año de importancia vital para todos los sectores energéticos, en el que habrá que alcanzar consensos sobre el futuro mix energético, las diferentes fuentes de energía que cubren el suministro, y la reducción de emisiones.

Serrano ha advertido que la transición energética va a requerir grandes esfuerzos de inversión, lo que exigirá un marco regulatorio «estable y predecible», y ha recordado que sólo en redes la inversión que se precisará hasta 2030 será de 42.000 millones de euros. A este respecto, señaló que será importante que se establezca una tasa de retribución a esta actividad «razonable» y «de acuerdo con los métodos fijados en otros países europeos de nuestro entorno». Además, consideró necesario el diseño de un mercado que de unas «señales a largo plazo, que permita que el sistema sea seguro». Así, solicitó también la regulación de los mecanismos de capacidad, que ayudan a «asegurar la seguridad de suministro».

Por su parte, el presidente de la patronal gasista Sedigas, ha destacado que en 2017 el sector conectó 172.487 nuevos puntos de suministro y está al alcance del 79% de la población española, llegando a alcanzar un 31% de penetración en viviendas. Peris, que ha subrayado que se está a las puertas de la publicación del informe del comité de expertos sobre la Ley de Transición Energética, reclamó que en esta transición el gas se contemple no sólo como una energía de transición, sino que “forme parte de la solución” ya que se trata de una fuente de energía que sustituye a otras «más contaminantes«.

A este respecto, indicó que la mayor presencia del gas aportaría 150 millones de euros a la economía y reduciría las emisiones en 11 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Además, señaló el papel que jugaría en movilidad, contribuyendo a reducir las emisiones y mejorando la calidad del aire. Así, Peris subrayó que «el gas tendrá un rol protagonista en la economía baja en carbono y un papel clave en la transición energética global, en especial por la creciente inyección de gas de origen renovable en su infraestructura».

La demanda de gas natural en España alcanzó la cifra de 350.870 gigavatios por hora (GWh) al finalizar 2017, lo que representa un incremento del 9,1% respecto al 2016 y evitó la emisión a la atmósfera de cerca de 25.300 kilotoneladas de CO2. Peris apuntó a la falta de lluvias y al aumento de la demanda de gas de los ciclos combinados en un 26,8%, con una cuota del 17,2%, como los hechos que marcaron el pasado ejercicio. Peris destacó que estos ciclos combinados tienen un rendimiento de hasta un 25% más que las térmicas alternativas, por lo que «suponen menos consumo de energía primaria» y evitan la emisión de casi 5.000 kilotoneladas de CO2″.

La demanda convencional aumentó un 5,1% el año pasado, sobre todo en los meses de agosto y septiembre como consecuencia de las altas temperaturas y la utilización de gas natural para la refrigeración del sector doméstico y comercial. La demanda industrial, que supone el 62% del consumo de gas nacional también siguió una tendencia alcista, lo que, según Sedigas, demuestra la recuperación económica del sector.

Asimismo, el presidente de la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) y de BP España, Luis Aires, destacó que 2017 fue un año «histórico» que refleja «la fortaleza» de las refinerías españolas en un entorno de bajos precios. De cara al futuro cree que el petróleo se moverá entre los 40-70 dólares, aunque ve muy difícil que se supere esta cota por el impacto de la tecnología en las formas de producción y lo más probable es que el mayor tiempo esté entre 50 y 60 dólares. Aires consideró que la transición energética debe llevarse a cabo desde un punto de vista de equilibrio entre el coste y la eficiencia, por lo que «no se debe despreciar ninguna tecnología».

Por otro lado, el presidente de la Asociación de Empresas de Energía Renovables (APPA), José Miguel Villarig, advirtió de que el sector se «teme lo peor» sobre la próxima revisión que se aplicará a las renovables para el próximo periodo regulatorio sobre su tasa de rentabilidad. «Esta rentabilidad tiene como fallo que nos la cambian cada 6 años y nos la revisan cada 3», señaló

Además, consideró que en el sector «va a haber un antes y un después de las subastas», que van a dinamizar 8.300 millones y crear 9.000 empleos, aunque subrayó que el reto será ejecutar esos 8.000 megavatios (MW) adjudicados «en el corto plazo que se ha dado». No obstante, criticó el cómo se han llevado a cabo las subastas, ya que «ha sido una vez más con improvisación», y pidió que para el futuro se diferencie entre tecnologías y se establezca un calendario para ellas.

Por su parte, el presidente de Carbunión, Pedro Iglesia, ha apuntado que 2017 fue un año algo mejor para el sector del carbón tras el «nefasto» 2016 en el que el Gobierno «denostó el carbón» e incumplió los compromisos con el sector. Aún así, ha indicado que en 2017, pese a crecer la producción con carbón un 20%, la cuota correspondiente al carbón nacional en el mix de generación de electricidad fue sólo del 2,4%. Por otra parte, ha señalado que el carbón debe tener un papel importante en la transición energética por ser el único combustible autóctono y dar garantías de seguridad al suministro.

Iglesia señaló que el sector afronta el reto de la amenaza de cierre para 2018 de todas aquellas empresas que recibieron ayudas desde 2011 o, en caso contrario, afrontar como proceder a devolver estas ayudas recibidas. Por ello, pidió el apoyo del Gobierno para materializar en «medidas concretas» el respaldo al carbón para que siga jugando un papel dentro del mix energético, dado que a los actuales precios es inviable.

El aumento de la generación eléctrica con gas permitiría disminuir las emisiones en la Unión Europea hasta en un 66%

Europa Press.- El presidente de Sedigas, Antoni Peris, ha pedido que el gas natural sea reconocido como «una energía básica» en el mix energético español. En este sentido, el incremento de la generación eléctrica con ciclos combinados de gas permitiría disminuir las emisiones de la Unión Europea hasta en un 66%, por lo que reivindica al «binomio» gas y renovables como «la solución de futuro» a una economía más sostenible y medioambiental.

En concreto, aumentar la utilización de la generación a gas, frente a las centrales de lignito, del 36% al 65%, reduciría las emisiones de CO2 en aproximadamente 300 millones de toneladas al año, según datos de la patronal gasista, que subraya que Europa tiene suficiente capacidad de generación a gas natural para reemplazar toda la generación por carbón. En este sentido, Peris calificó de toda «una paradoja» que, a pesar de la puesta en marcha de un plan de desarrollo de las renovables que «ha costado mucho dinero a los europeos», las emisiones se hayan incrementado en los últimos años, como ha sucedido en Alemania.

Respecto al papel que puede jugar el gas, destacó las ventajas competitivas de España, con una situación geoestratégica privilegiada en cuanto al gas natural licuado y un sistema de infraestructuras ya existentes. «El gas está ya ahí, no hay que hacer inversiones. La infraestructura ya existe y tenemos capacidad suficiente para traer el gas que nos hace falta, no existe una problemática especial en materia de infraestructura. Además, permite seguir introduciendo las renovables», añadió Peris.

En el caso del transporte, tanto terrestre como marítimo, la utilización del gas natural podría reducir hasta un 25% las emisiones de CO2 respecto al diésel y un 95% frente al diésel y los combustibles marinos. Asimismo, cambiar a sistemas modernos de calefacción a gas permitiría reducir las emisiones del sector residencial hasta en un 55%. En el caso de las calderas de condensación presentan hasta un 65% más de eficiencia que sus tecnologías competidoras.

Peris remarcó el papel «clave» del gas natural para conseguir los objetivos europeos de 2030 y su contribución a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero establecidos a nivel europeo en un 40%. «El gas es parte de la solución en generación, en transporte o en el sector residencial, y tiene que estar en la agenda en los próximos años», aseguró. Por otra parte, Peris vaticinó un incremento del 2% en la demanda de gas en España para el conjunto de 2017. «Estimamos, por cómo ha sido el invierno, que puede estar alrededor de esa cifra, aunque aún queda más de medio año», señaló.

Además, la patronal presentó el informe Contribución del gas a la calidad del aire, realizado en 17 municipios españoles, en el que destaca que una mayor presencia del gas mejora la calidad del aire en las ciudades minimizando la contaminación ambiental, especialmente en el sector transporte. En este sentido, el estudio considera que una sustitución del 5% del parque de vehículos pesados y turismos de gasolina y diésel por un parque de gas natural en Madrid y Barcelona reduciría las emisiones de todos los gases contaminantes hasta en un 5%.

En el caso del sector residencial y doméstico, una sustitución de todas las calderas españolas de carbón, y del 20% de las calderas de GLP y gasóleo C, por calderas de gas natural, reduciría las emisiones de todos los contaminantes, especialmente las partículas y el azufre. Por el contrario, añade, si se sustituyeran por biomasa, la calidad del aire empeoraría.

Mix energético para la descarbonización

Por otro lado, Peris reclamó que el gas natural sea reconocido como «una energía básica» en el mix energético español y quede claro «el rol concreto» que jugará en el horizonte energético ante la descarbonización de las economías. En este sentido, Peris subrayó que el sector se encuentra preparado para afrontar «los desafíos» y afirmó que la energía limpia del gas desplegará sus fortalezas hacia una economía baja en carbono. El presidente de Sedigás indicó que el sector energético mundial se encuentra «inmerso en una transformación» para dar respuesta al acuerdo de la Cumbre Climática de París (COP21), que «representó un hito en la historia».

Dentro de estos desafíos, Europa debe abordar su agenda para 2030, que pasa por alcanzar el objetivo de reducir un 40% las emisiones de gases efecto invernadero, elevar a 27% la presencia de las renovables y mejorar la eficiencia energética en un 27%, señaló Peris. Para ello, destacó que el gas puede aportar a todos los sectores en estos objetivos globales, tanto «a través de la mejora del medioambiente, tanto en el cambio climático como en la calidad de aire».

Además, el presidente de Sedigas apuntó el potencial de España como «un país líder», con una capacidad de más de 2 bcm anuales de gas renovable, y destacó que el Plan de Energía y Clima lanzado por el Gobierno debería establecer «un modelo energético sostenible» que ayude a conseguir esos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

España podría necesitar hasta 10.000 MW nuevos de ciclos combinados para 2030 si apuesta por el gas como respaldo de las renovables

La Asociación Española del Gas (Sedigas) señala que el sector eléctrico podría requerir inversiones de entre 5.500 y 10.000 millones de euros, a 1 millón de euros por MW a instalar según estimaciones de la propia patronal gasista, para aportar nueva capacidad instalada en ciclos combinados de gas si se adopta una política energética que apueste por el gas como respaldo de las energías renovables que se necesitan para cumplir los compromisos europeos e internacionales de cambio climático en 2030.

Sedigas incidió en que en 2030 únicamente será firme la mitad de la potencia instalada, con sólo 62.000 MW de los 124.000 MW de capacidad instalada total, por lo que se requerirán entre 5.500 MW y 10.000 MW de capacidad adicional en ciclos combinados de gas si se apuesta por esta tecnología como reemplazo de las centrales térmicas de carbón. De ahí la inversión que se necesitaría de entre 5.500 y 10.000 millones de euros. «Los ciclos combinados son el mayor garante de estabilidad en el sector. Haciendo una apuesta por la utilización del gas natural tenemos un sistema más fiable y menos emisor de CO2«, dijo el presidente de la patronal gasista, Antonio Peris.

En el escenario contemplado por Sedigas en su Informe 2030: papel clave del gas en una economía baja en carbono, en el que el gas tendría un peso del 33% en el mix de energía primaria, España podría obtener un ahorro de hasta 223 millones de euros anuales sin comprometer los objetivos europeos de renovables y de reducción de emisiones para el año 2030. Si bien la Unión Europea contempla para 2030 una presencia del gas natural del 27% en el mix, aplicando simplemente las regulaciones previstas por Bruselas para cumplir los objetivos ambientales, Peris, señaló que hay potencial en España para «ir más allá» y elevarlo hasta el 33%.

Según indicó Peris, para alcanzar ese 33% en el mix energético, sólo sería necesario aprovechar efectivamente las infraestructuras gasistas del país. De este modo, según el informe elaborado por la patronal gasista, no habría “un incremento de costes«. Sedigas recuerda que España cuenta con una importante diversificación de fuentes de suministro, con Argelia como principal suministrador a través de gasoductos pero también con 6 plantas de regasificación para traer el gas en estado líquido mediante el gas natural licuado (GNL). Además, en el medio plazo se contempla la ampliación de la capacidad de interconexión con Europa, algo que se espera conseguir con el gasoducto MidCat. Lo que no se contempla son nuevos almacenamientos subterráneos ni que Castor entre en funcionamiento.

Para conseguir los 223 millones de euros de ahorro anual, se contempla actuar fundamentalmente en el sector residencial, con la sustitución de la biomasa y de otros combustibles más contaminantes por el gas natural, lo que supondría un ahorro de 185 millones de euros anuales y 341 euros por hogar. Por otro lado, en el sector terciario estos ahorros ascenderían a unos 38 millones anuales. A este respecto, Peris indicó que actualmente se priman combustibles con emisiones contaminantes más altas, no de carbono sino de óxidos de nitrógeno o de azufre, por lo que reivindicó que además de la descarbonización de la economía también se trate de mejorar la calidad del aire de las ciudades.

En lo que se refiere al transporte, el presidente de Sedigas señaló que la apuesta por el gas natural en los vehículos aportará una mayor reducción de emisiones, ya que emiten un 25% menos de dióxido de carbono y suponen una drástica reducción de los óxidos de nitrógeno y de azufre “sin suponer un coste adicional”. Además, permitiría seguir la implementación de la Directiva de Combustibles Alternativos, aumentando la penetración del gas natural en el transporte, incluido también el marítimo.

Asimismo, en materia de competitividad, Peris destacó la «alta eficiencia en procesos industriales y de cogeneración» que tiene el gas, y señaló que, según su experiencia, las áreas industriales requieren cada vez más del suministro de gas. Además, Sedigas considera que la puesta en marcha del hub del gas permitirá una mayor transparencia de los precio. La industria consume casi un 50% del gas natural en España, según el estudio.

En lo que respecta a la COP21 de París, el presidente de Sedigas aseguró que se trata de un hito, aunque afirmó que el acuerdo “es complejo” para alcanzar los objetivos de descarbonización de 2030 y requerirá de «mucho desarrollo para que pueda dar los frutos esperados», por lo que garantizar su cumplimiento es «difícil». Asimismo, destacó que el sector gasista español comparte estos objetivos y subrayó que el gas será «una parte importante de la solución» ya que es el combustible tradicional que «tiene que ayudar a esa transición».

Sedigás afirma que la demanda de gas crecerá un 6% en 2015

Europa Press.- El presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigás), Antoni Peris, espera que la demanda de gas aumente entre un 5% y un 6% en 2015 por la mejora de la actividad económica, entre otros factores. Este incremento pondría fin a una racha de varios años de caídas.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios tras participar en la inauguración del II Congreso Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

Según ha dicho, este repunte de la demanda «tiene que ver con un año que ha permitido recuperar una parte de la demanda de electricidad y con unas temperaturas algo mejores que las del año pasado«.

Además, Peris ha apuntado que «la recuperación de la actividad económica también permite vislumbrar este año 2015 como el primero desde hace bastantes años en los que la demanda de gas va a subir».